abril 16, 2025

Luis Miguel Luengo, biólogo molecular: «Es una pena que muchos investigadores tengan que emigrar»

 17 mar 2025   Laura Negro    El Norte de Castilla      

Este vallisoletano de 31 años concluyó en septiembre con Cum Laude su      doctorado en la Universidad Autónoma de Madrid en el crecimiento de                   las plantas




 Entusiasta, apasionado y creativo. Esas son algunas de las muchas cualidades que definen al doctor en Biología Luis Miguel Luengo Cerrón (Valladolid 1993). Ya de niño, mientras estudiaba en La Salle, apuntaba maneras en lo que a las ciencias se refiere. Él soñaba con desentrañar el misterio sobre el origen de la vida. Aquella fascinación infantil por el mundo de las células siguió creciendo con los años hasta convertirse en una gran vocación, que vio cumplida en 2011, al comenzar su carrera de Biología en la Universidad Complutense de Madrid. El pasado mes de septiembre concluyó su doctorado en Biología Molecular de Plantas. Su tesis recibió la calificación de cum laude, un logro del que se siente tremendamente orgulloso.

Su objetivo era trabajar en un laboratorio, entre microscopios, probetas y pipetas. No ha parado hasta lograrlo. «En nuestro mundillo solemos decir que existen dos tipos de biólogos: los de bata y los de bota», afirma sonriendo y refiriéndose a la diferencia entre los profesionales que trabajan en laboratorios y los que se dedican al estudio de los ecosistemas. Su decisión la tenía muy clara: él quería llevar bata.

Tras la carrera estudió un Máster en Biomoléculas y Dinámica Celular en la Universidad Autónoma de Madrid, un programa y unas asignaturas que le apasionaron y que le confirmaron que estaba en el buen camino. «Aquel año fue crucial para mi formación. Aprendí muchísimo y me ayudó a definir mi futuro», recuerda.

Un doctorado en Biología Molecular de Plantas

Álvaro y Ana. Esquí de travesía por Cuerda Larga y su entorno, 7 y 9/4/2025

 

1.- Ambos. Fondo: La Maliciosa y El Peñotillo, a derecha. 

2.- Foto de Ana. Maliciosa, al fondo. 11h. 18´

                                

3.- Foto de Ana. La Pedriza y Cuerda Larga. 11h. 58´

4.- Cima de La Maliciosa y su vértice geod. Fondo: Bola del Mundo/Alto Guarramillas

5.- Cuerda Larga, detrás suyo.

6.- Mirando al sur, desde Maliciosa. Pueblo de Navacerrada y su embalse.

DÍA 9. Álvaro en solitario:

7.- Camino de Cabeza de Hierro Mayor.

8.- Panorámica. Montes Carpetanos, fondo derecha.

9.- En la mitad derecha de foro anterior. ¿Peñas de la Barranca?

10.-  Ventisquero de la Condesa. Trazas de esquíes en la nieve. Cerro de Valdemartín al frente.

* El miércoles 9 estuvimos Blas y yo en La Barranca, con la idea de llegar a la Maliciosa, si se podía. Quedamos con Álvaro en tomar una cerveza juntos. No pude ser, él acabó mucho antes.

PAQUITA

abril 15, 2025

CTXT. Carta a la comunidad 395 | Vanesa Jiménez: Feminismo contra la intemperie

 8/3/2025

Querida comunidad de CTXT:

 

 Leo en la revista Salon que ya no queda una sola mujer a salvo en Estados Unidos. Ni las líderes antifeministas republicanas, que usaron esa bandera como la más eficaz escalera de ascenso en el partido. Ni las más destacadas antiabortistas, aupadas a ciertos puestos de poder gracias a su entrega a la vigilancia del cuerpo de otras mujeres. Ni tan siquiera las madres, hermanas, esposas…

de los trumpistas, ellas también trumpistas, que creían que la complicidad protegería sus derechos y optaron por un hombre abiertamente misógino como presidente –alrededor del 55% de las mujeres blancas (el 43% del total) que votaron en noviembre de 2024 lo hizo a favor de Donald Trump.

 

        El movimiento MAGA, despojado ya de cualquier careta con la vuelta a la Casa Blanca del delincuente de extrema derecha, ha puesto en la diana a todas las mujeres, también a las suyas. Contra ellas, la cruzada se centra en dos cuestiones: el voto y el divorcio. Y hay muchas voces que se suman al coro, como la del influyente pastor ultra Joel Webbon: «Una mujer es como un niño».

 

        Bajo las siglas SAVE se esconde una modificación de la Ley Nacional de Registro de Votantes que exige a los ciudadanos un pasaporte o un certificado de nacimiento con su nombre legal para votar. Hasta ahora, con una licencia de conducir era suficiente. Aunque el supuesto objetivo de la norma es que no voten personas sin documentos –cosa muy improbable, el último gran estudio solo encontró 30 casos sospechosos de un total de 23,5 millones de papeletas–, la realidad es que el 80% de las mujeres casadas en Estados Unidos adopta el apellido de su esposo: unos 69 millones, según estima el Center for American Progress. La realidad también dice que las mujeres republicanas son las que más se casan, las que más cambian de nombre y las que tienen menos probabilidades de contar con un pasaporte.

 

        Al derecho al voto se suma el del divorcio, que de forma menos evidente se está colando en el debate público. La avanzadilla la protagonizan líderes republicanos de algunos estados como Oklahoma e Indiana; saben que tienen al vicepresidente J. D. Vance de aliado: «Cambian de pareja como de ropa interior». Como ocurre con la prohibición del aborto, los estados republicanos son los más proclives a implantar normas restrictivas sobre el divorcio. También son esos estados los que tienen tasas de divorcio más altas. Será porque el machismo casa mal con un matrimonio satisfactorio.

 

        Estados Unidos es ahora un espejo que nos devuelve la peor imagen de la civilización. Mirar, y mirarnos, en él es asumir que las mujeres y los pobres, que son categorías asociadas, siempre estamos en el centro de las embestidas reaccionarias. Cómo avanzar en este contexto que se contagia y nos ahoga, me pregunto.  [Acabo de editar un texto de Franco Bifo Berardi y en mi cabeza retumba esta frase: «Hay momentos de alegría y solidaridad colectivas que debemos y podemos vivir con toda la intensidad de la que seamos capaces. Pero que esos momentos no son más que paréntesis en un proceso cuya dirección está marcada, inscrita en el paradigma patriarcal y asesino que da comienzo a la historia…».]

 

*      *      *   

 

        Cuando reciban esta carta será la tarde del 8 de marzo. Las calles se habrán llenado de violeta y las mujeres nos habremos juntado conscientes de que desde aquella extraordinaria marea feminista de 2018 el mundo es otro. Nos arrasó una pandemia, y una guerra en Ucrania, y un genocidio, el de Israel en Palestina, que hemos visto en directo. Nos encerramos en casa y nos quedamos más solas, y perdimos muchos espacios comunitarios que no hemos recuperado del todo. Desertamos y volvimos. Lloramos y nos recompusimos para hacer frente a la ola autoritaria que nos envuelve. Y hoy nos decimos que podemos, que los arañazos al sistema patriarcal son cada vez más hondos, que la justicia es menos machista, que el cristal de los techos es más blando, que nuestra libertad sexual y reproductiva es más sólida, que los privilegios se están repartiendo, que las que no son blancas sufren menos. Y hoy nos decimos que avanzamos porque lo contrario sería abandonarnos.

 

        Desde hace algún tiempo, que me parece demasiado, observo que el feminismo no institucional –del otro ya ni hablamos– de este país se mueve en dos planos distintos. Uno es el que vemos en los medios, en las redes, en la agenda, y otro, el que sigue su camino, el de la utopía emancipatoria, la justicia social y la protección del planeta. Con el primero no quiero sentirme identificada, por más que me interpele a mí, mujer blanca. Ya lo he escrito alguna vez: el camino entre ese feminismo que llegó incluso hasta la portada de ABC, masivo y ciertamente privilegiado, y la reducción del movimiento a los techos de cristal y la violencia machista (contra las blancas) era corto. Con el segundo, siento que tenemos una deuda pendiente. Nos pusimos lazos morados y salimos a las calles, armadas de buena voluntad y entusiasmo, pero en el clamor de nuestro silencio por fin roto dejamos de escuchar a las mujeres que hablaban de antirracismo y antifascismo, de interseccionalidad, de diversidad, de la ley de extranjería, de la violencia sobre las mujeres que ejercen la prostitución, de migraciones, de fronteras, del derecho a una vivienda, a una buena salud para todas, a la educación…

 

        No quiero sonar pesimista, me resisto a ello con todas las fuerzas. Pero cada vez estoy más convencida de que hay que ajustar el rumbo. Los grandes medios solo compran una parte pequeña del feminismo, la que los mejora sin tocar el sistema. Hablan de igualdad y de violencia de género. Y eso está bien, y es un avance, grande, inmenso, que no debemos ignorar. Pero a la vez silencian otras luchas, luchas importantes, que son menos blancas y menos bonitas, porque apuntan a la línea de flotación de este capitalismo salvaje, que ahora además es capitalismo para la guerra.

 

        Con Macron autoproclamado comandante en jefe de los ejércitos de Europa, Keynes muere de nuevo, y el estado del bienestar se diluye entre presupuestos bélicos. Y los derechos más básicos estarán en riesgo, para todas, todos y todes.

 

        Solo tengo una certeza: el feminismo es la única herramienta capaz de plantar cara a este mundo. Tan solo tenemos que enderezar el rumbo.

 

*      *      *   

 

Mientras escribía esta carta me topé con un artículo del sabio Javier Sampedro: «Herencia de la penalidad. Las nietas de las refugiadas sirias en Jordania llevan marcas epigenéticas adquiridas por sus abuelas». Me quedé helada. Por lo que había leído hasta entonces, sabía que el hambre dejaba ese tipo de marcas en el ADN. Se había estudiado en los niños que nacieron durante la gran hambruna holandesa de 1944, que en su edad adulta sufrieron enfermedades metabólicas por culpa de esa alteración genética. Pero ahora no era la inanición lo que modificaba el ADN, era el sufrimiento, el de una madre, que se trasmitía genéticamente a su hija, que a su vez lo trasmitía a su hija.

 

        Dos mujeres biólogas de la Universidad Hachemita de Ammán habían pasado los últimos cinco años analizando el ADN de 130 mujeres sirias –tres generaciones– desplazadas a Jordania y el titular de sus conclusiones era dramático: el dolor también se hereda. «Las mujeres que sufrieron directamente el trauma de la guerra muestran metilación en 21 genes. Son los mismos 21 genes en todas ellas, y no aparecen metilados en mujeres del grupo control, que también son jordanas de origen sirio, pero no experimentaron la guerra. Y aquí lo más importante: las nietas de las mujeres que sufrieron la guerra muestran alteraciones de metilación en 14 genes».

 

        Pienso en los millones de genes que estarán siendo alterados en este momento por tantos tremendos dolores que nos azotan y la habitación en la que escribo se oscurece. Hace algunas cartas, mi compañero Guillem Martínez les animaba a llorar de impotencia. Yo lo hago ahora. Pero busco luces, y encuentro una en esta revista.

 

        CTXT es una utopía en marcha que cada día construimos miles de personas, nosotras, sus trabajadoras, y vosotras y vosotros, su comunidad de apoyo. Hace diez años, era muy improbable que yo estuviera aquí, escribiendo esta carta, y ustedes al otro lado. Pero lo conseguimos. Somos. Y es esta una gesta de tal magnitud, que por qué no soñar con abrir esos paréntesis de alegría y solidaridad de los que habla Bifo Berardi.

 

        Abracemos el FEMINISMO, con mayúsculas, como el único camino posible ante la intemperie. 

 

Vanesa Jiménez

 

 

abril 14, 2025

CTXT. Vox ficha a Carlos Mazón, de Gerardo Tecé

Gerardo Tecé 17/03/2025

 Apestado y abandonado por los suyos, aprobar los presupuestos era vital para seguir manteniendo el fantasioso relato de la reconstrucción y, de paso, mantener su calidad de aforado




En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Son ustedes demasiado jóvenes para recordarlo, pero hace cuatro meses en Vox comparaban a Carlos Mazón con el mismísimo Satanás. Es decir, con Pedro Sánchez. Los de Abascal, celebrando con champán que las más de 200 muertes provocadas por la incompetencia del presidente valenciano les hubiesen pillado con el torero negacionista del cambio climático ya fuera de la vicepresidencia autonómica, intentaban monetizar el discurso más facilón para el público menos exigente. Es decir, su público. La culpa la tienen los políticos, gritaba Abascal retozando en el barro valenciano con diez trienios cotizados en política y, sin embargo, la espalda aún por estrenar. Son ustedes demasiado jóvenes, pero hace cuatro meses, desde Vox llamaban inútil e incompetente al Mazón al que hoy Vox ha fichado para su causa: si tiene un tonto en su casa no lo tire, que Vox se lo recoge, rezaba hace unos años un tuit que hoy vuelve a cobrar todo el sentido.

Carlos Mazón no era de izquierdas cuando agradeció públicamente el rápido apoyo brindado por el Gobierno de Pedro Sánchez. Tampoco es hoy de ultraderecha por denunciar que Sánchez nunca apareció para ayudar a Valencia en un discurso televisado y sin preguntas para anunciar su pacto presupuestario con Vox. Un discurso lleno de bulos que ha estado cargado de guiños antiinmigración y de negacionismo climático. La única ideología de Carlos Mazón, aspirante a cantar en Eurovisión en sus buenos tiempos y aspirante ahora a que nadie cante para evitar el banquillo, es seguir estando aforado mientras la jueza de Catarroja va desmontando, una por una, todas y cada una de sus mentiras sobre lo sucedido en aquellas horas clave que acabaron en tragedia. Apestado y abandonado por los suyos, conseguir aprobar unos presupuestos era vital para seguir manteniendo el fantasioso relato de la reconstrucción y, de paso, mira por dónde, mantener su calidad de aforado. Esto ha sido posible gracias a Vox. Una jugada arriesgada apoyar en estos momentos a Mazón, dicen algunos analistas políticos que no tienen en cuenta la extraordinaria capacidad sudapollística de los votantes fieles a la ultraderecha que hace meses gritaban “fuera todos los políticos” y hoy aplauden que el comensal más ilustre de El Ventorro se aferre al cargo gracias a los suyos.

No lo tire, que Vox se lo recoge, dice el lema, pero en el PP hubieran preferido dejarlo en el contenedor y mirar para otro lado. Un Mazón con presupuestos aprobados es un Mazón con ganas de seguir, como hemos podido ver en una comparecencia en la que, exultante, se ha permitido el uso de expresiones como “espero que estén ustedes preparados” o “es importante trabajar desde el primer momento”. Un Mazón exultante es un Mazón descontrolado que no obedecerá ni los editoriales de ABC que le piden la dimisión ni las órdenes de un Feijóo que, siendo gallego, no sabe cómo sacarse de encima la humedad provocada por aquellas lluvias. 

Si un día, durante un mitin defendiendo los aranceles de Trump contra el campo español, Abascal se cagase encima, su intención de voto aumentaría porque miles de los suyos se sentirían más que representados. Los votantes de Vox no son muy exigentes, pero sus líderes no son tontos. Tener la espalda intacta y una cuenta bancaria repleta de millones de euros a tu nombre indica cierto nivel de viveza. Una viveza que habrá tenido que ver en esta inversión en acciones del Gobierno valenciano, aprovechando que el precio estaba por los suelos. Con este movimiento, Vox perpetúa en el poder a un “inútil” e “incompetente” que “debería irse” y que, quedándose, solo daña al Partido Popular. Un partido en el que se quedaron quienes, entregados al pensamiento woke, siguen considerando que cagarse encima a veces es un inconveniente. Con este movimiento, Vox consigue cambiar a un torero a su nombre por una marioneta a nombre de otro. Marioneta que, abandonada por los suyos –en lo político, no tanto en contratos y licitaciones–, pondrá en práctica los postulados ultras que hagan falta para no acabar conociendo en persona a la señora jueza o, en el peor de los casos, tal como hiciera la tarde del 29 de octubre, para poder atrasar el asunto lo máximo posible. Un pacto Mazón-Vox, que bien podría celebrarse con almuerzo en El Ventorro. La ocasión lo merece.


Ilustración del día: Tengo otra versión Por Malagón

 



PERROFLAUTAS DEL MUNDO En Guantánamo, la ley nunca fue una línea roja para Estados Unidos. Por Diana Cariboni (Open Democracy)






CTXT. Carlos Mazón: una gestión eficiente, de Gerardo Tecé

 

Gerardo Tecé 4/03/2025

La comida acabó a las cinco y el presidente estuvo pendiente del teléfono. La comida acabó a las seis y el presidente estuvo pendiente del teléfono. La comida acabó a las siete y el presidente estuvo permanentemente informado

Mazón, DANA, versiones. / Pedripol


En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Este texto está construido a partir de extractos de las múltiples declaraciones y titulares ofrecidos tanto por Mazón como por el PP valenciano desde su llegada a la presidencia de la Generalitat.

******

Me presento a este debate de investidura con la mayor responsabilidad, voy a gobernar para todos los valencianos, voy a defender a esta tierra. Remaremos para dirigir esta nave, desplegando las velas y navegando con determinación, lealtad y sentido común por este mar que debemos surcar dejando atrás el tiempo de incertidumbre que han sufrido los valencianos. La decisión de suprimir la Unidad Valenciana de Emergencias se enmarca en el proyecto de Carlos Mazón de optimizar todos los organismos y entes del sector público para que la gestión sea eficiente. Según la previsión, el temporal se desplaza hacia la Serranía de Cuenca, por lo que se espera que en torno a las 18.00 horas disminuya su intensidad en todo el resto de la Comunitat Valenciana.

En estos momentos tan complicados quiero agradecer muy especialmente la presencia y la atención del presidente Pedro Sánchez. Querido presidente, gracias por venir tan pronto, gracias por la ayuda y la coordinación desde el primer momento. Estuve toda la tarde trabajando desde el Palau. Fue un almuerzo privado, efectivamente en el restaurante El Ventorro, que como ya dije con anterioridad, se encuentra en las inmediaciones del Palau. Fue un almuerzo de trabajo y estaba comunicado todo el rato. El presidente comió con Salvador Navarro, presidente de la patronal valenciana. Salvador Navarro desmiente que comiese con Carlos Mazón la tarde del 29 de octubre. El presidente Mazón estuvo comiendo con la periodista Maribel Vilaplana, se trata, como ya dijimos, de un almuerzo de trabajo en el que se le ofreció la dirección de la televisión autonómica. La comida acabó a las cinco de la tarde y el presidente estuvo permanentemente informado y pendiente del teléfono. La comida acabó a las seis de la tarde y el presidente estuvo permanentemente informado y pendiente del teléfono. La comida acabó a las siete de la tarde y el presidente estuvo permanentemente informado y pendiente del teléfono. No, no vamos a presentar la factura porque verán ustedes, en el almuerzo en el que se le ofreció la dirección de la televisión pública Carlos Mazón no acudió como presidente, sino como líder regional del PP. Mazón nombra a un militar para la reconstrucción de Valencia. El Gobierno de Mazón mintió sobre el sueldo del general. Mazón adjudica contratos para la reconstrucción a empresarios condenados por la trama Gürtel. Mazón paga a las contratistas elegidas a dedo por la dana entre un 30% y un 300% más que el Gobierno central. Feijóo declara sentirse orgulloso de Mazón porque da la cara.

Llegué al Cecopi después de las siete y media de la tarde debido al estado del tráfico. Pedro Sánchez nos dejó solos desde el primer momento. La Confederación Hidrográfica del Júcar no nos informó del riesgo. El jefe de la Unidad Militar de Emergencias se contradice. Le doy la enhorabuena al pueblo de Gaza, que ayer nos enteramos de que van a recibir más de 24 millones de euros en ayudas por parte del Gobierno de Pedro Sánchez mientras la Generalitat Valenciana va a recibir cero ayudas directas del Gobierno de Sánchez, aseveró el popular tras recibir los primeros 1.400 millones en ayudas para la dana del total de 16.000 millones presupuestado. Una jueza de Catarroja investigará si existieron responsabilidades penales en la gestión de la dana. La Generalitat Valenciana manipula unos audios de la Aemet. La jueza de Catarroja investiga qué sucedió para que, tras el aviso de alerta de la Aemet, lanzado a las 07:31 de la mañana, el Cecopi no avisara a la población valenciana hasta las 20:11 horas de la tarde, cuando la riada ya se había cobrado decenas de vidas. Carlos Mazón se desmarca de la actuación del Cecopi y asegura que llegó al centro de coordinación a las 20:28h: “Es un hecho fáctico que las 20:28h es después de las 19:30h”.

abril 13, 2025

La historia real de Antoni Benaiges que ha inspirado 'El maestro que prometió el mar

 

RTVE.es    8 feb 2024 —  Por  SERGIO SERRANO

  • Un recorrido cronológico desde las fosas de La Pedraja hasta la adaptación al cine del relato del maestro de la II República

Retrato del maestro Antoni Bnaiges junto con sus alumnos en la escuela de Bañuelos de Bureba SERGI BERNAL

El maestro que prometió el mar es uno de los fenómenos del año en el cine español, después de arrasar en taquilla y superar todas las expectativas de sus creadores. La gran acogida en su estreno en la Seminci auguraba el éxito de la película dirigida por Patricia Font, que ha arrasado en taquilla con más de 270.000 espectadores desde su estreno el pasado 10 de noviembre. Su nombre sonó cinco veces en la lectura de las nominaciones a los Premios Goya, incluyendo mejor actor protagonista (Enric Auquer), mejor actriz de reparto (Luisa Gavasa) mejor banda sonora original (Natasha Arizu), mejor vestuario (María Armengol) y mejor guion adaptado (Albert Val). Un relato a través de los ojos de Ariadna (Laia Costa), que buscando los restos de su bisabuelo encuentra el relato de una de las muchas promesas truncadas por la Guerra Civil. La historia del maestro Antoni Benaiges es la promesa formulada a unos niños que no habían visto nunca el mar. Realizamos un viaje cronológico desde la historia a la ficción, conectando un pasado todavía vivo con el presente.

La Pedraja, la fosa que "desenterró" a Benaiges

A lo largo de la carretera nacional que une Burgos y Logroño se extiende el Monte de La Pedraja. Un paraje natural cuya antigua carretera, estrecha y sinuosa, cubría la nieve con facilidad en los fríos inviernos de principios del pasado siglo, convirtiendo los accesos en intransitables. Un lugar propicio para esconder a los centenares de republicanos represaliados en Burgos y La Rioja al inicio de la Guerra Civil. Las cunetas de estos caminos esconden una parte de la historia de España que pertenece a quienes todavía viven en los pueblos de la zona. 

“Sabíamos, porque algo se habló a pesar de las amenazas, que en ese monte se habían cometido asesinatos en el año 1936”. Miguel Ángel Martínez Movilla representa a la Agrupación de Familiares de Personas Asesinadas en el Monte de La Pedraja que puso en marcha en 2008 los trabajos de localización de fosas comunes en este paraje burgalés: cinco máquinas excavadoras cavando zanjas únicamente con la referencia de quienes con vagos recuerdos señalaban a la tierra con la esperanza de encontrar los restos de sus familiares. A punto de dar la incursión por perdida, entre un puñado de tierra húmeda se dejaron entrever unos huesos que resultaron humanos. “Aquello era una fosa”.

Por aquel entonces, el azar quiso que el documentalista Sergi Bernal encontrara la historia que marcaría quizás el trabajo de su vida. A través de un artículo de la revista Sàpiens sobre Josep Suñol, expresidente del Fútbol Club Barcelona, fusilado y enterrado en una fosa común, Bernal conoce a la historiadora Queralt Solé. "Ella me pone en contacto con la Sociedad de Ciencias de Aranzadi y a partir de ellos llego al Monte de La Pedraja". Allí, Bernal documenta las exhumaciones de las dos fosas comunes encontradas en el monte burgalés y sin quererlo dio con un relato preso entre los recuerdos. Ya habiendo acabado el trabajo, la hermana de Miguel Ángel, Eva Martínez llamó a Bernal alertándole de algo. No podía terminar sin conocer una historia más que poco a poco se había ido convirtiendo en una leyenda: “Eva me dijo que había una persona del pueblo de Bañuelos de Bureba diciendo que en las fosas podía haber un paisano mío, un catalán que además había sido maestro de su pueblo. Un tal Antoni Benaiges”.

¿Quién fue Antoni Benaiges?

Antoni Benaiges nació en Mont-roig del Camp, Tarragona, en 1903. Hijo de campesinos acomodados, estudió magisterio en Ávila y Barcelona, ciudad en la que finalmente se graduó en 1929. Durante su etapa como maestro interino, Benaiges se formó en la pedagogía freinetista, la técnica creada por el maestro y pedagogo francés Célestin Freinet. Aprobadas las oposiciones nacionales se le destinó a la escuela de Bañuelos de Bureba, pueblo burgalés de poco más entonces de 200 habitantes.

Hoy, esta misma escuela es un museo impulsado por la Asociación Escuela Benaiges. Un edificio en ruinas reconvertido en un centro de actividades culturales que recuerda a Benaiges y su revolucionario método de enseñanza. “Hay un principio esencial en la pedagogía freinetista y es que el niño se convierte en el centro del sistema educativo”, explica Javier González, secretario de la asociación. Benaiges pagó de su bolsillo una pequeña imprenta y material con el que poner en marcha una pedagogía en plena expansión por Europa. Cada mañana los alumnos planteaban temas cotidianos de su día a día y, mediante asambleas, entre todos votaban aquel que luego sería plasmado en unos cuadernillos.

Cuadernillo conservado por Eladio Díez, exalumno de Antoni Benaiges SERGI BERNAL

La enseñanza abandonó el dogmatismo católico para abrazar la expresión libre y la cooperación en el aula. Algo que si bien incomodó a los sectores más conservadores poco a poco fue ganándose un cierto espacio en la sociedad. “Con el paso del tiempo la gente del pueblo se dio cuenta de que los niños aprendían e iban a clase contentos”, añade González.

Una promesa truncada por la Guerra Civil

Tras saber del maestro, Sergi Bernal se sumerge en una historia que le lleva a Mont-roig del Camp donde conoce a la familia Benaiges. “Fui a visitarlos y me mostraron los recuerdos que conservaban de su antepasado”. Una caja que guardaba algunas cartas, unos cuadernillos y una vieja fotografía de grupo que inmortalizó a Antoni Benaiges junto con sus alumnos de Bañuelos de Bureba. “Pude poner cara y ojos a un asesinado, a un represaliado que además había sido maestro”, añade Bernal.

Pero esos cuadernillos escondían algo más que recuerdos. “Escondían vida, sonrisas y sueños de unos niños con todo un futuro por delante”, explica. Uno de ellos, firmado en enero de 1936, llevaba por título El mar, la visión de unos niños que no lo habían visto nuncaEn su interior, podía leerse toda una declaración de intenciones, una promesa: El mar debe ser muy ancho, muy hondo y muy grande. La gente va ahí a bañarse. Yo no he visto nunca el mar. El maestro dice que iremos a bañarnos”. “Cuando ves eso dices, esto es una historia muy bestia. Había una promesa pendiente a esos niños de salir de aquel pueblo cerrado entre montañas”, añade Bernal. 

Benaiges prometió a sus alumnos que les llevaría a ver el mar aquel verano de 1936. Colmados de ilusión, éstos plasmaron en uno de los cuadernillos cómo concebían el océano, en definitiva, la visión de unos niños que jamás lo habían visto. Una promesa formulada a la sombra de una guerra anunciada por el murmullo de la genteEl 18 de julio de aquel año un golpe de Estado pone fin a la legalidad republicana y algunos territorios como Burgos caen en manos de los militares sublevados. La II República había iniciado una reforma educativa que la Guerra Civil detuvo por completo. "La apertura de más de 6.000 escuelas, la difusión de las Misiones Pedagógicas para educar a la población rural y la introducción de nuevos métodos de enseñanza", explica el profesor de historia Carlos de Pablo. Un proyecto que incomoda a las clases conservadoras y a la Iglesia, que es apartada del control de la educación. Cuando estalla la contienda, muchos maestros de la zona franquista son apresados por haber apoyado las ideas republicanas.

Un día después del levantamiento, Antoni Benaiges fue detenido por las milicias falangistas en la sede de la agrupación socialista de Briviesca, pueblo cercano a Bañuelos de Bureba, donde se implicó de lleno en la vida social y política. Allí estableció lazos afectivos, se inscribió en la Casa del Pueblo y escribió con frecuencia artículos de carácter social en La Voz de la Bureba. "Sus ideas le costaron la vida", sostiene Javier González.

Benaiges fue torturado, paseado en un vehículo descapotado y humillado públicamente. El 25 de julio es transportado con una camioneta a los Montes de La Pedraja, lugar donde finalmente es asesinado. "Empieza una depuración de maestros que son acusados por miembros de falange o por los propios vecinos del pueblo. Muchos de ellos fueron apresados y fusilados", explica Carlos de Pablo. El expediente de Benaiges todavía se conserva. En él puede leerse: “El alcalde, cura párroco y vecinos dicen que la conducta de este maestro era antipatrióticaantisocial mal vista por todo el mundo”.

El maestro que prometió el mar

El relato conmueve a quienes van conociendo poco a poco hasta los fragmentos más olvidados de la vida de Benaiges. Sergi Bernal logra recoger en su documental El Retratista testimonios de algunos de sus alumnos. Bernal participó en 2012 junto con la historiadora Queralt Solé, el antropólogo Francisco Ferrándiz y el escritor Francesc Escribano en el libro que narra la vida del represaliado: [Desenterrando el silencio] Antoni Benaiges, el maestro que prometió el mar“El crimen del pasado es evidente, pero el del presente es haberlo olvidado”. Francesc Escribano es, además, productor de la adaptación de su obra al cine, El maestro que prometió el marLa película de Patricia Font ha tenido hasta el momento 270.000 espectadores, cuenta con cinco nominaciones a los Goya y es ganadora del premio especial del público en los Premios Gaudí. En el filme, Ariadna (Laia Font), buscando los restos de su bisabuelo llega a una fosa de La Pedraja donde descubre la figura de Antoni Benaiges (Enric Auquer). “Nuestra película trata sobre un maestro al que nosotros matamos, pero al que también olvidamos. Eso le da una fuerza especial”, explica Escribano. 

A través de Escribano, el relato llega a manos de Patricia Font, que ve en él una gran oportunidad para abordar la memoria histórica, tema en su opinión poco tratado en el cine español. “Ha sido tras ver la película cuando la gente se ha acercado a mí a darme las gracias por haberla hecho. Me di cuenta entonces de hasta qué punto era importante contar esta historia”. Un relato, según lo ve, mucho más vigente en nuestro presente de lo que creemos. “Hay conflictos del pasado que siguen en nuestro presente. Este es uno de ellos”, opina Escribano. La historia fue también llevada al teatro con El mar: visión de unos niños que no lo han visto nunca , dirigida por Xavier Bobés y Alberto Conejero. El Ayuntamiento de Briviesca, gobernado por el PP con apoyo de Vox y Ciudadanos, canceló el pasado julio la representación de la obra en el municipio según alegó su alcalde por "razones económicas". Briviesca es el pueblo donde Benaiges fue detenido y torturado en julio de 1936.

El antropólogo Francisco Etxeberria asesoró al equipo de Patricia Font para dar forma y realismo a la fosa común recreada en la película. "Con cada historia que tenemos entre manos podría hacerse un guion". Miembro de la Sociedad de Ciencias de Aranzadi, participó en los trabajos de exhumación en La Pedraja bajo la atenta mirada de quienes buscaban allí a sus familiares.

Miguel Ángel Martínez Movilla buscaba a su abuelo en las fosas de La Pedraja. Después de inagotables jornadas de trabajo, finalmente lograron identificarle entre los restos. Él, junto con los demás miembros de la agrupación, desenterraron dos de las más de 12.000 fosas comunes que hoy registra el Ministerio de Justicia en España y que algunos todavía se empeñan en dejar atrás en el pasado. Cuando una persona se encuentra junto a una tumba anónima donde yacen decenas de represaliados, la sensación que recorre su cuerpo, reflexiona Miguel Ángel, es inexplicable: “Los restos, las balas metidas en la cabeza, los objetos personales y las posturas en las que quedaron los asesinados… ¿Cómo se le puede decir a una persona de 90 años que debe olvidar?”. Desde la Agrupación estiman que en este monte fueron fusiladas durante los primeros meses de la Guerra civil alrededor de 300 personas. Antoni Benaiges, el maestro de la República que prometió el mar, no ha sido todavía identificado en ninguna de las dos fosas de La Pedraja.

............


PERROFLAUTAS DEL MUNDO:  Posguerra, mendigos y el Matadero de Madrid como centro de reclusión: más de 800 muertos en un solo invierno



Los hijos de Thomas Mann, cronistas de la Guerra Civil: “Nada es tan terrible como el destino de los niños españoles”, de Cristina Anguita