Páginas

mayo 30, 2024

CTXT. “El agronegocio quiere un campo sin ganaderos”, de Diego Delgado

 Diego Delgado 20/04/2024

Las mujeres del sector primario lideran la batalla contra unas administraciones y sindicatos que se pliegan a las exigencias de las grandes empresas y su objetivo de industrializar el campo

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Ganadería vacuna extensiva en Asturias. / Ganaderas en Red


“Las movilizaciones [del sector primario] se han tergiversado un montón. Yo salí a la calle con ganaderos de extensivo, pero realmente lo que se ha conseguido es que se eche para atrás todo el tema sostenible y que primen otra vez la productividad y las grandes empresas. No tiene ningún sentido”. Quien habla es Laura Martínez, ganadera en extensivo que trabaja con vacas y cabras en Bustarviejo (Comunidad de Madrid), además de tener una quesería. De sus palabras se desprende la posibilidad esperanzadora de que exista otro futuro para el campo español. Uno alejado de esos sindicatos agrarios que instrumentalizaron la indignación popular, y que Martínez define como “los sitios en los que menos representación tenemos, cuando son ellos quienes representan al sector ganadero”.

Detrás de ese plural está Ganaderas en Red (GeR), una organización de mujeres ganaderas de extensivo bastante insólita en España y Europa por sus dimensiones: representa a casi 200 ganaderas y pastoras de extensivo, entre las que se encuentra ella misma. Su compañera Ainhoa López, ganadera de cabra florida y cerdo ibérico en la Sierra de Huelva, se sitúa “totalmente a contracorriente” de la imagen que se ha dado de las protestas, que entiende como “una respuesta al pacto verde y a la sostenibilidad”. ¿Respuesta de quién? De “las grandes empresas que están copando el mercado porque ven una oportunidad de negocio” en una supuesta escasez alimentaria. “Pero es una falacia. Hay un desperdicio alimentario del 30-40%, los problemas de escasez son un espejismo que crean esas grandes empresas”, explica López.

Según datos de la organización Somos Sierra Norte de Sevilla, el sector ganadero español ha sufrido una pérdida del 60% de las explotaciones familiares de pequeño y mediano tamaño en los últimos 20 años, lo que se traduce en una tendencia de enorme concentración de la actividad en unas pocas manos. Manos, por cierto, tan alejadas de la ganadería como Mercadona o Telefónica.

El informe de la fundación Entretantos Huella ecológica, económica, social y sanitaria de la ganadería en España señala la responsabilidad de la Administración, que mantiene la ganadería extensiva en un estatus de “indefinición”. En ausencia de “un marco regulatorio concreto” que la ampare, esta modalidad más respetuosa con el medio ambiente “resulta legalmente indistinguible de las actividades ganaderas intensivas o sin vínculo territorial”.

Yolanda Sampedro pertenece al grupo de apoyo de GeR de la fundación Entretantos, y ofrece una de las claves para entender por qué las administraciones se olvidan de la ganadería extensiva: “La extensiva compite desde hace años con las macrogranjas, con la industria de la carne. A esta industria no le interesa nada que se diferencie. De hecho, utilizan imágenes de la extensiva para vender sus productos. Y eso llega al Ministerio, porque el primer error es que el Ministerio en sus censos de explotaciones agrarias y en su propia gestión no diferencia extensiva e intensiva”.

En palabras de Ainhoa López, una de las consecuencias más graves derivadas de esta industrialización es que “un 80% de la Política Agraria Común (PAC) [cuyo peso ronda el 30% del presupuesto total de la UE] lo cobran grandes fondos de inversión, grandes empresas y grandes familias propietarias (…) A las ganaderas y ganaderos nos dejan de lado. ¿Y quién negocia eso? Lo hace el lobby europeo (COPA-COGECA), y ASAJA, COAG y UPA en España, que defienden los intereses de las grandes empresas. Por eso es tan importante que podamos entrar”.

Cuando, a finales de 2023, Luis Planas –ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación– anunció su intención de crear un foro de diálogo ideado para tratar la difícil situación que atraviesa la ganadería extensiva en España, en GeR decidieron actuar: “Escribimos una carta diciendo que queríamos estar allí, pero no nos contestaron. Volvimos a escribir, recordando que no solo somos un grupo de mujeres y representamos su voz, sino que somos uno de los grupos de profesionales del extensivo más numeroso”, cuenta Sampedro. La petición sigue sin respuesta, y eso no es lo más grave. “Nos hemos enterado de que sí van a estar los sindicatos agrarios, cooperativas –suponemos que van a entrar las que venden pienso a los ganaderos– y solo una persona ganadera” relata a CTXT; y remata Ainhoa López: “Van ASAJA, COAG, UPA, que representan a los grandes fondos y los grandes terratenientes. Nos están excluyendo”.

Se trata, además, de un rechazo doble. Como denuncian desde GeR en un manifiesto publicado en febrero, (...)

Tanto Emma Rojas como Ainhoa López coinciden en señalar que, al exigir los mismos trámites burocráticos a una multinacional gigante que a una ganadera en extensivo con una pequeña empresa familiar, se está perjudicando a esta e impidiendo que pueda alimentar a la población con unos niveles de calidad y sostenibilidad mucho mayores. Y, de nuevo, regresa la cuestión del aislamiento al que se ve sometida la extensiva: “No interesa que estemos en las mesas de diálogo porque al final es un agrobusiness lo que hay montado ahora mismo, quieren un campo sin agricultores, un campo sin ganaderos”, dice López.

(...) Mientras tanto, ellas siguen trabajando para “alimentar bien a la población” y acabar con los “alimentos que vienen desde Chile, Turquía…”, declara Ainhoa López, que reclama que se les “facilite la venta cercana, una venta local”. La buena noticia es que, pese a las trabas de la administración y la agroindustria, Sampedro observa que “cada vez hay más mecanismos para hacer consumo directo de los productores y productoras”. En Entretantos van a contribuir en esa lucha con “una iniciativa social para hacer un sello diferenciador (...) Para que, cuando vayas a un supermercado, puedas saber de dónde viene realmente el alimento”.

.........................



La diplomacia de Israel Por J. R. Mora





No hay comentarios:

Publicar un comentario