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julio 22, 2023

CTXT. El color, de GERARDO TECÉ

 24/6/23

Querida suscriptora, querido suscriptor:

 

El próximo 23 de julio aquí el que les escribe debería estar en Ferragudo, una pequeña localidad al sur del Algarve portugués mojándose el culo y mirando alquileres por si tocaba exiliarse tras las elecciones de diciembre. Como todo el mundo sabe, excepto, tal vez, la infanta Cristina a la que quizá no le conste, el presidente Sánchez ha decidido adelantar esas elecciones al próximo 23J. Así que nos toca coger aire, votar un gobierno para España y, consecuencia de todo ello, retrasar las vacaciones plumillas.

 

        Las sensaciones, para quienes sabemos que existe el cambio climático y desconfiamos bastante de las apariciones de vírgenes ante pastorcillos, no nos vamos a engañar, no son buenas. No lo son porque, a pesar de que este país tiene en su mano la posibilidad de no ser fundido a blanco y negro y existe una mayoría suficiente para lograrlo, está por ver si esa mayoría querrá ejercer su derecho a seguir viviendo en color. La izquierda no ilusiona, y la derecha, que no necesita de ilusión sino de odio, odia con todas sus fuerzas lo que ha sucedido en España durante estos últimos años: que ellos no han gobernado. En esta carta podría dedicarme a analizar el porqué de la desilusión de la izquierda, calcular el daño que ha podido generar el ninguneo al partido morado por parte de Sumar o el veto a Irene Montero. Podría hablar de las malas caras en Podemos, que entran a la suma como entraba yo al coche de mis padres cuando a los 17 años me tenía que ir de vacaciones con ellos y no con mis amigos. Sería una pérdida de tiempo, pero tiempo es, precisamente, lo que ya no queda. Quizá, a estas alturas del drama –estamos a dos escenas de que el malo gane la película– lo más interesante sea analizar dónde estamos, por qué estamos donde estamos y qué tenemos pensado hacer una vez que sabemos que estamos aquí. Ya que esto no es un artículo de análisis, sino una carta amigable para quienes hacéis posible nuestro trabajo con vuestra suscripción a CTXT, voy a hacer lo que se hace entre amigos: divagar. Contar sensaciones dejando claro que un análisis basado en sensaciones tiene el mismo rigor que Ortega Smith comentando la obra de Emma Goldman.

(...) 

Quizá, digan lo que digan las encuestas, toque rezarle a la mayoría silenciosa de la que en su momento habló Rajoy sin verse venir que los suyos conformarían la Orquesta Ruido. Quizá, llegado el momento, muchas personas decentes agotadas por esta persecución eterna, esas personas que hacen poco ruido, decidan votar color. O quizá no suceda y sea justo durante el primer vivaspaña de Abascal como vicepresidente cuando la izquierda alumbre por fin un lugar mejor al que llevarnos dejando a un lado los vetos, las malas caras y el cómodo bar de debajo de casa. Pase lo que pase, algo hay seguro. Quienes viven del odio lo hacen porque ese odio tiene que ver con que saben que sus victorias nunca serán definitivas. Aunque pongan lonas gigantes eliminando todo lo que odian, el color nunca desaparece. Al contrario que el fascismo, el color es parte de la naturaleza. Recuérdenlo si los peores momentos finalmente acaban llegando. Pasa lo que pase, si ustedes así lo quieren, CTXT seguirá aquí recordándolo. Gracias por acompañarnos en esta huida.  

Gerardo Tecé

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