Dediqué la vida a aprender y a enseñar historia” (...) “si he sido un eslabón en el desarrollo de la vida, muerte...

Fernando Broncano R ·   31/8/2018

En una entrevista a  Josep Fontana que he colgado, tomándola del muro de Ricardo Robledo Hernández, recuerda la historia de una doctoranda suya que murió de un cáncer rápido en dos meses. Cuenta que la joven enfrentó su fin con una valentía envidiable y que dejó escrito en su ordenador:
"dediqué la vida a aprender y a enseñar historia” (...) “si he sido un eslabón en el desarrollo de la vida, muerte, ¿dónde está tu victoria?”.
No creo que se pueda dar mejor respuesta a las ansiedades de Heidegger y de Unamuno, ni que los no creyentes podamos responder con mejores palabras al pesimismo de los creyentes quienes, siguiendo a Pablo de Tarso, afirman "si Cristo no resucitó vana es nuestra fe". Si, como dijeron los clásicos, la filosofía consiste en enseñar a morir, esta mujer nos ha dado una inolvidable lección de filosofía que niega la condición de caída y pecado de la humanidad, como afirman tantas filosofías nihilistas.

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