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septiembre 08, 2023

El Mediterráneo, una 'sopa' de materiales contaminantes, de Nicolás Ribas

 Nicolás Ribas    Eivissa — 25 de diciembre de 2022

El Mar Mediterráneo es un mar contaminado. El origen es, principalmente, humano: las actividades que desempeñamos en el mar y en las zonas costeras, ya sean turísticas, industriales o procedentes del tráfico marítimo. “El Mar Mediterráneo está semicerrado, lo que supone que la tasa de renovación de las aguas sea mucho menor que la que hay en el océano. Esto provoca que se vayan generando cúmulos de todas las basuras marinas, contaminantes, etc. En los océanos Pacífico y Atlántico, debido a las grandes corrientes marinas, se han generado grandes ‘islas de plástico’ y hay estudios que lo equiparan con la abundancia del plástico que hay en el Mar Mediterráneo”, afirma Beatriz Rios-Fuster, estudiante de doctorado en Ecología Marina por la Universitat de les Illes Balears (UIB) e investigadora del IEO-CSIC.
Un día junto a los activistas del mar que luchan por salvar el Mediterráneo

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Muchos de estos microplásticos van a parar a la fauna y la flora del Mare Nostrum. Una investigación del grupo Impact@Sea del Centre Oceanogràfic de les Illes Balears (IEO), en colaboración con la Universidad Nacional a Distancia (UNED), ha demostrado que la ingesta de microplásticos en los organismos analizados en la isla de Cabrera es mayor en las especies de holoturias (el pepino de mar), que habitan en el fondo marino, que en los peces o mejillones que viven en aguas medias o cercanas a la superficie.

“Que haya más presencia de microplásticos y de ciertos plasticidas en holoturias que en mejillones o peces puede sugerir que haya más presencia de ellos en el sedimento marino o que las características metabólicas de estos pepinos de mar, junto a las características moleculares de estas sustancias contaminantes, provoque que esta especie acumule más que otras. Necesitamos más estudios antes de tener resultados más concluyentes”, explica Rios-Fuster, autora de un estudio que investiga cómo se ven afectados los organismos marinos de Cabrera ante la presencia de los microplásticos y sus aditivos (como los bisfenoles y ftalatos) que terminan en el mar.

(...) “El Mar Mediterráneo acaba siendo una ‘sopa’ bastante compleja de contaminantes”, asegura la investigadora.

(...) Entre sus resultados, el estudio apunta a que fue entre los peces donde se encontraron los niveles más bajos de los microplásticos y derivados (solo los niveles de un tipo de bisfenol –A– fueron más altos en peces que en mejillones), mientras que los niveles de dos tipos de bisfenoles (S y F) y de un tipo de ftalato (DEHP) se cuantificaron en mayores proporciones en las especies de bivalvos. “Nos sorprendió la baja presencia de estos contaminantes (en comparación con los otros grupos) en los peces porque a mayor nivel trófico, mayor presencia de plásticos y sustancias químicas contaminantes. A medida que se van subiendo los escalones de la cadena trófica, hay ciertos elementos que se van acumulando. Los peces están en un eslabón más elevado que las holoturias y los mejillones”, precisa Rios-Fuster (...)

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