George Gonzalo · publico.es 11/05/2019 - Alejandro Torrús
-.
Con los avances en arqueología y medicina forense, las fosas de los
desaparecidos del franquismo (muy frescas en el tiempo) hablan a gritos,
demuestran los ensañamientos, las barbaridades, las brutalidades que
les hicieron pasar antes de morir. Es por ello que el PP, Ciudadanos y
Vox quieren dejar a los desaparecidos del franquismo en su cuneta, en su
fosa, en su Escorial, sin tocar, sin tratar. El mal está escrito en sus
huesos, es una prueba irrefutable de la maldad de los ancestros de las
familias oligárquicas en España. Por eso los ocultan, por eso no ponen
ni un duro para que sus familiares les den digna sepultura, porque en el
camino se ve el horror de su crimen .-
--- Abundio Andaluz fue fusilado el 18 de agosto de 1936 por cuatro falangistas que se hacían acompañar de un sacerdote. Era abogado, militante de Izquierda Republicana y vicepresidente de la Diputación de Soria tras las elecciones de febrero del '36. Los tiros, sin embargo, no acabaron con su vida de manera instantánea. El libro La represión en Soria durante la Guerra Civil, de Gregorio Herrero, relata cómo Abundio, antes de morir, se arrastró más de un kilómetro en dirección sureste. Los testimonios orales, la lucha de su nieta Ana Andaluz y de la Asociación Recuerdo y Dignidad sirvieron para localizar, más de 80 años después, el emplazamiento de Abundio. Los forenses se pusieron a sacar tierra del suelo y rápidamente aparecieron los restos de Andaluz. Pero no solo. También aparecieron sus gafas redondas. Las mismas que llevaba aquel fatídico 18 de agosto. Las lentes de abundio daban testimonio de la barbarie franquista en Soria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario