Extraído del blog de Pierre Miró http://www.elpobrecitoveedor.net y publicado el lunes 21 de mayo en Novedades
El BBVA, más allá del maquillaje corporativo. Pedro Ramiro (18 de mayo de 2007)
En la actualidad, el BBVA es la segunda mayor entidad financiera transnacional de América Latina, sólo superada en esa clasificación por la otra gran multinacional española de la banca, el Santander. A su vez, en la región latinoamericana, el BBVA tiene un volumen de negocio superior al de las grandes corporaciones bancarias estadounidenses y británicas [1].
El segundo mayor banco privado de América Latina (...)
Con motivo de la celebración de sus 150 años de existencia, el BBVA ha creado la Fundación BBVA para las microfinanzas. A través de esta fundación, destinará 200 millones de euros para “promover el acceso al crédito” de las capas más desfavorecidas de la población y “facilitar el desarrollo de actividades productivas a pequeña escala” [8].
Sin embargo, se podría decir que el interés del BBVA por implantar masivamente los microcréditos -que actualmente se han puesto de moda y son avalados por los gobernantes mundiales, las grandes corporaciones financieras e incluso algunas ONG- responde más bien a la intención de extender la economía bancaria a los sectores más empobrecidos. Gracias a un producto especialmente pensado para ellos, se incluye en el sistema bancario a las personas que hasta ahora estaban excluidas del mismo. Y el hecho es que los microcréditos trasladan la responsabilidad de la pobreza a las propias personas empobrecidas, en vez de incidir en concretar quiénes han sido las instituciones, gobiernos y empresas que les han llevado a esa situación. Además, a pesar de tener ya unas tres décadas de existencia, su aportación a la reducción de los niveles de pobreza en el mundo es como mínimo discutible [9].
En definitiva, esta iniciativa concuerda con la estrategia marcada por las grandes empresas multinacionales en todo el planeta: crear una imagen corporativa que esté de acuerdo con los valores sociales que son políticamente correctos en nuestros días. Por ello, la diversidad cultural, la solidaridad, el respeto medioambiental, la lucha contra la pobreza y los derechos humanos figuran, supuestamente, entre las prioridades de la llamada acción social de las empresas (...) diferentes organizaciones como Human Rights Watch y la Campaña Internacional para la Prohibición de Minas Terrestres revelaron en febrero pasado que el BBVA y el Santander figuran en la lista de los 68 bancos que ofrecieron créditos -por un valor de 10.000 millones de euros- a varios fabricantes de bombas racimo entre los años 2004 y 2007 [10]. En mayo de 2005, el BBVA canceló las cuentas de Enlace Civil, organización que da apoyo a las comunidades indígenas zapatistas en los proyectos productivos, educativos y de salud que éstas tienen en el Estado de Chiapas, en México [11]. Por otra parte, el BBVA es el segundo financiador del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) en Ecuador, tubería que transcurre a través de más de 500 km entre la Amazonia y la costa del Pacífico y que ha sido construida por un consorcio de siete empresas, entre las que se encuentra Repsol YPF. En Ecuador, entre 1997 y 2003, sólo por las roturas de los oleoductos se ha derramado más petróleo que cuando tuvo lugar el vertido del Prestige [12]. Por último, en el currículum del BBVA también se puede añadir la financiación de la planta de celulosa que la empresa española ENCE quiere construir en Uruguay, la cual conllevará un gran impacto tanto por sus emisiones contaminantes como por los efectos sobre la agricultura local.
Con todo ello, se puede afirmar que el estudio del caso del BBVA no es sino otro ejemplo más de la tendencia a la que se han apuntado las multinacionales: difundir sus actividades virtuales mediante su maquinaria publicitaria. Eso sí, mientras tanto, sobre el terreno, las personas afectadas por sus prácticas comprueban cuál es la realidad realmente existente de todo ese maquillaje corporativo.
Pedro Ramiro Observatorio de Multinacionales en América Latina (para leerlo completo entrar en su página)
El capital, en empresas de Banca o en otras, lo que busca es los mayores beneficios a la mayor escala (el capital se acumula tambien así) Si en este empeño es infumable el resultado pues se oculta, si resultan valores pues se publicita, es el normal discurrir. Lo más grave es que su filosofía se trasmite a las personas, las cuales encuentran ya bueno todo lo que les da dinero y/o poder o al menos justifican en los que lo alcanzan sus actos, y llegamos al punto en que los que tienen ese estatus lo alardean sin pudor, como si tuvieran todo el derecho del mundo o debieran ser imitables. Hoy en dia la ostentación del lujo no tiene complejos. Bueno, que me enrollo. Un besito.
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