Fernando Broncano R · technologyreview.com Gideon Lichfield Mar 17, 2020
He
aquí el modelo que hizo cambiar al voluble Boris Johnson de política.
Es un modelo de pandemia desarrollado por investigadores de Imperial
College de Londres. No nos trae buenas noticias. Empecé a traducir el
artículo pero lo he dejado para no ayudar a la otra pandemia, la de la
depresión colectiva. Se resume en que nos quedan muchos meses por
delante de aislamiento total o reproducido cíclicamente cada vez que
haya un repunte hasta colapsar el sistema sanitario.
Lo mejor, creo, es convencernos de que vienen tiempos negros y que estamos en una sociedad y economía de guerra. Va a ser fundamental que, aún desde un aislamiento largo, desarrollemos nuevas formas de solidaridad y compañía aunque sea a distancia.
Leo por aquí mucho frases como ¿por qué no se tomaron medidas radicales antes, como yo ya había dicho? Abandonemos este lenguaje. Nadie lo pudo prever, ni siquiera China, que dejó expandir durante semanas el virus como después han hecho todas las sociedades (nadie puede calcular ahora cuántas personas transmisoras tiene en realidad). Ningún sistema sanitario estaba preparado. Nuestra sociedad no lo estaba. Ahora debemos comenzar a estarlo reordenando nuestras instituciones, pero también nuestros afectos y adquiriendo una concepción más clara de qué sociedad queremos y cómo empezar a construirla ya. Los aplausos y caceroladas son signos de que hay mucha más reserva de fuerzas ciudadanas de lo que parece. Creemos nuevos lazos que atraviesen los muros de las casas. La gente en paro y sin ingresos, las familias con niños encerrados, la soledad de los ancianos confinados, el peligro permanente de quienes siguen en la calle haciendo que tengamos alimentos, energía, agua, redes, atención y seguridad. La parte que está sufriendo más la pandemia necesita de todo nuestro apoyo. No dejemos crecer la desigualdad otra vez como si fuera inevitable.
Lo mejor, creo, es convencernos de que vienen tiempos negros y que estamos en una sociedad y economía de guerra. Va a ser fundamental que, aún desde un aislamiento largo, desarrollemos nuevas formas de solidaridad y compañía aunque sea a distancia.
Leo por aquí mucho frases como ¿por qué no se tomaron medidas radicales antes, como yo ya había dicho? Abandonemos este lenguaje. Nadie lo pudo prever, ni siquiera China, que dejó expandir durante semanas el virus como después han hecho todas las sociedades (nadie puede calcular ahora cuántas personas transmisoras tiene en realidad). Ningún sistema sanitario estaba preparado. Nuestra sociedad no lo estaba. Ahora debemos comenzar a estarlo reordenando nuestras instituciones, pero también nuestros afectos y adquiriendo una concepción más clara de qué sociedad queremos y cómo empezar a construirla ya. Los aplausos y caceroladas son signos de que hay mucha más reserva de fuerzas ciudadanas de lo que parece. Creemos nuevos lazos que atraviesen los muros de las casas. La gente en paro y sin ingresos, las familias con niños encerrados, la soledad de los ancianos confinados, el peligro permanente de quienes siguen en la calle haciendo que tengamos alimentos, energía, agua, redes, atención y seguridad. La parte que está sufriendo más la pandemia necesita de todo nuestro apoyo. No dejemos crecer la desigualdad otra vez como si fuera inevitable.
Social distancing is here to stay for much more than a few weeks. It will (...)
Juan Fernando Gallardo Lancho Lena
Peñate Spicer los has calcado. El problema es el despiste general.
Pero ojo, la politica sigue sin mover un apice. Los reales ladrones impunes, los politicos ahorrando de todo menos eliminando asesores digitales, ni tampoco sumprimiendo instituciones vacias (Senado, Diputaciones, defensores del Pueblo o de ellos mismos, etc, en realidad de paniguados). La sociedad sigue con la piramide de sueldos increibles de banqueros, futbolistas, asesores, etc., al lado de suelos de miseria. Nada se va a tocar en la cupula, ni el movimiento que parece indicar Fernando Broncano R lo va a derrumbar, no creo lo haga por el momento. Por lo menos a corto plazo, la politica del miedo funciona y bien.
Pero ojo, la politica sigue sin mover un apice. Los reales ladrones impunes, los politicos ahorrando de todo menos eliminando asesores digitales, ni tampoco sumprimiendo instituciones vacias (Senado, Diputaciones, defensores del Pueblo o de ellos mismos, etc, en realidad de paniguados). La sociedad sigue con la piramide de sueldos increibles de banqueros, futbolistas, asesores, etc., al lado de suelos de miseria. Nada se va a tocar en la cupula, ni el movimiento que parece indicar Fernando Broncano R lo va a derrumbar, no creo lo haga por el momento. Por lo menos a corto plazo, la politica del miedo funciona y bien.
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