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abril 19, 2025

CTXT. MEDITERRÁNEO CALIENTE: El temporal perpetuo, de Juan Bordera

 Juan Bordera 6/03/2025  

Hay un desconocimiento enorme y fatal de la realidad a la que nos vamos a enfrentar ya mismo en el litoral del mar que vio nacer a la civilización moderna

Imagen de la península ibérica captada por el satélite MODIS de la NASA el 1 de noviembre de 2024, durante la DANA. / Dominio público

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No me gusta estar escribiendo esto. Tampoco me gusta, a veces, saber lo que sé. Sin embargo, aún me gusta menos, mucho menos, que, sabiendo lo que sé, no lo supiera más gente, porque lo que nos estamos jugando es absolutamente incalculable. Cuando hay tanto en disputa, el silencio cómodo de quien sabe puede ser tan elocuentemente traidor como la peor de las mentiras.

Estamos viviendo inundaciones cada vez más recurrentes y fenómenos cada vez más extremos por toda Europa y el norte de África, cuyo origen está en el Mediterráneo. Esa balsa sobrecalentada que está mutando a jacuzzi. Buena prueba de ello es que cuando aún hay gente que no ha podido volver a habitar la que era su casa, tras la dana del 29 de octubre, volvemos a vivir otra alerta, de menor virulencia, que afecta a partes del territorio español tan alejadas como Gran Canaria, Málaga o Castellón.

Habrá quien diga que Gran Canaria no está en el Mediterráneo… y no le faltará razón, pero quizá no por lo que cree. Efectivamente, no es sólo el mar más importante para Europa el que se está revolviendo, es todo el inabarcable mar de la Tierra, que está batiendo récord tras récord de temperatura. Es la circulación atmosférica desequilibrada. Son las corrientes oceánicas. Es el deshielo abrupto. Es el equilibrio climático del que dependemos el que se está alterando.

Desde que hay registros, sólo ha habido dos años en los que la temperatura del mar del planeta entero haya estado por encima de los 21ºC a estas alturas del año: el imborrable 2024 y este 2025, que comienza fuerte.

Este año en el que ni la influencia de La Niña en acción (la parte fría del ciclo ENSO, la oscilación más determinante de la Tierra, que calienta o enfría las aguas del Pacífico con repercusión en el planeta entero) es capaz ya de enfriar nada.

Esta circunstancia resulta determinante porque fue la desestabilización de esta anomalía la que causó la peor extinción masiva de la historia de la Tierra. Y cada vez hay más estudios, y pruebas, para quien quiera ver, que apuntan a que ya estamos empezando a desestabilizarla. Las “Niñas” vienen débiles, y cada vez menos; los “Niños” vienen crecidos y cada vez más fuertes. El punto final de esta desestabilización son alternancias entre sequías perennes y temporales perpetuos. Algo de poesía tiene el asunto.

Y habrá que repetirlo las veces que haga falta. El mar era la componente lenta del calentamiento global: hace falta 3.000 veces más energía, más calor, para calentar el mismo volumen de agua que de atmósfera, ergo, si algo se rompe, como se ha roto desde 2023 en el termostato marino, prepárense, porque, sin duda, la cosa se acelera. No hay tiempo para contarnos mentiras cómodas sobre avances tecnológicos. Hay que seguir investigando, sí, pero con menos tecno-optimismo, más principio de precaución y conciencia del momento histórico.

Todos los países con litoral mediterráneo formamos parte de la lista de lugares que van a salir peor parados con el caos climático que hemos desatado, y que nos empeñamos en menospreciar. Nos mentimos pensando que existe alguna forma de ponerle freno sin cambiar de manera radical el modelo de consumo y, sobre todo, de producción.

Aunque alguna vez la metralleta sin puntería apunta más lejos de la costa (Alemania y otros países de Europa Central sufrieron en 2021 un evento atroz con 242 víctimas), lo habitual es que los peores fenómenos se produzcan en los lugares que bordean los mares y océanos, y, más aún, en aquellos más frecuentemente inundables que, testarudos e inconscientes, nos hemos empeñado en robarle a la naturaleza. Albufera quiere decir “el lago” y Alzira, “la isla”, por alguna razón que no debimos olvidar para beneficio de cuatro constructoras.

Grecia y Libia también comprobaron la furia creciente del Mediterráneo en 2023, con uno de los peores temporales que se recuerdan y que fue 50 veces más probable debido al caos climático que prácticamente nadie asume en las políticas que se implementan. Hubo más de 10.000 afectados, entre víctimas y desaparecidos.

Los mapas de peligrosidad, zonas inundables y periodos de retorno de inundación están absolutamente desfasados. Anacrónicos. Basados en un clima que ya no existe. Y esto no es una frase hecha, es que literalmente son modelizaciones estadísticas que se basan en un pasado que no puede servir como modelo, cuando hasta el mismo presente ya es tan diferente. De hecho, los modelos climáticos, en general, están fallando, pecando de optimistas, de moderación, para sorpresa de nadie que sepa cómo funcionan.

Del futuro mejor no hablemos ahora, aunque por el título ya se pueden imaginar por dónde va la previsión del asunto. Más aún si seguimos confiando en que la canalización, la obra dura, la ingeniería, nos van a sacar de esta encrucijada sin tocar nada más. Habrá que hacer canalización donde haya que hacerla, pero es más crucial renaturalizar y quitar hormigón que poner nuevo.

De todas formas, por si a alguien le interesa el futuro, quizá solo tiene que aprender del pasado, del de hace unos 12.000 años –un periodo inestable diferente, pero que comparte rasgos con el que vamos a vivir, llamado Younger Dryas–; ya comentamos aquí con más acierto del que querríamos, dos meses antes de la tragedia en la periferia valenciana, algunas claves de lo que se nos viene literalmente encima, pero hay más. Mucho más. Hay un desconocimiento enorme y fatal de la realidad a la que nos vamos a enfrentar ya mismo en el litoral del mar que vio nacer a la civilización moderna. Y tiene mucho que ver con la radiación creciente que está absorbiendo la Tierra y con el deshielo acelerado en ambos polos.

Pero, sobre todo, que no reaccionemos, que se siga asumiendo construir aún más cerca de la playa después de una dana como la del 29 de octubre, que no se haga apenas nada de nada de lo que habría que hacer, tiene que ver con que el sistema económico que hemos construido es alérgico a la verdad.

A saber cuántos puestos de trabajo y billones de euros en inversiones y propiedades dependen de que no se asuman los límites reales que marcan la física, la geografía, la biología y el sentido común. Y el mayor problema es que esa avidez de mentiras que tiene el sistema económico –porque se asienta sobre la gran mentira de que es posible crecer eternamente en un planeta finito– nos está contagiando al resto, y poco a poco nos lleva hacia el crecimiento del fascismo, debido al fascismo que esconde la mentira del propio crecimiento.

Juan Bordera

Es guionista, periodista y activista en Extinction Rebellion y València en Transició. Es coautor del libro El otoño de la civilización (Escritos Contextatarios, 2022). Desde 2023 es diputado por Compromís a las Cortes Valencianas

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PERROFLAUTAS DEL MUNDOEuropa tiene un problemón con la gestión de residuos, hasta el punto de que hay mafias "exportándolos" ilegalmente de Italia a Cuenca



abril 18, 2025

Zelensky, ese que envía a la muerte a niños de doce años, convertido en héroe y mártir.

 Pelayo Martín

Otra prueba superada... Zelensky, ese que envía a la muerte a niños de doce años, convertido en héroe y mártir... próximo desafío... convertir a Trump en defensor de la democracia.

CTXT. Eduard Sola y los vendedores de humo, de Gerardo Tecé

 

Gerardo Tecé 6/03/2025

¿Cómo piensan PSOE y Sumar seguir hablando de lucha contra la ultraderecha mientras pactan políticas migratorias con quienes tienen discursos xenófobos?

Eduard Sola, guionista de la película Casa en llamas, recogiendo el Premio Gaudí al mejor guion el pasado mes de enero. / EP



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En realidad, todo quedó dicho cuando Eduard Sola recogió el premio Gaudí al mejor guión original el pasado mes de enero. El creador de la historia de la Casa en llamas subió al escenario del Auditori Fòrum de Barcelona y, visiblemente emocionado, explicó en catalán que su familia, charnegos de origen andaluz, había sufrido el castigo de sentirse inmigrante. Un castigo cristalizado en miradas de superioridad que les acompañaron durante tres generaciones. Mi abuelo era analfabeto y yo me dedico a escribir, continuaba su discurso Sola antes de explicar que, si el ascensor social y cultural había funcionado en la Catalunya en la que creció hasta auparlo a ese escenario, era gracias a la escuela pública, los casals y toda la buena gente que se cruzaron por el camino. Poco más había que añadir, pero Eduard Sola dijo algo más: mandemos a la mierda a los xenófobos, sigamos acogiendo a los de fuera con los brazos abiertos y veremos que de aquí a unos años ellos también escribirán grandes historias catalanas. Lo dicho, poco más que añadir.

Viví en Barcelona en el año 2019. Era la Barcelona de los lazos amarillos, los carteles en las cuestas de Vallcarca pidiendo libertad para los presos políticos y el juez Marchena dispuesto a terminar la faena que comenzó el rey Felipe con aquel mitin político televisado. Viví la Barcelona más polarizada, aquella en la que, a un andaluz como yo, le tocaría vivir la traumática experiencia de ir a comprar el pan hablando castellano y no poder hacerlo porque el tendero, un tipo malvado, te respondería en esa lengua del diablo llamada catalán. No sucedió. Como tantas otras veces que había estado en Cataluña, en el tiempo que viví allí lo único que recibí fue amabilidad y cierto cariño incomprensible que acabé achacando a mis torpes intentos de chapurrear algún que otro bona tardagràcies o et subjecte la porta los días que me venía muy arriba. Comprobé que, una vez más, los vendedores de odio eran, en realidad, vendedores de humo. Intuyo que la historia de la familia de Eduard Sola no era tanto la historia de una familia de andaluces que emigraron como la historia de gente humilde que emigró. No es nada nuevo que la xenofobia no tenga nada que ver con la piel o el idioma, sino con el bolsillo.

En Junts parecen haber entendido esto a la perfección. La derecha catalana defiende, tras el pacto con el PSOE que le da a Cataluña competencias sobre políticas de acogida, usar el bello idioma catalán como valla electrificada contra los de abajo. La mejor manera de integrar a quienes vienen de fuera, defienden los de Puigdemont, es que sepan hablar catalán. Justifican así que los inmigrantes pobres deban superar un examen al que no necesitarán enfrentarse quienes son recibidos de brazos abiertos vía tarjeta de crédito. Es lo de siempre con nuevas fórmulas. Eduard Sola lo explicó bien: mandemos a la mierda a los xenófobos. Porque xenofobia es lo que sobra en cualquier tierra, nunca quien llega de fuera para enriquecerla. ¿Cómo piensan PSOE y Sumar seguir hablando de lucha contra la ultraderecha mientras pactan políticas migratorias con quienes tienen ciertos discursos que se les parecen bastante?

abril 17, 2025

El laberinto de los niños con una dolencia rara que arrasa el cerebro: hay cura, pero se detecta tarde y entonces ya no sirve. Historia de Sofía Pérez Mendoza

 



El Ministerio de Sanidad financia desde noviembre una carísima terapia génica contra la leucodistrofia muscular, aunque la falta de un cribado impide en muchos casos a los médicos prescribirla mientras es efectiva: "Es frustrante", lamenta la Asociación Europea de Leucodistrofias en España

España llega tarde a la revolución del cribado genético neonatal

Lucía hablaba por los codos con dos años hasta que un día empezó a involucionar: primero en el lenguaje, después en el caminar. En 2001, tras una pila de pruebas y mucha confusión, le diagnosticaron una enfermedad mortal llamada leucodistrofia muscular, una dolencia rara que destruye la sustancia blanca del cerebro y entonces no tenía tratamiento posible. La niña murió a los 12 años.

Hoy la enfermedad sigue siendo poco común –afecta a un niño de cada 40.000– pero las cosas han cambiado: hay disponible una terapia génica financiada por la sanidad pública española desde noviembre. Los pacientes se curan siempre que se aplique cuando no haya síntomas o sean muy leves. Y en este paso, el diagnóstico, se complica todo. Aunque hay un tratamiento eficaz, no está implantado un cribado que permita detectarlo de manera precoz en ninguna comunidad autónoma, así que cuando las pruebas confirman la enfermedad a menudo es demasiado tarde para los niños (...)

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PERROFLAUTAS DEL MUNDOEva Villaver, astrofísica: “El derecho a un cielo oscuro es importante incluso para la salud, de Antonio Martínez Ron 





Un estudio de la UAM y CSIC concluye que los lobos pueden coexistir con la ganadería extensiva en la Sierra de Madrid

13 Feb. (EUROPA PRESS)

Afirman que la coexistencia con grandes vertebrados no solo es posible, sino necesaria


Un estudio de la UAM y CSIC concluye que los lobos ...


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Una investigación de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y el CSIC, en colaboración del Centro de Investigación en Biodiversidad y Cambio Global (CIBC.UAM) y la Fundación Entretantos, concluye que la actividad de la ganadería extensiva puede ser compatible con la recuperación de lobos, zorros, corzos, jabalíes y buitres leonados, entre otros, en la Sierra de Madrid.

El estudio, publicado en la revista 'People and Nature', destaca la necesidad de encontrar un equilibrio que armonice la conservación de la biodiversidad con la sostenibilidad de la ganadería extensiva, un modelo productivo que, a pesar de su importancia ambiental y social, "enfrenta graves problemas de viabilidad económica".

"La fauna silvestre no es principal problema al que se enfrenta la ganadería extensiva en la sierra de Madrid, tal y como reconocen las personas entrevistadas. Pero puede ser la puntilla que remata a una actividad en declive y que es fundamental para producir alimentos de calidad, mantener paisajes vivos y conservar la biodiversidad asociada a estos sistemas", ha explicado el profesor del Departamento de Ecología de la UAM, Pablo Acebes, coautor del estudio.

El trabajo analiza de este modo los retos y oportunidades que surgen de los procesos de "renaturalización pasiva" (passive rewilding), derivados del abandono de actividades tradicionales. Estos procesos se caracterizan por la expansión de matorrales y bosques que propician la recuperación de grandes vertebrados silvestres, "generando tensiones con actividades productivas como la ganadería extensiva".

DIFERENCIAS DE OPINIONES EN EL SECTOR

En concreto, la investigación se ha desarrollado en las zonas de Colmenar Viejo y la Sierra del Rincón, en la Comunidad de Madrid, donde se realizaron entrevistas a ganaderos, agentes forestales, veterinarios, personal de la administración agraria, organizaciones no gubernamentales y académicos. Durante estos encuentros, se exploraron temas como las tendencias poblacionales de lobos, zorros, corzos, jabalíes y buitres leonados, así como sus impactos y posibles beneficios para la actividad ganadera.

Los resultados, apunta la UAM en un comunicado, muestran un consenso generalizado sobre la recuperación de las poblaciones de grandes vertebrados. Sin embargo, esta recuperación genera percepciones "divergentes". "Por un lado, los conservacionistas la consideran positiva, mientras que los actores ligados al uso de la tierra suelen verla como una amenaza", ha detallado la universidad.

También se identificaron diferencias dentro del sector ganadero, entre los criadores de pequeños rumiantes (ovino y caprino) y los ganaderos de vacuno. El estudio recoge que los primeros tendían a aceptar mejor la presencia de fauna silvestre gracias a prácticas de manejo más agroecológicas, a diferencia de vacuno.

Durante las entrevistas, los investigadores han constatado que entre los principales impactos negativos se destacan los ataques de lobos, "que además de matar o herir al ganado pueden provocar abortos en hembras preñadas", y los ataques de buitres leonados a animales enfermos o con complicaciones en el parto. También se subrayó la preocupación por la transmisión de enfermedades como la tuberculosis animal desde los ungulados silvestres al ganado.

ESTRATEGIAS PARA LA COEXISTENCIA

"Es fundamental involucrar a los actores locales en el diseño de estrategias de prevención y gestión de conflictos, y garantizar que estas medidas se implementen a través de acuerdos entre todas las partes implicadas: administraciones públicas, sector productivo y academia", ha subrayado el investigador del Instituto de Economía, Geografía y Demografía del CSIC, Daniel López, coautor del estudio.

Además, los autores subrayan la importancia de "reconocer y valorar" el papel de la ganadería extensiva, no solo como una actividad económica, "sino como una herramienta clave para el mantenimiento de paisajes sostenibles y la biodiversidad".

"La coexistencia con grandes vertebrados no solo es posible, sino necesaria para lograr un equilibrio entre la producción sostenible y la restauración de ecosistemas. Estas especies, que desempeñan funciones ecológicas esenciales como el control de herbívoros, la eliminación de biomasa vegetal o la dispersión de semillas, deben entenderse como aliados del medio natural con los que la ganadería extensiva debe aprender a convivir", concluye Acebes.

abril 16, 2025

Luis Miguel Luengo, biólogo molecular: «Es una pena que muchos investigadores tengan que emigrar»

 17 mar 2025   Laura Negro    El Norte de Castilla      

Este vallisoletano de 31 años concluyó en septiembre con Cum Laude su     doctorado en la Universidad Autónoma de Madrid en el crecimiento de                  las plantas




 Entusiasta, apasionado y creativo. Esas son algunas de las muchas cualidades que definen al doctor en Biología Luis Miguel Luengo Cerrón (Valladolid 1993). Ya de niño, mientras estudiaba en La Salle, apuntaba maneras en lo que a las ciencias se refiere. Él soñaba con desentrañar el misterio sobre el origen de la vida. Aquella fascinación infantil por el mundo de las células siguió creciendo con los años hasta convertirse en una gran vocación, que vio cumplida en 2011, al comenzar su carrera de Biología en la Universidad Complutense de Madrid. El pasado mes de septiembre concluyó su doctorado en Biología Molecular de Plantas. Su tesis recibió la calificación de cum laude, un logro del que se siente tremendamente orgulloso.

Su objetivo era trabajar en un laboratorio, entre microscopios, probetas y pipetas. No ha parado hasta lograrlo. «En nuestro mundillo solemos decir que existen dos tipos de biólogos: los de bata y los de bota», afirma sonriendo y refiriéndose a la diferencia entre los profesionales que trabajan en laboratorios y los que se dedican al estudio de los ecosistemas. Su decisión la tenía muy clara: él quería llevar bata.

Tras la carrera estudió un Máster en Biomoléculas y Dinámica Celular en la Universidad Autónoma de Madrid, un programa y unas asignaturas que le apasionaron y que le confirmaron que estaba en el buen camino. «Aquel año fue crucial para mi formación. Aprendí muchísimo y me ayudó a definir mi futuro», recuerda.

Un doctorado en Biología Molecular de Plantas

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