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agosto 05, 2011

Vídeo: "Esta tierra es mia", de Jean Renoir

Subido por alfredomusicayvino www.musicayvino.com el 05/08/2010 >>>>> Conocido gracias a Felipe Medina
www.youtube.com/watch?v=9RjVinh6_AA&feature=share

"Como a veces se nos olvida que el poder y la dignidad son patrimonios de los ciudadanos libres, nunca viene mal que volvamos a oír las sentidas palabras Albert Lory (Charles Laughton) y Louise (Maureen O'Hara) de los últimos cinco minutos de la obra maestra de Jean Renoir, "This land is mine", de 1943.
Demasiadas veces, sobre todo ahora, con la victoria del capitalismo más feroz sobre los derechos de los trabajadores, demasiadas veces, repito, nos olvidamos de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano aprobada por la Asamblea Nacional Constituyente francesa el 26 de agosto de 1789, y de lo que en ella dice:
"- Artículo primero.- Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos. Las distinciones sociales sólo pueden fundarse en la utilidad común.
- Artículo 2.- La finalidad de toda asociación política es la conservación de los derechos naturales e imprescriptibles del hombre. Tales derechos son la libertad, la propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresión.
- Artículo 3.- El principio de toda soberanía reside esencialmente en la Nación. Ningún cuerpo, ningún individuo, pueden ejercer una autoridad que no emane expresamente de ella.
- Artículo 4.- La libertad consiste en poder hacer todo aquello que no perjudique a otro: por eso, el ejercicio de los derechos naturales de cada hombre no tiene otros límites que los que garantizan a los demás miembros de la sociedad el goce de estos mismos derechos. Tales límites sólo pueden ser determinados por la ley."
Después de 221 años, todo el enunciado de esta Declaración es papel mojado: ni todos nacemos libres, ni todos pertenecemos a la misma clase social, ni todos tenemos las mismas libertades, ni tenemos la misma seguridad, ni podemos ejercer nuestro derecho a decidir el destino de nuestro país de forma asamblearia.
Si hace de 222 años la vida de un hombre dependía de los designios de un rey absolutista, hoy, 221 años después, nuestro destino lo decide los mercados monetarios y las opciones de futuro: triste final para los derechos del hombre."
Alfredo

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