Paquita Caminante · blogs.publico.es 2020/09/12
El abuelo, sí el abuelo. Cuando la lleva al parque, cuando la ayuda a subir las escaleras del tobogán, ahí abajo. El abuelo en la casa del pueblo o en la de la playa. El abuelo que le da las buenas noches. El abuelo que es bueno, que es el padre de mamá o de papá, que es el que manda, con su genio, con su ternura para la niña, Mi nieta favorita. Y al abuelo hay que obedecerle, como al tío.
Las pinzas de los cangrejos en el sueño empapan la almohada y la llenan de algas que apestan y los pelos duros de las arañas trepan por los muslos flacos.
Las braguitas en las rodillas.
El 35,4% de las mujeres que han sufrido violencia sexual en España no lo denuncia porque "era menor/era una niña". Es la razón principal de las mujeres para no denunciar. Está por delante de cualquier otra (vegüenza, miedo al agresor, desconocimiento, porque aún no ha terminado la violencia, por ser extranjera...).
Y el amigo de los papás, en la casa del pueblo o de la playa, sentada en sus rodillas, sí, el amigo de los papás, que es el que más mola, el que tiene el barco, o el que nos lleva a la playa. En la cocina, el amigo de los papás, que es el que prepara y sirve los cócteles, el que dice Pero qué guapa te has puesto. Ni se le ocurriría decirle algo a los papás (¿qué, además, decirles qué?), encima que la invita a pescar.
Dicen que las ortigas escuecen. Un campo de ortigas dentro de la cabeza sin sueños. El temblor, saber que tras las ortigas está la casa de la bruja, el ogro, el lobo y todas las bestias ortiga del mundo.
¿Dónde ha quedado el bañador?