julio 04, 2015

(re)Construir la acción colectiva (I)

Esta es la primera parte del texto sirvió de base para algunas de las intervenciones que hicimos como @equilibrismos en el debate ¿Asaltar las instituciones?  y para la charla Reflexiones acerca de la deriva institucional de los movimientos sociales en el Encuentro del Libro Anarquista de Madrid. 29/1/2015
https://www.diagonalperiodico.net/blogs/equilibrismos/reconstruir-la-accion-colectiva-i.html

Premisas
Partimos de dos premisas claras. La primera es que somos anticapitalistas y deseamos la abolición del estado, el capital y el patriarcado. No sólo porque es un sistema injusto, criminal, etc. sino porque a medio y largo plazo no hay solución dentro de él. Y esto es algo que creemos que hay que decir. Ahora bien, la segunda premisa es que estamos muy lejos de que algo así pueda producirse (al menos de la manera que nosotros queremos, quizás no estemos tan lejos de un colapso ecológico; estamos más cerca de la barbarie que del socialismo). A día de hoy, la cuestión de la posibilidad de una revolución social no está encima de la mesa. Toda nuestra intervención se mueve dentro de este marco conceptual: la existencia de un abismo terrible y muy decepcionante entre la necesidad de transformación radical y su posibilidad a corto plazo.
Un impasse histórico
A nivel histórico, no estamos en el momento clásico de los libros en el que un movimiento potencialmente revolucionario es escamoteado por la socialdemocracia. No estamos en la Alemania de 1918, o en la España de 1936. Ni siquiera los setenta en Europa occidental. Estamos más cerca de 1900 o de 1950... En un intermezzo, unimpasse entre las derrotas de los setenta y lo que está por venir. Esto es algo que también dice más gente, desde Alan Badiou hasta algunos teóricos de la comunización, por ejemplo. 
Partimos de la idea de que en una revolución confluyen dos “caminos” (que ahora mismo parecen, y son, paralelos). Por un lado, repertorios de acción colectiva muy condicionados, probablemente, por la matriz social en la que se producen: la estructura concreta de las relaciones de clase, los condicionantes ideológicos-culturales previos, etc. Algo parecido a lo que el operaismo italiano llamaba "composición de clase". Pero esta acción colectiva no es ni revolucionaria ni anti-revolucionaria en sí misma, es contradictoria, con aspectos "radicales" y "conservadores" no sólo en los mismos conflictos sino también incluso en las mismas personas. 
Por otro lado, una teoría revolucionaria heredera de las expresiones revolucionarias precedentes más avanzadas que elabora la crítica de sus fracasos y aciertos.
La idea es que según aparecen y se extienden las nuevas formas de acción colectiva, la teoría revolucionaria evoluciona recogiendo y aprendiendo de esas experiencias e integrándolas en su marco conceptual. A la vez, la participación de los revolucionarios en dichas luchas podría (en el mejor de los casos) ir favoreciendo los aspectos más radicales (más comunistas, en el sentido del "movimiento real" de Marx) y combatiendo, o tratando de combatir, los más conservadores desde la perspectiva de una transformación general de la sociedad. Transformación que en dichos conflictos individuales está ausente (cuando se hace una huelga o se para un desahucio, en general, no se piensa en hacer la revolución). 
Entendemos que un momento revolucionario ocurre cuando, poco a poco, esas dos perspectivas se van acercando, se interrelacionan, van entrando en resonancia y en último término, un enorme grupo de proletarios y proletarias (gente que trabaja, que está en el paro o excluida del sistema;  estudiantes, amas de casa, etc.) hacen suya la necesidad de echar abajo "el sistema" y la voluntad de llevarlo a cabo.
Sin embargo, en tiempos de impasse como los que estamos, ambos fenómenos son minoritarios y además están aislados, salvo por la participación personal de cierta gente en ambos.
El 15M
¿Por qué contamos todo esto? Desde este punto de vista es cómo vemos el 15M: como un momento de irrupción, muy diverso e incluso contradictorio, de la acción colectiva. Gente en la calle, hablando, discutiendo, practicando la acción directa, recuperando el espacio público, etc. Pero también, una tecnofilia a veces ingenua, una mitificación de la palabra “democracia”, cuando no del conflicto, una crítica escasa del capitalismo y no sólo de sus aspectos más nocivos, etc. Es decir, con sus cosas buenas y sus cosas malas. Pero es un momento que acaba y ha dejado un sedimento. Un sedimento tanto discursivo, como práctico o cultural (el espíritu del 15M) y también personal en la forma de pequeños núcleos resistentes.
¿Cuál es la parte de ese sedimento que nos interesa a nosotros? El 15M, con todas sus taras y derivas puso en juego ciertos conceptos y visibilizó la asamblea como forma de organización. A su vez, generó simpatía hacia el conflicto y desterró parte (solo parte) del poder de los medios de comunicación; Gamonal = ETA ya no cuela tan fácilmente... de hecho entra el humor en juego... un humor no gestado por los movimientos sociales, sino por partes de la propia sociedad. Hablar ahora de asambleas como espacio de reunión y toma de acuerdos en sitios tan dispares como un hospital o el trabajo es algo factible. Por supuesto hay reticencias, pero los propios asistentes dirimen sus tensiones. Esa cultura política colectiva mínima (que estamos esquematizando demasiado) es indispensable para poder seguir haciendo equilibrismos.
Por supuesto, otra parte de esos sedimentos discursivos, personales y prácticos es de dónde se está alimentando parte del imaginario del asalto institucional. Más marcado y constitutivo de las iniciativas que constituyen inicialmente Ganemos y más superficial en Podemos, donde, cada vez más, parece que esos elementos post15M son un nueva capa de barniz a una socialdemocracia bastante clásica. 
¿Cuál fue para nosotros el principal problema del 15M? Que no se extendió más (o de forma general) al ámbito de lo cotidiano, que no se tradujo en una “cultura de lucha” (o si lo hizo fue de forma muy minoritaria) fuera de las plazas y hacia los trabajos, los hogares, etc. Pero esto, por otra parte, es normal. Llegó a donde llegó. Y uno de los factores más importantes para las limitaciones del 15M era, de hecho, la escasa “cultura de lucha” y de “acción colectiva” preexistente. Es decir, en parte es un problema de la pescadilla que se muerde la cola, un círculo vicioso que hay que romper.
Zapa
Desde la perspectiva del impasse, usamos una frase que resume nuestra postura: “no hay acción colectiva revolucionaria sin acción colectiva”. Desde otro punto de vista, podemos expresarlo como una perogrullada que con frecuencia se olvida: sólo donde hay una cultura política mínima (óbviese el gueto, por favor) se pueden proponer cuestiones que pongan sobre la mesa críticas radicales del capitalismo. Si no la hay, no hay manera de establecer puentes comunicativos con el resto de miembros de esa amalgama que algunos llaman pueblo. Lo que queremos decir es que estos tiempos de impasse  exigen una labor de zapa.
Necesitamos luchas y proyectos que fortalezcan lo común, pero no como consigna o como modo de gestión, sino como expresión de vida. La metáfora geológica que utilizamos tan habitualmente apunta a este sentido. Cualquier proceso colectivo exige una cultura colectiva. Y entiéndase cultura en un sentido cercano al de naturaleza, esa forma de estar en la vida... La cultura de lucha es un bien colectivo, una historia y una operatividad compartidas. El resultado de un lento proceso de acumulación que se ha visto barrido desde hace unas décadas por lo que vienen a denominarse políticas neoliberales. El tiempo se ha acelerado y quienes participamos de las luchas sociales nos encontramos ciertamente desorientados. O lo que es más certero: nuestra desorientación es todavía mayor de lo que ya era.
Podemos desprecia los procesos colectivos y se centra en la necesidad de cuadros y estrategas. Nosotros apostamos por una implicación colectiva en los procesos de transformación social. La cuestión es que todo lo que fomente esa cultura contribuye a echar raíces, a generar un sustrato sobre el que poder trabajar y trazar mapas. Evidentemente, la sedimentación nunca fue un proceso demasiado veloz. Y eso choca con el acelerón de los acontecimientos que estamos viviendo. Por tanto ese es uno de los criterios que tenemos a la hora de apoyar o involucrarnos en una lucha o proyecto: si deja un poso que sustente los valores por los que apostamos. Y como apuesta no es ideológica, sino que se basa en la práctica.
Es en este contexto en el que surgen propuestas de integración institucional que se presentan como salidas del atolladero. La idea es lógica. Tras el saqueo económico y la fragmentación social surge la idea de asaltar las urnas y fantasear con la idea de revancha. Ocurre, además, que estas nuevas propuestas de intervención institucional ofrecen todo un amplio abanico de posibilidades de vinculación con el partido: desde la militancia en los círculos, hasta la participación en Plaza Podemos, pasando por votar y debatir por el móvil. Estos distintos grados de implicación conectan de maravilla con las necesidades de la gente, que en su mayoría no contempla como posibilidad pasar varias horas a la semana en una asamblea (lo que, por otra parte, es normal).
En este sentido es claro que nuestra propuesta parte en clara desventaja, ya que frente a estos mecanismos de "participación" somos conscientes de que nosotros vendemos una "mercancía defectuosa", porque proponemos una forma de hacer que exige más dedicación y trabajo y que, sobre todo, no conecta con la satisfacción rápida. Plantea sólo posibilidades a medio plazo.
Lo que ocurre es que por mucho que estas formas de participación indirecta sean imbuidas de novedad por fomentar el uso de las nuevas tecnologías, forman parte de la vieja política. Porque votar por móvil o escribir en un foro no es llevar la política al terreno de lo cotidiano, sino al de la atomización. Por otro lado, salvo honrosas excepciones, lo cierto es que las últimas décadas de capitalismo han borrado el suelo bajo nuestros pies: las luchas carecen de raíces y herramientas, el conflicto es sistemáticamente desterrado del escenario social. Es en esta tierra de nadie donde surgen esas propuestas políticas que pretenden romper con lo anterior y traer aire fresco. Y aunque en algunos casos esté hablando de un escenario de ruptura, en realidad la musiquilla de fondo no es sino de pura y dura adaptación. Dicho en otras palabras: la conquista de las instituciones no supone inaugurar un nuevo tiempo, una vida nueva, sino que es un estertor del viejo mundo.
Videos del debate: Parte I - Parte II - Parte III
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OTRO ASUNTO. Hoy en PERROFLAUTAS del mundo: Destruir a Siryza, por Fernando Luengo

julio 03, 2015

800 científicos de 82 países piden a todos los gobiernos del mundo eliminar los transgénicos

http://www.tunuevainformacion.com/investigacion-y-ciencia/357-800-cientificos-de-82-paises-piden-a-todos-los-gobiernos-del-mundo-eliminar-los-transgenicos.html
Escrito por Redacción. Publicado 3 de noviembre de 2014 en Investigación y Ciencia

ADEMÁS: ¿Qué es el maíz transgénico
 http://www.lavidalucida.com/2012/11/que-es-el-maiz-transgenico-invasion-de.html



Los Torres ya no tienen recibo de la luz

Una familia de Málaga se desengancha de la red y se autoabastece con paneles solares.
Hace casi un año que el sol es la única fuente de electricidad en el hogar de un ingeniero convencido de que otro modelo energético es posible.
«En parte fue una forma de rebelarme», reconoce. ¿Rebeldía contra qué? Contra los planes del Gobierno de instaurar el llamado ‘peaje de respaldo’, que obligará a los usuarios que tengan un sistema de autoconsumo conectado a la red a pagar por la energía que ellos mismos generan.
El "impuesto al sol" «Es una clara maniobra para proteger los intereses de las grandes eléctricas y evitar que los consumidores nos convirtamos en agentes activos del sistema energético»
 Nuria Triguero |30 mayo 2015
 http://www.diariosur.es/malaga-capital/201505/30/torres-tienen-recibo-20150529223853.html

Miguel Torres no tiene pinta de revolucionario ni de ‘hippy’. Más bien parece un profesor universitario con sus canas, sus modales pausados y el tono didáctico que imprime a su discurso. Su casa, un chalé adosado de la urbanización Balcón de Olletas, no tiene nada fuera de lo común. Aparentemente. Porque el hogar que este ingeniero técnico industrial comparte con su mujer y sus dos hijos se ha convertido en uno de los primeros ejemplos de disidencia energética en Málaga. No es que haya hecho nada ilegal: es simplemente que se ha desenganchado de la red de suministro eléctrico, tras volverse autosuficiente gracias a una instalación fotovoltaica montada en su azotea.
Torres, que lleva más de veinte años trabajando en el sector de la construcción y la eficiencia energética, no conoce otro ejemplo como el suyo en la ciudad. «Casas totalmente autosuficientes sólo hay en zonas rurales. Yo mismo he instalado un sistema de autoconsumo eléctrico en una venta de Málaga capital, pero conectado a la red», indica.
¿Por qué se decidió entonces a convertir su casa en una isla energética? «En parte fue una forma de rebelarme», reconoce. ¿Rebeldía contra qué? Contra los planes del Gobierno de instaurar el llamado ‘peaje de respaldo’, que obligará a los usuarios que tengan un sistema de autoconsumo conectado a la red a pagar por la energía que ellos mismos generan. La justificación para esta tasa es que esos usuarios utilizan la red eléctrica como fuente de respaldo cuando no hace sol, por lo que también deben hacer frente al coste de esta infraestructura.
Pero hay todo un movimiento ciudadano en contra del bautizado como ‘impuesto al sol’, que antes de ser aprobado ya ha tenido un claro efecto: la paralización del incipiente desarrollo de los sistemas de autoconsumo eléctrico. «Es una clara maniobra para proteger los intereses de las grandes eléctricas y evitar que los consumidores nos convirtamos en agentes activos del sistema energético», opina Torres, que forma parte de la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético.
El otro motivo que llevó a este padre de familia a querer dar este insólito paso fue querer «dar ejemplo», ya que recientemente ha montado su propia empresa, Atepo, dedicada a prestar asesoramiento a empresas y particulares sobre proyectos de eficiencia energética y energías renovables. «Si yo mismo no pongo en práctica lo que quiero vender, ¿qué credibilidad tengo?», plantea.
Con esta mezcla de motivaciones personales y profesionales, Miguel Torres se embarcó el verano pasado en el proyecto de hacer autosuficiente su hogar en términos energéticos. Para ello instaló en su azotea un sistema compuesto por paneles fotovoltaicos con 4,2 kilovatios de potencia pico, una batería y un conversor de potencia, entre otros componentes. Paneles térmicos para calentar el agua ya tenía.
«Conseguí una subvención del Plan de Apoyo a la Construcción Sostenible que me cubrió el 80% del presupuesto, que era de unos 20.000 euros. Aunque en realidad la ayuda acaba siendo menor porque hay que declararla en la Renta», apunta. El ingeniero tiene calculado que amortizará la inversión en cuatro años, puesto que pagaba unos 100 euros mensuales de luz. «Sin la subvención estaríamos hablando de otra cosa: más de quince años. Sería para pensárselo», reconoce.

Desde el mes de julio de 2014, a la casa de la familia Torres no han llegado recibos de la luz ni, por ende, electricidad externa. Todos los electrodomésticos y las luces se alimentan del sol. Miguel asegura que la prueba de fuego, que era el invierno, la han ha superado «con nota». «No nos hemos quedado en ningún momento sin electricidad. Si hay sol, producimos un 40% más de energía de la que consumimos. Y si no hay, la batería nos da una autonomía de cuatro o cinco días», explica el ingeniero, que reconoce que el experimento ha servido también para que toda la familia se implique en la gestión energética del hogar.
Y es que todos pueden consultar en cualquier momento en su ordenador cuánta energía se está produciendo y consumiendo. «Cuando llevamos un par de días sin sol somos más prudentes: por ejemplo, no ponemos el lavavajillas. En cambio, en verano pongo el aire acondicionado hasta sin ganas porque la energía que no consumo, se pierde», bromea. Este punto es, en realidad, el único que le causa pesar. «En realidad a mí lo que me gustaría es conectarme a la red para poder aportar nuestra energía sobrante. Ojalá el Gobierno recapacite y se decida a fomentar de una vez las energías renovables. Es absurdo no hacerlo en un país como España», argumenta.
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OTRO ASUNTO. Hoy en PERROFLAUTAS del mundo: En qué consiste, de verdad, la propuesta de Tsipras. Por Hibai Arbide Aza


julio 02, 2015

Mamá, yo no quiero ser como Ana Pastor. Autora: Cristina Barrial

Felipe Medina en 1/1/2015
 15 dic.2013 
Una columna de Cristina Barrial 
Mamá, supongo que no te gustará lo que vas a leer a continuación. Sé que, a menudo, cuando estás cansada del día que cargas en la espalda y que te hace caminar cabizbaja, enciendes la televisión. Y no te culpo por ello. Yo también lo haría si tuviera. También sé que, según la época, destacan distintos ídolos mediáticos en la caja tonta que parecen los portadores de la verdad absoluta. Esos ídolos en los que toda madre querría ver reflejados a sus hijos estudiantes de periodismo, o periodistas en paro. Mamá, sé que cuando ves a esa chica que presentaba Los Desayunos de TVE y que ahora lleva un programa en La Sexta piensas en mí. Ana Pastor, la llaman. Sé que piensas en mí y se te iluminan los ojos y ronda por tu cabeza un “y sí…”. Pero no, mamá. Yo no quiero ser como Ana Pastor.
No quiero cortar a mi entrevistado en sus respuestas, no quiero robarle a él el protagonismo para colgármelo yo como trofeo. De las únicas cosas que he aprendido en la Universidad hasta ahora es que el periodista no debe ser noticia, debe dar voz. No quiero leerle al presidente de Ecuador fragmentos aislados de su Ley electoral sacados totalmente de contexto si de esta manera su significado cambia radicalmente. Tampoco poner en su boca cosas que no ha dicho (como aquello de quién financiaba Human Rights) y negarme a rectificar.
Tampoco quiero presentar un programa llamado El Objetivo que diga haber nacido sin ideología. Y esperar que me crean. Hablar de datos como representación de la neutralidad. Tampoco deseo usar términos como fascismo de izquierdas, lo que sí deseo es que, algún día, alguien me explique lo que eso significa. Dedicar un programa a la clase media no es algo hecho para mí, mamá. Yo no voy a seguir alimentando el sueño de muchos de creerse clase media mientras esperan la carta del desahucio. No voy a confundir a Gandhi con Mandela y presentar a este último como la encarnación del pacifismo. No quiero, en resumidas cuentas, mentir.
Si algún día estoy tras una cámara, o tras la mancheta de algún periódico, quiero ser radical. Entendiendo por radical, claro, el ir a la raíz del problema. Si algún día, como ella, tengo la oportunidad de tener a Juan Rosell delante, no desperdiciaré la ocasión de preguntarle por la crisis estructural del capitalismo para hablar, en su lugar, de mera transparencia. Mamá, yo no te prometo la quimera del periodismo objetivo y vacío de ideología como ella hace. Yo entiendo, que como la vida, el periodismo es tomar partido.
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ADEMÁS: Vergüenza del periodismo español, Por / 28/6/2015
http://periodistas-es.com/verguenza-del-periodismo-espanol-55016

(...) Resultó sonrojante que Manuela Carmena tuviera que indicarle a la entrevistadora de la Sexta que no estaba haciendo las preguntas de forma adecuada para obtener respuestas con criterio propio, y no olvidaré la sonrisa de suficiencia de Ana Pastor cuando la nueva alcaldesa le “confirmó” que “no descartaba” destituir al concejal Guillermo Zapata, al parecer ya tenía su titular, cuando cualquier periodista que se precie sabe que el titular sería “descarta”, porque no descartar es una obviedad (...)

Canción de la buena gente, de Bertolt Brecht

COPIADO de la pág. de fb de German Cano el 31/12/2014
que a su vez lo tomó de Mario Espinoza Pino
"Hermoso poema de Bertolt Brecht. Un poema al que vuelvo siempre. Y es que la buena gente se merece lo mejor. Ah, ¡Y que siga la lucha en el 2015! "
A la buena gente se la conoce
en que resulta mejor
cuando se la conoce. La buena gente
invita a mejorarla, porque
¿qué es lo que a uno le hace sensato?
Escuchar y que le digan algo.
Pero, al mismo tiempo,
mejoran al que los mira y a quien
miran. No sólo porque nos ayudan
a buscar comida y claridad, sino,
más aún,
nos son útiles porque sabemos
que viven y transforman el mundo.
Cuando se acude a ellos,
siempre se les encuentra.
Se acuerdan de la cara que tenían
cuando les vimos por última vez.
Por mucho que hayan cambiado
-pues ellos son los que más cambian-
aún resultan más reconocibles.
Son como una casa que ayudamos a construir.
No nos obligan a vivir en ella,
y en ocasiones no nos lo permiten.
Por poco que seamos, siempre podemos ir a ellos,
pero tenemos que elegir lo que llevemos.
Saben explicar el porqué de sus regalos,
y si después los ven arrinconados, se ríen.
Y responden hasta en esto: en que,
si nos abandonamos,
les abandonamos.
Cometen errores y reímos,
pues si ponen una piedra en lugar equivocado,
vemos, al mirarla,
el lugar verdadero.
Nuestro interés se ganan cada día,
lo mismo que se ganan su pan de cada día.
Se interesan por algo
que está fuera de ellos.
La buena gente nos preocupa.
Parece que no pueden realizar nada solos,
proponen soluciones que exigen aún tareas.
En momentos difíciles de barcos naufragando
de pronto descubrimos fija en nosotros
su mirada inmensa.
Aunque tal como somos no les gustamos,
están de acuerdo, sin embargo,
con nosotros.
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OTRO ASUNTO. Hoy en PERROFLAUTAS del mundo: Varoufakis hace pública la reunión del Eurogrupo de la que fue expulsado



julio 01, 2015

Especial Ana. Resto año 1986

Año 1986, narrado en 2003 y publicado ahora. Las fotos llevan una explicación y al relato lo precede un *asterisco. Para VER las FOTOS, sus detalles, DEBEN AGRANDARSE clicando sobre ellas. Fueron tomadas con cámara analógica y ahora escaneadas. Crónica anterior http://paqquita.blogspot.com.es/2015/06/travesia-senarta-vallivierna-coronas.html



1.- Sept. 1986

Estanque
Palacio de Cristal del Retiro


Ana:
14 meses

Blas:
35 años


2.- Estanque Palacio de Cristal del Retiro + Álvaro y Arancha 



3.-

También
Parque del Retiro de Madrid

Mismo
día

Ana,
Álvaro,
Arancha





4.-

Sept. 1986

Baño
casa

Ana

Álvaro,
fuera imagen


5.- Parque de la Arganzuela, barrido por "Calle 30"




6.-

Sept. 86

Parque
de la
Arganzuela,
desaparecido

Álvaro:
4 años


7.- Parque de la Arganzuela. Ana


8.- 1º Oct. 86. Parque zoológico de Madrid. Elefantes. Ana: 15 meses


 9.- 1º Oct. 86. Parque zoológico de Madrid. Elefantes. Álvaro




10.- 1º Oct. 86.

Parque zoológico de Madrid

Elefantes.

Álvaro

Ana

Paquita:
31 años


11.- Parque zoológico de Madrid. Zona de ocas y cisnes negros. Ana





12.-

Älvaro,
comprobando
el sistema
de riego
de la pradera.

Ana
y su
manzana




13.-

Fin Nov. 86

Hojas
secas
de
castaño
de
Indias

Parque del Retiro de Madrid




14.- Mismo instante anterior. Ana



15.- Mismo instante anterior. Álvaro



16.- Disfraces. Fin Nov.. 86

¿?

Ángel

Álvaro

PAQUITA
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OTRO ASUNTO. Hoy en PERROFLAUTAS del mundo: LEYES MORDAZA. Nuevas tarifas para la desobediencia

junio 30, 2015

#SINMORDAZAS: MANIFESTACIONES CONTRA LAS LEYES MORDAZA. No le Temo a la represión del estado, sino al Silencio de Mi Pueblo


http://nosomosdelito.net/convocatoria/2015/06/20/sinmordazas-manifestaciones-contra-las-leyes-mordaza

Travesía Senarta-Vallivierna-Coronas-Aragüells-Cregüeña, con Luis, agosto 1986

Año 1986, narrado en 2003 y publicado ahora. Las fotos llevan una explicación y al relato lo precede un *asterisco. Para VER las FOTOS, sus detalles, DEBEN AGRANDARSE clicando sobre ellas.Crónica anterior http://paqquita.blogspot.com.es/2015/07/ceci-y-luis-alvaro-lliterola-remune.html

* El verano de 1986 fue el primero de Ana en los Pirineos y de él no tenemos fotografía alguna porque, en el viaje de ida, Álvaro dejó caer la máquina de fotos y se obturó. Máquina que yo había puesto en sus manos, para que se entretuviera ¡ignorancia la mía!
Sin fotos, la memoria es nula, ó duda de lo que hicimos ese verano. Escribo en 2003.
Excepción hecha de algo que nos han recordado en ocasiones Amalio y compañía y es que, a falta de parrilla, Mª Jesús, de la carnicería Del Río, nos recomendó poner sobre el fuego una piedra de pizarra para asar las chuletas de cordero, cosa que hicimos, y ¡vaya si funcionó! 
Bien ricas que salían, hasta que se rompió por el propio calor. 
Esto les admiraba; así como, el esmero que Blas ponía en engrasar las botas cuando volvíamos de excursión. 
Una de ellas fue la travesía que hicimos Blas, Luis y yo yendo por Valle de Vallibierna y volviendo por Cregüeña. Ceci y mamá se quedaron con los niños.
Salimos temprano, andando desde Senarta. Dos horas, yendo ligeros, se tarda hasta el refugio de pescadores. Allí cogimos el camino a los lagos de Coronas. De interés Lagos de España
Creo que, en aquella ocasión, bordeamos el superior por la derecha en vez de por la izquierda, lo que es bastante más fuerte, dirigiéndonos al Collado de Aragüells y, desde allí, subimos el Pico Aragüells, de 3.009 metros, componente del macizo de la Maladeta. Volviendo al collado y retornando por el Lago de Cregüeña; para lo que había que descender por un paso algo comprometido. 
Ya en el lago, lo rodeamos por su dcha. llegando a la boca del mismo; desde allí a la Pleta y poco más adelante la bajada a bocajarro, prácticamente en cascada, como el agua. En este punto, las rodillas, ó al menos las mías, temblaban que era un gusto, pero había que bajar, llegando por fín al inicio del valle de Cregüeña. 
Llegados a este punto, ni gotas de ganas de caminar, ni nada interesante por descubrir y aún queda llegar al campamento, quince minutos eternos. 
En total trece horas y media, de marcha efectiva, excluidos descansos, y 1.700 metros de desnivel subidos ¡y bajados!

Crónica de exc. similar realizada en 2014, más suve. Fuimos en bus hasta fin Vallivierna
http://paqquita.blogspot.com.es/2014/09/benasque-x-vallivierna-lagos-coronas.html

La Travesía resulta muy interesante y el esfuerzo grande; habiendo hecho sólo dos más con semejante penosidad. Fueron: 

1.- La primera vez que hicimos el Pico Perdiguero (3.200m.) por el valle de Estós, en el año 1980, acompañados por mi hermana, que decidió quedarse en el collado previo a la cima, y desde donde todavía quedaban dos horas sobre bloques de granito hasta la misma.


2.- La subida al Pico  Posets (3.375 m.) por el valle de Eriste, en el año 1997, con los niños y haciéndolo desde el puente de La Espiantosa. Crónica de dicha excursión paqquita.blogspot.com/2006/12/la-fuerza-de-la-voluntad.html

Crónica posterior http://paqquita.blogspot.com.es/2015/07/especial-ana-resto-ano-1986.html

PAQUITA    
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 Perroflautas del Mundo: Los grandes apellidos catalanes que fraguaron su poder en la España de Franco

            

perrosflautadelmundo.blogspot.com.es/

perrosflautadelmundo.blogspot.com.es/

junio 29, 2015

Especial Ana, 1985

Año 1985, narrado en 2003 y publicado ahora.  Las fotos llevan una explicación y al relato lo precede un *asterisco. Para VER las FOTOS, sus detalles, DEBEN AGRANDARSE clicando sobre ellas. Fueron tomadas con cámara analógica y ahora escaneadas. Crónica anterior http://paqquita.blogspot.com.es/2015/06/salamanca-sierra-de-bejar-plasencia.html



1.- Ana

Tres semanas

* El 29 de junio nace Ana, a las 9 y media de la mañana y, al igual que hicimos con Álvaro, este verano será madrileño total.
Con ella, al igual que con Álvaro, rompo aguas antes de la fecha prevista por el tocólogo, para el parto (...)




2.- Mismo momento. Julio 1985


3.- Momento lactancia

* Para el parto anterior, el médico, antes de llevarme al paritorio, me preguntó si yo quería que me pusieran anestesia y que en este caso debía pagarle 12 mil pesetas al mismo, a lo que yo accedí de inmediato pero, en éste, me aclaró cuando se lo pregunté, que dicho servicio ya estaba cubierto por el seguro médico. 




4.- Misma fecha

Álvaro. Tres años


* En ambos casos, parí con dolor, no enterándome del momento último de la salida y despertándome en la habitación (...)



5.- Blas - Ana - Álvaro. El Retiro 

* Lo que supone tener un referente. Álvaro aparece enorme en la foto anterior.
Un día después, con su padre, está tallado.


6.- Álvaro
haciendo
maniobras
para
sujetar
a Ana
                  
Dormía como una bendita, no llorando más que cuando nos acercábamos a hacerla los masajes en los lagrimales, que nos había prescrito Laureano, oftalmólogo (...)
Era aproximarnos a ella, con los meñiques extendidos, y ver el espanto reflejado en su cara (...)


 7.- Paquita, Ana y Álvaro. Tres semanas Parque del Retiro de Madrid






8.- Transcurridos tres meses.

Ana. 3 1/2 meses

* Salvo el asunto del lagrimal, el primer año de vida de Ana pasó sin sobresaltos.
Dormía bien, no tenía problema alguno con las comidas “ni de gases” y no tuvimos que acudir a urgencias -ya no éramos novatos totales en la experiencia de la paternidad/maternidad.





9.- Ana

Cuatro meses

Momento
baño                  

* Los primeros meses estuve en casa (...)
Al llegar el 5º la dejamos con Rosamari, una muchacha que conocimos a través de Jesús, el conserje de la finca en que vivímos (...)


 10.- Ana. Cuatro meses. Octubre 85 







11.- Nov. 85

Álvaro

Ana

Habitac.
compart.

 12.- Ana. Seis meses



13.- Ana.  Seis meses

Fin dic. 85

* Fue un hallazgo.
Con ella aprendí cosas, sobre limpieza casera. 
La pena fue que, al verano siguiente, me dijo que le habían ofrecido un trabajo en prácticas en una clínica, de auxiliar, para lo que estaba preparada y, en principio, era más apetecible, porque era su especialidad y estaba más valorado. Lo comprendí perfectamente, pese, ó precisamente por eso, al aprecio que la tenía.



14.- Foto Guardería. Fiesta disfraces fin 1985

Álvaro, Henar y Ángel. Sus superamigos







15.-

Fin dic. 85

Disfraz
Fiesta
cole 
Tomate



16.- Ana. Siete meses

* Volví a preguntar a Jesús y me habló de Mari Carmen, una limpiadora por horas en uno  de los apartamentos, que quería tener algo más seguro. 
Vino a casa y llegamos a un acuerdo.
Consistía, básicamente, en el mismo que tuvimos con Rosa Mari, atender a Ana el tiempo que nosotros estábamos fuera, en nuestro trabajo, atender la casa, y además, como nuestra niña ya era una personilla llevar a Alvaro a la guardería, encargándonos nosotros de su recogida. 



17.- Ana.  Siete meses
*   Llevaba pocos meses en casa cuando me llamó Rosa Mari para saber si ya tenía resuelto o no mi problema, contándome a su vez el suyo.
Estaba sin trabajo porque, lo de auxiliar de clínica, que le ofrecieron en el verano, resultó una estafa total.



18.-  Ana.  Siete meses

Estudio Blas

* Trabajó tres meses, sin sueldo, con el subterfugio de ser “en prácticas”,  cubriendo el periodo vacacional y a la calle. 
En esto se había quedado la oferta de la clínica privada de monjitas.


19.- Estudio Blas. Peñuelas. Guitarra estropeada. Álvaro 





20.- Ana

Ocho meses


* No pudimos atender su petición. 
Estábamos contentos con Mari Carmen. 
Los nños la querían.







21.- Ana. Ocho meses. Feb. 86


* Estuvo con nosotros desde septiembre de 1986 hasta agosto de 1989, ruptura provocada por nuestro traslado familiar a Getafe.

AÑADIDO a las 19h. 20´: En la buhardilla hay 39º

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