No me acuerdo de olvidarles.
El recuerdo siempre viste de tristeza
cuando pienso en ellos, los perdidos,
olvidados, inertes, muertos, vencidos.
cuando pienso en ellos, los perdidos,
olvidados, inertes, muertos, vencidos.
Desde la oscura tierra que abonan
nutrida de sangre y pena, gritan,
caminan por el filo de mi memoria,
tropiezan con la gélida rabia,
con el eterno y afilado dolor
de no alcanzar nunca su destino.
nutrida de sangre y pena, gritan,
caminan por el filo de mi memoria,
tropiezan con la gélida rabia,
con el eterno y afilado dolor
de no alcanzar nunca su destino.
©María Torres - Marzo 2012