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febrero 20, 2022

Después del desastre en CyL lo que tendría que hacer Pablo Iglesias es..., de Lucio Martinez Pereda

Lucio Martinez Pereda  14/2/22

Con TELEGENIA no se llega.
Después del desastre en CyL lo que tendría que hacer Pablo Iglesias es dejarse de Canales de TV y volver a la dirección de UP. La telegenia, el liderazgo femenino, la concertación social que le gusta a la patronal y las visitas al papa están muy bien, pero hace falta algo más. A no ser que no se sepa ver que convertirse en una fuerza política de centro izquierda lleva a UP a recorrer el mismo camino por el que va Ciudadanos en la derecha.
Y es que cuando la izquierda se acompleja por ser de izquierdas, lo único que queda es la izquierdita cobarde. Hace falta recuperar lenguaje de izquierdas y proyectos de izquierdas, y olvidarse las cosas bonitas del marketing y rostros simpáticos y sonrientes.
Con una UP plegada a la agenda de los intereses electorales del PSOE, y un PSOE mirando por el espejo retrovisor lo que dicen los barones felipistas: se va camino de la marginalidad política. UP ha renunciado a marcar la agenda del debate político, tal y como hacía antes de entrar en el gobierno de coalición. Ahora esta pagando caro su error de no querer molestar al PSOE.



Aguantar en la puerta de tu casa (con tres hijos pequeños) durante muchos meses seguidos un grupo de fascistas provocando o persiguiendo ante la indiferencia general, cuando no la complacencia. Aguantar insultos e insidias constantes (a veces también de los allegados y cercanos) y soportar que te llegue una amenaza en un sobre con balas incluidas (que nadie aún ha descubierto a los culpables a pesar de los infinitos medios que hay hoy)... ¿No sé yo si muchos de los que han criticado, y siguen criticando, a Pablo Iglesias, hubieran soportado ese índice de presión... a no ser que nos gustaría tener o necesitemos un mártir en la izquierda? Cuesta mucho valorar a tiempo a las personas validas y comprometidas. A veces surgen las rivalidades y envidias que todo lo enturbian y cuando pasan las oportunidades, luego a posteriori, todos aparecemos como poseedores de formulas magistrales en materia de política práctica o filosofía política profunda... Todo sin acritud



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