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junio 14, 2018

La acogida a los emigrantes es vista con distancia por mucha gente, de Fernando Broncano

Fernando Broncano R ·   12/6/2018
Ya sé que todo esto de la acogida a los emigrantes es vista con distancia por mucha gente. Querría compartir mi pobre testimonio de cuando fui emigrante, en el 74: viajar de Salamanca a Suiza en un autobús-patera que organizaba Pepe Halcón, cuando aún no era dueño de nada más que de un autobús de emigrantes. Llegar a la frontera a las tres de la mañana. Sin dinero más que para tres o cuatro días. La policía te exigía mostrar que llevabas una cantidad alta de dinero que no tenías para poder entrar en Suiza. Como el mostrador era un poco alto, por abajo nos íbamos pasando un paquetillo de billetes que habíamos reunido todos para enseñar a la policía. Lograbas pasar temblando. Llevabas una dirección de un piso de Ginebra de alguien que conocía alguien. Era, aún lo recuerdo, de una pareja de trabajadores anarquistas. Dormir una semana más de una docena en el piso del salón, mientras se iba encontrando trabajo (sin él no podías alquilar), saber que la pareja que te acogía sufría tensiones por tu culpa y, sin embargo, te sonreían y no decían nada. Compartir después un piso también con un montón de gente. Ser interrogado por la policía sin razón. Como yo salía a las tres de la mañana, soportar de vez en cuando amables peticiones de documentación, previos golpes y empujones contra un automóvil. Me decía una vez el policía, antes de mirar mi pasaporte: "¡mierda de árabes, no sé por qué venís aquí!" (descubrí entonces que todos los emigrantes son de la misma nacionalidad). Ser seguido en el supermercado por viejecitas que pensaban que ibas a robar (de hecho ibas a ver si caía algo). Sólo alguna gente de izquierdas en Ginebra se acordaba de los emigrantes y apoyó iniciativas que eran sistemáticamente rechazadas. Te entendías muy bien con los italianos y egipcios (no sé por qué había tantos egipcios entonces). En fin, no es nada comparable en absoluto con lo que tiene que estar pasando esta gente. Hay estados que no solo están perdiendo la dignidad. También la memoria.

José Luis Sanz Zapata y Diario Público han compartido un enlace.
El departamento de Oltra habló con el alcalde de València, Joan Ribó, con la Autoridad Portuaria de la ciudad, diversas ONG de apoyo a personas migrantes y refugiadas y con el president de la Generalitat, Ximo Puig. Les expuso el plan de acogida, todos dieron luz verde y Puig trasladó la idea a la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo. Apenas unas horas después, el presidente Pedro Sánchez anunciaba que había dado instrucciones para que el plan siguiera adelante. Sánchez había decidido dar un giro radical a la política de acogida que hasta ahora había mantenido el Gobierno de España e iniciaba los trámites para declarar València "puerto seguro".

++  elperiodico.com  17/06/2018 Ángeles Fernangómez
A mi lo que me importa es que están a salvo. Y me siento orgullosa como española.
Europa, ponte las pilas.   #Aquarius

¿Golpe de efecto? ¿Propaganda? ¿Circo mediático? Pues si quieren (…)

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OTRO ASUNTO en Perroflautas del Mundo: La descomposición facial, del PP, de Antonio Maestre

 

 

El día en que el tesorero Álvaro Lapuerta quiso tirar de la manta 

 

 

 

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