No sucumbir, no sucumbir, no sucumbir... ese será mi mantra, de Marisa Peña.

Marisa Peña ·   25/11/2018

Me siento atrapada en un cuerpo que me impide hacer todo lo que me gustaría. Sólo me permite las fuerzas necesarias para trabajar y cuidar de mi familia. Mi madre ingresada. Mi cuerpo una celda. La vida apretando. Asumir que en esta feria de las vanidades si no te promocionas desde un buen escaparate, si desapareces del punto de mira, el olvido se enseñoreará de todo. Asumir que es la era de la vorágine social, del mensaje rápido y volátil, del emoticono y la hipérbole. Sociedad líquida. Sin raíces ni osamenta. Y a veces me asomo por aquí, como un cervatillo asustado que no reconoce su hogar tras la devastación de un fuego o una tormenta. Y me atrevo a dejar unas migas para que alguien siga mi rastro, me atrevo a dejar un hilo de Ariadna para que alguien se adentre en mi laberinto y me busque, y me encuentre, y me reconozca. Una pequeña huella en forma de poema, de palabra labrada, de mensaje en una botella, de mano pintada en la oscura caverna. Un poema de resistencia, sin más...

20 de Noviembre.
No sucumbir, no sucumbir, no sucumbir...
ese será mi mantra.

Tal día como hoy,
nació mi hija,
murió Durruti,
dicen que murió Franco...
No sucumbir.
Es difícil, pero haremos cuanto podamos.
No sucumbir, no sucumbir...
Extiendo mis manos,
a la espera de que alguien,
una mano fraterna y generosa,
decida agarrarme y no sucumbir
conmigo.

Marisa Peña. Mapa de interiores, ed. 21punto9.

Paquita Caminante A pesar de tanta gente que no se mueve en el sentido que nos gustaría... seguimos estando aquí, en movimiento, creyendo que puede ser... besos y sobre todo: un fuerte abrazo.

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