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septiembre 28, 2010

El sabroso negocio del hambre: VSF

RECIBIDO de Antonio Oriol: Actualidad. Veterinarios sin Fronteras. Viernes 27 Agosto 2010 - 13:23. La Fundación Bill&Melinda Gates compra 500.000 acciones de la multinacional Monsanto.

Barcelona VSF.- Esta semana se ha producido una verdadera alarma a nivel mundial entre las organizaciones campesinas y organizaciones de la sociedad civil al hacerse pública la estrechez de los lazos que unen a la Fundación “Bill and Melinda Gates” y la Multinacional del Agro-negocio Monsanto.

Es de sobra conocido el interés en la agricultura de la Fundación Bill y Belinda Gates que, junto con la fundación Rockefeller, fundó la Alianza para la Revolución Verde en África (AGRA). Una alianza cuyo objetivo expresado es el de “Ayudar a millones de campesinos africanos y sus familias a escapar de la pobreza y del hambre, implementando soluciones prácticas para mejorar su productividad”. En efecto, parece que para el AGRA mejorar la situación del campesinado africano consiste en distribuir semillas híbridas, fertilizantes y pesticidas.

Desde sus inicios el AGRA ha generado un amplio movimiento de denuncia y oposición por parte de las propias organizaciones campesinas africanas y por las organizaciones de la sociedad civil. Los químicos presentes en los fertilizantes y pesticidas provocan la pérdida de la diversidad agraria, la base para la vida de las comunidades campesinas y el equilibrio ambiental. Por otro lado es sabido que estos “paquetes desarrollistas” implican el endeudamiento del campesinado para pagar las costosas semillas y fertilizantes, y les llevan a la pérdida de control sobre sus propias semillas viéndose forzados/as a cultivar semillas híbridas y transgénicas, cuya patente es de alguna empresa multinacional.

Los Angeles Times, el 7 de enero de 2007, ya denunció que la Fundación Gates donara 128 millones de dólares para combatir la polio y ayudar a gran parte de la población del delta de Níger, lo que pretendía ser un gran avance para la problemática. Sin embargo, paralelamente invirtió 423 millones de dólares en Eni, Royal Dutch Shell, Exxon Mobil Corp., Chevron Corp. y Total of France, compañías que son las principales responsables de producir los más altos niveles de polución en esa región.
Así que lo que parecía una mala concepción de la filantropía de un millonario norteamericano ha resultado ser, además, un suculento negocio. Según ha revelado la organización “Community Alliance for Global Justice“: la Fundación Bill & Melinda Gates es ya propietaria de 500.000 acciones de la principal multinacional de semillas transgénicas, la tristemente célebre Monsanto. No hace falta decir más, el negocio con el hambre es redondo y cruel. La filantropía empresarial es la excusa perfecta para la distribución entre las comunidades campesinas de semillas modificadas genéticamente. Comunidades que, al perder sus semillas propias y la posibilidad de reproducirlas, se verán obligadas año tras año a comprar nuevas semillas a Monsanto, sin olvidarse paquete de productos agro-tóxicos de la misma compañía sin los que estas semillas no germinarán. ¿Este ha de ser el futuro de África?


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