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agosto 26, 2017

A una primavera seca siempre le sucederá un verano fatal. Las olas de calor son letales.

Extracto del texto  http://paisnegro.eldiario.es/?_ga=2.139513207.596208848.1500883559-922726450.1457599763

" A una primavera seca siempre le sucederá un verano fatal. Las olas de calor son letales. Según la OMS, la que atravesó Europa en 2003 mató al menos a 35.000 personas, pero hay estudios que elevan la cifra a 70.000. La de 2010 en Moscú mató 10.000 personas; la de Chicago en el 75 mató al menos a 700. Una diferencia de medio grado no sólo produce insolaciones y deshidratación, también provoca fuegos e inundaciones. El efecto de la temperatura no es aritmético sino exponencial.
El ser humano es capaz de tolerar temperaturas siempre que no se alejen mucho de los 37 grados. Tras analizar las muertes provocadas por 783 olas de calor en 164 ciudades a lo largo de 30 años, el biólogo colombiano Camilo Mora de la Universidad de Hawai publicó en la revista Nature que el 30% de la población mundial está ya expuesto a condiciones climáticas letales durante al menos 20 días al año.
Según sus proyecciones, si seguimos funcionando como hasta ahora, en 2100 será el 74% de la población mundial el que tenga que sobrevivir a temperaturas letales. Si cumplimos los acuerdos de París y reducimos las emisiones tóxicas drásticamente, será “solo” un 48%. Estamos entre Guatemala y Guatepeor, pero es mucho mejor Guatemala. Sin embargo, mantenemos el sistema económico que lleva derecho a Guatepeor."

" Si la temperatura sube los dos famosos grados, la mayor parte del sur de España y de la cuenca mediterránea será desierto. Un informe del Ministerio de Medio Ambiente dice que el 80% de España corre el riesgo de convertirse en desierto a lo largo de este siglo.
Después del fuego y la desertización, llegan las inundaciones. Parece contraintuitivo, pero la sequía es un trastorno bipolar cuya cara opuesta son las grandes precipitaciones, que erosionan los montes castigados por la explotación intensiva y arrasan las ciudades sin árboles," colonizadas por el cemento. El suelo sin árboles no absorbe bien el agua, convirtiendo esas tormentas en inundación. El escenario es apocalíptico. Solo puede ir a peor."

" la temperatura y la sequedad de las ciudades ha empeorado dramáticamente por la tala de los árboles, que proporcionan sombra y evitan que el sol golpee el suelo con demasiada intensidad, provocando la evaporación de agua. También mantienen la humedad ambiental expulsando agua a la atmósfera a través de sus hojas. La humedad contribuye a la formación de nubes y a la lluvia, que a su vez contribuye a que haya más vegetación, bajando la temperatura y reduciendo las emisiones de dióxido de carbono.  En ciudades como Madrid, miles de árboles han sido arrancados en los últimos 30 años en favor de los coches. Una población asfixiada ha integrado el uso de aire acondicionado en hogares, oficinas y en los propios coches, combatiendo el calor con tecnologías que contribuyen a empeorarlo."

"El exceso de cultivo intensivo y de pozos ilegales que están desecando las marismas, un plan para profundizar el cauce del Guadalquivir que podría salinizar los humedales, otro plan para reactivar la mina de Aznalcóllar que contaminó las aguas de la zona hace unos años y la cesión de tierras contiguas al parque -DOÑANA- como almacén de Gas Natural, son los focos principales de una pira que puede convertirse en funeraria si nadie hace nada por evitarlo."

"El eucalipto, árbol australiano, es una especie foránea que crece rápidamente y consume una gran cantidad de agua, acabando con la vegetación y la diversidad y favoreciendo la erosión rasante. El eucalipto es una especie pirófita: no solo genera un entorno que favorece los incendios y sobrevive a ellos, sino que los utiliza como método de expansión. Según los datos de la Consellería de Medio Rural, en Galicia hay hoy unas 425.000 hectáreas de eucaliptos, un 76 por ciento más de lo que había planificado en 1992. El km 7,5 de la Nacional 236 portuguesa donde murieron más de 30 personas el pasado junio estaba rodeado de eucalipto, incluyendo el camino cortafuegos y los eucaliptos silvestres que lleNaban la cuneta. En un país diezmado por los recortes resulta imposible controlar su expansión. Según el Centro de Investigación y Documentación del Eucalipto (CIDEU), casi la mitad están en Andalucía, un tercio en Galicia y el resto se reparte entre Extremadura y la Cornisa Cantábrica. "

" es fundamental la limpieza del monte, el trabajo que los expertos apuntan como clave para la contención de incendios, y que ha sido descuidado con la industrialización de la agricultura y la ganadería, y el éxodo rural. Además, tampoco hay cultivos alrededor de los pueblos, que protegían mucho contra los incendios".

"sobre todo, hace falta que las administraciones cumplan la Ley de Transparencia y faciliten a todo aquel que así lo requiera toda la información pertinente acerca de la temperatura, la humedad, el consumo de recursos por parte de las empresas, el estado de las cuencas fluviales, el desarrollo de las explotaciones agrícolas, ganaderas y madereras, los proyectos de extracción de gas, la gestión del monte y cualquier aspecto que facilite la gestión del problema más grave al que nos enfrentamos todos. Cuantos más ojos y manos haya buscando soluciones, mejor para todos. "
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OTRO ASUNTO. Hoy en Perroflautas del Mundo:
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