El sueño la invadía ineludiblemente. Hacía esfuerzos por continuar escuchando al ponente, por seguir sus argumentos, pero la desconexión se produjo.
Recordó lo que una compañera la dijo momentos antes ¿Estuviste en Las Landas esta Semana Santa? ¡Sí! Ah, claro, tú ibas con el grupo de excursionistas con el que me crucé una mañana en que paseaba sola -como tantas veces-.
Explicaciones, la interrogadora le aclaró que supo que la conocía al poco de rebasarla y al verla de nuevo no quiso quedarse con la duda.
Tú eras la que charlaba con un muchacho alto, yo también te reconocí sin saber encajar de qué -lo había olvidado-.
Las cosas de la vida, ir a cruzarte con alguien que ves "de ciento en viento", en una zona de Francia fuera de las rutas turísticas habituales, y que realmente carece de atractivo. El azar, que diría ...
PAQUITA
Estas cosas pasan. I. caminaba un día por la ciudad cuando de un autobus más de una decena de personas comenzaroin a gritar su nombre. Se trataba de una excursión del Hogar del Pensionista de su pueblo, casi a mil Kms de allí...
ResponderEliminarQuiso invitarlos a todos a café y aunque no se dejaron, ahora en el pueblo la adoran...