Artículo sobre
La Bolsa de Bielsa "LA 43" y el Presidente del Consejo de Ministros
Juan Negrín ///
La Bolsa de Bielsa · 8/8/2016
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El presidente de la República visitó a la 43 División
del Ejército Popular que, entre abril y junio de 1938, resistió la
ofensiva de los sublevados en la Bolsa de Bielsa, al lado de las cumbres
más altas de la cordillera.
Este reportaje es la quinta entrega de la
serie 'Senderos Públicos', que recupera rutas que merecen ser recordadas
como memoria histórica. http://www.publico.es/politica/negrin-piso-nieve-del-pirineo.html
Publicado: 07.08.2016 GARCÍA LONGÁS
Fotos cedidas por José María Escalona/Museo de Bielsa. MÁS INFORMACIÓN
BIELSA (HUESCA).- Hitler ensayó nuevas técnicas militares durante
la Guerra Civil española. Durante la contienda, además de probar la
efectividad nuevos ingenios bélicos, los jerarcas nazis pusieron en
práctica sus teorías sobre la guerra relámpago (Blitzkrieg) que
desarrollaron con éxito en las invasiones de Francia y de la URSS. El
mes de marzo de 1938 y en menos de un mes la combinación de bombardeos
de la aviación, el despliegue de carros de combate y el avance de la infantería deshicieron las líneas de defensa republicanas en el frente de Aragón.
Al
sur del Ebro, tres cuerpos del ejército rebelde, más los italianos del
Cuerpo de Tropas Voluntarias, una división de caballería, más de cien
baterías de artillería y la participación de 400 aviones, 300 de la Legión Cóndor,
destrozaron el frente y penetraron en una semana 120 kilómetros hacia
el este. Entre los días 15 y 21 de marzo los aviones franquistas
realizaron bombardeos masivos sobre poblaciones civiles, con una intensidad que no se había conocido en la historia. El radio de acción de estos raids siniestros llegó hasta Barcelona, ciudad en la que se contabilizaron unos 1.200 muertos y más de dos mil heridos.
Muertos en el Valle de Bielsa en defensa de la República y de la democracia.- GARCÍA LONGÁS
La segunda fase de la ofensiva tuvo
como escenario la provincia de Huesca. Aquí, los franquistas pusieron en
movimiento los cuerpos de ejército de Navarra, al mando del general José Solchaga; de Aragón, con el general José Moscardó al frente, y el de Marruecos, dirigido por el general Juan Yagüe.
Unos cien mil hombres más 60 tanques, 400 cañones y casi 200 aviones.
Frente a ellos, el denominado Ejército del Este, integrado por dos
cuerpos de ejército, conducidos por los mayores, Miguel Gallo y
Bartolomé Muntané. En total unos 35.000 soldados mal armados y sin apenas apoyo aéreo.
El libro La Bolsa de Bielsa, de Antonio Gascón, recoge unas palabras del jefe Estado Mayor republicano, Vicente Rojo,
en las que reconoce la inferioridad de sus tropas: “Nuestras unidades
no eran realmente tales. Aunque se hablaba de cuerpos de ejército,
porque así cuadra la organización que teníamos, en realidad, para poder
considerarlos como tales, les faltaban hombres en una proporción no inferior al 30%, armamento en otra no menor al 40% y servicios medianamente dotados”.
Los
rebeldes se pusieron en movimiento el 22 de marzo, arrollaron a las
fuerzas del Ejército Popular de las posiciones que con ligeras variantes
se habían mantenido desde julio de 1936, cruzaron los ríos Cinca y
Ésera y provocaron una desbandada casi general, de forma que el
día 3 de abril, los fascistas llegaron al Segre y entraron en Lleida. Un
poco más al norte, tropas de Solchaga cruzaron el río Noguera
Ribagorzana, poco después el Noguera Pallaresa y el día 7 se plantaron
en Tremp, de esta forma, los franquistas se apoderaron de la mayor
parte de las centrales hidroeléctricas que abastecían Catalunya.
Fotos cedidas por José María Escalona/Museo de Bielsa
Esta hecatombe militar solo tuvo una excepción. Al norte de la provincia de Huesca, la 43 División republicana,
aunque retrocedió en un primer momento, consiguió frenar el ímpetu
tropas navarras gracias, en parte, a la orografía, a las fortificaciones
que se levantaron durante el invierno de 1937 y a la ejecución de un
plan de voladuras de infraestructuras terrestres elaborado por el Cuerpo
de Ingenieros del Ejército Popular. También a la voluntad de la 43 que
hizo suyas las palabras del presidente de la República, Juan Negrín, “resistir es vencer”.
Con el enemigo por delante y por retaguardia, atrapado en el área más agreste de las montañas pirenaicas, el mando de la 43 optó por fijar una línea defensiva
a la espera de una presunta reorganización y contraataque del Ejército
del Este. Esta línea dibujaba un arco entre los macizos del Monte
Perdido (3.355 metros) y del Posets (3.375 metros) y que pasaba por el
Circo de Cotatuero, los municipios de Puyarruego, Escalona y Laspuña, el
macizo de Peña Montañesa, collado de Sahún y por las Crestas de Ixeia,
al noroeste de Benasque, a la frontera con Francia. En total una
superficie similar a dos veces a la isla de Ibiza y con capital en el municipio de Bielsa.
Sendero de Bielsa
Los orígenes de la 43 División están en las unidades
de milicias que se formaron tras la sublevación. Ahí estaban milicianos
del Batallón de la Federación Española de Trabajadores de la Enseñanza
(FETE), casi todos maestros aragoneses y en su mayoría muy jóvenes; el
Batallón Cinco Villas, integrado por huidos de esa comarca zaragozana;
del Batallón Altoaragón, en el que lucharon demócratas de pueblos de la comarca de Jaca y Sabiñánigo, y del Batallón de Izquierda Republicana, formado con militantes de ese partido de las comarcas de Los Monegros y del Bajo Cinca. Además, de miembros de las centurias obreras
que se crearon en Barcelona y Caspe (Zaragoza) en octubre de 1936,
soldados procedentes de Regimiento Pirenaico nº1, de adscripción
catalanista, y 42 soldados del XIV Cuerpo de Guerrilleros.
En total, unos 7.000 hombres mal equipados,
con unos 4.800 fusiles, algunos cañones y morteros y sin apoyo aéreo.
Según el testimonio de uno de los soldados de la división “las bombas
corrientes eras las de piña, pero recuerdo, a falta de ellas, en los
últimos días, haber tirado hasta piedras”. Al frente de este ejército de
pobres, un personaje de leyenda, Antonio Beltrán Casaña, L'Esquinazau.
Beltrán nació en Canfranc (Huesca) en 1897, con 18 años luchó al lado de Pancho Villa en México,
estuvo junto a los norteamericanos en Francia durante la 1ª Guerra
Mundial en Francia, en 1930 participó en la sublevación de Jaca, durante
la Guerra Civil fue uno de los mandos más populares de del Ejercito
Popular y tras la derrota estuvo en la Frunze, la escuela del Estado
Mayor soviético, para posteriormente pasar a Yugoslavia, Francia y
México donde murió en 1960.
La primera medida que adopta la 43
tras la decisión de hacer frente a la ofensiva franquista es la de
evacuar a Francia a la población civil. Entre los días 7 y 14 de abril,
unas 600 cruzaron al país vecino por el Puerto Viejo de Bielsa
(2.378 metros). Tal como recoge Gascón en su libro los soldados
republicanos “habían colocado puestos de cocina escalonadamente; puestos de café y coñac,
para reanimar la sangre y el ánimo a los que caminaban. Se atendía y
auxiliaba a las mujeres; se transportaba con toda precaución a los
heridos. La caravana de los desarraigados de los valles, a través de la
nieve, debe también su salida ordenada a la división”. En la evacuación,
continúa el relato de Gascón, “participan dos compañías pertenecientes al batallón hipomóvil constituido por 400 mulos”.
Fotos cedidas por José María Escalona/Museo de Bielsa
Puede decirse que el 14 de abril de 1938, en
el séptimo aniversario de la proclamación de la IIª República, quedo
definitivamente fijada la Bolsa de Bielsa. Desde ese día, la 43 División
soportó un
bombardeo por tierra y por aire incesante, al tiempo
que la prensa republicana se hizo eco casi diario de la evolución de los
acontecimientos y empezó a llamarla La Gloriosa. El día 15 de mayo,
Juan Negrín y Vicente Rojo cruzaron a pie la frontera por el puerto de
la Géla todavía con nieve, visitaron la línea del frente y en un acto en
Bielsa impusieron a la división la Medalla al Valor, la distinción
militar más alta de la República.
Con la llegada del mes de
junio, el mando rebelde recrudeció la ofensiva con la orden de liquidar
la bolsa. A la zona llegaron soldados de refresco hasta sumar 14.000,
más del doble de los efectivos con que contaba la 43. Aviones
Junkers-52, Heinkel-45, Heinkel-51 y Savoias intensificaron los
bombardeos, desde el día 7 empezaron a lanzar bombas incendiarias sobre
las poblaciones de
Bielsa, Plan, Laspuña y Tella. Así hasta el día 15.
En
estas condiciones, con todas las unidades en repliegue constante,
Antonio Beltrán ordenó la retirada. A las 4 de la madrugada del día 16
de junio de 1938, el último soldado republicano cruzó por el puerto
Viejo de Bielsa. Ya en Francia, los soldados fueron sometidos al
plebiscito de repatriación que permitía a los huidos elegir, 254 optaron
por la España franquista y fueron conducidos a Irún y
5.440 eligieron la República
y pasaron a Cataluña por Portbou. A finales del mes de julio, la 43
División de Ejército Popular volvió al combate en la Batalla del Ebro.
En
el municipio de Bielsa, un monolito recuerda a los vecinos del pueblo
muertos en el valle en defensa de de la República y la Democracia, y lo
alto de puerto Viejo, justo antes de cruzar la frontera una placa reza:
“A cuanto cruzaron este puerto para romper el bloqueo de la 'Bolsa de
Bielsa' por defender la libertad frente al fascismo.
En honor a la población civil del Altoaragón
y a la 43 división republicana. Dignidad, memoria y paz”. A pocos
metros, en el lado francés , un cartel también recuerda los hechos de la
primavera de 1938.
Sendero de la Bolsa de Bielsa: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=10144083
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