COPIADA de la pág de fb de Marisa Peña el 30/6/2016
Atravesados por el miedo,
indefensos, perdidos
en la ciudad que se llamó posguerra,
recorrimos sus calles
–tierra quemada, convicción del odio–,
con aquel pobre amor –ay, fuente silenciosa–,
anegando el cristal inmaduro de mis años,
sin más misericordia
que la fragancia del azahar, su blanca
respiración enmarañando el vuelo
tranquilo de los pájaros…
Largos, silenciosos paseos donde,
en un momento dado afluía mi nombre,
–golondrina acentuando
la soledad del aire–.
Sólo entonces
tenía la certeza de estar viva,
emanada de ti, de tu costado
adánico y oscuro,
y me sentía
latido entre tus dedos
junto a restos de llanto y nicotina.
Angelina Gatell, Cenizas en los labios (Bartleby, 2011), en Ojos de Papel.
..............................................
OTRO ASUNTO. Hoy en Perroflautas del Mundo: El Fidel que conocí, de Ignacio Ramonet
en un momento dado afluía mi nombre,
–golondrina acentuando
la soledad del aire–.
Sólo entonces
tenía la certeza de estar viva,
emanada de ti, de tu costado
adánico y oscuro,
y me sentía
latido entre tus dedos
junto a restos de llanto y nicotina.
Angelina Gatell, Cenizas en los labios (Bartleby, 2011), en Ojos de Papel.
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OTRO ASUNTO. Hoy en Perroflautas del Mundo: El Fidel que conocí, de Ignacio Ramonet
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