RECIBIDO de Ana... : La reforma energética del Gobierno cambia las reglas del juego eléctrico (solo para algunos) PABLO ELORDUY
DECLARACIÓN de INTENCIONES: Dirigida a aquellos Lectores Potenciales que, al entrar en la lectura de estas Mis Criaturas, sientan que no les gusta y ni siquiera les divierte. Abandonen de inmediato. Estas páginas están concebidas para Mi Memoria, mi Divertimento y el de Unos Pocos. Si tú no estás en este segundo grupo, yo no soy la persona adecuada para ti, deja esto y date una vuelta; seguro hallarás lo que buscas *** VER http://perrosflautadelmundo.blogspot.com.es/
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agosto 10, 2013
Documental: #Oligopoly2. El imperio eléctrico contra todxs
-- Publicado el 16/5/2013 por PlataformaNME
http://www.youtube.com/watch?v=E8_vSep6c_8
#Oligopoly2 El imperio eléctrico contra todxs.
Dirigido por Alba del Campo.
Producido por la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético https://www.facebook.com/pages/Plataforma-por-un-nuevo-modelo-energ%C3%A9tico/439205509455756?directed_target_id=0
Documental completo. En cuanto tengas unos 45 minutos, disfrútalo.
Comparte! Juntos conseguiremos que la rebelión energética triunfe.
http://www.youtube.com/watch?v=E8_vSep6c_8
#Oligopoly2 El imperio eléctrico contra todxs.
Dirigido por Alba del Campo.
Producido por la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético https://www.facebook.com/pages/Plataforma-por-un-nuevo-modelo-energ%C3%A9tico/439205509455756?directed_target_id=0
Documental completo. En cuanto tengas unos 45 minutos, disfrútalo.
Comparte! Juntos conseguiremos que la rebelión energética triunfe.
-- BRAIS BENÍTEZ | 17/5/2013
http://www.lamarea.com/2013/05/17/oligopoly-2/
BARCELONA// El funcionamiento del mercado energético en España sigue siendo mayoritariamente desconocido por los ciudadanos. El poder del oligopolio que constituyen las cinco grandes empresas del sector integradas en la patronal UNESA (Iberdrola, Endesa, Gas Natural Fenosa, E-on España y Hc Energía), las causas del déficit tarifario que grava las facturas de los consumidores, las consecuencias sobre el medio ambiente de la generación eléctrica a partir de centrales nucleares y los combustibles fósiles, o la dinámica de puertas giratorias, no suelen ser temas abordados por los principales medios de comunicación.
http://www.lamarea.com/2013/05/17/oligopoly-2/
BARCELONA// El funcionamiento del mercado energético en España sigue siendo mayoritariamente desconocido por los ciudadanos. El poder del oligopolio que constituyen las cinco grandes empresas del sector integradas en la patronal UNESA (Iberdrola, Endesa, Gas Natural Fenosa, E-on España y Hc Energía), las causas del déficit tarifario que grava las facturas de los consumidores, las consecuencias sobre el medio ambiente de la generación eléctrica a partir de centrales nucleares y los combustibles fósiles, o la dinámica de puertas giratorias, no suelen ser temas abordados por los principales medios de comunicación.
Para tratar de darle la vuelta a la situación, la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético ha tomado el relevo del programa ‘Oligopoly’ de Salvados, emitido en la Sexta en noviembre del año pasado, para profundizar en estos aspectos y dar espacio a nuevas voces que arrojen algo de luz sobre el poder de las grandes eléctricas, la dependencia del exterior de los combustibles fósiles, o el porqué de que el recibo de la electricidad no deje de subir.
Oligopoly 2, El imperio eléctrico contra todos se estrenó en la tarde de ayer simultáneamente en 37 localidades españolas, además de en Londres y Bruselas. Dirigido por Alba del Campo, el documental ha sido financiado gracias a la aportación de decenas de personas a partir de un proceso de micromecenazgo. Incluye más de 20 testimonios, entre los cuales se encuentran el expresidente de Red Eléctrica de España, Jorge Fabra; el presidente de la Fundación Renovables, Javier García Breva; el profesor de economía de la Universidad Complutense de Madrid, Mario Sánchez Herrero; y la coordinadora de la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, Cote Romero.
El documental gira en torno a la lucha contra el cambio climático, que debe pasar por la construcción de un nuevo modelo energético basado en el control ciudadano de la energía y en la producción descentralizada de la misma a partir de energías renovables. También pone sobre la mesa el elevado coste anual de adquisición de combustibles fósiles (42.000 millones de euros gastados cada año en la importación de hidrocarburos), la falta de competencia que tienen las grandes eléctricas gracias a una legislación hecha a medida, y cómo la principal causa de ello es la estrecha relación entre los altos cargos del Estado con estas empresas.
La Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, que ya prepara una tercera entrega de Oligopoly, nació a partir de la lucha del alcalde de Alburquerque, Ángel Vadillo, que pasó 90 días en huelga de hambre después de que un decreto del Ministerio de Industria en enero del pasado año eliminase las primas a las renovables y supusiera la anulación del proyecto de implantación de cinco plantas termosolares en la población. “Le dijimos que lo necesitábamos vivo y le convencimos que lo dejara, entonces tomamos el relevo”, explicó durante la presentación del documental en Barcelona Manel Rivero, formador en energías renovables en la empresa de educación ambiental Intiam Ruai.
“En el ámbito de la energía está todo por hacer y todo por decir”, sostuvo Rivero. La plataforma está integrada por numerosas asociaciones y colectivos sociales, partidos, sindicatos y empresas. La unión de estos agentes tan diversos, reivindicó Rivero, es clave para incidir en un mercado fuertemente controlado por las grandes eléctricas e iniciar la transición hacia las energías renovables. Precisamente, una de las conclusiones que se derivan del documental es que incluso las grandes eléctricas son conscientes de que el futuro pasa por las energías renovables, principalmente debido al agotamiento de los combustibles fósiles, y que la batalla se centra ahora en conseguir un control ciudadano de las mismas y no dejar el nuevo modelo energético en manos del oligopolio.
Viñeta: Secuestrando al Sol, de Ferrán Martín 2013
foto de República Española
TEXTO: ¡Si quiere volver a ver a su amigo, tendrá que pagarnos un Canon!
- ¡Pero, esto es un atraco!Error, un Secuestro
Fdo. por: Ferrán Martín Año: 2013
Denuncia de Plataforma por un Nuevo Modelo Energético a Gigantes de Energía en España
Durante los últimos años, los gigantes de la energía en España podrían haberse aliado con influyentes políticos para asegurarse enormes beneficios mientras libraban una guerra sucia contra las energías renovables. Pero ahora tenemos la oportunidad de sacar a la luz estos trapicheos y retomar la senda hacia un futuro más verde y limpio.
Como si fueran poderosos clubs de fútbol, Iberdrola, Gas Natural Fenosa, Endesa y otras grandes compañías han peinado el parlamento fichando a ex-presidentes de gobierno, ministros, secretarios de estado... para defender sus intereses multimillonarios. Su presión feroz está provocando la gradual demolición del sector de las energías limpias en nuestro país, arrebatándonos el liderazgo que hemos ejercido durante años. El resultado es indignante: un oligopolio de empresas llenándose los bolsillos – ¡tan solo tres compañías atesoran unos beneficios anuales de más de 6 mil millones de euros anuales! -- , mientras los ciudadanos pagamos unas de las facturas eléctricas más altas de Europa y el sector de las renovables agoniza.
Pero si actuamos ahora podemos darle un dramático vuelco a la situación: la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético está a punto de presentar una denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción que evidencia los vínculos entre empresarios y políticos, y las consecuencias catastróficas que se derivan exigiendo una investigación a fondo para analizar el posible desvío de poder y tráfico de influencias. Pero para que la denuncia tenga éxito es fundamental recabar el apoyo de la ciudadanía, hagámoslo. Firma la petición y suma tu nombre al anexo de apoyo que será remitido con posterioridad a la presentación de la denuncia, y si aún quieres ir más lejos, deja tu DNI en el recuadro de al lado, e incluiremos tu nombre en la denuncia original:
http://www.avaaz.org/es/ apuesta_por_las_renovables/? bCPGWbb&v=25452
Como si fueran poderosos clubs de fútbol, Iberdrola, Gas Natural Fenosa, Endesa y otras grandes compañías han peinado el parlamento fichando a ex-presidentes de gobierno, ministros, secretarios de estado... para defender sus intereses multimillonarios. Su presión feroz está provocando la gradual demolición del sector de las energías limpias en nuestro país, arrebatándonos el liderazgo que hemos ejercido durante años. El resultado es indignante: un oligopolio de empresas llenándose los bolsillos – ¡tan solo tres compañías atesoran unos beneficios anuales de más de 6 mil millones de euros anuales! -- , mientras los ciudadanos pagamos unas de las facturas eléctricas más altas de Europa y el sector de las renovables agoniza.
Pero si actuamos ahora podemos darle un dramático vuelco a la situación: la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético está a punto de presentar una denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción que evidencia los vínculos entre empresarios y políticos, y las consecuencias catastróficas que se derivan exigiendo una investigación a fondo para analizar el posible desvío de poder y tráfico de influencias. Pero para que la denuncia tenga éxito es fundamental recabar el apoyo de la ciudadanía, hagámoslo. Firma la petición y suma tu nombre al anexo de apoyo que será remitido con posterioridad a la presentación de la denuncia, y si aún quieres ir más lejos, deja tu DNI en el recuadro de al lado, e incluiremos tu nombre en la denuncia original:
http://www.avaaz.org/es/
A la Fiscalía Especial contra la Corrupción:
Como ciudadanos comprometidos con la lucha contra la corrupción, les solicitamos que abran una investigación de cara a esclarecer si los vínculos entre políticos y los Consejos de Administración de las grandes eléctricas pueden haber repercutido en el aniquilamiento de las energías renovables y en el encarecimiento de la factura eléctrica y son por tanto constitutivos de delito.Campaña creada por la Plataforma por un nuevo modelo energético
agosto 09, 2013
AMENAZA de DESALOJO del ESA SALAMANQUESA. Concentrac. domingo 11 12h.
En los pasados días, se ha recibido una notificación por parte de la policía informando del desalojo inminente del Espacio Social Autogestionado (ESA) Salamanquesa.
Salamanquesa ofrece un gran número de actividades culturales (clases de idiomas, de instrumentos, etc.), deportivas (fútbol, boxeo, gimnasio) y de ocio. Además, el espacio da cabida a un gran número de personas y colectivos del barrio y, especialmente, alberga el Banco de Alimentos de Moratalaz (iniciativa solidaria que recoge y distribuye alimentos para las familias más necesitadas del barrio.
Todas estas actividades e iniciativas son gratuitas y elaboradas de una manera cooperativa y participativa y donde profesionales de distintos ámbitos ofrecen su trabajo y dedicación de manera totalmente altruista.
El edificio (anteriormente colegio público Antonio Gil Alberdi) lleva años en estado de total abandono (...)
http://esasalamanquesa.net/amenaza-de-desalojo-del-e-s-a-salamanquesa/ TEXTO COMPLETO
EL ESA SALAMANQUESA LLEVA CASI UN AÑO OFRECIENDO A LAS Y LOS VECINOS DEL BARRIO DE MORATALAZ UN ESPACIO DE ENCUENTRO Y CONVIVENCIA, SUPLIENDO EN MUCHOS ASPECTOS SERVICIOS PÚBLICOS QUE LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS MADRILEÑAS DEBERÍAN OFRECER A LOS Y LAS VECINAS DEL BARRIO.
EL ESA SALAMANQUESA LLEVA CASI UN AÑO OFRECIENDO A LAS Y LOS VECINOS DEL BARRIO DE MORATALAZ UN ESPACIO DE ENCUENTRO Y CONVIVENCIA, SUPLIENDO EN MUCHOS ASPECTOS SERVICIOS PÚBLICOS QUE LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS MADRILEÑAS DEBERÍAN OFRECER A LOS Y LAS VECINAS DEL BARRIO.
Querido Periko Solabarría, de Rafael Narbona
http://rafaelnarbona.es/?p=2944 de Rafael Narbona, Escritor y crítico literario. Publicado en
Eras monaguillo y te hiciste sacerdote, pero no para absolver a los explotadores, sino para asaltar los cielos y flotar en la espuma de las trincheras. No querías ser un santo. Querías ser pueblo, no apartarte de tus orígenes y abandonar a los que sudaban en los surcos o en las obras, con el rostro desdibujándose como arena y las manos agraviadas por la piedra, el hierro, los clavos o las astillas. Te despojaste de la sotana, esgrimiste una pala y empezaste tu carrera de maestro, conspirador, abertzale y agitador sindical. No querías pisar alfombras, sino barro. Por eso, bajaste a un sótano y acogiste a todo el que llamaba a tu puerta, pidiendo pan, solidaridad o algo de afecto. Pasaste tres meses en la cárcel de Zamora, donde coincidiste con el padre Mariano Gamo, otro cura rojo y obrero que le dio la comunión a Piedad en un parque de Moratalaz, pues unos matones fascistas habían incendiado su iglesia. Te casaste con Begoña, una mujer luchadora, “una rosa enfurecida” que habría inspirado a Miguel Hernández versos de “cristales y metralla”. Cuando te eligieron diputado, te acercaste a la cárcel de Soria con Telesforo Monzón y Ortzi Letamendia para entregar tu acta a las presas y los presos políticos vascos, los verdaderos representantes del pueblo, exigiendo su libertad. Tuviste tres hijos, pero aún eres sacerdote, pues el obispado no se atreve a dejar sin pastor a los pobres y los trabajadores. Siempre has sabido que la principal cualidad del revolucionario es el amor. Por eso, cuando fundaste una “Universidad” en La Arboleda de los Montes de Triano, el barrio minero donde creció tu padre, pedías a los niños que acudieran al aula a cambio de un beso. No era una Universidad, sino una Escuela, donde niñas y niños de cuatro a catorce años aprendían autoestima. No les enseñaste el evangelio, sino a leer y pensar para que se sintieran dignos y libres. Cuando te preguntaban por Dios, les decías que nunca había pasado por allí o que se había alejado corriendo, después de ver tanta miseria. Tampoco les enseñaste el “Padre Nuestro” ni el “Cara al Sol”, pero sí les ayudaste a memorizar la alineación del Athletic. Harto de que tus alumnos se mojaran los pies en un camino lleno de charcos y piedras, cortaste una carretera con el banco más largo de la iglesia. Los chavales permanecieron a tu lado cinco días, soportando el acoso de la Guardia Civil, que paseaba sus metralletas, con los dedos crispados sobre el gatillo. Fue tu primera barricada y tu primer acto ilegal. Siempre has sido ilegal, clandestino, pues no aceptas que las leyes puedan excluir a ningún hombre o mujer de la familia humana. Eres nacionalista e internacionalista. La txapela es el símbolo permanente de tu amor a Euskal Herria, pero ese amor no es excluyente, pues sigues la estela de Pakito Arriarán: “dos pueblos a los que amar, un mundo por el que luchar”. En tu corazón, caben todos los pueblos y cualquier anhelo de libertad.
No sé qué admiro más de ti. Te sobra ternura, coraje, compromiso, solidaridad, sencillez, humildad. Recuerdo tu impotencia al contarme cómo murió una chica de dieciocho años en tus brazos, mientras intentabas cortar con su madre una hemorragia provocada por un aborto espontáneo. En La Arboleda no había médico ni farmacia ni carreteras. Sólo tú tenías un pequeño botiquín con penicilina, pero resultó insuficiente. Siempre has luchado contra el machismo. Dices que el cuerpo de un hombre no es sino el alma de una mujer. Creo que has devenido mujer, como exigía Simone de Beauvoir. Te ofreciste para ser alanceado y torturado en Tordesillas, ocupando el lugar del Toro de la Vega. Casi te mueres de hambre en Triano porque sólo comías pan y aceite, repartiendo el resto de tu comida entre los necesitados. No era caridad, sino solidaridad, pues sufrías con ellos para ser uno más y vivir la experiencia de la fraternidad y la comunidad. Necesitabas muy poco para salir adelante y eso te permitía desprenderte de todo, pero el cuerpo te dio un susto y las privaciones te situaron en el umbral de la muerte. No lo recuerdas con dolor, sino con alegría. En Triano descubriste la Luna. No había luz eléctrica y dependíais de ella para avanzar en mitad de la noche. Muchas veces subías a lo alto y contemplabas el barrio de Neguri al otro lado del río, con sus bombillas y su riqueza. Allí comprendiste que había algo más importante que Dios: “Nadie debe escupir sangre para que otros vivan mejor”. No es fácil, querido Periko, escoger un gesto que simbolice tu entrega, pues nunca has hecho otra cosa que vivir para los demás. Me quedo con algo reciente. Hace unos días, te acercaste a un hospital y te mezclaste con los enfermos de psiquiatría. Les escuchaste, les abrazaste, les acompañaste y te dolió terriblemente su soledad. Nunca diste tantos abrazos. Todos repetían que eso era lo que necesitaban, que sólo podía curarles el amor. El amor que sólo puede dar un hombre como tú. Un poeta, un revolucionario, un peón de la construcción, el hijo de un minero que ya es viento del pueblo y una arboleda encendiendo sueños sobre el mar.
Para Periko, que ha dejado una huella profunda en el barro y en el alma del pueblo vasco - (Añado yo, Paquita: http://es.wikipedia.org/wiki/Pedro_Solabarria)
Nos conocimos hace dos años, pero yo siento tu afecto y tu cercanía como algo antiguo. Siento que tu voz se enreda con mi propia historia mucho antes de mi aparición en el mundo. Durante la guerra civil, los fascistas bombardearon la casa de tus padres, destripando la cocina. Tu padre caminó entre escombros y se detuvo frente a un acantilado. Después, se marchó al trabajo, pues sus manos sentían la urgencia de alimentar a sus hijos. Las entrañas abiertas de una humilde vivienda obrera no impidieron que tu madre espantara el hambre y el miedo con una cesta con algo de pan y chocolate. A veces os refugiabais en el túnel entre Portugalete y Santurtzi, imagino que con otros niños, que no entendían por qué las bombas y el fuego se ensañaban con ellos. Mi madre también sufrió la ira de la aviación franquista, que lanzó una bomba sobre su casa, un edificio de cuatro plantas en la calle de la Palma. Aún conservamos la ojiva de un artefacto que no explotó, pero que hirió de muerte el espíritu de una niña de once años. Esa niña de once años, durmió muchas veces en los túneles del Metro, tiritando de miedo y con los ojos picoteados por el hambre. El verano del 1936 y los años de represión y venganza que se encadenaron después sembraron el desconsuelo en muchas familias. Cuando observo a mi madre, que nació en 1925, pienso en tu infancia en Portugalete. Sois los hijos de una época maltratada por hombres y mujeres sin conciencia. Vuestra carne aún no se ha curado de las dentelladas de los perros de la guerra.
Tu padre era minero y enterró su infancia en galerías excavadas con la sangre de los pobres. El oro de los ricos es el pecado de un mundo ensombrecido por las torres de la avaricia. La sangre que escupen los mineros es la dinamita que algún día despertará a una humanidad humillada y resignada. Tu padre era compañero del marido de Dolores Ibarruri, “Pasionaria”. Los dos pasaron horas interminables agarrados a un martillo, soportando el polvo, el calor, la humedad y el ruido. De niño, bailaste con la “Pasionaria”. Imagino tus pasos de niño al lado de una mujer que desafió a los amos, recordándoles que las cadenas pueden convertirse en hogueras y calcinar sus huesos. Creo que entonces tu corazón ya era una ventana, donde se dibujaban auroras febriles y obstinadas, sedientas de esperanza y de belleza. Tu padre murió cuando tenías diez años, con los pulmones derruidos por la tuberculosis. El abuelo de Piedad, mi compañera, también trabajó en una mina. Era una mina de metal en una Andalucía desangrada y exhausta. La codicia de unos pocos obligaba a los niños a morir día a día, con una azada, una pala o un martillo en la mano, alejándoles de los patios y las escuelas donde se escucha el sonido de las fuentes o el vuelo de las mariposas. Para los niños pobres sólo hay mariposas negras que preludian el tacto áspero de su calavera. El abuelo de Piedad se hizo comunista y acabó en un campo de concentración franquista. Pasó seis años en la casa de los muertos. Cuando recobró la libertad, era un espectro y su vida se extinguía con el jadeo de un árbol herido por un rayo. Murió en extrañas circunstancias, como tantos mineros y jornaleros que sucumbieron en una posguerra donde habían triunfado el odio y la malicia.Nos conocimos hace dos años, pero yo siento tu afecto y tu cercanía como algo antiguo. Siento que tu voz se enreda con mi propia historia mucho antes de mi aparición en el mundo. Durante la guerra civil, los fascistas bombardearon la casa de tus padres, destripando la cocina. Tu padre caminó entre escombros y se detuvo frente a un acantilado. Después, se marchó al trabajo, pues sus manos sentían la urgencia de alimentar a sus hijos. Las entrañas abiertas de una humilde vivienda obrera no impidieron que tu madre espantara el hambre y el miedo con una cesta con algo de pan y chocolate. A veces os refugiabais en el túnel entre Portugalete y Santurtzi, imagino que con otros niños, que no entendían por qué las bombas y el fuego se ensañaban con ellos. Mi madre también sufrió la ira de la aviación franquista, que lanzó una bomba sobre su casa, un edificio de cuatro plantas en la calle de la Palma. Aún conservamos la ojiva de un artefacto que no explotó, pero que hirió de muerte el espíritu de una niña de once años. Esa niña de once años, durmió muchas veces en los túneles del Metro, tiritando de miedo y con los ojos picoteados por el hambre. El verano del 1936 y los años de represión y venganza que se encadenaron después sembraron el desconsuelo en muchas familias. Cuando observo a mi madre, que nació en 1925, pienso en tu infancia en Portugalete. Sois los hijos de una época maltratada por hombres y mujeres sin conciencia. Vuestra carne aún no se ha curado de las dentelladas de los perros de la guerra.
Eras monaguillo y te hiciste sacerdote, pero no para absolver a los explotadores, sino para asaltar los cielos y flotar en la espuma de las trincheras. No querías ser un santo. Querías ser pueblo, no apartarte de tus orígenes y abandonar a los que sudaban en los surcos o en las obras, con el rostro desdibujándose como arena y las manos agraviadas por la piedra, el hierro, los clavos o las astillas. Te despojaste de la sotana, esgrimiste una pala y empezaste tu carrera de maestro, conspirador, abertzale y agitador sindical. No querías pisar alfombras, sino barro. Por eso, bajaste a un sótano y acogiste a todo el que llamaba a tu puerta, pidiendo pan, solidaridad o algo de afecto. Pasaste tres meses en la cárcel de Zamora, donde coincidiste con el padre Mariano Gamo, otro cura rojo y obrero que le dio la comunión a Piedad en un parque de Moratalaz, pues unos matones fascistas habían incendiado su iglesia. Te casaste con Begoña, una mujer luchadora, “una rosa enfurecida” que habría inspirado a Miguel Hernández versos de “cristales y metralla”. Cuando te eligieron diputado, te acercaste a la cárcel de Soria con Telesforo Monzón y Ortzi Letamendia para entregar tu acta a las presas y los presos políticos vascos, los verdaderos representantes del pueblo, exigiendo su libertad. Tuviste tres hijos, pero aún eres sacerdote, pues el obispado no se atreve a dejar sin pastor a los pobres y los trabajadores. Siempre has sabido que la principal cualidad del revolucionario es el amor. Por eso, cuando fundaste una “Universidad” en La Arboleda de los Montes de Triano, el barrio minero donde creció tu padre, pedías a los niños que acudieran al aula a cambio de un beso. No era una Universidad, sino una Escuela, donde niñas y niños de cuatro a catorce años aprendían autoestima. No les enseñaste el evangelio, sino a leer y pensar para que se sintieran dignos y libres. Cuando te preguntaban por Dios, les decías que nunca había pasado por allí o que se había alejado corriendo, después de ver tanta miseria. Tampoco les enseñaste el “Padre Nuestro” ni el “Cara al Sol”, pero sí les ayudaste a memorizar la alineación del Athletic. Harto de que tus alumnos se mojaran los pies en un camino lleno de charcos y piedras, cortaste una carretera con el banco más largo de la iglesia. Los chavales permanecieron a tu lado cinco días, soportando el acoso de la Guardia Civil, que paseaba sus metralletas, con los dedos crispados sobre el gatillo. Fue tu primera barricada y tu primer acto ilegal. Siempre has sido ilegal, clandestino, pues no aceptas que las leyes puedan excluir a ningún hombre o mujer de la familia humana. Eres nacionalista e internacionalista. La txapela es el símbolo permanente de tu amor a Euskal Herria, pero ese amor no es excluyente, pues sigues la estela de Pakito Arriarán: “dos pueblos a los que amar, un mundo por el que luchar”. En tu corazón, caben todos los pueblos y cualquier anhelo de libertad.
No sé qué admiro más de ti. Te sobra ternura, coraje, compromiso, solidaridad, sencillez, humildad. Recuerdo tu impotencia al contarme cómo murió una chica de dieciocho años en tus brazos, mientras intentabas cortar con su madre una hemorragia provocada por un aborto espontáneo. En La Arboleda no había médico ni farmacia ni carreteras. Sólo tú tenías un pequeño botiquín con penicilina, pero resultó insuficiente. Siempre has luchado contra el machismo. Dices que el cuerpo de un hombre no es sino el alma de una mujer. Creo que has devenido mujer, como exigía Simone de Beauvoir. Te ofreciste para ser alanceado y torturado en Tordesillas, ocupando el lugar del Toro de la Vega. Casi te mueres de hambre en Triano porque sólo comías pan y aceite, repartiendo el resto de tu comida entre los necesitados. No era caridad, sino solidaridad, pues sufrías con ellos para ser uno más y vivir la experiencia de la fraternidad y la comunidad. Necesitabas muy poco para salir adelante y eso te permitía desprenderte de todo, pero el cuerpo te dio un susto y las privaciones te situaron en el umbral de la muerte. No lo recuerdas con dolor, sino con alegría. En Triano descubriste la Luna. No había luz eléctrica y dependíais de ella para avanzar en mitad de la noche. Muchas veces subías a lo alto y contemplabas el barrio de Neguri al otro lado del río, con sus bombillas y su riqueza. Allí comprendiste que había algo más importante que Dios: “Nadie debe escupir sangre para que otros vivan mejor”. No es fácil, querido Periko, escoger un gesto que simbolice tu entrega, pues nunca has hecho otra cosa que vivir para los demás. Me quedo con algo reciente. Hace unos días, te acercaste a un hospital y te mezclaste con los enfermos de psiquiatría. Les escuchaste, les abrazaste, les acompañaste y te dolió terriblemente su soledad. Nunca diste tantos abrazos. Todos repetían que eso era lo que necesitaban, que sólo podía curarles el amor. El amor que sólo puede dar un hombre como tú. Un poeta, un revolucionario, un peón de la construcción, el hijo de un minero que ya es viento del pueblo y una arboleda encendiendo sueños sobre el mar.
Un DÍA en la VIDA de un BIPOLAR, de RAFAEL NARBONA
http://rafaelnarbona.es/?p=3452 Posted on
El trastorno bipolar no es poético, sino cruel, insidioso, traicionero. Creo que se puede extender esta reflexión a cualquier enfermedad mental ¿Cómo es el día a día de un bipolar? El recurso de las dos máscaras –una sonriente, otra afligida- apenas logra reflejar las dolorosas fluctuaciones de una mente herida por la psicosis maníaco-depresiva. Hace unas semanas, el conocido actor británico Stephen Fry reconocía que era víctima de sus estados de ánimo y que había intentado suicidarse en varias ocasiones. El entrañable Peter de Peter’s Friends, la famosa comedia de Kenneth Branagh, ha revelado que sufre trastorno bipolar, lo cual no le impide escribir, actuar y dirigir QI, un popular concurso televisivo de carácter cultural. Amable, culto, brillante y suavemente irónico, Stephen Fry admitió que hace poco ingirió un cóctel de pastillas y vodka, con el propósito de acabar con su vida. Un amigo le encontró semiinconsciente y logró salvarlo. Al hablar del suicidio, Fry descarta cualquier tipo de fascinación estética o intelectual. En realidad, se trata de una oscura compulsión. “No hay un porqué –confiesa Fry-. Esa no es la pregunta correcta. Si hubiera una razón, se podría argumentar y convencer al frustrado o potencial suicida para que renunciara a sus tendencias autodestructivas”.
Stephen Fry es una de las figuras más queridas de la sociedad británica, lo cual me hace pensar que la tolerancia está más extendida en el mundo anglosajón que en nuestro país, donde la enfermedad mental despierta rechazo, miedo, incomprensión y menosprecio. Algunos ni siquiera se toman en serio los impulsos suicidas, alegando que muchas tentativas son puro teatro. Sin embargo, los suicidios consumados suelen estar precedidos por numerosos intentos malogrados por el azar, un error de cálculo o una intervención providencial. El suicidio no brota espontáneamente, sino después de un largo recorrido, que incluye la depresión, la desesperanza, el aislamiento social y las autolesiones. Yo he perdido la cuenta de mis intentos de suicidio. Nunca he estado tan cerca de la muerte como el 6 de enero de 2006, cuando ingerí al menos 30 pastillas, combinando hipnóticos, ansiolíticos y antidepresivos. Durante mi traslado al Hospital de la Paz en una ambulancia del SAMUR, experimenté una visión cenital de mi propio cuerpo, debatiéndose con médicos y enfermeros, mientras le inyectaban distintas sustancias y le introducían una sonda por la nariz. Fue una visión fugaz y tal vez irreal. Nunca sabré si se trató de una alucinación o de una brevísima incursión en un hipotético más allá. Perdí la conciencia enseguida. No recuerdo nada más hasta que me desperté en un pasillo, con una mezcla de alivio y desesperación. Me alegraba de haber sobrevivido, pero también sentía que había fracasado una vez más. Ni siquiera pedí una baja laboral. Solicité el alta voluntaria y tres días más tarde regresé al aula, hablando de metafísica y teoría del conocimiento. Ahora sé que el suicidio no es una elección libre y racional, sino una reacción de impotencia y enajenación. No creo en el suicidio filosófico. El filósofo rumano Emil Cioran escribió infinidad de páginas sobre el suicidio, afirmando que la existencia era un trágico error, pero jamás intentó acabar con su vida. De hecho, murió de Alzheimer a una edad avanzada. Ni siquiera encontró fuerzas para imitar a Arthur Koestler, que puso fin a sus días, cuando la leucemia y el Parkinson deterioraron irreversiblemente su salud.
Se puede convivir con el trastorno bipolar, pero no es posible erradicar la enfermedad. Aunque se desconocen las causas exactas, todo indica que concurren aspectos genéticos y bioquímicos de carácter hereditario. En mi caso, los antecedentes familiares son abrumadores. Mi madre, que roza los 88 años, ha sufrido alteraciones emocionales durante toda su vida y, actualmente, se halla hundida en una profunda depresión. Mi hermano Juan Luis se suicidó a principios de los ochenta. El trastorno bipolar está en los genes, pero no se activa sin un entorno desfavorable. Mi biografía está repleta de experiencias dolorosas. A los catorce años, la idea del suicidio ya se encontraba firmemente asentada en mi cabeza. Durante la adolescencia, fui un chico depresivo, con conductas autodestructivas. Las cosas apenas cambiaron con la madurez. En 1996, sufrí mi primer brote de manía. Durante tres meses, hablaba sin parar, apenas dormía, realizaba compras compulsivas, conducía de noche a grandes velocidades por las vías de circunvalación de una ciudad a la que nuca he amado. Madrid siempre me ha parecido un lugar inhóspito, donde no es posible echar raíces, salvo que conviertas el desarraigo y la dispersión en una forma de identidad personal. El caos en el que se convirtió mi vida me obligó a visitar a un psiquiatra. Comencé a medicarme, mejoré, dejé la medicación, sufrí una espantosa recaída, la medicación me estabilizó de nuevo. Ahora estoy en un buen momento. ¿Significa eso que la química me ha salvado? Indudablemente, ha contenido a mis demonios interiores, pero el trastorno bipolar continúa planeando sobre mis días. Mi despertar casi siempre es triste y desolador. No siento ningún apego por la cama, pero abandonarla me resulta penoso. A veces, tengo la sensación de ser el último hombre, contemplando un mundo que ha perdido cualquier rastro de belleza. La literatura es el ancla que me ayuda a no extraviarme en mis fantasmas, pero escribo lleno de pesimismo, convencido de que mis textos carecen de mérito y valor. Soy un autor de fragmentos, que se tambalea cuando se enfrenta a un proyecto más ambicioso. Siento que voy a la deriva, rodeado por palabras que se alejan entre sí, transformadas en pecios de un naufragio. Ese naufragio es mi vida.
Odio releer lo que escribo, pues siempre me parece mediocre y previsible. Cuando finaliza la mañana, estoy agotado, abrumado por el temor de haber caminado por el lado equivocado, abriendo un surco que no lleva a ninguna parte. Por la tarde, leo, paseo, escucho música. De noche, suelo ver una película de cine clásico o un documental. Es una vida apacible. Soy feliz con mi mujer y mi atípica familia, una manada inverosímil de perros, gatos y pájaros. No echo de menos nada, salvo cierta autoestima que me ayudaría a contemplar mis textos con más indulgencia. Ya no sueño con librarme de las cuchilladas del trastorno bipolar. Están ahí y nunca desaparecerán. Son tan inevitables como mi estatura o el color de mis ojos. A veces, la tristeza me golpea con dureza, casi de una forma física, que me produce angustia, aturdimiento, desorientación. No es una tristeza producida por algo concreto. Es suficiente un cambio de luz o un leve desajuste de mis conexiones sinápticas. Siento la tentación de arrojarme al sofá, cerrar los ojos y fantasear con la muerte. He aprendido a distanciarme de esos estados. No ignoro que son producto de mi enfermedad. Es algo tan incontrolable como una crisis diabética. Sé que pasará y que debo oponer una resistencia razonable. No se trata de responder con heroísmo, sino de proseguir con la rutina, que en mi caso consiste en escribir una frase tras otra, venciendo la tentación de abandonar. Los fogonazos de manía son breves y menos hirientes, pues he aprendido a controlarlos con menos esfuerzo. De repente, noto que no puedo parar. Si estoy escribiendo, se produce una avalancha de ideas que luchan entre sí, atropellándose mutuamente. Si estoy al volante, experimento la seducción de la velocidad. Pienso en Saint-Exupéry, pilotando un P-38 sobre el Mediterráneo, con la certeza de que no volverá a la base. Pienso en Hemingway, fanfarrón, pendenciero, inmaduro, limpiando la escopeta de dos cañones que utilizará para volarse la cabeza. Pienso en Montgomery Clift, protagonizando el suicidio más largo de la historia de Hollywood. Hace unos años, esta mitología me hacía apretar el acelerador, superando los 200 km/h. Ahora, compruebo que el indicador no supere la velocidad legal y me avergüenzo de mi pasado idilio con la velocidad, potencialmente letal.
(...) Seguiré escribiendo, a pesar de la dudas. Seguiré viviendo, a pesar de las horas más sombrías, cuando noto que las pérdidas lamen mi carne, como hogueras insaciables. ¿Qué es la locura? ¿Una regresión? ¿El reencuentro con el pensamiento mágico de la niñez, que se ríe del tiempo y del espacio? ¿Un infinito enrocado en una metáfora? ¿Un laberinto que derrota al hilo de Ariadna? Siempre he creído que Minotauro derrotó a Teseo, tal vez porque los monstruos vagan obscenamente por mi interior, burlándose de una paz que nunca llegará.
El trastorno bipolar no es poético, sino cruel, insidioso, traicionero. Creo que se puede extender esta reflexión a cualquier enfermedad mental ¿Cómo es el día a día de un bipolar? El recurso de las dos máscaras –una sonriente, otra afligida- apenas logra reflejar las dolorosas fluctuaciones de una mente herida por la psicosis maníaco-depresiva. Hace unas semanas, el conocido actor británico Stephen Fry reconocía que era víctima de sus estados de ánimo y que había intentado suicidarse en varias ocasiones. El entrañable Peter de Peter’s Friends, la famosa comedia de Kenneth Branagh, ha revelado que sufre trastorno bipolar, lo cual no le impide escribir, actuar y dirigir QI, un popular concurso televisivo de carácter cultural. Amable, culto, brillante y suavemente irónico, Stephen Fry admitió que hace poco ingirió un cóctel de pastillas y vodka, con el propósito de acabar con su vida. Un amigo le encontró semiinconsciente y logró salvarlo. Al hablar del suicidio, Fry descarta cualquier tipo de fascinación estética o intelectual. En realidad, se trata de una oscura compulsión. “No hay un porqué –confiesa Fry-. Esa no es la pregunta correcta. Si hubiera una razón, se podría argumentar y convencer al frustrado o potencial suicida para que renunciara a sus tendencias autodestructivas”.
Stephen Fry es una de las figuras más queridas de la sociedad británica, lo cual me hace pensar que la tolerancia está más extendida en el mundo anglosajón que en nuestro país, donde la enfermedad mental despierta rechazo, miedo, incomprensión y menosprecio. Algunos ni siquiera se toman en serio los impulsos suicidas, alegando que muchas tentativas son puro teatro. Sin embargo, los suicidios consumados suelen estar precedidos por numerosos intentos malogrados por el azar, un error de cálculo o una intervención providencial. El suicidio no brota espontáneamente, sino después de un largo recorrido, que incluye la depresión, la desesperanza, el aislamiento social y las autolesiones. Yo he perdido la cuenta de mis intentos de suicidio. Nunca he estado tan cerca de la muerte como el 6 de enero de 2006, cuando ingerí al menos 30 pastillas, combinando hipnóticos, ansiolíticos y antidepresivos. Durante mi traslado al Hospital de la Paz en una ambulancia del SAMUR, experimenté una visión cenital de mi propio cuerpo, debatiéndose con médicos y enfermeros, mientras le inyectaban distintas sustancias y le introducían una sonda por la nariz. Fue una visión fugaz y tal vez irreal. Nunca sabré si se trató de una alucinación o de una brevísima incursión en un hipotético más allá. Perdí la conciencia enseguida. No recuerdo nada más hasta que me desperté en un pasillo, con una mezcla de alivio y desesperación. Me alegraba de haber sobrevivido, pero también sentía que había fracasado una vez más. Ni siquiera pedí una baja laboral. Solicité el alta voluntaria y tres días más tarde regresé al aula, hablando de metafísica y teoría del conocimiento. Ahora sé que el suicidio no es una elección libre y racional, sino una reacción de impotencia y enajenación. No creo en el suicidio filosófico. El filósofo rumano Emil Cioran escribió infinidad de páginas sobre el suicidio, afirmando que la existencia era un trágico error, pero jamás intentó acabar con su vida. De hecho, murió de Alzheimer a una edad avanzada. Ni siquiera encontró fuerzas para imitar a Arthur Koestler, que puso fin a sus días, cuando la leucemia y el Parkinson deterioraron irreversiblemente su salud.
Se puede convivir con el trastorno bipolar, pero no es posible erradicar la enfermedad. Aunque se desconocen las causas exactas, todo indica que concurren aspectos genéticos y bioquímicos de carácter hereditario. En mi caso, los antecedentes familiares son abrumadores. Mi madre, que roza los 88 años, ha sufrido alteraciones emocionales durante toda su vida y, actualmente, se halla hundida en una profunda depresión. Mi hermano Juan Luis se suicidó a principios de los ochenta. El trastorno bipolar está en los genes, pero no se activa sin un entorno desfavorable. Mi biografía está repleta de experiencias dolorosas. A los catorce años, la idea del suicidio ya se encontraba firmemente asentada en mi cabeza. Durante la adolescencia, fui un chico depresivo, con conductas autodestructivas. Las cosas apenas cambiaron con la madurez. En 1996, sufrí mi primer brote de manía. Durante tres meses, hablaba sin parar, apenas dormía, realizaba compras compulsivas, conducía de noche a grandes velocidades por las vías de circunvalación de una ciudad a la que nuca he amado. Madrid siempre me ha parecido un lugar inhóspito, donde no es posible echar raíces, salvo que conviertas el desarraigo y la dispersión en una forma de identidad personal. El caos en el que se convirtió mi vida me obligó a visitar a un psiquiatra. Comencé a medicarme, mejoré, dejé la medicación, sufrí una espantosa recaída, la medicación me estabilizó de nuevo. Ahora estoy en un buen momento. ¿Significa eso que la química me ha salvado? Indudablemente, ha contenido a mis demonios interiores, pero el trastorno bipolar continúa planeando sobre mis días. Mi despertar casi siempre es triste y desolador. No siento ningún apego por la cama, pero abandonarla me resulta penoso. A veces, tengo la sensación de ser el último hombre, contemplando un mundo que ha perdido cualquier rastro de belleza. La literatura es el ancla que me ayuda a no extraviarme en mis fantasmas, pero escribo lleno de pesimismo, convencido de que mis textos carecen de mérito y valor. Soy un autor de fragmentos, que se tambalea cuando se enfrenta a un proyecto más ambicioso. Siento que voy a la deriva, rodeado por palabras que se alejan entre sí, transformadas en pecios de un naufragio. Ese naufragio es mi vida.
Odio releer lo que escribo, pues siempre me parece mediocre y previsible. Cuando finaliza la mañana, estoy agotado, abrumado por el temor de haber caminado por el lado equivocado, abriendo un surco que no lleva a ninguna parte. Por la tarde, leo, paseo, escucho música. De noche, suelo ver una película de cine clásico o un documental. Es una vida apacible. Soy feliz con mi mujer y mi atípica familia, una manada inverosímil de perros, gatos y pájaros. No echo de menos nada, salvo cierta autoestima que me ayudaría a contemplar mis textos con más indulgencia. Ya no sueño con librarme de las cuchilladas del trastorno bipolar. Están ahí y nunca desaparecerán. Son tan inevitables como mi estatura o el color de mis ojos. A veces, la tristeza me golpea con dureza, casi de una forma física, que me produce angustia, aturdimiento, desorientación. No es una tristeza producida por algo concreto. Es suficiente un cambio de luz o un leve desajuste de mis conexiones sinápticas. Siento la tentación de arrojarme al sofá, cerrar los ojos y fantasear con la muerte. He aprendido a distanciarme de esos estados. No ignoro que son producto de mi enfermedad. Es algo tan incontrolable como una crisis diabética. Sé que pasará y que debo oponer una resistencia razonable. No se trata de responder con heroísmo, sino de proseguir con la rutina, que en mi caso consiste en escribir una frase tras otra, venciendo la tentación de abandonar. Los fogonazos de manía son breves y menos hirientes, pues he aprendido a controlarlos con menos esfuerzo. De repente, noto que no puedo parar. Si estoy escribiendo, se produce una avalancha de ideas que luchan entre sí, atropellándose mutuamente. Si estoy al volante, experimento la seducción de la velocidad. Pienso en Saint-Exupéry, pilotando un P-38 sobre el Mediterráneo, con la certeza de que no volverá a la base. Pienso en Hemingway, fanfarrón, pendenciero, inmaduro, limpiando la escopeta de dos cañones que utilizará para volarse la cabeza. Pienso en Montgomery Clift, protagonizando el suicidio más largo de la historia de Hollywood. Hace unos años, esta mitología me hacía apretar el acelerador, superando los 200 km/h. Ahora, compruebo que el indicador no supere la velocidad legal y me avergüenzo de mi pasado idilio con la velocidad, potencialmente letal.
(...) Seguiré escribiendo, a pesar de la dudas. Seguiré viviendo, a pesar de las horas más sombrías, cuando noto que las pérdidas lamen mi carne, como hogueras insaciables. ¿Qué es la locura? ¿Una regresión? ¿El reencuentro con el pensamiento mágico de la niñez, que se ríe del tiempo y del espacio? ¿Un infinito enrocado en una metáfora? ¿Un laberinto que derrota al hilo de Ariadna? Siempre he creído que Minotauro derrotó a Teseo, tal vez porque los monstruos vagan obscenamente por mi interior, burlándose de una paz que nunca llegará.
agosto 08, 2013
Canto General 4, de Pablo Neruda - Vienen los pajaros, 1980
Subido el 8/8/2010 pormigoseivart
http://www.youtube.com/watch?v=WzY27oWPI-4&feature=youtu.be
http://www.youtube.com/watch?v=WzY27oWPI-4&feature=youtu.be
Cantata de Mikis Theodorakis sobre el poema de Pablo Neruda.
Incluye texto.
La juvenil torpeza, de Marisa Peña
Recuerdo tu tristeza,
y esa lenta agonía de las horas.
Recuerdo la tibieza
de aquella sempiterna juventud,
tan plena de belleza.
Y esa mortal quietud
de “soledad sonora”
que no sobrevivió a nuestra torpeza…
-----
Nunca le dijo palabras de amor... fue la juvenil torpeza, el no saber, el miedo a la belleza. Con el tiempo, mucho tiempo, las palabras no dichas buscaron una salida natural y se hicieron poemas.
Epílogo a "Últimas voluntades", de Marisa Peña
Texto de Marisa Peña, Profesora de Lengua castellana y Literatura en MEC y Profesora en Comunidad de Madrid
"Como decía mi admirado Pessoa `el poeta es un fingidor, / y finge tan completamente, / que finge el dolor/ que de verdad siente´.
Yo siempre escribo desde la distancia, pero procuro hacerlo desde la autenticidad de lo sentido.
La palabra poética nos permite trascender cualquier experiencia, vivida o soñada, y dotarla de sentido.
Últimamente reflexiono mucho sobre el proceso creativo y sobre la necesidad de la poesía.
He dicho en más de una ocasión que para mí la poesía nace de las tres heridas hernandianas “la del amor, la de la muerte, la de la vida”… Lo demás es puro juego lingüístico que, a mí, después de mucho leído y otro tanto estudiado y analizado, no me interesa. Lo valoro en su justa medida, pero no me interesa.
Poesía a mi manera. A mi personal estilo, heredera directa de los autores que me enseñaron a amarla.
Amiga del ritmo y de la sencillez, enemiga del retoricismo hueco y las metáforas imposibles, del retruécano y la anadiplosis, de la hipálage y del zeugma.
Enamorada de la imagen y el símbolo, de la metáfora y la sinestesia, del oxímoron y la antítesis, del paralelismo, la anáfora y la personificación. Enredada en el tronco de los grandes temas y tópicos literarios ( el “tempus fugit”, la infancia perdida, la ausencia, el recuerdo, la muerte, la vida, el amor, el dolor, el paisaje, las pérdidas, el olvido y la memoria).
Es ecléctica y huye de las vanguardias huecas y de la poesía deshumanizada. No trasgrede las grandes líneas poéticas, y sé que, para algunos críticos y próceres del mundillo editorial, mi aportación a la literatura es completamente prescindible… pero no voy a renunciar a ella: es mi voz, mi latido, mi lugar en el mundo, lo que dejo de mí; y el día que yo marche, lo que tendrán de mí los que me amaron. Sé de dónde vengo y sé a dónde voy. Quiero disfrutar de la literatura, sencillamente. Y no me interesa tanto llegar como hacer el camino.
(Epílogo a "Últimas voluntades", ed. Bubok)"
agosto 07, 2013
Economía y ética, de Juan Torres López
http://juantorreslopez.com/impertinencias/economia-y-etica/
Publicado en jovenesvedruna.org , web para jóvenes de las Hermanas Carmelitas de la Caridad Vedruna,
el 2 de julio de 2013
Publicado en jovenesvedruna.org , web para jóvenes de las Hermanas Carmelitas de la Caridad Vedruna,
el 2 de julio de 2013
Matemática de la rabia (revisitada), de Juan Carlos Monedero
http://www.comiendotierra.es/2013/06/07/matematica-de-la-rabia-revisitada/ Publicado el 7 junio, 2013
A la memoria de Clément Merric, estudiante de ciencias políticas asesinado por el odio y la impunidad. A todos los que se mueren en silencio porque les están matando los que dicen que no hay alternativa.
Y un día de estos vamos a sumar los asesinatos de la gente que muere quince años antes de lo que les tocaba porque durante su vida no tuvo trabajo fijo ni seguridad social ni vivienda digna y fue dejando para más tarde ir al médico porque ahora le venía mal; y vamos a sumar los asesinatos de la gente que se quita de en medio por su propia mano porque los bancos les dicen que son económicamente inviables y los servicios sociales se han desmantelado para poder seguir enriqueciendo a los banqueros insaciables; y vamos a sumar las muertes en vida de la gente a las que les han quitado las esperanzas porque no les han dejado estudiar ni hacer planes para su futuro; y vamos a sumar los asesinatos de los niños que no han podido desarrollarse porque no había en casa suficiente comida como para cuidar su sueño y alimentar sus juegos; y vamos a sumar los asesinatos de la gente que ha muerto en trabajos basura, sin seguridad laboral, urgidos por patronos avariciosos o gerentes enloquecidos; y vamos a sumar los asesinatos de las mujeres que han perdido la vida porque el sistema no les dejó otro espacio que ser sumisas, débiles o prostitutas y no encontraron ojos en los que apoyarse cuando se estaban cayendo; y no nos vamos a dejar en la memoria sumar las mujeres que han muerto porque curas inquisidores, varones reaccionarios y políticos hipócritas y hostiles niegan el derecho al aborto y regresan a las catacumbas de la clandestinidad a las mujeres pobres que deciden interrumpir su embarazo; y vamos a sumar los asesinatos de la gente que no resistió respirar el aire sucio de nuestras ciudades, beber el agua contaminada de tantos lugares, comer la escasa y podrida comida que les dejaron los mercaderes; y vamos a sumar a los que se traga el mar queriendo cruzar en balsas de papel el Estrecho huyendo de la miseria que el norte ha creado en sus países y tambien las de aquellos que dejan su sangre en las fronteras que separan a los ricos de los pobres; y vamos a sumar los asesinatos de gentes caídas por balas, misiles, bombas y gases vendidas por traficantes de armas y proveedores de guerras. Y no se nos va a olvidar sumar las muertes de los asesinados por fascistas que quieren volver a hacer suyas las calles, y tampoco de esos asesinos de escritorio que dicen que los movimientos sociales son terroristas y los señalan como objetivos para que sus cachorros rapados terminen el trabajo. Sumando y sumando.
Entonces, con tantas muertes en la conciencia, se nos va a llenar la boca de odio y los pulmones de tierra y las manos de justicia, y nos vamos a enfadar aún más cuando nos digan que somos nosotros los que estamos sembrando la lucha de clases. Y entonces no van a encontrar bosques tan profundos ni mares tan hondos ni montañas tan altas como para que puedan esconderse y escapar de tanta rabia como nos han hecho acumular y tanta humanidad como nos han robado. Porque ya no hay agua bendita que les lave la indecencia que están sembrando. Porque ni ellos se merecen tener el poder de derrumbarlo todo todo ni nosotros ser el contenedor golpeado que soporte los cascotes. El mal gobierno reclama la respuesta decidida de los ciudadanos que quieren un buen gobierno. Vayamos sumando.
agosto 06, 2013
Vídeo: Serrat - Pare - MANIFIESTO ECOLOGISTA
Padre, el río ya no es el río... Subido el 1/2/2008 porlegi05·
https://www.youtube.com/watch?v=j7aZfJNydm8
https://www.youtube.com/watch?v=j7aZfJNydm8
"Concierto de Serrat en Benidorm en el año 1983.
Recita una de sus mejores canciones que es un manifiesto a favor del Medio Ambiente y la Ecología"
Recita una de sus mejores canciones que es un manifiesto a favor del Medio Ambiente y la Ecología"
La 2 - Entrevista : Ana María Lajusticia
Conocida gracias a Rosa Vallés Muro. Publicado en 31 enero 2013
http://www.rtve.es/m/alacarta/videos/para-todos-la-2/para-todos-2-entrevista-ana-maria-lajusticia/1679699/?media=tve
http://www.rtve.es/m/alacarta/videos/para-todos-la-2/para-todos-2-entrevista-ana-maria-lajusticia/1679699/?media=tve
'The New York Times' ensalza la labor de Jordi Évole en su programa 'Salvados'
http://www.lasexta.com/programas/salvados/noticias/the-new-york-times-ensalza-labor-jordi-evole-programa-salvados_2013070100304.html laSexta.com | Madrid | Actualizado 1/7/2013
COMPARAN A ÉVOLE CON EL CINEASTA MICHAEL MOORE
El diario estadounidense reconoce el trabajo del presentador de Salvados, Jordi Évole, y resalta el éxito de su investigación sobre el accidente del metro de Valencia en 2006.
COMPARAN A ÉVOLE CON EL CINEASTA MICHAEL MOORE
El diario estadounidense reconoce el trabajo del presentador de Salvados, Jordi Évole, y resalta el éxito de su investigación sobre el accidente del metro de Valencia en 2006.
A finales de abril de este año, 'Salvados' revolucionó Valencia tras emitir su programa sobre la investigación del accidente de Metro de la ciudad, que ocurrió en 2006, donde murieron 43 personas. Tras la emisión del programa, los ciudadanos salieron a la calle exigiendo volver a abrir la investigación sobre la tragedia.
'The New York Times', considera que gracias al programa a través del cual Jordi Évole denuncia los abusos del poder, el presentador "se ha convertido en una importante voz española en tiempos de crisis económica", incluso le comparan con el cineasta documentalista Michael Moore. "Tenemos que ser muy críticos", aseguraba Évole al diario.
A pesar de reivindicar el poder del ciudadano, Jordi Évole asegura que nunca formaría parte de la política, incluso en la entrevista al diario americano insiste: "Mi objetivo es preguntar, no juzgar. No querría verme como el Beppe Grillo español".
agosto 05, 2013
Se empieza por el olvido y se termina en la indiferencia
Palabras de Saramago: "Hay que recuperar, mantener y transmitir la memoria histórica, porque se empieza por el olvido y se termina en la indiferencia".
"Somos la memoria que tenemos y la responsabilidad que asumimos, sin memoria no existimos y sin responsabilidad quizá no merezcamos existir"
Indiferencia, la que estamos padeciendo ahora. Palabras mías