(Publicado el 11 Diciembre 2009 por Pierre Miró en su blog El pobrecito veedor. PAQUITA)www.elpobrecitoveedor.net/blog/
El clima, tocado. Aminetu, hundida. La patada en el router, fallida. La cooperación, asfixiada. La economía, jodida. Los cooperantes, raptados. La paz, desangrada. El hambre, insatisfecha. El estatut, en el aire. La brunete mediática, crecida. La curia, pendenciera. La prensa, alicaída. El paro, no ceja. Las obras, en las últimas. La izquierda, refundida. La Pachamama, adelante. La corrupción, arruina. Las bombas destruyen. El dolor, infinito. Víctor Jara, en el recuerdo. Copenhague, amenazado. Los asesinos, andan sueltos. La humanidad, perseguida. Los parias, en la ruina. La esperanza, va por barrios y en Madrid cunde la desolación.
Ultimátum a la tierra. Ramonet, así lo explica:
Si la Tierra fuese un balón de fútbol, el espesor de la atmósfera sería de apenas dos milímetros… Nos hemos olvidado de la increíble estrechez de la capa atmosférica y consideramos que ésta puede absorber sin límites cualquier cantidad de gases nocivos. Resultado: se ha creado, en torno al planeta, un sucio envoltorio gaseoso que captura el calor del sol y funciona como un auténtico invernadero.
El calentamiento del sistema climático es una realidad inequívoca. Unos 2.500 científicos internacionales, miembros del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre la Evolución del Clima (GIEEC), lo han confirmado de modo indiscutible. Su causa principal es la actividad humana que produce un aumento descontrolado de emisiones de gases, sobre todo dióxido de carbono, CO2, producto del consumo de combustibles fósiles: carbón, petróleo, gas natural. La deforestación acrecienta el problema.
Desde la Convención del Clima y la Cumbre de Río de Janeiro en 1992, y la firma del Protocolo de Kioto en 1997, las emisiones de CO2 han progresado más que durante los decenios precedentes. Si no se toman medidas urgentes, la temperatura media del planeta aumentará por lo menos en cuatro grados. Lo cual transformará la faz de la Tierra. Los polos y los glaciares se derretirán, el nivel de los océanos se elevará, las aguas inundarán los deltas y las ciudades costeras, archipiélagos enteros serán borrados del mapa, las sequías se intensificarán, la desertificación se extenderá, los huracanes y los tifones se multiplicarán, centenares de especies animales desaparecerán…
Las principales víctimas de esa tragedia climática serán las poblaciones ya vulnerables de África subsahariana, de Asia del sur y del sureste, de América Latina y de los países insulares ecuatoriales. En algunas regiones, las cosechas podrían reducirse en más de la mitad y el déficit de agua potable agravarse, lo que empujará a cientos de millones de "refugiados climáticos" a buscar a toda costa asilo en las zonas menos afectadas… Las "guerras climáticas" proliferarán.
Para evitar esa nefasta cascada de calamidades, la colectividad científica internacional recomienda una reducción urgente del 50% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Único modo de evitar que la situación se vuelva incontrolable.
Más que lástima por no haber llegado a un acuerdo para favorecer la vida en la Tierra, lo que me resulta vergonzoso como ser humano, como terrícola, como ciudadano de un mundo que pronto será un sueño del pasado, han sido los grandes despropósitos de nuestros ineptos e inservibles gobernantes. Además, de esa detención de los miembros de Greenpeace. Dinamarca, parecía un régimen monárquico-bananero del tercer (o cuarto) mundo.
ResponderEliminarNo quiero ser agorero, ya que aún existen oportunidades (pequeñas, pero, al fin y al cabo oportunidades).
Ahora, con la gran cantidad de lluvia caída en las últimas 3 semanas (casi el 100 % del registro total anual), sumado al frío siberiano y a esas nevadas que parecían olvidadas, volverán a surgir los "primos de Rajoy" con sus proclamas tan contradictorias. Seguro que, para ellos (y otros) la solución a esta crisis pasa por vender "más coches" y consumir (es decir, contaminar) un poco más. Vamos, el camino inverso al que necesita nuestra existencia.
Salud y abrazos. Toni Sagrel.