Se lo estuvo pensando bastante tiempo ¡vaya si se lo pensó! pero al fin se decidió. Tenía que hacerlo, no podía quedarse con la duda de qué habría pasado si lo hubiera intentado y se lanzó.
Mientras caía sentía que planeaba, el contacto tardaba en producirse, pero llegó. El golpe fue morrocotudo, las contusiones sufridas fueron múltiples y el parte médico así lo atestiguaba: fracturas varias por caída fortuita -eso dijo, que se había caído- en el seno de una piscina vacía. ¡No había agua! Posibilidad que ni se le ocurrió.
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Se cansó de ser siempre la montura y quiso conocer el punto de vista del jinete. Le gustó, sí, el horizonte se extendía más allá de lo conocido hasta entonces, las posibilidades aumentaron exponencialmente. Había sido todo un éxito.
PAQUITA
Estos relatos te los dedico a ti, Rosa, para que te decidas y te lances a escribir, al menos a hacerme algún comentario, tipo saludo ¡qué menos! ¡Anda!
paquita...susto, que impacto, luego de tantos paseos relajados me lanzas ese "strike en la goma"
ResponderEliminarPD: Espero manejes alguillo el argot beisbolístico..je,je,je
Saludos maja bella
¿Quién no se ha tirado alguna vez a una piscina vacía y se ha pegado la ostia padre? suele ser la misma persona que desea disponer de nuevas perspectivas y que se pone en lugar del "otro" para comprender mejor. Los dos relatos están conectados por el mismo hilo.
ResponderEliminarEpv
Y yo te animo a ti a que nos des más de estos...me han gustado...
ResponderEliminarPues sí, estos son relatos de té de menta, como un paréntesis en tu otro oasis.
ResponderEliminarEsperaremos más!