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junio 28, 2010

Carta a un puntuador implacable UPM-E.T.S.I.A (20.9)

Le escribo a usted con la convicción absoluta de estar distrayéndole de tareas impostergables. Sabiendo que -ellas- son tantas y tan duras que detraer unos minutos para la lectura de estas líneas -rellenas de palabras- supone casi un agravio hacia su persona, su honorable persona.
No le conozco, sólo sé lo que me ha llegado a través de mi hijo tras la conversación con usted mantenida en el curso de esta mañana. Conversación que tenía por objeto la revisión de la asignatura Electrónica II Digital encuadrada en el III curso de La Carrera y que es, junto con otra, lo que le queda pendiente para dar por finiquitada su relación extramatrimonial con la UPM-E.T.S.I.A, relación más duradera de lo comprometido inicialmente.
Como puede comprobar, ni siquiera me atrevo a identificar por su nombre completo la universidad de mis desdichas -algunas de ellas-.
Ya en el año 2006 hice un intento de publicación de otro texto alusivo a la forma de hacer de dicho centro. Forma de hacer individuos acríticos, sometidos a la servidumbre del silencio, bajo la pena de ser excluídos de la insigne tropa que ha salido licenciada, sale y saldrá de sus aulas.
Entiendo que siendo la entidad de origen marcial, la cantera de sus magnos profesionales docentes está imbuida del amor "ciego" a la disciplina y como tal es esgrimida con mano férrea, por la casi totalidad de sus integrantes, ante cualquier intento -débil- de reivindicación de derechos.
También sé, por experiencia, que el ejercicio de la potestad de Juez es duro, muy duro, teniendo que tomar decisiones que vulneran su propia idea de la Justicia; sobre todo en la edad temprana, en que uno adopta las convenciones establecidas por el uso -la costumbre hace Ley, como es sabido- sin atreverse, por considerarse menos, a vulnerarlas.
Con los años, con los agravios comparativos, uno va conformando su Criterio, el Suyo que no el Ajeno. Es entonces cuando entran en Crisis unos cuantos de los Pilares que consideraba Inamovibles, Eternos.
Atreverse a moverlos es una prueba de Madurez.
Atrévase a hacerlo, comprobará que, cuestiones que consideró matemáticamente cerradas, no lo estaban tanto, crujían y eso puede que fuera el origen de esas noches de Insomnio que lleva padeciendo desde muchos años atrás.
Superada la prueba notará una clara Mejoría. Se sentirá reforzado, Crecido, Humano en el más amplio sentido de la palabra. Bueno... como decía Antonio Machado.
AÑADIDO en 11/7/2012 http://es.wikipedia.org/wiki/Escuela_T%C3%A9cnica_Superior_de_Ingenieros_Aeron%C3%A1uticos

PAQUITA -alias: caminante-


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