Publicado por María Torres en 11 de enero de 2012 http://buscameenelciclodelavida.blogspot.com.es/2012/01/248-tina-modotti-nuestra-maria.html TINA MODOTTI, “nuestra María”.
No podíamos creerlo. El mundo de los anti fascistas fue profundamente conmovido. Una mujer extraordinaria había muerto. Nuestras banderas rojas se inclinaron (...). ¡Qué día amargo debe haber sido, Tina, cuando te enterraron en tierra mexicana, a ti, quien había vivido rodeada por los fuertes, por los que nunca dejan de luchar por un mundo mejor y los que defienden la verdad contra la mentira de los que sólo conocen el poder y la especulación! No fuiste una refugiada cualquiera que había muerto; fuiste un símbolo que estaba naciendo. Después de treinta años, las mujeres seguimos aprendiendo de ti, de tu dedicación, de tu lucha por la causa del proletariado, de tu solidaridad con los que sufren. ¿Cómo puedo olvidar yo, mujer española en el exilio, tu ejemplo extraordinario? Las lágrimas son poco [...] Quiero que un día, un joven grabe en las rocas de la Sierra de Guadarrama el nombre que nadie puede borrar de nuestra memoria: Tina Modotti. Nuestra María". (María Teresa León)
Tina fue un ejemplo de compromiso, un ejemplo con el género humano que la llevó a luchar en el Estado Español contra la rebelión fascista. Un ejemplo que en pleno siglo XXI sigue de vigente actualidad, pues siguen siendo necesarias personas como ella, de ideas claras, compromiso decidido y corazón sencillo.
El 21 de junio de 2009 la agrupación del Partido Comunista de Getafe cumplió este deseo de María Teresa León colocando en esa sierra una pequeña placa con el nombre de "nuestra María".
Vivió una vida intensa, profunda y comprometida. Revolucionaria, de las que creía que otro mundo era posible. Se preocupó de los desfavorecidos, los refugiados, los olvidados de cualquier país. Su sensibilidad le permitió retratar por primera vez, desde la visión de una “extranjera”, la realidad de México, descubriéndolo y descubriéndose al mismo tiempo.
Su vida privada fue escudriñada por el poder que la utilizó como atracción pública en un juicio en el que se demostró que la situación de las mujeres mexicanas era de plena sumisión, y que a la vista de los hombres no tenían valor alguno o si acaso un valor secundario.
Siempre fumando, siempre con su chaqueta negra, su falda negra, unos zapatos de tacón bajo, una blusa blanca y el pelo recogido en un moño. Esta era la indumentaria que Tina llevó casi toda su vida. No podía pasar por su cabeza tener o ser más que nadie.
Assunta Adelaide Luigia Modotti http://es.wikipedia.org/wiki/Tina_Modotti, nació el 17 de agosto de 1896 en Udine, una pequeña ciudad de fábricas textiles en el norte de Italia. Su padre, Giuseppe Modotti, era mecánico y su madre, Assunta Mondini, ama de casa. Tina se educó en escuelas italianas y austriacas, pero debido a los bajos recursos económicos con los que contaba su familia, a los 12 años se vio obligada a trabajar en una de las fábricas textiles de su ciudad natal, aunque este hecho no mejoró la situación económica familiar.
Cuando tenía diecisiete años, emigró a Estados Unidos con su familia, donde comienza a trabajar en una fábrica de seda (de 1913 a 1914) y después como modista hasta 1917. Tenía 21 años cuando se casa con el poeta y pintor Roubaix de l’Abrie Richey quien la introdujo en el mundo cultural de los Ángeles y durante los años veinte fue protagonista de cuatro películas en el Hollywood del cine mudo.
Su relación con Robo se rompe cuando conoce al excelente fotógrafo americano Edward Weston, con quien empieza a colaborar como modelo, de quien aprendió fotografía y con el que se marchó a México en 1922. Allí trabajó como fotógrafa profesional y modelo. Conmovida por la explotación en la que vivía la clase trabajadora de la posrevolución mexicana, Tina se convierte en activista revolucionaria desde principios de los años veinte, desarrollando fuertes lazos con miembros del grupo de la Unión Mexicana de Artistas como Diego Rivera, Frida Khalo, David Alfaro Siqueiros, José Clemente de Orozco, y con del general de la Revolución Manuel Galván.
Por su casa pasaban John dos Passos, Alexandra Kollontai, Cesar Augusto Sandino, Rene de H’arnoncourt y Katherin Anne Porter. Era la fotógrafa de Dolores del Río, Antonieta Rivas Mercado y de mujeres y niños anónimos, flores, plantas y campesinos. Tina llegó a identificarse totalmente con el país, sin embargo, su actitud y costumbres chocaron con la moral provinciana del México de la época.
Mantuvo una relación con el muralista Xavier Guerrero, quien la introdujo en el Partido Comunista en 1927. Participó activamente en la campaña "Manos fuera de Nicaragua" en apoyo a la lucha de Augusto César Sandino y ayudó a fundar el primer comité antifascista italiano. En 1928 conoció a Julio Antonio Mella, en una manifestación en protesta por la ejecución de Sacco y Vanzatti. Julio Antonio era un dirigente estudiantil cubano que más tarde fundaría el Partido Comunista Cubano. Vivieron tres meses juntos. El 10 de enero de 1929, una fría noche de invierno, murió tiroteado en sus brazos.
En 1930 es acusada falsamente de conspirar para asesinar al presidente de México Pascual Ortiz Rubio. Fue sometida a juicio y expulsada del país. En su marcha se detuvo en Berlín, allí tomó sus últimas fotografías, mientras los camisas pardas se iban haciendo, legalmente y a puñetazos, con el poder. Desolada, se fue a Moscú. Ya convertida en activista de Socorro Rojo Internacional, vivió en pareja con Enea Sormenti, alias Vittorio Vidali, a quien había conocido en México y que más tarde se convirtió en el Comandante Carlos del Quinto Regimiento en la España de la guerra civil, del que decían que tuvo algo que ver con el asesinato del cubano Mella. En Alemania fue agente del Comintem. Colaboró llevando dinero para sacar presos de las cárceles nazis, ayudando a los trabajadores en huelga, atendiendo a los huérfanos que el capitalismo salvaje iba dejando a su sombra.
Cuando estalló la revolución asturiana de 1934, intentó entrar en España para ofrecer su ayuda, pero no lo logró hasta 1935. Desde Madrid se trasladó a una Asturias derrotada, repleta de muertos, presos y hombres exilados y ella, la antigua modelo y actriz de Hollywood, se mimetizó con las mujeres y los hombres que mantenían las organizaciones de clase declaradas fuera de la ley por el gobierno del Bienio Negro.
Después de la rebelión militar, en 1936, se alistó al Quinto Regimiento y trabajó con las Brigadas Internacionales, con el nombre de María. Combatió en la Guerra Civil, desde un hospital, encargándose de los heridos y los niños que llegaban destrozados por las bombas. Trabajó con Alberti, Machado, María Teresa León, Neruda, Hernández, Connie de la Mora y tantos otros. Y escribió en la revista de Socorro Rojo, para más tarde, en 1939, exiliarse en México.
Continuó con su actividad política a través de la Alianza Antifascista Giuseppe Garibaldi y en 1940 el gobierno de Lázaro Cárdenas anuló la expulsión que se había decretado contra ella en 1930, el mismo año que dejó de hacer fotografías. Nunca más quiso tomar una cámara en sus manos.
Rodeada de unos pocos amigos sobrevivió sus últimos tres años, hasta que en la noche del 5 de enero de 1942, al salir de la casa de su amigo Hannes Meyer, para dirigirse a la suya, la sorprendió la muerte en forma de un improbable ataque al corazón. Tenía 46 años.
Se la enterró en la parte más pobre del Panteón de Dolores en la Ciudad de México, pero su piedra funeraria lleva grabados los primeros versos del poema que le escribió Pablo Neruda:
Tina Modottí, hermana, no duermes, no, no duermes
Tal vez tu corazón oye crecer la última rosa
De ayer, la última rosa de ayer, la nueva rosa
Descansa dulcemente, hermana.
“Puro es tu dulce nombre, pura es tu frágil vida.
De abeja, sombra, fuego, nieve, silencio, espuma
De acero, línea, polen se construyó tu férrea,
tu delgada estructura.
(Versos de Pablo Neruda esculpidos en la tumba de Tina, ubicada en el Panteón de Dolores, en la ciudad de México)
María Torres. Libro recomendado: "Modotti, una mujer del siglo XX", Ángel de La Calle, Editorial Sinsentido, 2007
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PAQUITA dijo en 18/8 2012...
He conocido este texto, que me encanta, por la pág. de fb de María Milán. Lo hago mío y republicaré, no antes de un mes, si estás de acuerdo. Mencionando, como siempre, tu autoría u origen.
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