marzo 13, 2007

Otro enfoque: Animal Político

Aquí pego dos artículos publicados el lunes 12/3/07. y el domingo 11 -día anterior-, en el blog de Animal Político. Página: http://animaldelapolis.blogspot.com/
porque me parece interesante, también, su punto de vista.
Quizás, en principio, sintáis una cierta reacción en contra pero si resistís ese pronto hasta el final, incluído su artículo Maestros de la república y otro que no he copiado y al que accederéis entrando en su página, titulado El falangista, sentiréis que la distancia, quizás, no sea tal, ni tanta.

El mismo pueblo

Por mucho que algunos tensen la cuerda de modo irresponsable, lo de las dos Españas es parte de nuestra historia, nuestra triste y dramática historia. Y no creo que sea posible, en realidad, resucitarlo ni siquiera un poquito.
Hay gente que odia o quizá que cree que odia o que los demás odian. Yo no odio. Me parece imposible. No puedo odiar a un único bando. Si nos remontamos a la Guerra, soy un español más (y somos muchos), con abuelos acosados por ambos bandos. De mi abuela maestra hablaba ayer. De mi otro abuelo he hablado antes, pero lo recuerdo ahora: estuvo preso en zona republicana (también en el norte de León, muy cerca del frente), porque todo el mundo sabía que iba a misa, con lo que sus fidelidades políticas parecían claras a los ojos de los republicanos. No murió, según él siempre contaba, porque un camión de milicianos entró en la plaza al grito de "viva Azaña" y los carceleros entendieron "viva España" y salieron huyendo. Ahí empezó su surrealista odisea escondido en campos de berzas, etc. Cómico si no fuera trágico. Mi abuelo fue toda su vida un defensor de Franco, aunque tampoco hablaba mucho de política. Le interesaba muchísimo más su jardín, sus árboles frutales o sus novelas. Lo recuerdo, cuando yo tenía trece o catorce años, leyendo los éxitos de ventas de Vizcaíno Casas. Siempre comprendí a mi abuelo. Y a su mujer, mi otra abuela (no la maestra), más radical y politizada que él, con la imagen en sus ojos de la iglesia de su pueblo ardiendo. Pero ¿cómo no los iba a comprender? Mi abuela se ponía enferma, la mujer, cuando veía a Carrillo en televisión.
Ideológicamente, mi ubicación progresista, de izquierda moderada (así me veo yo), no es una deuda genética con nadie. Es resultado de reflexión larga y meditada. Soy un enamorado de la historia y de la política. Sigo creyendo que la transición a la democracia, con sus defectos, es lo mejor que le ha pasado a España casi en toda su historia. Creo que hay que superar el franquismo, la dictadura, la guerra civil y la república, en este orden. Pero "superar" no significa negar la historia y negar el perdón, la reparación y el consuelo a las víctimas, a todas las víctimas. No significa edulcorar el franquismo o la dictadura. No significa negarle legitimidad democrática al noble y en ocasiones utópico y errático esfuerzo democrático de la II República (...) continuar la lectura pinchando en su enlace.

Maestros de la república

"Alcira 31 de octubre de 1939Mis queridísimos Aurelia, Gerardo, Miguel, Aurelia y Teresita, mi última conversación aunque por escrito. Mis pensamientos últimos son para vosotros, nada os digo sino que muero tranquilo. Aurelia, sigue educando a nuestros hijos, con el respeto y amor a todo el mundo como lo hemos hecho hasta aquí. Que crean como les hemos enseñado que hay una Justicia Divina a la que no se le engaña, y es ante la que me veré dentro de poco y me dará el pago que los hombres me han negado. Para qué seguir, anímate Aurelia mía, ten paciencia. De la casa haz lo que creas más prudente; liquida todo y vete a Cuenca, si crees que ahí no podrás vivir; en fin, tu claro juicio te aconsejará. Yo muero tranquilo, pero muy tranquilo. Aurelia mía, un fuerte abrazo. Gerardo, cuida y respeta a la santa de tu mamá. Miguel, no abandones a la mamá y cuídala mucho. Aurelieta, sé prudente, respetuosa y no desampares a la mamá. Teresita, quiere mucho a la mamá que ha sido y es una santa, respétala siempre. Todos, no olvidéis que vuestro padre os velará y ayudará estando a vuestro lado desde la otra vida. A Juan Manuel, abuela y a todos, mis últimos pensamientos.
Sed buenos.
El último abrazo de vuestro padre y esposo.

José María Morante
(Por la firma veréis mi tranquilidad)"

Documento que pone los pelos de punta, recogido por Mª Antonio Iglesias en su espléndido libro Maestros de la República, Madrid, 2006 (en fotos entre las páginas 224 y 225). José María Morante, maestro de Carcaixent, fue uno más de los miles de maestros asesinados por la sinrazón y la cobardía, con el único delito de haber tratado de educar a sus niños en el respeto, la libertad y el progreso. Fue acusado de masón. Su bondad ejemplar logró que muchas personas influyentes trataran de salvar su vida. Pero no fue posible. La carta la escribió a su familia momentos antes de ser conducido ante el pelotón de fusilamiento. Su cuerpo acaba de ser recuperado y de ser enterrado debidamente.
Mi propia abuela, maestra en un pueblo de la montaña de León, fue acusada de "roja" durante la Guerra Civil. Fue depurada y castigada. Pero las fuerzas vivas del pueblo alegaron ante las autoridades que una mujer que rezaba el rosario con sus hijos, sus muchos hijos, no podía "ser roja". Estos "buenos" informes la salvaron. No todos tuvieron esa suerte.

5 comentarios:

animalpolítico dijo...

Gracias. Ya me irás contando en qué coincidimos y en qué no.
Un saludo

Larrey dijo...

Españolito que naces
al mundo, te guarde Dios
una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.


Machado.

Gracchus Babeuf dijo...

Gracias por tu visita Loc@. El Imperia listo es así, aunque esperaba más de él, puesto que algunos amigos le tienen respeto. Con la última entrada de su página, yo se lo he perdido.
La entrada de los maestros es emocionante.

Anónimo dijo...

El año pasado por estas fechas publiqúe un post (El secreto del Arca) en el que contaba por encima una carta que mi abuelo había dejado antes de morir. Aquella generación lo tuvo difícil. Ultimamente pienso mucho en las cosas que me decía, especialmente en una frase que me repitió en muchas ocasiones: "Nuestras convicciones nos llevaron a la derrota, porque nos obligaron a ser excesivamente tolerantes y permitir que ellos nos golpearan primero"

animalpolítico dijo...

Gracias gracchus babeuf por tus palabras sobre mi entrada.
Lo de los maestros lo escribí emocionado, pensando en mi abuela, pensando en mi padre, su hijo más joven (también maestro, ahora jubilado) que ella quiso que fuera (paradojas de la vida) ¡cura!. Menos mal que mi padre no se dejó, sino hoy no tendríamos Animal Político...