Una fórmula impulsada por la exvicealcaldesa Begoña Villacís para fomentar el consumo en los locales durante la desescalada, pero que la edil acabó prorrogando (salvo en zonas tensionadas) con la connivencia del alcalde José Luis Martínez-Almeida y pese a las protestas vecinales por los ruidos generados y los efectos en la movilidad de los barrios.