El
1 de mayo de 1890 Rosario celebró el primer Dia del Trabajador y Bolten
arengó a los obreros con un encendido discurso revolucionario.
“Ella subió al escenario vestida de negro portando la bandera del anarquismo y denunciando la explotación laboral de las mujeres. Era una mujer tan fogosa que la llamaban la ´Luisa Michel´”, en honor a la heroína de la Comuna de París, la primera revolución proletaria de la historia, ocurrida en 1871, agregó.
En la Refinería de Azúcar, Bolten observó las pesadas tareas que realizaban sus compañeras y las consecuencias que esto les provocaba en su salud: cargaban grandes bolsas de azúcar sobre su cuerpo y se descolocaban las caderas, y al parir, muchas fallecían debido a estas graves lesiones
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(Télam, por Hugo Lucero).
“Ella subió al escenario vestida de negro portando la bandera del anarquismo y denunciando la explotación laboral de las mujeres. Era una mujer tan fogosa que la llamaban la ´Luisa Michel´”, en honor a la heroína de la Comuna de París, la primera revolución proletaria de la historia, ocurrida en 1871, agregó.
En la Refinería de Azúcar, Bolten observó las pesadas tareas que realizaban sus compañeras y las consecuencias que esto les provocaba en su salud: cargaban grandes bolsas de azúcar sobre su cuerpo y se descolocaban las caderas, y al parir, muchas fallecían debido a estas graves lesiones
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Virginia Bolten, una luchadora por los derechos laborales femeninos a fines del siglo XIX, se atrevió a arengar a los obreros el 1 de mayo de 1890 en Rosario, cuando se celebró por primera vez el Día del Trabajador, y también fundar un periódico, cuyo slogan fue: "Ni Dios, ni patrón, ni marido", en tiempos en que las mujeres no tenían ni voz ni voto. La dimensión que alcanzó su tarea reivindicadora fue llevada al cine con un guión basado en la investigación de dos rosarinas, Nora Alicia Usenky y Mariana Fontana.
La palabra, la personalidad y la lucha de esta mujer que fundó el
primer periódico de América Latina que reflejó las ideas anarquistas y
feministas son retratadas en "Ni Dios, ni patrón", que se exhibió en el
festival de cine Pantalla Pinamar.
“Virginia era hija de un alemán que se había instalado en San Luis.
Después sus padres se separaron y vino a Rosario. Trabajó en la
Refinería Argentina de Azúcar, en ese momento la empresa más grande del
rubro en Sudamérica, donde observaba las pésimas condiciones laborales
de las mujeres”, contó a Télam Usenky.
El 1 de mayo de 1890 Rosario celebró el primer Dia del Trabajador y
Bolten arengó a los obreros con un encendido discurso revolucionario.
“Ella subió al escenario vestida de negro portando la bandera del
anarquismo y denunciando la explotación laboral de las mujeres. Era una
mujer tan fogosa que la llamaban la ´Luisa Michel´”, en honor a la
heroína de la Comuna de París, la primera revolución proletaria de la
historia, ocurrida en 1871, agregó.
En la Refinería de Azúcar, Bolten observó las pesadas tareas que
realizaban sus compañeras y las consecuencias que esto les provocaba en
su salud: cargaban grandes bolsas de azúcar sobre su cuerpo y se
descolocaban las caderas, y al parir, muchas fallecían debido a estas
graves lesiones.
“Consideró tan injusta esa situación, que empezó a agitar a todo el
personal para cambiar las condiciones hasta que finalmente la expulsaron
del trabajo", tras lo cual fundó el diario "La Voz de la Mujer", que
tenía un slogan fuerte para la época: "Ni Dios, ni patrón, ni marido",
explicó Usenky.
El periódico se "autogestionaba con las colaboraciones ínfimas de los
propios anarquistas", contó la historiadora y lamentó que los
originales de aquellas ediciones inéditas estén guardados en el
Instituto de Historia Social de Ámsterdam (Holanda), en lugar de estar
en la Argentina.
Hacia 1896, Bolten comenzó a ser perseguida pero siguió su lucha
recorriendo las ciudades bonaerenses de San Nicolás, Tandil y Azul,
donde había grandes comunidades de inmigrantes. En 1902, participó de
una huelga de inquilinos, tras lo cual el segundo gobierno de Julio
Roca, le aplicó la Ley de Residencia y debió radicarse en Montevideo.
“Se la querían sacar de encima porque realmente era una agitadora muy
fuerte, pero ella después reingresó en forma clandestina”, dijo Usenky,
quien también contó que Bolten "tenía bastantes conflictos con los
hombres que promovían sus mismos ideales que no aceptaban esta presencia
con discurso propio”.
Según la investigadora, Bolten "no luchaba por el uso del pantalón o
del cigarrillo, sino que lo que buscaba era la dignificación de la
mujer, básicamente en el trabajo”.
“Virginia tenía una personalidad llamativa para la época. En las
fotografías aparece como una mujer menuda, delgadita, con apariencia
adolescente", describió.
Las investigadores que realizaron entrevistas personales, como a una
sobrina nieta, y siguieron sus pasos a Ururguay, contaron que "es como
que su figura se diluye en el tiempo. Falleció en Uruguay en 1963, pero
actualmente desconocemos dónde se encuentran sepultados sus restos”.
Virginia Bolten y Juana Rouco forjaron las bases del feminismo proletario |
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