Mi abuelo cayó en Brunete. Mi abuela, embarazada del 5º hijo, recibió una paliza por mostrarse orgullosa de su marido, un joven maestro republicano.
Vivían en Peñarroya (Córdoba). Pero el golpe de estado semifracasado contra el gobierno elegido democráticamente y que provocó un duro enfrentamiento armado, los mató. Una pareja joven, llena de ilusiones y de ideales.
Mi abuela murió pero el bebé sobrevivió.
Cinco niños, huérfanos, solos, en un tiempo oscuro y sangrante.
¿Cómo iban a hacerse cargo de ellos los familiares que apenas podían mantener a los suyos?
Y la solución fue cruel. Muy cruel.
La mayor, Elena, 12 años, pudo quedarse con unos tíos porque podía servir en una casa de señoritos.
El siguiente, Luís, 10-11 años, se quedó con otros porque entró a trabajar en una mina.
El pequeño, el recién nacido, Santiago, fue acogido por una tía que acababa de parir. Donde mama uno, maman dos.
¿Qué podían hacer con Pepe, de 5 años, y con Juan, de 3?
Pues los metieron en un hospicio. Pepe, con los mayores. Juan, a la casa cuna.
Años de terror, de frío, de hambre, de soledad infinita.
Mi padre, Juan, el niño que llamaba en silencio a su madre cada noche; que pedía que ahondaran en el perol del potaje porque "abajo estaba el tesoro"; el que organizó a los amigos para repartirse el mendrugo de pan diario, prefiriendo no comerlo en siete días y hacerlo y llenarse en uno; el que, cuando pasó al "cole de los mayores", no conocía a su hermano...
Los niños —como siempre— son la víctimas más inocentes y perjudicadas de estas malditas guerras.
Hoy es 18 de julio.
Día de "el glorioso alzamiento nacional".
HDP.
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Cinco niños, huérfanos, solos, en un tiempo oscuro y sangrante.
¿Cómo iban a hacerse cargo de ellos los familiares que apenas podían mantener a los suyos?
Y la solución fue cruel. Muy cruel.
La mayor, Elena, 12 años, pudo quedarse con unos tíos porque podía servir en una casa de señoritos.
El siguiente, Luís, 10-11 años, se quedó con otros porque entró a trabajar en una mina.
El pequeño, el recién nacido, Santiago, fue acogido por una tía que acababa de parir. Donde mama uno, maman dos.
¿Qué podían hacer con Pepe, de 5 años, y con Juan, de 3?
Pues los metieron en un hospicio. Pepe, con los mayores. Juan, a la casa cuna.
Años de terror, de frío, de hambre, de soledad infinita.
Mi padre, Juan, el niño que llamaba en silencio a su madre cada noche; que pedía que ahondaran en el perol del potaje porque "abajo estaba el tesoro"; el que organizó a los amigos para repartirse el mendrugo de pan diario, prefiriendo no comerlo en siete días y hacerlo y llenarse en uno; el que, cuando pasó al "cole de los mayores", no conocía a su hermano...
Los niños —como siempre— son la víctimas más inocentes y perjudicadas de estas malditas guerras.
Hoy es 18 de julio.
Día de "el glorioso alzamiento nacional".
HDP.
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