noviembre 02, 2010

Sierra Mágina III. Aznaitín. ARCDBuenavista, Octubre 2010

Para VER las FOTOS, su paisaje, DEBEN AGRANDARSE clicando sobre ellas. Crónica anterior http://paqquita.blogspot.com.es/2005/11/magina-ii-jaen-y-ubeda-arcdbuenavista.html


31.- La previsión para este lunes son lluvias, a partir de las dos p.m. En el autocar estamos a las 9 de la mañana; diez minutos después nos bajamos, estamos muy cerca al punto de salida. Al poco vemos un hermoso ejemplar de majuelo = Crataegus monogyna, formado como arbolillo, el más vigoroso de los por mí vistos. Lupe -en la foto- lo tilda de peral de pastores, nombre adjudicado en su pueblo -Lagartera- a mucha honra.

32.- A ambos lados del camino vimos, también, plantaciones de cerezos (un disidente que aún no ha comulgado con la rueda del olivo). Vamos por pista forestal. Arriba, en las cumbres, unas nubes nos tapan y nos descubren, indistintantemente, a las mismas. La vegetación por aquí ya es de matorral y bajo. Los pocos árboles que se ven son plantados, ejemplares aislados, como un par de cipreses, que no sé si creerán en dios.

33.- Paradita en un llano, cercano a la base del macizo, explicaciones del guía, único -casi- preparado en el tema, asuntos varios... y reanudamos la marcha. Esta vez vamos todos, los 22.


34.- Pasamos junto a un todo terreno, más adelante un señor. Es apicultor, tiene las colmenas allí mismo, en aquel claro. Le preguntan por las variedades que produce, sólo una, contesta, de espliego = Lavandula angustifolia;. Y ciertamente, junto al camino veremos, ahora y cuando estemos de vuelta, plantas de espliego, alguna con flor.


35.- Volveremos a ver cerezos, con sus hojas otoñándose, en una vaguada situada algo más abajo de la pista por la que andamos. Se ve el valle, el pueblo de Mancha Real, con su extendido polígono industrial, en último término Jaén, capital. Algunos presumen de ver, no ya la catedral, las campanas.



36.- Más a la derecha vemos, unos mejor que otros, Úbeda. Nuestro grupo es algo heterogéneo y como el camino es largo y fácil, por el momento, nos hemos separado bastante unos de otros; hasta el punto que alguien pone orden y frena las ansias de los más adelantados. A esperar toca.


37.- Llegados a una curva de 90 grados a la derecha, abandonamos la pista, que pierde altura en adelante, en favor de una senda ascendente hacia el Aznaitín. A nuestra izquierda dejamos un plegamiento del terreno, a modo de visera, encarado al norte, hacia Sierra Morena -dicho por Sebastián, si no lo entendí mal-.




38.- Por fin comenzamos a andar por monte, por terreno irregular, lo propio. Un poco escalabrado en este inicio pero no malo, sólo lo suficiente para que nos enteremos de quien manda allí, el monte, nosotros, simplemente, nos acomodamos a sus exigencias.


39.- Tenemos a las nubes -casi- por los suelos, a nuestros pies... bueno, algo alejadas de nuestros pies, pero en un nivel inferior. Alguna roca se permite pasar por escultura, ya lo dicen, el arte imita la naturaleza.


40.- En una suerte de collado se plantean dos caminos: ir por la cresta o bien por la ladera. El diseño estaba fijado por la segunda, un par de disidentes optan por la cresta ¡allá ellos! se les supone con cabeza, con algo de cabeza.


41.- Las nubes parecen perseguir al grueso del equipo, no se amilanan, saben que el objetivo está más adelante, arriba.


42.- La cima del Aznaitín está ya a la vista, no a tiro de piedra pero sí de prismáticos ¿Quién los lleva? Luis... pero ¡si Luis no ha venido!... ¡uy, uy! que me parece que el guionista está mezclando historias ¡habrá bebido!... ¡si tenía sed!


43.- Todos acabarán juntándose a los pies de una pared rocosa, donde descansarán, preparándose para el ataque final a la cima. Todos menos uno, que estará... por allá arriba.


44.- La panorámica que tenemos sobre el valle es ahora más amplia -que en la foto 7-. Todo el suelo está cubierto de olivos, alguna balsa de agua y nubes bajas sombreándole.



45.- Ya tenemos más cerca la cima del Aznaitín y su vértice geodésico. Esta cara es vertiginosa, bonita. Por allí, por aquellos pedregales vieron la vez anterior (tres de los participantes ya estuvieron en esta sierra y este pico hace dos o tres años) bajar a unas cabras.


46.- Es Charo quien lo cuenta.
El suelo es de piedra caliza, toda la sierra lo es. Por eso, explica Sebastián, no se ve curso de agua alguno, la tierra, la roca, la filtra toda. Por contra, supongo, el subsuelo debe ser rico en aguas subterráneas.


47.- Por fin llegamos a la cima (1745 m). La marquesina terrestre quedó allá abajo. A su izquierda se ve claramente el punto en que dejamos la pista por tomar el sendero -claro en el centro, algo más abajo, de la foto-. Fotos de cima, tomadas por Carlos y algún otro más.


48.- Tras recrearnos en el paisaje iniciamos el retorno. De bajada vemos lo que no a la subida, una dolina ¡otra dolina! A ella nos acercaremos unos cuantos, pocos cuantos.




49.- Y ahí estoy yo, con esa cara severa. No recuerdo si tuve o no conciencia de que Geir estaba tirándome la foto. Desde aquí, gracias, pese a que no suelto mi cámara para que me fotografíen, agradezco aparecer en alguna.


50.- Nos dirigimos al mirador de Albanchez de Mágina, de Úbeda y Mágina, indistintamente. Como puede verse perseguimos a las nubes y, en ocasiones, nosotros vamos más deprisa y nos mojan. En el suelo, además de erizones, hay otros pequeños promontorios de verde más claro que, al tocarlos, parecen esponjas de musgo-foto 16-.


51.- Ahí tenemos Albanchez de Mágina -o Albánchez, se ve escrito de ambas formas-, su territorio cubierto por el monocultivo de los olivos y su torre de vigilancia, a la derecha, camuflada en las rocas, que las nubes nos dejan ver por breves momentos y sobre todo nos ocultan.


52.- A la izquierda del pueblo, limitando nuestra vista, aparecen tres pequeñas cimas, cuyos nombres desconoceré hasta que visite la torre mencionada, donde instalaron una fotografía panorámica, enumerando los pueblos y geografía más notable del entorno.



53.- Tras la visita al mirador retomamos el camino de venida, hasta situarnos de nuevo en la pista. En la última parte del sendero hubo disidencia sobre si izquierda o derecha. Los primeros llegaron antes y más abajo, puesto que el comedor se había situado en el entronque del camino, tuvieron que subir, abandonando el noble juego de los chinos, al que se habían dado para "matar" el rato. Tras la comida relax que, en el caso de Carlos Gorrindo, supuso coger las pinturas que lleva, por si acaso, para hacer "un apunte del natural".


54.- Al toque de corneta nos ponemos en movimiento. Casualmente, comienzan a aparecer cabras por detrás del pequeño redil que teníamos cerca. Tímidamente una, dos y, ya sin timidez alguna, el resto. Antes de que nos alejemos de la mole rocosa veremos, aunque mucho más lejanas, cabras montesas. Primero en el punto más alto que observábamos, después casi abajo. Desaparecieron pronto, tenían pánico escénico.


55.- Nos salió un michelín por el camino, no fue gordura acelerada sino roca pintoresca... singular, como "sisedijera". La observación fue de Sebastián. Cuando llegamos al punto en que vimos al apicultor dejamos la pista para tomar otro sendero, que pasa por debajo de las colmenas -ver foto 4-.


56.- Bajamos animadamente, ya se sabe, bajar cuesta menos que subir, salvo para las rodillas castigadas. Se escucha alguna cabra en la distancia, ésta fue cada vez más corta, hasta que el cabritillo se incorporó al pelotón, acudiendo a la réplica que le estaba haciendo María... beee


57.- Ya tenemos Albanchez de Mágina a tiro. Nos tememos que esta noche algún vecino tendrá cabrito para cenar, si este cabrito continúa en sus trece, porque acabó poniéndose en primera fila, abriendo la marcha.


58.- Atrás dejamos la mole del Aznaitín y su mirador, arriba, el punto más alto de la derecha. A sus pies el depósito de agua del pueblo y más abajo olivos, para no cambiar.


59.- Las formaciones calcáreas de la derecha ofrecen ventanas al más allá, entiéndase, al otro lado de las paredes dichas. Pasamos bajo unos almendros ¡sí! también los hay y nos acercamos a las escaleras por las que se accede a la torre de vigilancia. El grupo se fracciona, parte baja al pueblo y el resto... a continuar subiendo. Bienhallada la idea de situar panorámicas explicativas en los sitios idóneos. Mis tres montes son: Cueva del Aire, la Serrezuela de Bedmar y Golondrina.


60.- La fortaleza tiene diferentes niveles, el plano está en el primero, en el siguiente dejamos las mochilas, además de por el peso, por pequeñez de los orificios por los que se accede al nivel previo al último. Fueron pasos exigentes ¡vaya si lo fueron!


61.- Hasta tiempo de tumbarnos al sol tuvimos, en la breve plataforma superior, antes de ponernos a bajar. Ya en el pueblo ¡en obras!, también tienen derecho a disfrutarlas, nos juntamos con los adelantados en un bar, cerveza, café, colacao, somos variados.


62.- En la parte baja nos espera el autocar, subimos, cruzamos algún pueblo, nos sitúa en la parte contraria del valle y ¡aún nos queda la sorpresa! es la Torre de Cuadros -ver plano-, a la que accedemos tras un recorrido de 1,7 km. a través de los olivares, un lujo a nuestro alcance... las olivas. Cerca la Golondrina.

>>>>> Datos Técnicos, proporcionados por Sebastián <<<<<

Recorrido: Pto. de Albánchez (1159 m) (km 0)– Pico Aznaitín (VG) (1745 m) (km 4,8) - Cañada (Ayo. De la Cañada) (1277 m) (km 8,1)- Albánchez de Úbeda (820 m) (km 11)
Longitud: Total 11 km. Subida Acumulada: 600 m aprox.Bajada Acumulada: 940 m aprox.

Crónica siguiente http://paqquita.blogspot.com.es/2005/11/magina-iv-baeza-arcdbuenavista-la.html

PAQUITA

5 comentarios:

Toni Sagrel dijo...

Sin duda Paquita, pero te lo has "currao a base de bien".
Un magnífico reportaje.
Mis felicitaciones.

Sierra Mágina (que no, "Mágica"; aunque casi) sólo la conozco desde la lejanía. Eso sí, allí cerca está Úbeda (y Baeza, y la sierra de Segura). Maravillosa Úbeda.

Frente a mi casa, frente a mi ventana, tengo una pared de montañas, cubiertas todas del blanco más limpio...

Dos picos sobresalen. Trevenque, el uno (2.000, y pico metros), cerro o pico del "Caballo" (3.000 y, un pico), el otro.

Un abrazo desde el desierto blanco del Sur del Sur.

Ernesto dijo...

Aunque g¡hace tiempo que no te dejo comentarios, sigo todas y cada una de tus rutas y las disfruto enormemente.

Un beso, Paquita.

Tirso dijo...

Paquita, esta me la he perdido pero me ha gustado leerla, me da la envidia de perderme estas cosas pero con el resumen creo que yo tambien he podido estar allí.

Caminante dijo...

Gracias por vuestras palabras.
Tengo una cierta vanidad que se ve recompensada cuando recibo algunas.
Repito, muchas gracias por dejaros "ver".
Un abrazo: PAQUITA

Filoabpuerto dijo...

Vaya, Jaén, mi tierra natal !!!

esos olivos, esos olivos... cuando voy me los traigo guardados en la retina mientras aprieto los párpados ¡ qué duras se me hacen siempre las despedidas !

Abrazos

Merce