Desde la Amical de Mauthausen y otros campos, queremos expresar nuestro malestar e indignación por las palabras de la señora María Dolores de Cospedal, que consideramos una banalización del horror nazi y un desprecio hacia los millones de víctimas de los campos de concentración y exterminio del III Reich y todos sus familiares, muchos de los cuales forman parte de esta organización. Pedimos una rectificación inmediata a la secretaria del general del PP y presidenta de Castilla-La Mancha, sin excusas, dado que sus palabras son tan graves que en muchos países son consideradas un delito y perseguidas por la justicia.
Nosotros, deportados, deportadas, hijos, hijas, nietos y nietas, que hemos vivido directa o indirectamente lo que es de verdad la barbarie nazi, no podemos tolerar que se siga menoscabando los millones de muertos, ni el sufrimiento de los que pudieron sobrevivir a los campos de concentración para poder explicarlo al mundo. No podemos permanecer callados cuando se falta a la memoria de aquellos que fueron cerrados, torturados, anulados y exterminados por motivos políticos, religiosos, étnicos o de tendencia sexual.
Las declaraciones de la señora Cospedal comparando los "escraches" de la PAH con el nazismo, sólo se pueden entender por ignorancia o por mala fe. Si es por ignorancia, y resulta que la secretaria general del partido que gobierna España no tiene ni idea de lo que significó el régimen nazi, desde la Amical estaremos encantados de invitarla a que nos acompañe a una de las visitas que periódicamente realizamos con varios grupos de estudiantes a los campos de concentración de Mauthausen o Buchendwald. Así aprenderá lo que representó el nazismo y, además, será toda una novedad ver a alguien del gobierno español acompañando los deportados y sus familiares en una visita a los campos.
Si, por el contrario, resulta ser que las declaraciones de la señora Cospedal son producto de la mala fe, le pediríamos que dimitiera inmediatamente de sus cargos, porque entendemos que en una sociedad democrática y en un supuesto estado de derecho, no es aceptable que un cargo político y público de su relevancia se dedique a banalizar el nazismo, sólo para atacar a un grupo de personas que se han organizado para defenderse ante los abusos y la injusticia del gobierno y las élites financieras.
Nuestra total solidaridad con la PAH y con los movimientos sociales que día a día hacen frente y dicen basta a los abusos de un sistema político y económico que cada día se demuestra más inhumano.
Enric Garriga, nieto de Marcel·lí Garriga, deportado a Buchenwald
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