La esvásticas aparecen por doquier en mesas y puertas, las consignas fascistas, machistas, homófobas y negacionistas se extienden como la pólvora, de Marisa Peña

Marisa Peña ·    19/12/2019

Los que me queréis bien y los que me seguís con cierta asiduidad sabéis que estos últimos meses están siendo muy duros para mí en mi entorno laboral, y que mi clara significación republicana y antifascista me ha señalado como diana para un grupo de alumnos y sus padres. La situación en el centro no ha cambiado. La esvásticas aparecen por doquier en mesas y puertas, las consignas fascistas, machistas, homófobas y negacionistas se extienden como la pólvora. Los padres y los hijos se sienten crecidos e impunes y se hace casi imposible y heroico intentar educar en valores de tolerancia y espíritu crítico. Hay cuerpos que no pueden con la presión y la tristeza, y el mío es uno de ellos y las enfermedades crónicas con las que convivo se agudizan. Respiro, resisto pero me cuesta un mundo, la verdad. No tengo demasiadas ganas de nada, ni siquiera de escribir. A todo esto se añade la completa desconexión con muchos de mis círculos habituales, y la triste constatación de que mi aportación creativa y mi persona son completamente prescindibles. No estoy, no soy, no hay más. Constato también que esta nueva década traerá lo que muchos llevamos años denunciando. Ya está aquí, y nos han dejado solos a los pies de los caballos, sin asidero, a la intemperie. Le cuento todo esto a una pantalla de móvil con la secreta esperanza de que mi mensaje en una botella llegue a algún puerto amigo. Respiro, resisto, me empeño. No es poca cosa empeñarse en vivir.
©Marisa Peña.
 

Paquita Caminante Resiste, es lo que toca. Es terrible la basura que nos rodea. Unos porque se justifican con sus intereses y otros porque son ignorantes totales, burdos, sin conciencia de que nos situan a todos a los pies de los caballos, como dices. Un abrazo.

Marisa Peña ·     31/12/2019 

Terminar un año, empezar un año... Tejer la vida, los recuerdos, las decepciones, las decisiones, lo perdido, lo ganado. Tejer,  tejer, para vencer los miedos, los descalabros, la desesperanza. Tejer, tejer, para que se quede sola la soledad, para ganarle la partida, para no olvidar a los que nos amaron y a los que no pudieron hacerlo. Tejer, tejer, para estar, para ser, para saberlo. Tejer, tejer, para plantarle cara a la barbarie, para desafiar a los que la convocan. Tejer, tejer, tejer... Espero, en este nuevo año, seguir tejiendo con vosotros.

©Marisa Peña. Enredando palabras.
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