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febrero 12, 2011

Permanencia Insólita (24.22)

No es como lo ideó en su día. Al final del pozo había algo.
La vida continuaba y se encontró lo inesperado, lo no previsto, la minusvalía física.
No se vió en muchos días. Personas desconocidas se acercaban, le preguntaban, se iban. Ellos permanecían, estaban junto a ella, le daban presencia.
No hubo reproches, no procedían, ella fue la principal víctima.
No fue el primer intento, sí el más brutal.
De los anteriores no quedaron secuelas perceptibles, de éste saldría marcada para siempre.
Sus hijos estaban convencidos de su enorme fortaleza física. No hay estadísticas, públicas, al respecto, pero queda claro que su permanencia es insólita, aunque no sobrenatural.
Dos personas cercanas se lo dijeron, en la filosofía budista hubieran dictaminado que aún le quedaba algo por hacer.
Y en eso estaba, haciendo.

PAQUITA

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