Estamos: él, dos hombres, más conocidos de ambos, y yo; cada uno tiene su propia habitación, dando todas al mismo pasillo, enfrentadas dos a dos. En un momento dado salen los dos hombres -a comprar algo- nos quedamos solos y ... nada ...nada.
A las dos noches siguientes mi pareja vuelve al lecho conyugal, abandonado temporalmente en su búsqueda del frío -llevábamos muchos días de intenso calor-, coincidiendo su bajada al sótano con la bajada térmica ¡mira tú!
Leemos algo, como hacemos usualmente, y como es habitual, yo la abandono primero -a la lectura- y él lo hará acto seguido, para, seguídamente -pasarán pocos segundos- entrar a "matar" No pongo objeciones, pero sí puntualizo ¡sin prisas! y será sin prisas ... me toca los pezones, una de las zonas erógenas por excelencia, me besa en la espalda ¡qué sensible es mi espalda! desliza sus manos ... desliza sus manos (la imaginación al poder, lema de las juventudes de mayo del 68, que me pilló pelín joven). Me penetra, pero, como siempre, a mí como que no, que no me dice nada, que qué le vamos a hacer, que yo antes pensaba si era distrofia mía, pero no, en un documental trataban el tema del orgasmo femenino y la poca probabilidad de tenerlo vaginalmente. El argumento era la poca sensibilidad -pocas terminaciones nerviosas- que tenía esa zona del aparato reproductor, precisamente para que los dolores no fueran -más- insoportables en el momento del parto, puesto que ese es el canal de salida del bebé ¡Ángela María!
¡Con que era normal! pues será en lo único. Porque he de reconocer que yo soy atípica, bastante atípica, y a mucha honra. Algo que a mis hijos, de pequeños, les resultaba incómodo y ahora -puede - les envanece, esa mamá distinta del prototipo extendido por todo el territorio nacional.
A lo que íbamos, porque íbamos en busca del orgasmo, estábamos en ello, a través del placer; con lo que cambiamos la postura, abajo, arriba, tranquílamente, armónicamente, su placer será el tuyo al poco, cuando "aquello" empiece a tomar cuerpo, inflamándose por momentos, su contacto con los labios vaginales será total y a través de los sucesivos roces llegaremos ambos al clímax al unísono, algo que sólo sucede esporádicamente -el orgasmo simultáneo- Un descubrimiento, esto de la postura de la misionera, ya lo creo ¡qué de años perdidos, hasta que me sobrevoló la iluminación!
Datos numéricos por si le pueden servir a alguien de referente, dada la poca o nula información que hay al respecto de las mujeres -la de los hombres, pese a haber mucha no me parece nada fiable- Ahí van:
A las dos noches siguientes mi pareja vuelve al lecho conyugal, abandonado temporalmente en su búsqueda del frío -llevábamos muchos días de intenso calor-, coincidiendo su bajada al sótano con la bajada térmica ¡mira tú!
Leemos algo, como hacemos usualmente, y como es habitual, yo la abandono primero -a la lectura- y él lo hará acto seguido, para, seguídamente -pasarán pocos segundos- entrar a "matar" No pongo objeciones, pero sí puntualizo ¡sin prisas! y será sin prisas ... me toca los pezones, una de las zonas erógenas por excelencia, me besa en la espalda ¡qué sensible es mi espalda! desliza sus manos ... desliza sus manos (la imaginación al poder, lema de las juventudes de mayo del 68, que me pilló pelín joven). Me penetra, pero, como siempre, a mí como que no, que no me dice nada, que qué le vamos a hacer, que yo antes pensaba si era distrofia mía, pero no, en un documental trataban el tema del orgasmo femenino y la poca probabilidad de tenerlo vaginalmente. El argumento era la poca sensibilidad -pocas terminaciones nerviosas- que tenía esa zona del aparato reproductor, precisamente para que los dolores no fueran -más- insoportables en el momento del parto, puesto que ese es el canal de salida del bebé ¡Ángela María!
¡Con que era normal! pues será en lo único. Porque he de reconocer que yo soy atípica, bastante atípica, y a mucha honra. Algo que a mis hijos, de pequeños, les resultaba incómodo y ahora -puede - les envanece, esa mamá distinta del prototipo extendido por todo el territorio nacional.
A lo que íbamos, porque íbamos en busca del orgasmo, estábamos en ello, a través del placer; con lo que cambiamos la postura, abajo, arriba, tranquílamente, armónicamente, su placer será el tuyo al poco, cuando "aquello" empiece a tomar cuerpo, inflamándose por momentos, su contacto con los labios vaginales será total y a través de los sucesivos roces llegaremos ambos al clímax al unísono, algo que sólo sucede esporádicamente -el orgasmo simultáneo- Un descubrimiento, esto de la postura de la misionera, ya lo creo ¡qué de años perdidos, hasta que me sobrevoló la iluminación!
Datos numéricos por si le pueden servir a alguien de referente, dada la poca o nula información que hay al respecto de las mujeres -la de los hombres, pese a haber mucha no me parece nada fiable- Ahí van:
Número de orgasmos en lo que va de año (5 meses) 15, número de los que han sido simultáneos: 7, número de encuentros sexuales: entre 20 y 24, número que coincide con los orgasmos conseguidos por mi pareja (él no falla, ya se lo digo, siempre se lleva la parte del león).
Actualización a 3 de junio (sábado) : esta semana los encuentros han sido diarios -nos afecta el calor, lo llevo comprobado desde hace varios años- mis orgasmos fueron dos, uno de ellos simultáneo con mi pareja, y a él sólo le falló un día, en que sólo le dedicamos escasos minutos, se nos hacía tarde.
Ya lo dijo Andreu Buenafuente, en uno de sus monólogos, el sexo es el primer placer sobre la Tierra ¡y sobre la cama! Sin despreciar otros muchos placeres, y esto ya es mío, como pueden ser los estéticos: disfrutar de la montaña, de la arquitectura, de los libros, hay tantas cosas con las que disfrutar. Sólo es cuestión de dedicarles su tiempo y no hace falta gran cantidad de dinero.
A los Inhibidos, verbal y físicamente, porque no saben lo que se pierden en esta Vida.
Que lo disfrutéis bien. PAQUITA
Para malpensados. Estas dos entradas eran mías. Si os dáis cuenta, son sucesivas, hay 3 minutos entre ambas. Hay que saber analizar antes de enjuiciar.
ResponderEliminarPAQUITA
AÑADO, Y ADEMÁS, NO SÉ CÓMO LO HICE, POR QUE HE VUELTO A INTENTAR ELIMINAR COMENTARIOS MÍOS REPETIDOS Y NO HE SABIDO (tampoco le he dedicado mucho tiempo)
ResponderEliminarPAQUITA
¡que no fui yo! que acabo de leer el artículo siguiente -La Cruzada- y en los comentarios me encuentro a Sandra justificándose por haberlo hecho previamente aquí, y por duplicado, y haberlos borrado.¡explicado el enigma del borrado de comentarios! al que aluden repetidas veces en el "ataque" a mi persona que sufrí a finales de junio.
ResponderEliminarEsto lo escribo el 14 de julio a las 8h.5´de la tarde.
PAQUITA
Really amazing! Useful information. All the best.
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