Demoraba el momento de irse a la cama, temía el momento de irse a la cama.
Esperaba, deseando, encontrársele dormido.
¿Cúando empezó a sentirse así? Ella lo sabrá, a mí, me lo dijo ayer.
Le repele su contacto, sólo pensarlo le dá naúseas,
dice que debió separarse hace tiempo, cuando lo pensó,
pero fue cobarde -lo dice ella- le dió miedo; es normal, le digo yo.
Su sentimiento es el de muchas, muchas mujeres, dependientes económicamente del marido.
¿En qué situación se quedaban si abandonaban el hogar?
¿Eran capaces de afrontar la opinión social al respecto?
Porque estamos hablando de situaciones planteadas hace, quizás, más de quince años,
estamos hablando de mujeres culturalmente poco preparadas,
muy influenciables por inseguras, poco resolutivas, amilanadas.
El caso es que, a día de hoy, cada vez le desagrada más.
Pero, simultáneamente, siente un cierto aprecio por él.
Son muchos años de convivencia y ella no se considera mal tratada,
algo que no todas pueden afirmar -tenemos ejemplos cercanos-.
De momento, ha decidido, hacer su vida en la medida de lo posible.
No acompañarle adonde a ella no le apetece nada ir,
porque tampoco quiere que él la acompañe adonde sí le apetece.
Es bastante más joven que su pareja,
ya, la primera vez que los ví, me pareció que no combinaban,
ésto le sucedía igualmente a mi homóloga,
que tras muchos años de pensárselo lo decidió por fín, y yo la apoyé,
su caso era más desastroso por penoso, pero al fin lo resolvió.
Yo, reconozco haberlo pensado en varias ocasiones a lo largo de los años de convivencia, pero siempre fue por incompatibilidad de caracteres,
por sentirme disminuida a su lado, ninguneada de alguna forma,
aunque no fuera así visto por la otra parte.
En ningún momento dejé de quererle, pese a haber padecido, ambos,
mi ausencia de líbido en épocas depresivas.
Ambas cosas superadas tiempo ha ¡gracias a la Madre Naturaleza!
A los que tienen dudas. Porque las resuelvan. PAQUITA
Super color scheme, I like it! Good job. Go on.
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