(Escrito/publicado por Pedro/lasuertesonriealosaudaces el 07/04/2009 en su blog LA SUERTE SONRÍE A LOS AUDACES y conocido por mí gracias a Su Selección de Mejores Artículos del año 2009. PAQUITA) lasuertesonriealosaudaces.blogspot.es/
He oído muchas veces como personas de familias trabajadoras cuando hablan sobre su estatus social dicen que son de clase “media-baja”. Otras personas se suelen definir por defecto como de clase media, sin más. Difícilmente he oído a nadie definirse como de clase trabajadora (o de clase obrera que dirían los más antiguos). Si tuviésemos que hacer caso a la definición que dan las personas de sí mismas parecería como si toda la población fuese de clase media, y la clase “baja” hubiese desaparecido.
Querría dejar claro que me repugna bastante la división de la sociedad en clases, pero a pesar de ello la autodenominación de la gente como clase media me parece un fenómeno interesante.
Teóricamente, en épocas pasadas de consideraba de clase media a aquellos pequeños comerciantes o empresarios, o a aquellos profesionales cualificados que tenían un modo de vida relativamente holgado. No eran ricos como la alta burguesía, pero no pasaban necesidades como el proletariado y solían tener alguna propiedad. No obstante por definición la clase media no va tan relacionada con estos factores como por su situación económica relativa en la sociedad, en la que se supone están en medio.
La sociedad actual nos ha inculcado la aspiración de ser clase media. Más que las aspiración nos ha contado que ya somos clase media, puesto que vivimos bien. Pero para ser clase media no basta con serlo, también hay que parecerlo. Una persona de clase media debe ser propietaria de una vivienda y, si puede, de una segunda residencia en la playa. Por supuesto, hay que tener un par de coches en la familia, pero por lo menos uno de ellos debe ser un buen coche, nada de utilitarios. Teniendo el coche debemos conseguir una plaza de garaje, además de una bonita Televisión de plasma, algún viaje etc.
No todo este elenco de comodidades viene impuesto por la teoría. Muchas veces es la publicidad quien te lo vende, o simplemente es que un amigo o vecino se ha comprado alguna cosa que te gusta. Y como tú tienes tanto nivel como él no puedes permitir que sea más que tú. Si por alguna razón económicamente no llegas no importa, para eso están los créditos bancarios. A lo mejor, en base a la lógica microeconómica, no parece buena idea gastarse ese dinero viendo cuales son tus ingresos, pero si Pepito que trabaja de lo mismo que yo y se lo ha comprado pidiendo un crédito ¿Porqué no voy a hacerlo yo?
Este consumismo enfermizo, estas ganas de aparentar, de sentir que no eres “un fracasado” (percepción social se fracaso, impuesta en parte por la publicidad que hemos interiorizado), es una de las principales causas que nos ha llevado a la situación económica que estamos viviendo. Familias de trabajadores no cualificados han llegado a tener varias propiedades inmobiliarias y un coche todos los miembros de la familia. Como eso es insostenible con un salario normal se ha conseguido mediante el endeudamiento. Las familias accedían a él, en parte embriagados por aquella clara pero atractiva mentira de que “eso siempre subirá” y “si tienes algún problema lo vendes y ganas dinero”. Hasta que llegó el momento de “Crack”, y las cosas ya no tienen ni el valor ni la salida que parecían, dejando a millares de familias al borde de la ruina.
La sociedad Española ha sido absorbida en la última década (quizá más) por el torbellino consumista y por la ilusión de ser “alguien”. Creo que es un fenómeno occidental, pero en España se ha vivido con especial intensidad, en mi opinión, por nuestra mentalidad de país atrasado que ha heredado la mentalidad insegura de nuestros padres. Hemos confundido calidad de vida y felicidad con el tamaño de nuestras posesiones.
En otros países (véase Francia, Alemania, Suecia, Finlandia, etc.) hay profesionales que viven de su trabajo. Es gente que vive de alquiler, que no invierte en bolsa, que usa transporte público. Y, en cambio, tienen una calidad de vida mucho mayor que la nuestra. Están seguros de su capacidad y no les inquieta su futuro. Saben que viven en unos países donde el estado los protegerá en el caso de que estén en una mala situación o en su vejez.
El pobre Español, en cambio, ha pensado que necesita una hipoteca a 45 años para sentirse seguro y un plan de pensiones privado. Hemos obviado como se ha construido la prosperidad en los países de nuestro entorno, quizá hemos confundido prioridades y eso ha hecho que nuestra economía sea un monstruo con pies de barro que se tambalea antes los últimos vientos internacionales.
Texto que mueve a la reflexión .
ResponderEliminarEl tema de la división de clases ( suena realmente mal!!) conlleva a la lucha de clases.
En países subdesarrollados , la clase media se esfuerza desesperadamente por mantener su status....Además de ser hay que parecer.
Es cada vez más evidente el lamentable : "Tanto tienes , tanto vales".
Parece que el " tener" vale más que el " ser".
Y es en esa coyuntura donde se produce el quiebre de la ética , la ausencia de principios y de valores morales.
Será que el tener implica una manera de acrecentar : "poder".?
Mientras tanto la " clase baja" se ha convertido en paupérrima.
Carecen de trabajo , de educación , de asistencia médica, viven en condiciones precarias .
No tienen futuro.
Y surge la delincuencia.
La delincuencia como consecuencia de la miseria .
Porque el sistema genera una cadena de causa y efecto.
Metodología implementada : Reprimir.
No se les ocurre que el quid de la cuestión está en la repartición equitativa de la riqueza .
Necesitan reprimir y " suprimir" lo que les estorba ... lo que significa un peligro para sus vidas prolijas y apegadas al consumismo.
Conclusión los miserables y desposeídos están de más .
Lo que el mismo sistema capitalista crea ... luego lo destruye.
Con la aprobación de la mayoría de la clase media.
Individualista y deshumanizada.
Incapaz de plantear las alternativas del " bien común".
Apocalíptico.
Pero real.
Buen y reflexivo artículo.
ResponderEliminarLas "clases", en realidad, son divisiones sociales que se han impuesto (no sabemos por quién) en función de la situación económica de cada cual.
Es decir, si vives más o menos bien, de forma más o menos cómoda (con soltura) pero sin excesos, pues serás de la clase media.
Si vives de forma un poco achuchada, te cuesta llegar a fin de mes, no puedes viajar ni excederte en tus gastos del día a día, pues eres de la clase media-baja.
Y así, sucesivamente. Hacia arriba o hacia abajo.
Personalmente, suelo utilizar en vez de clase media o media-baja, el término clase humilde.
Por supuesto, si las clases fuesen calificadas o "clasificadas" (valga la redundancia) por los comportamientos, conocimientos, la ética, la moral o la solidaridad, otro gallo (y bien grande) cantaría.
Salud.