He conocido a través del blog 14 de abril, cuyo autor firma como Júcaro, este artículo, que por su interés he copiado y recomiendo, porque no podemos seguir pasando, porque no debemos seguir pasando ... porque ...
El blog que lo publica es: http://elisadocio.blog.com/1605608/ domingo 18/3/2007
"Es un momento crucial en la historia de nuestro país. La democracia se ve amenazada porque se están dejando de utilizar los cauces institucionales para dialogar" El alto grado de politización de la sociedad española actual tiene dos caras, por un lado la gran difusión de lo que ocurre en la esfera política da lugar a que un número elevado de ciudadanos tenga noción de cuales son los temas de actualidad que se discuten.
Pero en la cara B cuenta la elevada tensión del debate que produce una incomodidad y una molestia, que perturba la pacífica vida del bienestar conseguido por la población española desde nuestro ingreso en la Unión Europea.
Y esta polarización ideológica manifestada a nivel nacional tiene su eco en la esfera local, sea urbana o rural. En los pequeños pueblos de nuestra tierra se está empezando a hablar de política, afortunadamente se está perdiendo ese temor a explicarse ideológicamente, a pronunciarse de acuerdo con la propia opinión o creencia, se comenta abiertamente sobre los temas candentes que ocupan los titulares de todos los informativos.
Tal vez el extremismo inmoderado de que está haciendo gala la derecha más conservadora de este país esté provocando la necesidad de despegarse de radicalismos para opinar con mesura. La política nacional está calando en el mundo local como nunca antes en nuestra reciente historia. Cada día son más los ciudadanos que quieren saber, que desean formarse una opinión, que preguntan, que se ilustran, que esperan las noticias con atención porque sienten una curiosidad cívica. Todos queremos saber que está pasando en las alturas del debate nacional. Ya no nos conformamos con estar a la mira de lo nuestro, próximo y vecinal, queremos traspasar la barrera psicológica de lo cercano y abarcar todo aquello de lo que tanto se habla.
Pero a veces no basta con enterarse, ni tan siquiera con opinar, es preciso dar un paso más y participar activamente en el espacio que tengamos al alcance, contribuir a crear un ambiente de diálogo, contrastar ideas en nuestros círculos, debatir para no tragar entero lo que nos cuentan por todos los medios mientras atropellan nuestra libertad de pensamiento para hacernos cavilar bajo la dirección de alguna extraña estrategia con beneficiario determinado.
Salir de casa y del círculo conocido para encontrarse con otros puntos de vista, con otras opiniones y nuevas visiones, nos renovará y evitará anquilosamientos perjudiciales para la evolución mental y social. Lo que se llama estar al día. Al igual que nos gusta vestir a la moda, conocer las nuevas tendencias en cocina o en decoración, espectáculos o atracciones, nuestro pensamiento político también requiere una actualización adecuada a los tiempos del siglo XXI que por fortuna nos ha tocado vivir.
Es frecuente oír comentar en las esquinas o en las cocinas de nuestros pueblos sentencias contundentes sobre lo que se debería o no hacer para conseguir esto o aquello, pero luego cuando llega la oportunidad de arrimar el hombro, de poner el granito de arena nadie quiere saber nada, todo se transforma en inconvenientes, problemas e incomodidades, disculpas al fin ¡Quien me manda a mí! ¡Yo no, que lo haga otro! ¡No puedo! ¡No tengo tiempo! ¡No sé!
Ahora es un momento crucial en la historia de nuestro país. La democracia se ve amenazada porque se están dejando de utilizar los cauces institucionales para dialogar, ya solo se hace oposición de cara a la prensa, a la publicidad, con el único propósito de hacer ver algo, exista realmente o no. Se prenden fuegos mediáticos para levantar clamores populares, luego cuando se descubre que de lo dicho no había nada rápidamente se pasa a encender otro foco para distraer la atención sin dejar tiempo para pensar ni asentar lo presuntamente sucedido. Hay quien tiene calculado interés en mantener esta dinámica de agotamiento y de estrés del mundo político para recoger la envenenada cosecha de ciudadanos hastiados y amorfos.
Es el tiempo de tomar decisiones, de pronunciarse, de responsabilizarse de lo común, de salir de la cómoda cáscara de caracol y participar en lo público a través de cualquier cauce que nos venga a la mano, ayuntamientos, asociaciones, colectivos, foros, etc. Es el momento del compromiso activo de los demócratas. El contacto con otros puntos de vista sin duda nos enriquecerá, y el conocimiento cercano de la realidad de los asuntos nos protegerá del engaño. Mantener y preservar la moderación en la estructura democrática solo se conseguirá con la aportación decidida de cada ciudadano de este país, contados uno a uno y en la vida cotidiana. ¿Qué has añadido tú hoy a la común armonía? . "Diario Palentino, 18 de marzo de 2007"
me parece un texto muy interesante,da que pensar y eso es bueno.
ResponderEliminarEn mi opinion el mayor problema que tiene España hoy por hoy son los medios,es muy dificil encontrar nada objetivo,todo tiene un claro tinte parcial y se alimenta de carroña,distorsionando la realidad. Muchas veces protestamos por cosas simplemente porque algun medio pone el grito en el cielo.Lo ideal seria la comparacion y la cultura pero bueno en la mayoria de la gente es mucho pedir.
En fin que en mi opinion los medios "serios" cada vez se asemejan mas al tomate y la salsa rosa.
Un saludo y sigue asi!