La “jibarizacion” de los hospitales públicos madrileños,
consecuencia del Plan Privatizador iniciado en 2004
Desde diferentes hospitales públicos nos llegan denuncias coincidentes de trabajadores y pacientes:
TAC, RX y Resonancias magnéticas infrautilizadas
Quirófanos cerrados gran parte de la jornada
Cierre de plantas y servicios
Ocultación de camas en los sótanos
Mientras, las derivaciones a la privada se incrementan, hasta el punto de que la propia patronal de hospitales privados reconoce que Madrid está a la cabeza de las comunidades que más pruebas diagnosticas
conciertan. Es decir, los procesos más rentables son derivados masivamente al sector privado1, mientras se mantienen los recursos públicos infrautilizados y se producen despidos de personal de todo tipo de categorías.
Este “trasvase de dinero público a manos privadas”, era la “ruta evidente y planificada” que iba a seguir la Consejería de Sanidad madrileña desde la licitación (2005) y posterior apertura (2008) de los nuevos hospitales de modelo privado PFI2 (el desmantelamiento de los hospitales públicos de gestión directa como proceso necesario para dirigir forzosamente los flujos de pacientes y procesos rentables hacia los centros privados).
Estos hospitales privados, no fueron construidos en base a las necesidades sanitarias de la población, ni como resultado de planificación sanitaria alguna, sino que se impusieron basándose en los estudios de
rentabilidad que constructoras, bancos y empresas de capital riesgo habían diseñado conjuntamente con la Consejería de Sanidad.
No puede ni debe olvidarse que, en septiembre de 2008, el entonces Consejero de Sanidad, Juan J. Güemes, con el lema “Aproveche las oportunidades de negocio para su empresa”, convocó unas jornadas
en las que reunió a la flor y nata de las constructoras y bancos, con el fin de acelerar el proceso privatización mediante el Plan de Infraestructuras Sanitarias 2009-2011 (4 nuevos hospitales “completamente privados”
modelo PPP/Alzira y “reforma integral” de los grandes centros públicos).
Ya entonces era previsible, y así lo hicimos público3 , lo que ahora está ocurriendo:
En los hospitales Gregorio Marañón, 12 de Octubre, Ramón y Cajal, Clínico… los centros de especialidades de que de ellos dependen, se están bloqueando la agendas para citaciones de consultas de especialidades y de pruebas diagnosticas, dando directamente como única posibilidad a los pacientes, ser derivados a un centro privado. En todos ellos la actividad en diagnostico por la imagen (TAC, ECOS y mamografías) ha caído bruscamente.
En el caso del Clínico, el proceso de jibarizacion, encubierto dentro del plan de remodelación, ha hecho que este hospital pase de unas 1.000 camas funcionantes en 2009 a las actuales 746 de abril de 2013, es
decir, una pérdida de 250 camas en 4 años. La UVI de polivalente has pasado de 24 camas a 16….
¿Beneficiario? Fundamentalmente la Fundación Jiménez Díaz (Capio) que es quien se hace cargo de los procesos rentables.
Contra la privatización: derogación de la ley 15/97 y rescate de los centros privatizados
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Sanidad para todxs, independientemente de su situación laboral o administrativa
Sólo es posible defender nuestra sanidad pública con una alianza entre trabajadores y excluidos, que son los que van a sufrir en sus carnes los resultados del proceso de deterioro y privatización.
No se trata “sólo” de cambiar de gobierno, se trata de establecer medidas democráticas para el control y gestión de los centros:
¡¡¡ Nunca más nuestra sanidad en manos de políticos y empresas !!!