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noviembre 14, 2024

Juliette Binoche: “En 'Parque Jurásico' lo importante eran los dinosaurios; en 'Azul', las personas. Y yo elegí las personas”

 Néstor Cenizo  Málaga — 

elDiario.es

Juliette Binoche (París, 1964) pasó por Málaga un día especial. Llueve por primera vez en muchos meses y ella, en lugar de fruncir el ceño porque el día pinte gris, sonríe y lo celebra: “Es un regalo de los dioses, lo necesitamos”, dice, despreocupada por que cuatro gotas parezcan cambiarlo todo, hasta los planes calculados al milímetro, en una ciudad sedienta.

Sentada bajo la tenue luz del salón de un céntrico hotel malagueño, vestida con elegante traje de chaqueta, Binoche confirma con sus gestos, con lo que dice y con lo que calla, que es el tipo de estrella que parece ser. A su alrededor se mueven los demás como en órbitas concéntricas mientras ella mantiene el brillo, afable y a ratos divertida.

Sus acompañantes subrayan su aura: una mujer que le coloca el pelo, un hombre que tapa un foco que le roba la luz, y que ahora se acerca a poner límite: última pregunta. “Rápido, no se preocupe: pregúnteme más cosas”, dirá ella luego, aprovechando que el otro ha vuelto a alejarse. También es firme para defender su territorio, que hoy es el de las palabras: no quiere fotos durante la entrevista porque la desconcentran de las respuestas, a las que da forma con paciencia y precisión. Sólo admite la presencia del periodista y de la intérprete que hoy la acompaña, Isabel Moyano.

La actriz francesa es lo más parecido que puede haber a una estrella del cine europeo, o del “cine de autor”, sea lo que sea eso. A sus sesenta años, en su filmografía hay obras de David Cronenberg, Jean Luc Godard, André Techiné, Louis Malle, Isabel Coixet o Leos Carax, y un puñado de papeles de los que perduran: el de Julie, la compositora doliente por la muerte de su hija y su marido en un accidente de coche, en Tres Colores: Azul (Krzysztof Kieslowski, 1993); el de enfermera en un monasterio toscano en la Segunda Guerra Mundial, en El Paciente Inglés (Anthony Minghella, 1993); el de mujer sufriente en Caché (Michael Haneke, 2005).

Binoche es la única actriz con un Oscar, un César, un Bafta y los premios de interpretación de los tres grandes festivales de cine europeos: Cannes, Venecia y Berlín. En 2022 recogió el Premio Donostia del Festival de San Sebastián y el año pasado el Goya Internacional. Y ahora pasó por Málaga para recoger otro de manos de su amiga Ángela Molina: el Premio Honorífico del Festival de Cine Francés, organizado por la Alianza Francesa, que reconoce así a una figura “imprescindible” para el desarrollo del cine en francés y la difusión de la cultura francesa.

Toda esta retahíla de premios ha reforzado la conciencia de que su ascendente conlleva una gran responsabilidad. Somos “políticos sin fronteras”, ha dicho en alguna ocasión. Su trabajo, dice, tiene la “suerte de cambiar vidas”, porque es una suerte de terapia sanadora del alma. Juliette Binoche eligió ser actriz porque no podía ser otra cosa.

El otro día repasé su discurso al recoger el Goya internacional en 2023. Dijo usted cosas muy bonitas y profundas sobre el oficio de interpretar. Dijo que era un reconocimiento al ardiente deseo que la invade, pero no le pertenece. “Sólo soy un instrumento de este ardiente deseo, una herramienta”. ¿De qué es herramienta un actor o una actriz? ¿De dónde sale su pulsión por actuar?

[Sonríe, duda. Mastica la respuesta] No lo puedo explicar. Pero puedo decir que he sido educada en una familia de artistas que había vivido la guerra y emigrado desde Polonia… Mis abuelos lo perdieron todo. Y el deseo de mi madre de ser artista era muy muy fuerte. Ese deseo no se cumplió del todo, porque tuvo a sus hijos bastante pronto. Y cuando nos proponía, por ejemplo, ir a un concierto, leer un libro o hacer teatro, yo siempre decía que sí. Para mí era una solución a mi incapacidad para entrar en la dinámica escolar, desde el punto de visto académico. Yo no fui al colegio al mismo tiempo que todos, ni aprendí a leer a la vez… Estaba apartada. ¡Y aquello supuso una puerta abierta a un mundo libre! Divertido, libre... De creación… Podía… ¡Ah! Ser libre. Fueron las circunstancias de mi educación, pero también mi sed de vivir, y el haber tenido una infancia difícil, lo que provocó que la salida hacia una vía artística fuera un medio de sobrevivir y expresar cosas que no habían sido expresadas antes. En las infancias difíciles, de sufrimiento, eso es absolutamente necesario.

Usted es actriz, pero también canta, pinta y escribe poesía. ¿El intérprete es también un autor?

Sí, por supuesto. Es la continuación de la escritura. El autor escribe a partir de una sensación, de una emoción, de una idea que viene y que desciende a su corazón por la escritura. Y un intérprete recoge lo escrito y lo mueve a través de su corazón hacia la cámara.

Si echa la vista atrás, tiene una carrera plena: premios, trabajos con los directores y directoras más prestigiosos, con papeles que muchos recuerdan, y el respeto de la industria. ¿Siempre eligió por dónde quería ir?

Hace falta trabajar con la intuición, con aquello que es importante en tu corazón. Puedes decir no a cosas que parecen magníficas, brillantes, pero debe haber un verdadero vínculo con el deseo, con aquello que es importante en el fondo del corazón. No puedes dejar de decidir. Porque después no hay lamentos. ¡No hay arrepentimiento! Si has elegido a partir de una sensación verdadera, entonces no puedes nunca dudar de la finalidad de lo que has hecho.

A usted le llegó una decisión importante cuando tuvo que elegir entre Parque Jurásico y Tres Colores: Azul. Son casi paradigma de sendas maneras de entender el cine. Pero ha explicado en alguna ocasión que ya se había comprometido con Kieslowski. ¿Cree que hubiese cambiado su carrera si la decisión, en ese cruce de caminos, hubiese sido otra?  

No, porque en Parque Jurásico lo importante eran los dinosaurios, mientras que en Azul eran las personas! ¡Y elegí a las personas! Incluso aunque me gusten mucho los animales. A ver, si no hubiera tenido otra cosa que hacer, ¡claro que lo hubiera hecho! ¡Me hubiese divertido mucho trabajando con Spielberg! Esperar diez horas en la caravana, salir y preguntar si todo va bien… [gesticula, ríe a carcajadas].

Dice que le interesan los papeles en los que el personaje se transforma. Y a usted, ¿cómo le influyen sus personajes?

Una película es una inmersión. En un universo, en sus circunstancias, en una historia, en personas, en la amistad, en situaciones emocionales… Así que eso a la fuerza te hace reflexionar y evolucionar. Mire, hay diferencias entre la terapia y la forma artística. En terapia intentamos modificar un comportamiento. En un papel, el actor, cuando ve que hay un comportamiento así da las gracias. Son dos cosas diferentes, pero no están totalmente separadas, porque se trata de psicología. No estudiamos psicología, pero tenemos una relación con su esencia, con la experiencia psicológica. De alguna forma, me provoca una reflexión el fondo de las cosas.

¿En qué sentido?

Cuando hice la película con John Boorman [Un país en África, 2004], trabajé con una coach norteamericana, negra, sobre el racismo, sobre mi personaje. Y yo me decía: “Juliette, yo no soy racista”. Pero al trabajar con el personaje, y con el coach, me di cuenta de que tenía un fondo racista del que no era consciente. ¡Voilà!

Dice el festival que usted es una figura “imprescindible” para el desarrollo del cine en francés, y es casi un lugar común calificarla como una de las grandes estrellas del “cine de autor”. ¿Se siente usted representante de una manera de hacer cine? ¿De una forma de entender la cultura? ¿Qué responsabilidad supone eso?

Yo creo que todos los actores y actrices son responsables de sus elecciones y tienen una responsabilidad de lo que emanan hacia la conciencia de la gente. Es una acción importante, y hay que saber ser responsable de eso. Esto lo siento desde hace bastante tiempo, no hacer elecciones marcadas solo por lo que nos gusta, porque es necesario ser conscientes que esas elecciones tendrán una repercusión. Ahora, a veces intento no pensar mucho en ello, porque lo importante es vivir de manera libre. Si estamos siempre pensando en nuestra imagen, en una representación, dejamos de ser artistas. Para eso, hagamos una Inteligencia Artificial y me multiplico en mis entrevistas. ¡No! Hay que cuestionarse, cambiar, porque los valores de hoy no son los de mañana. Por eso, a veces cuando las entrevistas me dicen “usted dijo esto o aquello”, yo les digo que no, que no lo dije o lo pongo en cuestión, porque no nos parecemos a lo que seremos dentro de diez o veinte años.

Hace apenas unos meses suscribió un manifiesto exigiendo más medidas contra la violencia sexual ejercida contra las mujeres en el cine, coincidiendo con la última edición del festival de Cannes, cuando nueve mujeres acusaron a Alain Sarde, un reputado productor. ¿Qué parte del iceberg hemos conocido hasta ahora y qué puede hacer la industria para atajar estas conductas?

Hay cosas que se tienen que hacer ya. Lo primero es que se apliquen las leyes, porque hay muchísimos casos que no llegan a juzgarse. Creo que en España las leyes se han modificado de forma muy firme, y hay menos abusos sexuales en el ámbito familiar. En Francia es mucho más laxo, había un momento en el que se pensaba como si todo estuviera permitido, también en el cine. Creo que hay una toma de conciencia, que es dura para los hombres, que se sienten perdidos y atacados, pero creo que es importante que se den cuenta de que hay cosas que no son tolerables. Estamos obligados a remover la conciencia para evolucionar.

noviembre 13, 2024

Álvaro y A. Pedriza, 20/5 + Peña Arán, 2/6 + Cabeza Hierro, 27/6 de 2024

1.-  La Barranca. Pista en el pinar. 17 de mayo. 17h. 53´

2.- La Pedriza. Zona del Tranco. 20 de mayo.

3.- Flores blancas entre la gayuba. 20 de mayo.

4.- Flor de roca, color rosa. 20 de mayo.

5.- Granizo dicho día: 20 de mayo.

6.- Grapas en el camino. Del Boalo a Maliciosa, por Cuerda Porrones. 20 de mayo.

7.- Junto a Peña Arán. La Barranca. 2 de junio

8.- Desde mismo lugar, vista más a derecha. Están en el collado "de Arán"

9.- Subiendo a la cima de la peña

10.- Ahí está.

11.- Fuente de la Campanilla.

12.- Recompensa.

13.- Flor.

14.- Cascada en subida a Cabeza de Hierro Mayor, desde Cotos. 27 de junio.

15.- Más arriba. Enebro rastrero.

16.- Cima de  Cabeza de Hierro Mayor (2381m)

17.- Instalación llamada Bola del Mundo, en el alto de las Guarramillas (2257 m)

PAQUITA

Pedripol 9/10/2024 Secretos oficiales


Rey traidor y botarate, de María Iglesias


noviembre 12, 2024

'CTXT' sufre un ciberataque tras anunciar que iba a denunciar a los ultras que protagonizaron los altercados de Paiporta

 Su web fue objeto la noche de este pasado lunes de un ataque informático que borró todos los ficheros. Poco antes de las 11.00 horas de este martes, el equipo informático de la revista ha podido recuperar gran parte de los archivos borrados.


PÚBLICO

 La web de CTXT sufre desde la noche del lunes un ataque informático que ha borrado todos los ficheros, han denunciado las responsables de la revista. El equipo informático de la publicación está intentando neutralizar el ciberataque, que se produjo unas horas después de que la plataforma ciudadana Acción contra el odio, vinculada al medio, anunciara una denuncia en los tribunales contra los grupos ultraderechistas organizados que protagonizaron los actos violentos en Paiporta este pasado domingo durante la visita de los reyes, y en la que Pedro Sánchez fue agredido con un palo.

Minutos después de anunciar este pasado lunes por la tarde en Twitter que Acción contra el odio estaba preparando la denuncia, la web de CTXT sufrió un borrado masivo de ficheros y no se podía acceder a su portada. Minutos antes de las 11.00 horas de la mañana,  las responsables de CTXT han informado de que han recuperado la web y buena parte de los ficheros "sin ninguna pérdida sustancial".

"Nos han intentado tumbar muchas veces, pero es la primera vez que consiguen borrar nuestros ficheros", explican a Público fuentes de CTXT. Esas mismas fuentes explican que Miguel Mora, director de la revista, y el resto del equipo se plantean interponer una nueva denuncia por este ciberataque.

CTXT Público mantienen una alianza editorial desde el año 2016CTXT fue fundada en enero de 2015 por 14 periodistas de experiencia, procedentes de diarios como El PaísEl Mundo o La Repubblica, con la aspiración de ofrecer información más elaborada, a un ritmo pausado y con un enfoque analítico.

Tres de cada cuatro linces ibéricos fallecen por un atropello: "Faltan medidas de prevención y las que hay no se respetan", RTVE.ES

 27/08/2024  Por  ANA MONTORO 

  • El ser humano es la principal causa de fallecimiento de esta especie
  • "Las sanciones por atropello imprudente pueden ascender hasta los 60.000 euros"



A finales de agosto, en solo tres días, han encontrado tres linces ibéricos jóvenes atropellados en Andalucía, concretamente en Villamanrique de la Condesa, en Sevilla, y en los municipios de Arquillos y Mengíbar, en Jaén. Así lo denuncia la Asociación Ecologistas en Acción a RTVE.es, quienes aseguran también que este año se han elevado a 12 los linces fallecidos en las inmediaciones de Doñana.

Juan Romero, portavoz de esta organización en el Parque de Doñana, advierte que hay muchas más muertes de linces en carreteras andaluzas, especialmente en Córdoba y Jaén, que aún no figuran en los registros oficiales.

El atropello, principal causa de fallecimiento del lince 

El impacto con vehículo representa alrededor del 75% de las muertes de estos felinos en la toda Península. El año pasado se registraron 189 bajas por este motivo entre España y Portugal, según relata el informe anual liderado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO). En concreto, en Andalucía fallecieron 87 ejemplares, de los cuales 71 murieron a causa de un arrollamiento. 

Este año Doñana ha mermado, por esta razón, cerca del 10% de su población lincera, un número que ya se acerca al del año anterior, cuando se cifraron 13 fallecimientos por esta misma causa.

Zonas negras para el lince

"Faltan medidas de prevención y las que hay no se respetan", asevera Juan Romero, quien señala que existen zonas negras en las que se producen más atropellos, a pesar de contar con medidas correctoras. La causa principal es que el lince es muy activo en estas zonas, muy ricas en población de conejos, que es la presa de caza favorita para el lince ibérico. El experto añade que son zonas señalizadas y con limitación de velocidad a 60 Km/h, pero que muchos usuarios no respetan, por ello, insiste, "sería necesario la instalación de radares".

En estas zonas negras encontramos, además, otras medidas correctoras como pasos subterráneos o zonas elevadas. El portavoz de Ecologistas en Acción expresa la necesidad de extender estas medidas a otras carreteras, no catalogadas como "puntos calientes" en las que también ocurren accidentes. "Hay momentos que se superan los 100 km/h y eso es mortal para todo tipo de fauna vertebrada, lince y otras especies", afirma Romero.

"Con los coches se quedan completamente paralizados y mueren"

Control, seguimiento y mantenimiento son claves para evitar estos incidentes. Romero afirma que la población de lince está saliendo del espacio protegido, llegando incluso a las zonas agrícolas más humanizadas. "Los linces tienen que moverse, son crías jóvenes de tres años y tienen que atravesar numerosas carreteras. Al no respetar la señalización, pues lo más normal es que estos animales que aparentemente son muy astutos, con los coches, se queden completamente paralizados y mueran", subraya Romero.

Las reacciones de los conductores ante estos atropellos son muy diferentes. "Unos conductores avisan, otros no avisan y dejan al animal en la carretera y normalmente son los agentes de la autoridad, agentes de medio ambiente y el Seprona quien recibe los avisos o quien los encuentra", explica y recuerda que si se atropella un ejemplar, el protocolo adecuado a seguir es en primer lugar llamar a las autoridades, después comprobar si está vivo y avisar a un veterinario.

"Las sanciones por atropello imprudente, pueden ascender hasta los 60.000 euros", apunta. En cambio, los accidentes fortuitos, no están penados.

Ecologistas en Acción nos muestra un vídeo donde se puede observar un lince aturdido a causa de un atropello en la carretera de la Dehesa de Abajo, en Sevilla, en febrero de 2023. En este caso, el responsable del accidente se dio a la fuga, pero por fortuna, otras personas que transitaban la vía llamaron a las autoridades. El lince fue atendido y devuelto a la naturaleza.

Desde la Asociación manifiestan que el movimiento de sacar al lince de categoría de 'en peligro' a 'vulnerable' ha sido precipitada. 

Según el informe del MITECO, desde que se superó la barrera de los mil ejemplares en 2020, la población del lince se ha duplicado en tres años, siendo Andalucía y Castilla-La Mancha las que cuentan con una población mayor. A pesar de estas cifras, el portavoz de Ecologistas en Acción advierte que "si hacemos las cosas de la misma manera o no hacemos nada, vamos a obtener los mismos resultados, que es que el lince y sus poblaciones caigan en picado".

"Las instituciones competentes, en este caso, la Unión Europea, el Estado y la Junta, deberían tomar nota y ponerse a trabajar ya. De lo contrario, nuestras alegrías por haber recuperado a una especie pronto pueden convertirse en una gran frustración", concluye Romero.

Entre las posibles soluciones que aportan los expertos estarían establecer los corredores ecológicos, que son como autopistas para la fauna, como las vías pecuarias y los arroyos. "En ellos los animales se refugian y no tienen la necesidad de atravesar la cantidad de carreteras, que existen en la comarca de Doñana", sugiere Juan Romero.

Medidas de protección adecuadas en todas las carreras, respetar los límites de velocidad de las vías próximas a las zonas protegidas, ayudaría, explican los expertos, a no perder más ejemplares de esta especie protegida.

noviembre 11, 2024

Vicente Sevilla Micólogo "Hay que regular el número de gente que recolecta setas y controlar los kilos"

 Demelsa Álvarez   Boal  02 NOV 2024 

Vicente Sevilla Micólogo, participa en unas jornadas en Boal 

"Además del marco regulador, tiene que existir el formativo, contar que los hongos tienen una relación esencial con el medio natural"



El micólogo Vicente Sevilla, experto forestal y profesor de cursos sobre micología y naturaleza, participa estos días en las actividades micológicas de la Feria de la Miel de Boal organizadas por la Sociedad Micológica de Boal y la Sociedad de Amigos de Boal. En ellas ha compartido sus conocimientos sobre las setas y ha abogado por la formación para entender la importancia de los hongos para el bosque y no solo verlos desde la parte gastronómica.

–¿Puede el aprovechamiento micológico ayudar al desarrollo rural?

–El aprovechamiento micológico tiene que ser razonable y controlado. Si se combina con formación y respeto al medio ambiente, puede ser muy beneficioso, pero que no sea simplemente el hecho de recolectar. De hecho, yo creo que lo que más beneficia es la parte formativa, incluso más que la de recolección y esparcimiento.

–¿En Asturias podría ser un recurso?

–Como vengo de zonas en las que está hipermegapresionado el territorio por la cantidad de gente, creo que el efecto llamada no es bueno, hay que regular el flujo de gente. Este otoño se están viendo barbaridades en algunas zonas, gente que coge cajones de fruta llenos de setas, algo a lo que luego no le pueden dar salida. Porque la venta debe estar regulada, tiene que pasar por controles sanitarios, hay mucho mercado negro con el tema de las setas. Además, todo el turismo que llega a los sitios a buscar setas no siempre tiene una repercusión en la economía del pueblo. La gente se lleva el bocadillo y lo que sí deja es la porquería en el monte. A mi juicio, es un tema que hay que tratar con cierto cuidado.

–¿Cómo está la regulación?

–Hay zonas donde son los municipios con ordenanzas los que regulan y te puedes encontrar sitios en donde cada pueblo tiene su propia normativa y eso induce un poco a confusión. Debería existir una especie de unificación de criterios

–¿Qué se debe regular?

–Primero, el número de gente que va al monte a recolectar. Segundo, conocer lo que se va a recolectar, controlar la cantidad de kilos por persona. Y, tercero, debería haber alguna especie de veda para los años que no son buenos, como pasa con la trufa o en la pesca y la caza. Los hongos son esenciales para el monte y cuando empiezan a desaparecer, no solo las especies que se van recolectando para el consumo, sino el resto también, acaban dañadas al haber mucha presión en el monte; se pisan. Al final se produce un desequilibrio en la naturaleza importante. En las zonas en las que todavía no hay un flujo muy grande de gente, buscar que llegue más gente no va a revertir en los negocios a un nivel que equilibre el daño que se va a hacer en la naturaleza.

–¿Sería mejor entonces empezar por la regulación antes que por la promoción?

–Sin ninguna duda. Es importante crear un marco legal. Me dedico desde hace muchos años a la educación ambiental y al final te das cuenta de que puedes contar muchas cosas, pero si no hay un marco legal, a mucha gente le entra por un oído y le sale por el otro. Ves que hay un porcentaje de la población que no reacciona más allá de unas posibles sanciones. Además del marco regulador, tiene que existir el formativo, contar que los hongos son importantes porque tienen una relación esencial con el medio natural y se deben proteger todas las setas, no solo las que se recolectan.

–¿Qué funciones desempeñan?

–Los hongos se dice que son los sanitarios del monte. Tienen relación simbiótica o mutualista con los árboles, les aportan una serie de nutrientes que los árboles no tienen y al revés, lo que se conoce como micorriza. También hay una relación saprófita en los hongos descomponedores que favorecen que haya materia orgánica en descomposición en el suelo, lo cual enriquece el humus. Son funciones fundamentales en un bosque.

–La formación que defiende va más allá de identificar las setas comestibles o no, hay que conocer su función en el bosque.

–Tenemos que aprender a ver setas y no solo desde el punto de vista gastronómico, sino desde lo hermosos que son los hongos, hacerles fotos y ver cómo crecen en el bosque. Hay que darle otro perfil a la micología y puede tener una buena salida como desarrollo en zonas rurales. Tampoco es cuestión de que no se recolecte nada, pero hay que buscar un equilibrio y tener una autorregulación. Si este año no está siendo bueno, pues hay que recolectar menos o no salir. Yo creo que el futuro va a ser este, porque el cambio climático es evidente y hay especies que tienden a desaparecer y hay que tomar medidas.

–¿Son malos tiempos para las setas?

–Justo este año no está siendo malo. Pero últimamente lo habitual es que haya uno bueno cada equis años. Así, si no tomamos medidas y vemos que este año es maravilloso y creemos que todo el campo es orégano, llegará un punto en el que al final nos encontraremos sin mucha cantidad ni variedad, ese es el problema