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mayo 29, 2018

El sistema público universitario español tiene muy pocas diferencias reales. Hay muchxs que lo sostienen con su esfuerzo

Fernando Broncano R ·   9/5/2018
La ansiedad de los rankings, creada artificialmente para producir desigualdad. La Fundación Conocimiento y Desarrollo fundada por Ana Botín nos informa de estas ordenaciones que afectan a autoridades académicas, por un lado, sobre todo, y a padres que tienen que financiar la enseñanza de sus hijos por otro. Como los rankings descontextualizan todo, parecería que la distancia entre la primera y la última de las universidades es enorme y que los padres deberían endeudarse enviando a sus hijos a la Pompeu o a la Carlos III, o a la que sea. Pero si nos alejamos y vemos las diferencias entre universidades con respecto a las treinta mil, más o menos, que hay en el mundo, veríamos que casi todas las universidades españolas están entre las mil primeras del mundo y que sus diferencias son mínimas. Pero los efectos económicos y académicos de jerarquizarlas son terribles. Que son lo que al fin y al cabo pretende la rankingzación (sorry) de la enseñanza. Como si en una clase ordenases al alumnado por notas (a mí me hicieron eso). No es que no me alegre que a mi universidad le vaya bien en estos órdenes, algo habrá contribuido a ello mi cansancio este fin de curso, pero me alegro mucho más de que el sistema público universitario español tenga muy pocas diferencias reales y que haya tantas y tantos que lo sostengan con su esfuerzo. O sea, padres: dejad vuestra ansiedad en el portal.

Los nuevos datos reflejan la diversidad de la educación superior española, en la educación superior española, en la que cada centro tiene sus propias fortalezas y debilidades en distintas áreas de conocimiento…

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