Fran Cenamor 17/3/22
Ahora - dice - ya no salgo a pescar.
Me siento aquí, en el café, y miro por la ventana.
Entran los jóvenes pescadores con sus cestas.
Se sientan, beben, conversan. Los peces
brillan de distinta manera que los vasos. Intento hablarles,
hablarles de aquel gran pez con el arpón
hundido oblicuamente en su espalda. De su sombra de tres mástiles
en el fondo del mar al atardecer. No les dije nada.
No les gustaban los delfines. Y estos cristales
se han manchado de sal. Necesitan limpieza.
Yannis Ritsos en Testimonio II (1964), incluido en Antología de la poesía griega. Desde el siglo XI hasta nuestros días (Ediciones Clásicas, Madrid, 1997, ed. de José Antonio Moreno Jurado).
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