http://paqquita.blogspot.com.es/2015/06/travesia-senarta-vallivierna-coronas.html
1.- río Ésera
Zona ref. pescadores
Ana: 2 años
Detrás: Blas
2.- Ambos, mismo sitio, con Álvaro
3.- Tucas de Ixeías, desde Escarpinosa
4.- Vista desde Pico Escorvets: Aguja Perramó, Lagos, Tucas de Ixeías. Fondo dcha.: Macizo de la Maladeta
5.- Cima Pico Escorvets. Paquita. Detrás: Macizo Posets. Crónica de otra vez que pasamos junto al Escovets, 2005 http://paqquita.blogspot.com.es/2010/01/tr-eriste-llano-ibons-batisielles.html
6.- Vista foto 4 con Blas
Primera y única vez subido. Muy duro, de una tirada
Iniciamos en Espigantosa. Mejor desde refugio Ángel Orús
http://www.refugioangelorus.com/escorvets.asp
7.- Ana
Camino del lago Llosás
Valle de Vallibierna
* A Elías le conocimos este agosto de 1987.
Motivo: mi ingreso hospitalario en Barbastro, a consecuencia del ataque de apendicitis que sufrí al, casi, inicio de las vacaciones de este año, en el curso de una excursión al Lago Llosás.
Íbamos al completo: los niños, mi madre, Ceci, Luis, Blas y yo. Previamente a esta excursión, habíamos hecho otra al Pico Escorvéts (2904 m), en el valle de Batisielles, que fue muy dura, y no sé si esto pudo influir para que se dieran las condiciones adecuadas para ello.
8.- Cubeta lago Llosás, sobre Álvaro. Paredes Aneto
* El caso es que, a poco de iniciar el viaje de vuelta empiezo a notar un fuerte dolor de riñones, dolor que va en aumento, hasta un punto en que, noto que me acerco al desmayo.
Se lo digo a mi madre, y la utilizo de apoyo, en un principio, porque Blas va cargado con Ana, en el portabebés, y de Álvaro se encargan mis hermanos.
Cuando veo que aquello es intolerable se lo comunico a Blas. Decide que nosotros vayamos por delante. Estamos ya en el refugio de pescadores, de Valle de Vallibierna
Pide socorro a un matrimonio que por allí anda y que, afortunadamente, han venido con el coche.
Nosotros vinimos andando desde Senarta: 2h. 30´de pista extra.
Nos subimos con Ana, para que no tengan que cargarla el camino de vuelta.
Esto último, no le agrada nada de nada a Álvaro. Le parece trato preferente para Ana, en detrimento suyo (tiene 5 años).
NOTA:ya tratado en http://paqquita.blogspot.com.es/2007/05/sobre-roturas-de-benasque-barbastro.html
En Senarta, nos despedimos de dicha pareja, son de Tarragona, y nos dirigimos hacia donde estamos acampado y tenemos el coche. Les dejamos, sin preámbulos, a los vecinos de al lado, a la niña (con 2 años) que se queda tan campante, o así me lo pareció; advirtiéndoles que el resto de la familia viene andando y llegará algo después, para hacerse cargo de ella.
Dichos vecinos son Pilar y Amalio. Cogemos el coche y nos vamos con lo puesto al pueblo.
En principio, nos dirigimos a La Cruz Roja, donde sólo hay un soldado de guardia que nos ofrece poco más de una tirita y nos informa de que localizaríamos a la médico del pueblo en el hotel Aneto. Allí que nos vamos.
Pregunta por mis síntomas y opina que parece una Apendicitis; consultándoselo, además, a su padre, médico y también alojado en el hotel.
Nos dice que, por precaución, no debo tomar ningún calmante y que nos dirijamos, cuanto antes, al hospital de Barbastro, el más cercano, que dista 100 kilómetros.
Cuando llegamos, me atienden de inmediato. Dicen que los síntomas de la apendicitis son equívocos y muy diversos, porque los dolores se pueden ver reflejados en diferentes puntos.
Me tendrán en observación, no más de 24 horas, porque si es apendicitis puede devenir en Peritonitis.
Y así fui ingresada y compartí habitación con la mujer de Elías, esa primera noche, de la que yo no me enteré mucho por cómo me encontraba.
Al año siguiente, sabremos que falleció al poco.
Me operan al día siguiente, de apendicitis; habiéndome informado el cirujano de que, si una vez abierta resultaba no serlo de todas formas me la quitaban.
Resultó que sí, sí era apendicitis, y con ello se confirmaba un diagnóstico “no profesional” de Blas a los dolores que padecía en ocasiones de riñones y que atribuía al frío y trataba aplicándome una almohadilla eléctrica sobre dicha zona. Justamente, lo que nunca debe hacerse para el caso en cuestión y yo vine practicando, desde mi más tierna juventud hasta los 32 años, en que sucede lo aquí relatado.
El caso es que, una vez le comenté a un médico, con consulta cerca de Embajadores, los dolores que padecía y el remedio que me aplicaba y me dijo que muy bien.
Benedicto se llamaba.
Todos no cabíamos en el coche (...)
Y volvió conmigo, al hospital, donde estuve ingresada 5 días, y me parecieron pocos. Tenía miedo de no estar vigilada por personal cualificado. Así se lo hice ver al cirujano y él me dijo que ¡para recuperarme, en mi casa!
Salvo la primera noche, el resto del tiempo, compartí habitación con una gitana.
Antes me consultaron si tenía alguna objeción y les contesté que no había problema.
Mari, se llamaba, una persona muy agradable y consciente de la peculiaridad “de su gente”. Casi siempre, estaban allí su hermana y una cuñada, dos chicas jóvenes y alborotadoras. Una vez comentó la cuñada que una de las noches había estado en el despacho del director del hospital, con director incluido, de juerga flamenca: bailando, cantando, palmeando... eran muy alegres y vivaces.
En otra ocasión, se presentó con la familia alguien que se definió como “el obispo” y me preguntaron si no me importaba que celebraran allí mismo una misa, dije que no, y procedió.
De toda la “liturgia” sólo se me grabó una sílaba que profirió en un determinado momento y que fue “sasss... sasss” así, como si estuviera arrojando fuera los malos humores de la enferma. Fue como ver una representación teatral. Ella me había comentado que eran de la Iglesia Evangélica Española
Se dedicaban a la recolección: de caracoles, de melocotones, lo que fuera. Tenían su medio de vida organizado y vivían en Monzón, conociendo a las personas que pasaban a verme, ocasionalmente, y que eran los familiares de otros enfermos ingresados; como eran los padres de un chico de la misma planta al que Blas le dejó dinero para que los llamara cuando le dieron el alta y que en agradecimiento nos trajeron caramelos y nos dijeron que si pasábamos por Monzón preguntáramos por “El Chapas” (tenían un taller de reparación de chapa de vehículos allí) ó la hija de Elías (Tere) ó su cuñada (Teresa).
Mari me comentaba que tenían tienda de Spar en Monzón, por el Palomar. Con el tiempo he sabido que El Palomar es un barrio y quién tiene la tienda allí es José Vicente, sobrino de Teresa.
El día anterior al alta, Blas vuelve a Benasque para recoger el campamento que había quedado desplegado por fuerza mayor. Suerte que le ayudaron José Mari Quílez y Amalio. A todo esto, Blas se había pasado todo el tiempo de mi estancia hospitalaria durmiendo en un sillón del susodicho y sin cambiarse de ropaje, a saber: botas de montaña, pantalón corto y camiseta
Con la indicación de que, a los diez días me pase a que me vean los puntos, por un hospital de Madrid, volvemos a casa.
Crónica siguiente http://paqquita.blogspot.com.es/2015/07/hogar-dulce-hogar-zoo-piscina-resto-ano.html
PAQUITA
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OTRO ASUNTO. Hoy en PERROFLAUTAS del mundo: Grecia. De la tragedia a lo absurdo, por Stathis Kouvelakis
Jo, me he quedado de piedra, menuda experiencia con niños tan pequeños!!!
ResponderEliminarAmparo acabo de leer tu comentario y de volver de Pirineos a las 19h.
ResponderEliminarGracias.
Un abrazo