Bello relato el de Daniel Isaac y su página http://lacuevaazul.blogspot.com/ publicado el martes, mayo 01, 2007
LA YAYA
Rafaela Santacruz Orbaneja. Mi abuela. La enana, como yo le llamaba, murió el sábado por la mañana. Tranquila, dormidita, relajada. Se fue como supongo que se va uno en esas condiciones; la muerte debe ser la continuación de un sueño, o el espacio entre dos, sin saber si llegará el siguiente.
Son muchos los recuerdos que le vienen a uno a la cabeza. Justo en mi anterior post había escrito el poema titulado "Arroz con pollo", plato que nos hacía la enana hace ya muchos años. Arroz amarillo como le llamaba. Recuerdo entrar en su casa, escapando con mis hermanos y mi madre del horror de la nuestra, y sentir aquél olor denso, ese sofrito que sólo mi abuela era capaz de cocinar manteniendo los olores a cebolla, ajo y tomate bien separados para el disfrute total de los sentidos.
Recuerdo a la perfección todas las historias de la guerra y las penurias posteriores que me explicaba mientras me hacía cosquillitas en la mano (la foto es de hace un año, en uno de esos momentos en el que me acariciaba), siempre las mismas, siempre con la misma pena. Contaba que su padre era un cazador alegre, cantarín y algo bebedor. Como una vez, estando en un bar en el centro de Córdoba, en pleno verano, se quito la camisa, se subió a una mesa y se marcó una bulería. Unos guardias civiles que por allí pasaban lo detuvieron por escándalo público. Mi abuela al enterarse salió de casa y encontró a los guardias con su padre medio borracho esperando el bus que les llevaba al cuartelillo ( por aquél entonces las patrullas iban a pie). -Yo voy donde vaya mi padre-dijo ella.
Tuvo que mediar el conductor del autobús para que la dejarán subir. Imaginaos la estampa, los policías agarrando a su padre sin camisa y borracho y mi abuela detrás, impasible. Al llegar al cuartelillo le dijeron que se fuera, que su padre pasaría allí la noche, para que recapacitase sobre su actitud. Pero ella, cabezota como siempre, no se movía de allí ni por la fuerza.
Visto lo visto el responsable de aquel cuartel la hizo pasar a su despacho.-Rafaela, no se va a ir hasta que no salga su padre, verdad?
-Sí.-...Pues venga, anda, lléveselo...y que no vuelva a armar jaleo o la próxima vez tendrá problemas...
Mi abuela me decía que no entendía que por estar alegre a uno lo pudieran detener. "No hacía nada malo" insistía...
Scout me envía un meme en el que pregunta cuál es mi lugar en el mundo... Haré el mío y el de mi abuela, como recuerdo.
El de mi abuela seguramente sería estar en el campo, con su padre, siendo ella niña. Su padre montó una trampa e hizo una cabaña con el sarmiento de la poda donde esconderse a la espera de que cayeran algunos zorzales para poder venderlos. Allí escondidos, en silencio, en aquél campo cordobés... Se le encendían los ojos cada vez que recordaba aquellos días... El mío, hoy, sería alguno de esos en los que me quedaba dormido en sus rodillas, mientras me acariciaba el pelo y me contaba las mismas historias de siempre, el escalofrío tan gustoso que me provocaba, esas cosas que me decía: "la novia que encuentres tiene que saber hacerte cosquillas como yo, si no malo..."
Tengo montones de lugares dónde por momentos me he sentido pleno, la cosa es saber si realmente se ha de volver a esos lugares, quizá, de algún modo, al reencontrarte con aquellos, en otro momento y circunstancia, quede algo roto, se corrompa la magia de aquél sencillo, diminuto, momento de armonía absoluta...
Saludos.
Buen relato y buena exposición de tu lugar en el mundo.
ResponderEliminarGracias y abrazos.
La verdad es que recordando lo que yo he vivido con mi abuela, estoy muy contento de que mi hijo tenga a sus cuatro abuelos sanos y cerca de él. Ah, y un bisabuelo, que ya es decir.
ResponderEliminarHola.
ResponderEliminarSigo ocupado... la situación se va a prolongar hasta Junio, pero espero volver y contaros más cosas... Entraré en tu blog cuando lo haga para que me recuerdes y me dejes tus comentarios de nuevo ¿vale?
De todas formas, puedes seguir dejándo lo que quieras pues entro de vez en cuando a verlo.
Gracias, Loc@
A mis abuelos no los conocí, los "murieron" en el 1940 pero , me enseñaron muchísimo con el por qué de su ausencia y de su lucha por un futuro mejor.
ResponderEliminarPara mí,siempre han vivido
Un abrazo
Tan contenta y orgullosa estoy de mis abuelos(4) todos a su manera me enseñaron algo´sobre todo amor y respeto hacia los demás, la generosidad de la yaya materna con sus sabios consejos ahí va uno: tú no te cases primero prueba como Victor Manuel y Ana Belén ya os podeis imaginar que año era,solo lo hice por lo civil... y es que los consejos de los abuel@ son muy sabios Mis hijos no tuviero esa suerte ,sus abuelos marcharon demasiado pronto. Allí donde esten un homenaje para ellos.Un fuerte abrazo para tí Paqui
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