Condenamos la masacre del 7-O con todas nuestras fuerzas. Pero nada puede justificar la brutal reacción del régimen de Benjamin Netanyahu, un tipo acorralado por la justicia de su propio país, acusado de corrupto y en manos de la extrema y fanática derecha religiosa
— Hacia un nuevo orden regional impuesto por la fuerza por Israel
- "Los rehenes están en Gaza. Alto al bombardeo en Gaza", dice el cartel de esta manifestante de Bangkok (Tailandia) Getty Images
- A veces conviene levantar la vista y dejar aparcadas por unas
- horas nuestras miserias domésticas, tan pequeñitas, tan nimias,
- tan mezquinas. Seguro que pueden esperar los comentarios
- sobre ese problema lacerante de la vivienda, gobiernos,
- autonomías y ayuntamientos enredados en una madeja de
- incapacidades que impiden no ya atajar, es que ni siquiera
- asoman soluciones para vislumbrar un futuro razonable que
- pueda poner fin a la angustia de millones de ciudadanos,
- jóvenes, por supuesto, pero no sólo. La semana próxima aún
- no se habrán construido las más de 300.000 viviendas sociales
- que necesita este país. Y los partidos, perdidos en su laberinto,
- tampoco habrán acordado ninguna solución fuerte, potente,
- enérgica: hasta aquí hemos aguantado, nuestra sociedad no
- puede más. ¿Esos jueces de los que ustedes me hablan, Peinado
- como ejemplo? Ahí seguirán, hozando en el agujero negro de la
- desvergüenza, sostenidos firmemente por sus conspicuos colegas
- togados. Como los calumniadores, los generadores de bulos,
- insultos y mentiras. ¡Si algunos tuviéramos una escoba!
- Así que ampliemos el horizonte y echemos un vistazo a ese planisferio que hace tiempo que no contemplamos. Ahí, en un rinconcito entre Europa y Asia, a orillas de ese Mar Mediterráneo de Joan Manuel Serrat, el mismo de Barcelona, Capri o Ibiza, se sitúan Israel (20.000 km2), Líbano (10.500) y Palestina (6.000). En total, poco más de 36.500 km2; entre los tres ni siquiera llegan a la extensión de Extremadura, 41.600 km2. Allí, prestemos atención a la cifra, viven ni más ni menos que 20 millones de seres humanos en una abigarrada mezcla de razas y religiones; entre Cáceres y Badajoz suman algo más de un millón. Es, véanlo a vista de pájaro, un lugar minúsculo, un pequeño punto en el gran mapa. Y sin embargo, todo el mundo vive pendiente de ese hoy, y durante tanto tiempo, terrible lugar de angustia y violencia sin fin (...)
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PERROFLAUTAS DEL MUNDO: CTXT. “Ni humanidad ni justicia: ¿a dónde iremos ahora?”, de Marta Maroto
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