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abril 13, 2024

Stefan Klein, físico y filósofo: “Tenemos más tiempo libre que nuestros abuelos, pero vivimos más agobiados”, de Antonio Martínez Ron

 Antonio Martínez Ron  29 de febrero de 2024

El físico y filósofo alemán Stefan Klein, autor de 'El tiempo'. 

“Ahora todo es ultrarrápido. Los jóvenes son arrastrados por el remolino del tiempo; la riqueza y la velocidad son aquello que el mundo admira y a lo que la gente aspira”. Estas palabras, que cualquiera de nosotros firmaría hoy mismo, fueron escritas por el poeta alemán Johann Wolfgang von Goethe en 1825, en una carta a un amigo en la que también se quejaba de los trenes, el correo urgente y el barco de vapor. La aceleración y el exceso de estímulos apenas empezaban a asomar en el horizonte, convertidos 200 años después en un problema central de nuestras vidas.

Beatriz Ranea, socióloga: "Es paradigmático que los hombres estén sobrerrepresentados en todo y en la prostitución desaparezcan", de Marta Borraz

Marta Borraz  23 de febrero de 2024 


 Beatriz Ranea, socióloga y profesora de la Universiadad Complutense de Madrid (UCM), autora de 'Puteros' (Catarata)

“¿Por qué rara vez se les nombra? ¿Por qué hay hombres que pagan por sexo?” “Por qué la demanda es mayoritariamente masculina?”. Responder a esta y otras preguntas es el propósito con el que la socióloga y antropóloga Beatriz Ranea se embarcó en la investigación de la prostitución desde el prisma de la masculinidad hace ya algunos años. Su idea era evaluar y analizar las razones de los clientes, a los que llama “puteros”, e interpelarles frontalmente, traspasar el eterno dilema feminista entre abolir y regular y cambiar el foco: pasar de identificar únicamente la prostitución con las mujeres a darle relevancia a ellos, los clientes, sobre los que, asegura, hay “un pacto de silencio” (...)

abril 12, 2024

Miguel Á. Lurueña: "La alimentación ha pasado de ser un bien de primera necesidad a un producto con el que ganar dinero", de Iker Morán

 Iker Morán   11 de marzo de 2024

“Este libro no es tan solo una sucesión cronológica de cambios alimentarios, sino que plantea reflexiones en torno a muchos aspectos de la alimentación”, nos explica el autor mientras se pregunta en voz alta por qué antes se merendaban bocadillos de Nocilla y ahora no, por qué no triunfó la Nocilla de fresa, por qué es importante no obsesionarse con la alimentación saludable o fundamental regular la publicidad de alimentos insanos para el público infantil. Estas cuestiones y sus respectivas preguntas y reflexiones son una buena pista de lo que se puede encontrar entre sus páginas.

Todo ello abordado con un enfoque científico —Lurueña es Doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos—, por lo que quienes busquen respuestas fáciles a preguntas complejas se han equivocado de libro y autor. Lejos de esos mensajes entre lo folclórico y lo nostálgico que tanto gustan en Instagram, y que aseguran que nuestros abuelos comían mejor, el libro reivindica el bocadillo de chorizo, pero recuerda que uno de humus es una opción mucho más saludable.

Pero ¿realmente comíamos mejor antes? “Es verdad que, por lo general, la dieta estaba compuesta por una mayor proporción de alimentos saludables, sobre todo porque la oferta de alimentos insanos que encontrábamos en las tiendas era infinitamente menor”, apunta el autor. Y sí, también eso tan repetido de que los tomates ya no saben a tomate, pero con muchos matices. “A veces esa falta de sabor se debe a que los compramos inmaduros o fuera de su temporada óptima. O bien a que se trata de variedades donde se han priorizado otras características, como el color. Pero hoy disponemos de muchísimas variedades más que en el pasado, muchas de ellas con mejor sabor y mejores características que las de entonces”, defiende.

(...) Precisamente la regulación de la publicidad de alimentos para niños ha ocupado titulares durante meses, pero pese a los intentos del Ministerio de Consumo con Alberto Garzón al frente, ha quedado aparcado. Lurueña no duda en pronunciarse sobre este asunto: “Se trató de una decisión valiente que muchos llevábamos años demandando y que pensamos que nunca iba a llegar, sobre todo si echamos la vista atrás, cuando las decisiones políticas en este ámbito parecían estar enormemente condicionadas por la influencia de cierto sector de la industria”.

La aparente oposición del Ministerio de Agricultura se señala como consecuencia del fracaso de una medida que califica de necesaria: “Ya existe desde hace muchos años una autorregulación de la publicidad de alimentos dirigida al público infantil, a través del código PAOS. Pero se trata de una serie de medidas de adhesión voluntaria que, además de ser insuficientes, se incumplen sistemáticamente”, denuncia el tecnólogo de alimentos.

Alimentación y lucha de clases

“Nadie reclama libertad para comprar huevos contaminados con Salmonella, pero sí la libertad de comprar bebidas energéticas con 72 gramos de azúcar y 160mg cafeína”, leemos. Libertad, la palabra mágica. Pero que, claro, tiene truco. “El niño que elige los cereales de La patrulla canina porque tienen dibujitos en la caja, los padres que compran el yogur ”que ayuda a tus defensas“, el chaval que compra la bebida energética ”para rendir más“… Enumera Lurueña, que cuestiona que una estantería repleta de marcas y productos en el mercado sea sinónimo de esa supuesta libertad.

“Las decisiones se toman en base a una mala información, así que no son verdaderamente conscientes ni libres, sino que están condicionadas por los mensajes que nos llegan, muchos de ellos a través de la publicidad de los envases. No es que la industria sea malvada, sino que hace todo lo que está en su mano para obtener beneficios económicos. Los únicos límites son la ética empresarial y la legislación”, comenta (...)


La supervivencia de la sidra vasca que salvó a los balleneros: un ecosistema familiar que vela por el territorio, de Sarah Serrano

 Sarah Serrano     29 de febrero de 2024

abril 11, 2024

CTXT. Carta a la comunidad 350 | Gerardo Tecé

 23/3/24

 Usted está aquí


GERARDO TECÉ



 

Querida suscriptora, querido suscriptor:

 

Hace unos días se ha conocido que 48 horas después de la victoria electoral de Lula en Brasil, Bolsonaro reunió en secreto a altos mandos del ejército brasileño para proponerles dar un golpe de Estado y evitar que quien había sido elegido por las urnas accediese al poder. Esta noticia, al igual que aquella en la que la policía de Murcia anunciaba entusiasmada haber encontrado droga en un after, no ha generado demasiado impacto. Que el Bolsonaro apoyado por la muy democrática derecha española se negase a aceptar la democracia era lo esperable, como lo fue que semanas después sus seguidores intentasen tomar el Congreso por la fuerza como antes lo hicieron los de Trump en Estados Unidos y el día de mañana lo harán los de Milei en Argentina. Es el signo de este tiempo en el que la derecha mundial ha decidido por fin quitarse la careta y mostrarse honesta. El disfraz democrático era un corsé asfixiante que no funcionó para ganar la batalla ideológica. Simulando respetar el juego democrático, a la derecha no le ha ido bien estas últimas décadas. Todos aquellos a los que tradicionalmente persiguieron son hoy considerados iguales por la mayoría. Cada vez hay menos gente a la que le escandalice ver a un alto cargo homosexual, un migrante en el vecindario o una feminista hablando por televisión. La derrota social de la derecha ha sido tan estrepitosa que explica bien dónde estamos ahora. Mientras perdía en lo social, la derecha perdía también el relato económico. En estos últimos años pocos dudan ya de la responsabilidad del capitalismo en la destrucción del planeta y todo el mundo sabe que la mano invisible, además de generar miseria, se muestra inútil cuando llegan curvas en las que es lo público quien nos salva el culo ante diferentes crisis sanitarias o económicas. El neoliberal Abascal manifestándose junto a agricultores que piden subvenciones es una fotografía estupenda de este tiempo.

 

        Con la batalla ideológica perdida, la nueva derecha entendió con buen criterio que la democracia no debía ser un disfraz tras el que camuflarse, sino el enemigo a abatir. Y lo está intentando sin disimulo. La democracia entendida como el mandato de la mayoría se combate con intentonas golpistas o asaltos a las instituciones. La democracia entendida como zona de convivencia entre diferentes, llenando el debate público de mensajes de odio. Los diferentes resortes independientes que aseguran el buen funcionamiento de la maquinaria democrática son, gracias a la derecha, un amasijo deforme, una sola pieza en la que jueces, políticos y medios de comunicación van de la mano para que quienes han perdido en lo social y económico logren sus objetivos políticos. Si a usted, querido suscriptor, le mostrasen las últimas declaraciones incendiarias contra el Gobierno español elegido en las urnas, sería incapaz de saber con certeza si han salido de un político, un juez o un Pablo Motos.

 

        Es en este contexto en el que se explica que un alto cargo como Isabel Díaz Ayuso no vaya a dimitir a pesar de los 7.291 fallecidos en residencias a los que se les vetó la posibilidad de un médico, a pesar de que a sus familiares se les caigan los fajos de billetes mientras gritan libertad. No va a dimitir porque no tiene por qué hacerlo. En una maquinaria democrática sana, la prensa, fuese cual fuese su ideología, coincidiría en lo intolerable de los residentes sin acceso médico o los pelotazos familiares, y el Poder Judicial activaría los resortes necesarios para que, en democracia, la infamia fuese penalizada. No es el caso en esta democracia cada vez más amasijo. Al contrario, la infamia se defiende con bulos. Periodistas que asaltan la casa de Ayuso con pasamontañas, acusaciones a la mujer de Sánchez activando la estrategia del barro, que te vote Txapote o me gusta la fruta. El espíritu del repetidor de la ESO se impone a los valores democráticos.

 

        Hay que ser conscientes de que esto no va a acabar. No va a haber un día en el que la derecha española y mundial se levante y, mientras desayuna, una epifanía la haga volver a respetar las reglas del juego, cuidar la convivencia. No esperen que, una mañana de estas, Feijóo decida que esto es una locura, que no puede acabar bien normalizar las mentiras ni el secuestro de uno de los poderes del Estado, que mal futuro nos espera defendiendo a la indefendible Ayuso, que la democracia necesita otra cosa. Esto no pasará. Y, si como consecuencia de un golpe en la cabeza con el mástil del barco de Marcial Dorado sucediese, el amasijo lo expulsaría como expulsó a Casado. Mientras esperamos sentados que dejen de secuestrar el Poder Judicial, en la derecha anuncian que el Senado, en el que son mayoría, podría hacer algo nunca visto que no parece preocupar en absoluto a los jueces del procès: declararse en rebeldía contra la ley de amnistía aprobada democráticamente en el Congreso. No importa que la haya respaldado la mayoría de representantes, no importa que sea o no constitucional, importa que esta amnistía, al contrario que otras, no les conviene. Si mañana Ayuso atropellase a alguien con el Maserati en un paso de cebra, El Mundo acusaría al que pintó las líneas en el lugar equivocado.

 

        Usted está aquí. En una democracia débil a la que aún podemos seguir llamando democracia por los pelos, porque todavía no hay linchamientos por las calles. Si la derecha los necesitase o fuesen prácticos para lograr sus objetivos, los habría. Porque todo vale. Y ese todo vale no va a cesar hoy, ni mañana, ni pasado. La derecha mundial y española ha planteado una batalla que sólo puede acabar de dos formas. O gana la democracia o gana la derecha. Y como batalla es una putada, porque ser miembro del bando democrático conlleva aceptar que la derecha tiene derecho a existir, a ganar limpiamente y a ocupar las instituciones que le correspondan, mientras ser del bando de la derecha consiste en que sólo deben ganar ellos, no importa cómo. A un lado se dispara al aire para que no haya guerra y, desde el otro, se dispara para matar. A un lado, en CTXT, denunciamos la corrupción de los Koldos del PSOE y los novios de presidentas del PP. Al otro lado, en el amasijo, la decencia es un menú a la carta en el que todo depende de si el corrupto financia los sueldos de la redacción. Ante esto, lo más importante, quizá lo único que usted y yo podemos hacer, es tener clara cuál es la realidad ante la que estamos. Como medio de comunicación, en CTXT nos toca explicarlo y nos toca denunciar que hay medios que no son compañeros, sino un amasijo antidemocrático a sueldo de los caciques del todo vale. A usted, como ciudadana, le toca hacer lo posible por abastecer de músculo a los defensores de una democracia que está siendo atacada por quienes fracasaron en lo ideológico y han decidido que las reglas básicas de convivencia son un estorbo para sus objetivos. Ayudar económicamente a CTXT o a cualquier otra iniciativa democrática es poner un granito de arena para ese músculo. Cosa que cada día le agradecemos eternamente, pero sin olvidarnos de una anécdota que siempre contaba Julio Anguita. Cuando, ya jubilado, alguien lo paraba por las calles de Córdoba para pedirle que se presentase a las próximas elecciones, él respondía cabreado: “¿Y por qué no se presenta usted?”. Si en CTXT trabajamos para usted no es porque nos financie, es porque estamos en el mismo barco.

 

Gerardo Tecé

La CIJ exige a Israel evitar un genocidio y asegurar el acceso de ayuda humanitaria a Gaza


 

abril 10, 2024

Puerto Morcuera-Pinar-Canal Vejiga V-Najarra, 3/4/2024

  Las fotos llevan una explicación y al relato lo precede un *asterisco. Lo copiado aparece "entrecomillado". Para VER las FOTOS, sus detalles, DEBEN AGRANDARSE clicando sobre ellas. Crónica de vez anterior que hicimos este recorrido, en 14/4/2022: Puerto Morcuera-Pinar Aguirre-Canal Vejiga IV-Najarra   https://paqquita.blogspot.com/2022/04/puerto-morcuera-pinar-aguirre-canal.html

1.- Canal de la Vejiga, desde ctra. Puerto Morcuera, de izda. a centro dcha.

2.- Foto de Blas. Senda que une Miraflores de la Sierra con el puerto de la Morcuera.

3.- Mirando en el sentido de la marcha. Grupo familiar jugando. 11h. 28´

4.- Foto de Blas. Vemos algunos muñecos de nieve, algo derretidos. 11h. 36´

5.- Cobijo bajo el hueco de una roca.

6.- Foto de Blas. Punto en que la senda cruza el arroyo de la Vejiga y continúa a Miraflores.

7.- El arroyo y su curso.

8.- Subida en paralelo al arroyo.

9.- Mini cascadas.

* Es miércoles 3 de abril y vamos al Puerto de la Morcuera, donde aparcamos. Son varios los vehículos que hicieron lo mismo. A las 11h. 30´nos ponemos en marcha. Tomamos la senda que baja a Miraflores de la Sierra, todo está cubierto de nieve desde el mismo puerto. Nos hemos puesto crampones, parece que la nieve tiene cuerpo. Al llegar al arroyo de la Vejiga, transcurridos 45´ desde el inicio, nos los quitamos, queremos subir por el cauce, por las rocas.

Así comenzamos para, al poco, salirnos de él. La nieve cubre las rocas y los huecos entre ellas lo que, al no verlos, provoca que te hundes en ellos.  Continuamos por la ladera. 

10.- Bloques de roca y nieve.

11.- Desvío a izda. del arroyo.

12.- Cascada más abundante, saliendo del pinar.

13.- Mismo lugar. Saldremos por arriba, izda.


14.- Comienzo.


15.- Junto a la rampa de agua.


16.- Arriba.


17.- La rampa y sus cascadas.

* Posiblemente el tramos más atractivo del arroyo sea éste, por bello y, en alguna manera, por complicado.
Es donde se ve más agua acumulada. No recuerdo la pasarela de agua que baja a dcha. 

Nos metemos en la zona y lo cruzamos por el centro, como ya hicimos otras veces. Requiere de una cierta pericia.
Salimos a campo descubierto, el pinar quedó abajo. 
El tiempo está rebelde, se cubre por completo y se vuelve a abrir, parcialmente, más adelante. Nuestro objetivo último está desaparecido, no se ve. Nos ponemos a comer  al "amor" de unas rocas. Mi chubasquero nos sirve de impermeable para las nalgas.
Paramos a las 14h. 30´ y acabaríamos a las 15h.

18.- Desde la base de la rampa, el arroyo de la Vejiga discurriendo pinar abajo.

19.- Formaciones rocosas previas a la Najarra.


20.- Formaciones anteriores a izda. 


21.- Nubes cerradas, de nuevo.


22.- Curso alto de la Vejiga. Vamos a cruzarlo, en dirección a las rocas de arriba.


23.- Todavía no. 

24.- Casi cortina de agua.

* En vez de continuar arroyo arriba optamos por cruzar a la otra ladera y tomar la cuerda. La nieve está blanda, no acuosa pero sí de hundirse los pies. Nos dirigimos a una formación solitaria. Pasada ésta, hubo un momento en que Blas optó por poner los bastones en horizontal y, casi, reptar. Me desvío buscando mejor paso y me equivoco. Deshago camino y sigo a Blas. 

25.- Volvió a abrirse el día.


26.- Ya sí que subimos por la ladera dcha.

27.- Objetivo al fondo.


28.- Paso previo elegido, arriba. Formación solitaria.


29.- Pasando al lado. Nieve profunda.


30.- Foto de Blas. 16h. 8´. Abajo: embalse de Miraflores,


31.- Vista a la otra ladera. A izda., peñas más allá de la canal.


32.- Cielo descubierto, qué bien.


33.- Ya queda menos.


34.- Poco más adelante. La Najarra, a izda.


35.- Vista a dcha. Montes Carpetanos.


36.- Foto de Blas. Subiendo: yo. 16h. 32´ 


37.- Foto de Blas. Subiendo: yo. 16h. 36´ 

38.- Najarra a la vista.

39.- Ahí está.

* A las 17h. 15´ llegamos junto a la Najarra. Comemos un plátano y para abajo. Volvemos por la normal, en el  apcto. estamos a las 18h. 45´. 


40.- Foto de Blas. 17h. 12´

41.- Costado dcho. de La Najarra. Altura de la nieve.

42.- Cuerda larga cubierta de nubes, salvo Bailanderos.

43.- Bajando por la normal. Montes Carpetanos a dcha.

44.- Fondo izda.: Macizo de Peñalara.

DATOS de INTERÉS: Recorridos 4,5/5,3 kms, Desnivel 500/590 ms y tiempo Transcurrido 7h 15´, los descansos fueron de 1h. Luego, neto caminado: 6h. 15´: 5h. de subida y 1h. 15´de bajada.  

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