julio 12, 2014

Julio republicano en Lavapiés. Lavapiés no pierde la memoria, del 2 al 31 de julio

La sala La puerta estrecha ofrece durante todo el mes el ciclo 'Lavapiés 
no pierde la memoria', con teatro, cine documental, relatos de los 

protagonistas de la Guerra Civil, poesía y exposiciones

ALFONSO ÁLVAREZ-DARDET Madrid 6/7/2014 
http://www.publico.es/especiales/memoriapublica/532130/julio-republicano-en-lavapies

La historia nos recuerda que el 18 de julio fue el día en el que los 

sublevados iniciaron el golpe de Estado cuyo desenlace originó 

la dictadura de Franco. Aquella fecha se declaró fiesta nacional, 

y durante los cerca de 40 años que duró el caudillo en el poder se 

celebraron numerosos actos conmemorativos por todo el país. 

Hoy, solo unos pocos nostálgicos marchan en recuerdo de aquellos 

tiempos, el resto ya pasó página, o está en ello. Como toda contienda, 

ésta también tiene dos puntos de vistas, el de los vencedores (el que 

casi siempre prima) y el de los vencidos (el olvidado).


Por eso, Rodolfo Cortijo, director de la compañía La pajarita de papel junto a Violeta Jara, miembro también; Victoria Peinado, de Turlitava teatro,  y otras gentes de las artes escénicas se han unido para recordar a los perdedores y para ello han creado en la sala La puerta estrecha un ciclo de teatro, cine, poesía y exposiciones, con el título Lavapiés no pierde la memoria, del 2 al 31 de julio (Ver PDF con el programa). El objetivo, además de rendir tributo a los que tuvieron que exiliarse por culpa de la represión de la dictadura, es hacer un acto de memoria.
"Pudimos haber elegido abril, que es normalmente lo que elige todo el mundo ya que es el aniversario de la república, pero nosotros decidimos hacer algo diferente y recordar esta fecha", explica Cortijo. Y aunque éste sea un mes difícil para que el público evite las terrazas y decida ir al teatro los organizadores han querido seducir al respetable con propuestas como la versión de Marx en el Soho, de Howard Zinn, renombrada como Marx en Lavapiés en la propuesta de la compañía Turlitava Teatro. La obra se representa del 22 al 31 de julio y es una adaptación de Benjamín Jiménez de la Hoz.
En la original, a Marx se le permite, durante una hora, regresar a la tierra, pero por un error aparece en el Soho de Nueva York, en lugar de en Londres. En la adaptación de la compañía Turlitava, Lavapiés se sitúa como el lugar del equívoco y tiene como principal diferencia, explica su directora Victoria Peinado, que ésta es mucho más teatral. "En la original el texto es muy denso, aquí nos hemos preocupado un poco más por la historia  y todo es más fluido", asegura. El nexo en común de ambas obras se basa en poner en tela de juicio las ideas de Marx pero sin llegar a ser una función panfletaria, ya que pretende servir de autocrítica, además de mostrar las taras del sistema capitalista.
Otra de las ofertas de teatro que se podrán ver en el ciclo es la obra Tres segundos, de Dolores Lago Azqueta y que se representa el 8, 9 y 10 de julio. El título hace alusión al tiempo que dura la caída a la que se precipita la protagonista desde lo alto de una azotea. Ese instante la lleva de vuelta a vivir momentos importantes de su pasado: La Guerra Civil, el exilio por los Pirineos hacia Francia, los Campos de concentración, El fin de la Segunda Guerra Mundial. Trazos de una vida olvidada que vuelven a abrir unas heridas que nunca cicatrizaron.
Otra de las obras que están en cartel esBorrón y cuenta Vieja, de Verónica Clausich, Amelia Die y Raoul Polar, los días 15, 16 y 17 de julio. Se trata de un proyecto que nació en diciembre de 2013 en la RESAD llamado Duelo y memoria. "El texto trata sobre los lugares y edificios que han sido olvidados  a raíz de la democracia y han sido importantes, como es el caso de El Corte Inglés que está en la Gran Vías de Les Corts, donde durante la época de Franco había una cárcel de mujeres o el actual edificio de la Comunidad de Madrid, popular por el reloj que da las campanadas de Navidad para todas las televisiones y que está situado en la Puerta de Sol, antiguamente servía de cárcel para los detenidos políticos... y otros enclaves más de la dictadura", explica Die. La función pretende ser un recorrido y una reflexión teatral en la que se da un mensaje: "se ha hecho borrón, pero todavía quedan cuentas".

Documentales y poesía sobre la guerra, la dictadura y el exilio:


Además de la propuesta escénica, La puerta estrecha ofrece varios documentales que cuentan con la colaboración del colectivo Imágenes contra el olvido. Todos son de entrada libre y comienzan a las 19.00. El 8 de julio se visionará Santa Cruz... Por ejemplo, de Gunter Schwaiger, Un documental que pretende dar respuestas a cuestiones como ¿Qué es lo que ocurre cuando la gente empieza a hablar después de 70 años de silencio obligado?; el 9 de julio Presos de silencio, de Mariano Agudo y Eduardo Montero, sobre el empeño de Franco por borrar toda huella de los ciudadanos fieles a la República; el 15 de julio La columna de los ocho mil, de Ángel Hernández, Antonio Navarro, Fernando Ramos y Francisco Freire, un escalofriante relato que relata la historia de aquellos que huyeron de sus pueblos por sus ideas políticas y su trágico final. El 16 de julio España, Última esperanza, de Karin Helm y Hermann Peseckas, narra la historia de seis brigadistas internacionales que combatieron por la República Española y su paso por distintos campos de concentración en Francia y Alemania; el 23 de julio Una inmensa prisión, de Carlos Ceacero Ruiz y Guillermo Carnero Rosell, el largo recorre el camino desde los días previos al Golpe de Estado hasta la transición para terminar haciendo una reflexión sobre nuestra sociedad actual.
También, el ciclo ofrecerá una serie de distintas narraciones de supervivientes de la Guerra Civil. Por ello, los organizadores han querido invitar a algunos ciudadanos que han vivido aquella época, para que en primera persona cuenten sus relatos, como es el caso de  un paisano de 105 años que no quiere que su historia caiga en el olvido. Bajo el epígrafe Historia y oralidad, el 10 y 17 de julio a las 19.00, la entrada es gratuita, tendrá lugar Contamos para que no olviden.
La poesía es otro de los pilares de Lavapiés no pierde la memoria. Teniendo la Guerra Civil como epicentro de las reflexiones, la propuesta pretende ser una mirada al pasado, al presente y al futuro. Coordinado por el poeta Alberto García- Teresa, que también interviene, participarán en el encuentro, el 24 de julio y de entrada libre: María Ángeles Maeso, Juan Carlos Mestre y Antonio Crespo Massieu. Una hora antes de cada actividad los visitantes podrán disfrutar de una exposición que recogerá fotografías, dibujos, recortes que tratan temas como el exilio, la posguerra, las cárceles, los campos de trabajo o el propio barrio de Lavapiés.
La actriz y directora Verónica Peinado sintetiza estas jornadas, que si salen bien se repetirán el año que viene,  con un texto de la escritora y dirigente comunista Juana Doña: "No quería olvidar; olvidar es convertir en cenizas la parte más larga de tu vida, porque el olvido llega cuando casi ya no vives. Olvidar es un despilfarro, es quedarse sin nada, con las manos y la mente vacía". Una alternativa veraniega llena de cultura, didácticas y muchos motivos para el recuerdo.

No, Majestad, aquí no cabemos todos; pero tiene arreglo, de Yuri

Ya me sabrá disculpar, Majestad, que no estuviera muy atento a su ceremonia y su discurso de coronación. Es que me pilló preparando una charla de divulgación científica, aquí en provincias. De ciencia en España, ya ve usted qué cosas tiene uno. Y sin embargo, el caso es que hicimos llenazo. Cosas que pasan.
Sin embargo, ahora cuando he vuelto a casa, he querido ver lo que dijo usted, que no en vano es el Jefe del Estado en el que nací y vivo. Como no me fío mucho de los medios de comunicación, que ya sabemos que lo tergiversan todo, me he ido a buscar su mensaje en la web de la Casa Real y lo he leído con gran atención. En serio. Entonces, me he encontrado con las siguientes frases, al parecer muy celebradas en diversos ámbitos:
En esa España, unida y diversa, basada en la igualdad de los españoles, en la solidaridad entre sus pueblos y en el respeto a la ley, cabemos todos; caben todos los sentimientos y sensibilidades, caben todas las formas de sentirse español.
Yo ya sé a qué se refería usted, Majestad. Pero es que verá, esta madrugada me pilla un poco torcido. Resulta que, aunque usted y yo peinamos las mismas canas –nacimos el mismo año–, a mí me gusta mucho juntarme con la juventud. Qué demonios, me encanta. Y anoche, después de la charla, se me ocurrió irme a tomar un par de copas con algunos de los asistentes más jóvenes. Chicos y chicas, licenciados en Física, como podrían haberlo sido en cualquier otra cosa; por fortuna, tengo un público muy amplio y diverso. Estuvimos hablando de la vida, de política, de ciencia y de futuro. Del de ellos, más que nada. Quieren doctorarse, hacer ciencia, investigar, ser buenos, quizá los mejores, quizá los mejores del mundo, o tan cerca como se pueda. Cosmología, física de partículas, computación cuántica, imagínese.
Y el futuro de todos ellos, absolutamente todos, pasaba por largarse de España.
No es que les mole el viajecito, Majestad. Es que aquí no pueden hacerlo. Mientras hablábamos de esto, recordé que ahora mismo no conozco a ninguno de nuestros mejores jóvenes que siga o vaya a seguir en España. A lo mejor es cosa mía, pero a estas alturas uno conoce a mucha gente, y no creo. Nuestros mejores, Majestad, quienes quizá podrían sacarnos de este maldito atraso de siglos que padecemos, no caben en España. Aquí no hay nada para ellos, y ellas. No hay suficiente tejido científico, no hay suficiente tejido tecnológico, no hay suficiente tejido industrial, no hay nada. Es una auténtica fuga de cerebros, de la que se hacen eco medios internacionales tan poco sospechosos como la BBC, el Financial Times o la Royal Society of Chemistry, entre muchos otros. En palabras de la NPR, un “exilio económico” de la ciencia española.
Sigo leyendo su discurso. Dijo usted también:
Nuestra Historia nos enseña que los grandes avances de España se han producido cuando hemos evolucionado y nos hemos adaptado a la realidad de cada tiempo; cuando hemos renunciado al conformismo o a la resignación y hemos sido capaces de levantar la vista y mirar más allá -y por encima- de nosotros mismos; cuando hemos sido capaces de compartir una visión renovada de nuestros intereses y objetivos comunes.
El bienestar de nuestros ciudadanos –hombres y mujeres–, Señorías, nos exige situar a España en el siglo XXI, en el nuevo mundo que emerge aceleradamente; en el siglo del conocimiento, la cultura y la educación.
Tenemos ante nosotros un gran desafío de impulsar las nuevas tecnologías, la ciencia y la investigación, que son hoy las verdaderas energías creadoras de riqueza; tenemos el desafío de promover y fomentar la innovación, la capacidad creativa y la iniciativa emprendedora como actitudes necesarias para el desarrollo y el crecimiento. Todo ello es, a mi juicio, imprescindible para asegurar el progreso y la modernización de España y nos ayudará, sin duda, a ganar la batalla por la creación de empleo, que constituye la principal preocupación de los españoles.
Salvo por algún matiz, no puedo estar más de acuerdo; pero ya sabrá que hemos oído palabras como estas muchas veces, con los hechos conocidos por todos. Y sin embargo, fíjese, yo quiero, deseo creerle, aunque sea ya casi por desesperación. Así que al tajo, Majestad, al tajo y a fondo. Para esto, pienso yo que puede usted contar con todos nosotros, o casi todos. Siempre y cuando, claro, nuestros cerebros mejores y más jóvenes tengan alguna oportunidad real, razonable, sensata, que les permita hacer ciencia en España mientras se ganan dignamente la vida y esas cosas de gente sencilla. Se puede solucionar, siempre que esté claro el orden de prioridades. Pero si no, Majestad, no es verdad que aquí quepamos todos. No caben los mejores y los más brillantes y esta España nuestra, o como lo sienta cada cual, seguirá condenada al mismo atraso, a la misma pobreza y a los mismos vaivenes de la historia que hace ya mucho debimos superar. El “que inventen ellos” se tiene que acabar o estamos todos acabados. Así, tal cual.

julio 11, 2014

1er Campamento de la Juventud "Por la paz y contra el imperialismo" 17 a 20 Julio. León


campamento cartel - copia

Entendemos que una necesidad formativa más allá pasa por colocar espacios de formación y debate que tengan una implicación de masas. Por eso este Primer Campamento de la Juventud, es más que una escuela para la militancia comunista, es además un referente formativo, de debate, de ocio sano y alternativo para el conjunto de la juventud de extracción obrera y popular combativa.

Retomando el legado de los Campamentos que los CJC organizábamos allá por los 80 como el "Campamento 50 aniversario de la JSU 1936-1986" o el "Campamento por la Paz", e inspirados a su vez en otras experiencias similares de organizaciones hermanas como los "Festivales Antiimperialistas" organizados por la Juventud Comunista de Grecia (KNE), celebraremos la primera edición de los Campamentos de la Juventud. Este curso político hemos dado un paso al frente significativo, sin duda, que ha culminado con el refuerzo de todo nuestro sistema formativo. La solidez de nuestra formación político-ideológica se ha reforzado de la mano de la de nuestro Partido, y ahora que de manera unificada con el PCPE desarrollamos desde el nivel básico a las escuelas de cuadros, nos encontramos en condiciones de avanzar en este sentido.
Entre 17 y 20 de Julio los Colectivos de Jóvenes Comunistas daremos un paso al frente en la consolidación de nuestra organización como referente de la juventud de extracción obrera y popular

Con los Campamentos de la Juventud, pretendemos mantener contenidos formativos, pero además queremos dotarle de un carácter de masas vinculado directamente a la juventud de extracción obrera y popular, donde trataremos (además de la formación política) temáticas de actualidad (como los sucesos de Ucrania o Venezuela) y reivindicaciones cotidianas de la juventud, sobre todo vinculadas al movimiento obrero y estudiantil. También el ocio sano y alternativo a las opciones alienantes en que nos coloca el capitalismo tendrá cabida, celebraremos olimpiadas deportivas, rutas de montaña por lugares significativos en el desarrollo de la guerra nacional-revolucionaria, o conciertos con grupos de jóvenes que hacen de la música un arma de combate. 
Esta primera edición será un hito importante para la Juventud Comunista, ya que como nos proponíamos en nuestro VIII Congreso, debemos crear cada vez vínculos más estrechos con los y las jóvenes con los que compartimos espacios de lucha diaria. En este sentido, este Primer Campamento que se celebrará en la montaña central leonesa, tendrá el título:"Por la paz y contra el imperialismo", lanzando un claro guiño a las primeras experiencias históricas relativas a Campamentos de la Juventud y una clara denuncia a la actual fase del capitalismo contemporáneo, el cual amenaza diariamente a los Pueblos del mundo con nuevos episodios de violencia y rapiña imperialista.
Colectivos de Jóvenes Comunistas (CJC)
C/ Miguel San Narciso 6, (28018) - 
Madrid  (España) | Email: cjc@cjc.es

PODEMOS: La casta y nosotros, de JUAN ALVAREZ GALÁN

http://iniciativadebate.org/2014/06/22/podemos-la-casta-y-nosotros/ Texto de JUAN ALVAREZ GALÁN - Viento Sur - Sábado 21 junio 2014

Tras las elecciones europeas en las que el panorama político ha sufrido un desplazamiento inesperado que abre enormes expectativas de cambio, Podemos ha comenzado a recibir críticas y ataques desde todos los puntos del sistema político y mediático convencional. Algunos de ellos son simplemente una descalificación que recurre a la difamación pura y dura, como la que pretende vincular la financiación de la fundación CEPS con la de Podemos – producida, y el dato nos parece muy relevante, en El País, que no deja de ser el periódico de referencia aunque su credibilidad vaya a la par de la del resto de agentes del sistema tradicional, esto es, en caída libre. Pero hay también otras cuestiones que se abren con más profundidad, entre ellas la que afecta al término casta, que ha sido cuestionado desde muchos ámbitos, incluyendo algunos de los que podrían considerarse más o menos próximos a la iniciativa (por ejemplo, Alberto Garzón, en declaraciones a Público.es 
http://www.publico.es/politica/5251…). El concepto de casta, por supuesto, no está libre de un componente equívoco y es difícil de acotar, pero eso no ha impedido que se convierta en uno de los ejes centrales del discurso de la campaña, ni que los activistas, militantes y simpatizantes se hayan identificado con su uso con una rapidez sorprendente. A primera vista, parece designar a una serie de miembros de la sociedad que han ocupado las posiciones de dominio aprovechando las estructuras en beneficio propio y de forma endogámica, pero es evidente que se trata de una categoría porosa y difícil de restringir.
Si echamos la vista atrás, el sustrato en el que parece haber brotado una iniciativa como Podemos – y no sólo Podemos, sino también, aunque en menor medida, para otros fenómenos como el ascenso de Izquierda Unida o el surgimiento del Procès Constituent – es el movimiento 15M y los movimientos que le dieron continuidad como las mareas, con su reflexión política sobre la representación, nuestro modelo concreto de representación y la ilegitimidad de los poderes que nos gobiernan. En el maremágnum de movimientos y proclamas que se escucharon aquellos días, uno de los de mayor peso era siempre el repetido “que no nos representan”; otro, tomado del movimiento norteamericano Occupy, era “we are 99%”. El término casta ha venido precisamente a poner una etiqueta a esos individuos que ocupan el poder pero no nos representan, a ese 1% que usurpa el poder. De ahí una de las primeras razones de su éxito: con la designación de la casta, el adversario tiene un nombre, se ha superado una indefinición que la izquierda alternativa no acertaba a definir con concreción y el 15M no se atrevía a nombrar, en su afán por consolidar una crítica que evitara cualquier vestigio de política convencional.
Con este paso no sólo se le ha puesto nombre al enemigo, sino que se ha dado continuidad a un conflicto. En los últimos años, desde el inicio de la crisis, el estado había venido respondiendo a las demandas de la ciudadanía con un discurso centrado en el carácter trágico de la crisis, tratando de atribuir el drama de forma igualitaria en la población, al margen de su situación; afirmaciones desgraciadamente repetidas como “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades” constituyen la forma que adquirió ese discurso que pretendía diluir las responsabilidades entre todos y que no era más que otro intento, pero a mayor escala, del funcionamiento típico del capitalismo neoliberal: privatizar beneficios, socializar costes. Al acuñar el término casta y emplearlo para señalar a aquellos que son culpables de la crisis, se ha recuperado el acceso a una realidad que trataban de escamotearnos, y es que la crisis no es culpa de todos y ni la sufrimos todos, es culpa de unos pocos y la sufrimos todos los demás. No estamos pasando una colectiva travesía del desierto, al contrario: estamos purgando las usurpaciones de unos pocos. Estamos en conflicto.
Aún falta un paso; hasta aquí hemos visto como la idea de casta ayudaba a visibilizar al adversario y a ponerle nombre a lo que nos está sucediendo, que es un conflicto. Pero falta un componente fundamental: el nosotros. Hasta ahora, el nosotros sólo se ha definido por vía negativa: nosotros somos los que no son casta; para algunos, la ciudadanía, para otros los ciudadanos, para otros el pueblo. Pero el único rasgo de esa ciudadanía/ciudadanos/pueblo es no ser casta. Durante la campaña electoral de las europeas esto ha parecido suficiente, pero una vez superado el 25M con éxito, la cuestión de la definición ha aflorado y se constituye como un tema fundamental. Creemos que hay dos cuestiones que apuntar en torno a esto.
La primera es la enorme potencialidad del grupo como fenómeno social. Desde una perspectiva psico-social, el grupo es una entidad básica en la psicología humana; los estudios muestran que algo tan simple como hacer un experimento en el que a un grupo de personas se les asigna un grupo aleatorio es suficiente para poner en marcha una serie de condicionantes a favor de los miembros del propio grupo, tanto en el plano del comportamiento como en el plano cognitivo /1; es decir, que no sólo tratamos mejor a los miembros de nuestra comunidad, sino que llegamos a deformar la realidad, a percibirla a través de un sesgo. Y es que nuestra tendencia social está enraizada profundamente, como demuestran también los estudios con primates /2, que evidencian una tendencia fuerte a establecer lazos internos en el grupo y a construir la socialización en torno a estos lazos. Esta necesidad de identificación colectiva ha sido desplazada sistemáticamente por la posmodernidad, que, como explica Jameson /3, ha producido un tejido cultural en el que los sujetos apenas pueden orientarse y en la que los proyectos colectivos no tienen lugar. En un mundo de individuos que producen y consumen, ser un proletario, un militante o un miembro de un colectivo marginal no tenía sentido. Aquí, una vez más, la cuestión de la casta venía a dar una salida rápida, un golpe de mano entre disquisiciones teóricas demasiado complejas. El discurso de la casta venía a decir: ellos son el adversario, nosotros somos todos los demás, el conflicto es que usurpan lo nuestro.
Esta cuestión enlaza con el segundo aspecto que queríamos apuntar, la centralidad de la cuestión del nosotros en el plano ético. No se trata de una cuestión teórica: cualquier política que se pretenda decente tendrá, necesariamente, que ser una ética de lo colectivo, tendrá que ser una ética/política. En ella, el nosotros será una cuestión central porque, como hemos visto, condiciona la percepción de la realidad al igual que el comportamiento. Creemos que en buena parte de los conflictos de Podemos lo que ha surgido es precisamente ese problema, el problema del nosotros, y en buena parte de los círculos, ante una propuesta más o menos controvertida, las reacciones han venido a dejar ver ese problema a través de la introducción de rivalidades internas; expresiones como “lo que ellos dicen”, “lo que ellos quieren” venían a sustituir al nosotros que había estado implícito en el funcionamiento de los círculos en casi toda la campaña. Riechmann /4 y otros autores han reflexionado en los últimos años sobre una cuestión paralela, la de la inclusión de los animales en la esfera moral. Este tema, en principio ajeno al debate sobre la configuración de un movimiento político, puede iluminarnos por su esfuerzo en configurar una ética que asuma las necesidades y capacidades de los sujetos que intervienen en lo ético con una voluntad inclusiva. A diferencia del caso de los animales, en la actividad política humana todos estamos en igualdad de condiciones, y la construcción del nosotros debe abarcar la necesidad de establecer desde esa igualdad unos rasgos comunes en los que todos nos encontremos con más seguridad, con más firmeza que en el simple “no ser casta”. El nosotros de los humanos siempre tiene una doble cara: es inclusivo porque establece los vínculos de la comunidad, pero es exclusivo porque al hacerlo deja fuera a quienes no comparten esos vínculos. El esfuerzo de Riechmann tiene el gran mérito de establecer distintos rangos que hacen posible la inclusión diferenciada, y el nosotros de Podemos deberá ser capaz de hacer algo similar: ser lo suficientemente definitorio como para permitir la identificación y lo suficientemente abierto como para constituirse como inclusivo. Hasta el momento, sólo tenemos claro el adversario y el conflicto, ahora se abre la posibilidad y la necesidad de construir un nosotros sólido y abierto.

julio 10, 2014

Noam Chomsky, Eduardo Galeano, Slavoj Zizek y otros intelectuales firman apoyo internacional a PODEMOS

En un manifiesto publicado hoy, intelectuales de todo el mundo expresan su apoyo a la iniciativa PODEMOS "y a su método abierto y participativo, con la esperanza de que su empeño fructifique y se propague de forma imparable por muchos otros lugares de Europa y del mundo." Firman, entre otros: Gilbert Achcar, Jorge Alemán, Étienne Balibar, Judith Butler, Noam Chomsky, Mike Davis, Eduardo Galeano, Michael Hardt, Naomi Klein, Antonio Negri, Jacques Rancière, Slavoj Žižek.
http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article69600 Publicado en  13-6-2014 


Pocos días después de las últimas elecciones europeas, celebradas el 25 de mayo de 2014, los firmantes de este manifiesto queremos celebrar la irrupción en España de la iniciativa política «Podemos», que ha obtenido en escasos meses de existencia un impresionante apoyo popular al conseguir un 8% de los votos, convirtiéndose en la tercera fuerza política en 23 de las 40 ciudades principales del país. Ante el paisaje desolador que las políticas de austeridad han diseñado para el Sur de Europa, es esperanzador que surjan alternativas dispuestas a dar la batalla por la democracia, los derechos sociales y la soberanía popular. Y lo es más aún que estas alternativas intenten, a la vez, hacer política de una forma nueva, más allá del chantaje que condena a estos países a depender de las políticas dictadas por las élites políticas y financieras de la Unión Europea.
Podemos ha sabido recoger la herencia del ciclo de movilizaciones populares que, desde 2011, ha surgido a lo largo y ancho del planeta para reivindicar una democracia realmente digna de ese nombre. Lo ha hecho al fomentar la participación política de la ciudadanía a través de unas elecciones primarias abiertas y la redacción de un programa colaborativo, gracias a la constitución de círculos de apoyo y asambleas populares y, asimismo, lo hace renunciando a financiarse mediante préstamos bancarios, publicando en la web (podemos.info) su contabilidad completa, y adoptando un compromiso firme con la revocabilidad de los cargos y la limitación de mandatos, privilegios y salarios.
El programa político de Podemos, elaborado de manera participativa por miles de ciudadanos, ha sido capaz de materializar el anhelo compartido por millones de personas de todo el mundo en un proyecto político concreto: una ruptura con la lógica neoliberal del austericidio y la dictadura de la deuda; un reparto equitativo del trabajo y la riqueza; una democratización de todas las instancias de la vida pública; la defensa de los derechos sociales y los servicios públicos, y el fin de la corrupción y de la impunidad con las que el sueño europeo de igualdad, libertad y fraternidad ha degenerado en la pesadilla de una sociedad injusta, desigual, oligárquica y cínica.
Tal como se ha demostrado en estas últimas elecciones, la desafección y el malestar que generan las políticas impuestas por la Troika son el mejor caldo de cultivo para el regreso y el avance de la xenofobia y el fascismo. Urge, por tanto, que la esperanza que ha germinado con Podemos se extienda a todos los países: la resistencia de un pueblo que se niega a aceptar su sometimiento pasivo y reclama para sí ese poder que en esencia es solamente suyo: la democracia, la capacidad de decidir entre todos sobre lo que es de todos.
Por eso manifestamos nuestro apoyo a esta iniciativa y a su método abierto y participativo, con la esperanza de que su empeño fructifique y se propague de forma imparable por muchos otros lugares de Europa y del mundo.
Apoyan:
Gilbert Achcar - Jorge Alemán - Cinzia Arruzza - Étienne Balibar - Brenna Bhandar - Wendy Brown - Hisham Bustani - Judith Butler - Fathi Chamkhi - Noam Chomsky - Mike Davis - Erri De Luca - Costas Douzinas - Eduardo Galeano - Michael Hardt - Srećko Horvat - Robert Hullot-Kentor - Sadri Khiari - Naomi Klein - Chantal Mouffe - Aristeidis Mpaltas - Yasser Munif - Antonio Negri - Jacques Rancière - Leticia Sabsay - Mixalis Spourdalakis - Nicos Theotocas - Alberto Toscano - Slavoj Žižek

Democracias: Eufemismo con que Los de Siempre bautizaron al Sistema PolíticO de Siempre


21.6.2014 - Tema: Los que de Verdad Mandan

Autor: FARO

Coordinadora25S. 12 y 13 julio IV Jornadas Constituyentes. Rivas Vaciamadrid. PROGRAMA

En estos momentos de deslegitimación acelerada del régimen, es necesario insistir en la línea destituyente-constituyente en la que venimos trabajando. Para ello, además de acciones directas, es importante avanzar en adquirir juntos el conocimiento y el poder popular necesarios para alcanzar una verdadera democracia, en libertad e igualdad. Eso es para lo que esperamos que sirvan las IV Jornadas Constituyentes que empezamos a organizar para el mes de julio.
Como siempre hacemos con todas nuestras iniciativas, con el objetivo de que sean horizontales y lo más participativas posibles, vamos a organizarlas en asambleas abiertas. Os iremos informando sobre ellas.
Para que podáis ir trabajando, el tema que proponemos para estas IV Jornadas Constituyentes es “Procesos Constituyentes. Abolición de la monarquía YA!”. Para que salgan lo mejor posible, necesitamos ser muchxs. ¡Os esperamos con vuestras propuestas!
Un saludo afectuoso y revolucionario.
¡Seguimos luchando!.

LUGAR: 12-13 de julio en Rivas Vaciamadrid. Casa de Asociaciones, Avenida del Deporte s/n
Debatiremos juntxs sobre 
‪#‎ProcesosConstituyentes‬ http://owl.li/yOHiZ
Sábado 12 -10:30 hablamos d procesos constituyentes con Joan Tardà, Doris Benegas, Jaime Pastor y Montserrat Galcerán http://owl.li/yYIy6

PROGRAMA COMPLETO

julio 09, 2014

EL CABRERO. Concierto, 10 julio 22h. Jardines de Sabatini. Madrid.

EL CABRERO : Claro que cantaré los fandangos republicanos! No faltaría más! Soy republicano, convencido, hasta la médula.
Os dejo el artículo de LaRepublica.es
El Cabrero en concierto, 10 de julio 22h00, Jardines de Sabatini, Madrid.
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Zygmunt Bauman: "El crecimiento del PIB solo hace más ricos a los ricos"

Poznan (Polonia), 1925.
Miembro de una familia judía sin recursos, huyó de los nazis a la URSS y, tras volver a Polonia y ejercer como profesor de Filosofía y Sociología en Varsovia, en 1968 se vio obligado a emigrar ante la política antisemita impuesta por el Gobierno comunista polaco. Desde 1971, reside en Leeds (Inglaterra), en cuya universidad ha sido profesor de Sociología durante casi dos décadas, aunque también ha impartido clases en Israel, EEUU y Canadá. En los últimos 20 años ha desarrollado su concepto de 'modernidad líquida' para describir la época actual. En el 2010, recibió el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades junto al sociólogo francés Alain Touraine.

http://www.elperiodico.com/es/noticias/economia/zygmunt-bauman-crecimiento-del-pib-solo-hace-mas-ricos-los-ricos-3085152 Texto de JUAN FERNÁNDEZ -  9 FEBRERO 2014


Hay pensadores a los que la edad les acaba cerrando el campo de visión y otros a quienes el paso del tiempo logra abrirles cada vez más el angular. El sociólogo Zygmunt Bauman pertenece a esta última categoría de sabios capaces de describir bosques donde otros apenas palpan árboles e interpretar significados donde la mayoría solo percibe señales. En 88 años, sus ojos han visto desfilar el fascismo, la guerra, la proclamación de la sociedad del bienestar y la discreta instauración de un sistema económico que en las últimas tres décadas ha ido agrandando la brecha que separa a una minoría acaudalada, cada vez más rica, del grueso de la población, cada día más precario.
En la era de la sociedad líquida
-término que él mismo acuñó-, la actual crisis parece haber llegado para atornillar ese modelo, contra el que el investigador lanza desde la portada de su último libro, editado por Paidós, una pregunta retórica:¿La riqueza de unos pocos nos beneficia a todos?
-En 1960, el salario medio de un alto ejecutivo de Estados Unidos era 12 veces mayor que el sueldo medio de un operario. En el 2000, esa desproporción ascendía a 530 veces. ¿Este mundo quién lo ha diseñado, Rockefeller?
-Lo hemos diseñado las personas. El primer gran error que se suele cometer al analizar los fenómenos sociales consiste en creer que las cosas suceden porque sí, como si fueran fenómenos naturales. Falso. Somos los hombres y mujeres los que decidimos cómo vivimos, nada de lo que nos pasa nos viene dado de arriba, todo depende de nosotros. Las necesidades de hoy son el sedimento de las decisiones que se tomaron en el pasado.
-¿Cuándo decidimos vivir en un mundo en el que los ricos iban a ser cada día más ricos y los pobres, más pobres?
-Hay un momento clave: la década de los 70. La regulación de los mercados laborales que hubo en esos años cambió el panorama. Los sindicatos empezaron a perder fuerza, los trabajadores nos convertimos en competidores de los otros trabajadores y se rompió el equilibrio que había entre patrones y empleados.
-¿Qué equilibrio?
-Antiguamente, se temían pero se necesitaban. En los años 20, Henry Ford dobló el sueldo a sus operarios para que compraran los coches que fabricaban y, sobre todo, para tenerlos contentos y que no se fueran a la General Motors. Hoy los patrones están liberados de ese compromiso. Si el trabajador no acepta sus reglas, cierra la fábrica y se la lleva a China. Ante esto, la gente aguanta situaciones de desigualdad cada vez mayores, con el consuelo de ciertos mitos falsos.
-¿Como cuáles?
-El principal, el del crecimiento económico. Después de Margaret
Thatcher, todos los líderes mundiales, igual de izquierdas que de derechas, abrazaron el dogma de que crecer era la solución de todos los problemas. De hecho, cuando no hay crecimiento entran en pánico. La mayoría de las economías llevan 30 años viendo aumentar su PIB, pero esto solo ha servido para hacer más ricos a los ricos y que crezca la desigualdad entre estos y los pobres.
-También ha disminuido la pobreza en el mundo.
-A cambio de aumentar la incertidumbre. Hoy no vemos harapientos por las calles, pero el sentimiento de exclusión social alcanza cada vez a más gente. Si pierdes el trabajo, el mensaje que te lanzan es: «La culpa es tuya». El antiguo proletariado ha sido sustituido por un precariado que pone rostro a la nueva generación de pobres y excluidos. Por primera vez en 100 años, los jóvenes van a ser incapaces, no solo de superar, sino incluso de igualar el nivel de vida de sus padres.
-Se nos dice que no hay un modelo alternativo.
-Cuando un grupo acepta una creencia como cierta, termina organizando su mundo para que sea congruente con ese pensamiento. Es decir: la realidad se adapta a esa idea, no al revés. Hemos asumido que el modelo liberal capitalista que tenemos es el único posible, pero no es cierto. Solo necesitaríamos reordenar los valores y las normas que nos guían para comprobarlo.
-¿Cambiar los valores de la sociedad?
-Imagine que nos rigiéramos por el patrón de la colaboración en vez de la competencia, que es la que gobierna nuestras relaciones humanas y económicas. Imagine que valoráramos más el orgullo del trabajo bien hecho que la acumulación de riquezas. Imagine que se pusieran de moda formas de buscar la felicidad que fueran más sencillas y menos caras que tener el último modelo de móvil o pasar la tarde en el centro comercial.
-Pide usted mucha imaginación.
-Cuesta verlo porque el mercado del consumo ha logrado colonizar todos los ámbitos de la actividad humana, incluido el amor. Hoy expresamos cariño comprando un anillo de brillantes. El padre que no puede pasar más tiempo con su hijo le compensa con un juguete. El consumismo se ha convertido en una virtud moral, la gente va a las tiendas a comprar tranquilizantes contra el sentimiento de culpa. Todo esto le viene muy bien a ese modelo que solo aspira a que el crecimiento del PIB sea unas décimas mayor.
-¿No es cierto que siempre hubo ricos y pobres?
-Sí, sin duda. El problema es que ahora ese desequilibrio se ha desbocado. Por otro lado, que siempre haya habido desigualdad no puede servirnos de consuelo, porque ya no estamos en la selva, hemos evolucionado, la sociedad es una creación humana, no hay un determinismo biológico que nos obligue a soportar estos desequilibrios tan grandes. Lo que nos pasa depende de las decisiones de las personas; bastaría con cambiar esas decisiones para que el paisaje social se modificara.
-¿Cómo se haría?
-No sé responder a esa pregunta. Yo no hago predicciones, me limito a analizar realidades y detectar tendencias. La situación es difícil porque en esta modernidad líquida en la que vivimos, el poder se ha separado de la política. Cuando yo era joven, el Estado tenía el poder y aplicaba las políticas. Hoy el poder se ha evaporado, ya no está donde estaba, pero la política sigue luchando con las armas del siglo XIX. Mientras el Estado no recupere el poder, estamos condenados a parchear los problemas con soluciones temporales.
-¿Ve alguna señal de esperanza?
-Benjamin Barber, el gran científico político norteamericano, dice que la esperanza de nuestra sociedad está en las grandes ciudades, porque ese es un tipo de agregación humana que permite al individuo abarcar lo que está al alcance de sus ojos e intervenir, tocar poder. Puede que tenga razón. Ahora mismo se están ensayando nuevas formas de hacer política. Unos tienen sus esperanzas puestas en internet; otros, en las manifestaciones callejeras. Son solo pruebas. Está por ver en qué queda esto, pero algo ocurrirá, no lo dude.
-Ha mencionado internet. ¿En qué medida influirá en los movimientos sociales de las próximas décadas?
-Va a ser determinante, pero aún no está claro qué sentido tendrá. Internet puede conectarme con personas que están en la otra punta del planeta, pero también puede acabar rodeándome exclusivamente de una comunidad de individuos que piensan igual que yo. Si su final es este, será un desastre, porque no habrá fomentado el diálogo. En una red virtual es muy fácil entrar, pero también es muy fácil salir, solo hay que hacer clic, no hay un compromiso personal. Este es un rasgo muy típico de la modernidad líquida en la que vivimos. No queremos sentirnos responsables, ni obligados, ni con cargo de conciencia.
-Sabrá que en Catalunya ha crecido en los últimos años el deseo de formar un estado independiente. Como sociólogo, ¿qué opina?
-Tiene que ver con la forma en la que se ha constituido la Unión Europea. Es normal que en Barcelona haya quien vea innecesario pasar por Madrid para llegar a Bruselas. Ocurre igual entre Lombardía y Roma, y entre Escocia y Londres. También es una consecuencia de las diferencias que nos separan, que son buenas, porque en ellas está la base de la creatividad. Barcelona es distinta de Madrid y eso no va a desaparecer, por mucho que quieran algunos.
-Y el conflicto ¿cómo se soluciona?

-Con diálogo verdadero, que debe cumplir tres requisitos. Tiene que ser informal, sin agendas definidas antes de que comience. Debe ser abierto, sin posturas inamovibles, aceptando la posibilidad de cambiar de opinión. Y por último debe orientarse a la interacción y la cooperación, sin vencedores ni vencidos. Nuestro futuro depende de que aprendamos a manejar el arte del diálogo. H

¡ A LA CALLE! En solidaridad con Palestina. Concentración Pza. Callao 9 Julio 19h.



Marchas de la Dignidad 22M ha compartido la foto de Julio Rodriguez.
¡ A LA CALLE! En solidaridad con Palestina.

julio 08, 2014

El último orejón del último tarro, de Alfredo Grande

Publicado: 8 Mayo 2014
http://www.pelotadetrapo.org.ar/2013-09-05-12-30-19/2014/1455-el-%C3%BAltimo-orej%C3%B3n-del-%C3%BAltimo-tarro.html


(APe).- En los malditos 90 (aunque para muchos fueron 90-60-90) se acuñó la teoría del derrame. Uno de los delirios a los que la cultura represora nos convoca desde todos los Aparatos Publicitarios del Estado. Suponía que el crecimiento y la productividad generarían tanto champán y tanta pizza que derramaría hacia los sedientos y hambrientos. En una terminología menos grata pero un poco menos encubridora: las sobras del banquete.
Obviamente, para que haya sobras tiene que haber banquete. Y vaya que lo hubo en esa década para los faranduleros que el mago de Oz vernáculo clonó en una nueva casta política. Trasvasamiento generacional que vino como parto de nalgas. Sin embargo, a la teoría perversa del derrame aplicada en lo económico, le he encontrado fecundidad al usarla como herramienta en otros campos de lo social. Algo así como la relación entre veneno y antídoto, entre virus y vacuna. Del absoluto mal podemos sacar la esencia del relativo bien.
La cultura represora ha derramado variadas formas de la crueldad y todas las formas de la violentación. Solamente en estos 30 años, hemos constatado setenta veces siete y más también, que con la democracia no se cura, no se educa, no se…caramba…me olvidé que cosa más. No importa. El Estado Terrorista en democracia ha dejado de multiplicar los panes y los peces y ha potenciado los cultivos sojeros en detrimento de los granos y los buques factorías que depredan nuestros mares.
La relativa disminución de los indicadores de indigencia y de pobreza, más allá y más acá de esa mentira eterna que es el Indec, oculta con cinismo los indicadores del aumento exponencial de las riquezas y de la grotesca acumulación de ganancias. Se la llevan con pala, dijo alguien que sabe de estas cuestiones, mientras otros se la llevan con cucharitas de café. La inequidad es crueldad. Es violentación. Es sostener la frustración cotidiana como el jarabe de ricino de trabajadores y familias. Toda frustración engendra hostilidad. La cultura represora logra que gran parte de esa hostilidad vuelva, cual boomerang, hacia la propia persona. Algunos llaman a esto enfermedades psicosomáticas, adicciones, muerte súbita, suicidios. El remanente de hostilidad se distribuye hacia los pares e impares que comparten la misma (mala) suerte.
Violencia cotidiana en el tránsito, en calles y veredas, en el transporte público, en los espacios deportivos, en los salones de baile, en las escuelas. La cultura represora es buena para bautizar y pésima para curar. Curar es cuidar y la cultura represora descuida. Permanente descuido y una permanente ofrenda a todos los peligros, incluso los más letales. Algunos llaman a esto (en uso y abuso de un cinismo atroz) “sensación de inseguridad”.
La copa de la cultura represora se llena de todas las muertes todas. Los vacunados de la historia, que no son otra cosa que los dueños y las dueñas de todas las tierras, también sufren las consecuencias de tanta muerte acumulada. Pero tienen la capacidad de exportar muerte, derramándola hacia abajo.
Los sótanos y los subsuelos de los pobres de la tierra, con los cuales muy pocos quieren hoy su suerte echar, para eterna desilusión del poeta cubano. A ese derrame de muertes anunciadas los expertos de la cultura represora lo han bautizado como “bulling”, “mobbing” , “grooming”. Y nos explican el porqué sucede desde las características de cada situación en particular. O sea: ¿qué habrán hecho esos orejones para merecer esto? Cada orejón agresor, cada orejón agredido, cada orejón asesino, cada orejón asesinado son los últimos de los tarros que la cultura represora viene llenando con muertes sucias o con muertes limpias. Pero siempre con muerte. Por eso escribí hace años que “el escándalo es la cara visible de la hipocresía”.
Ante cada asesinato en ocasión de robo o en ocasión de hambre, linchamiento, femicidio, mujer secuestrada, niños maltratados, pedofilia, stress laboral, accidentes-masacres en el transporte, nos abalanzamos hacia los últimos orejones. ¿Dónde está el maquinista? ¿Dónde está el chofer del camión? ¿Dónde está la madre desalmada que abandona a su niño para atender a los otros 12? La inequidad social es penalizada para condenar a las víctimas y decretar la impunidad de los victimarios. Las aguas siguen bajando turbias y los tarros se siguen llenando de muerte. Inmolando al último orejón del último tarro, la cultura represora duerme y descansa porque su casa siempre estará en orden.
Mi casa, que a lo mejor no es nacional y popular pero que tampoco es reaccionaria y mucho menos se disfraza, no está en orden. Y espero, con impaciencia espero, que al menos nos sigamos acercando los que aún sabemos diferenciar la violentación y la crueldad de toda cultura represora. Para no mezclarla con la violencia, la única parte de la historia. De otra historia que merezca no sólo ser contada, sino también ser vivida.

Ada Colau, Pablo Iglesias, Alberto Garzón y cientos de activistas e intelectuales firman el manifiesto “Última llamada”

http://postdigital.es/2014/07/07/ada-colau-pablo-iglesias-alberto-garzon-activistas-intelectuales-firman-manifiesto-ultima-llamada- Publicado en 7/7/2014


“Para evitar el caos y la barbarie hacia donde hoy estamos dirigiéndonos, necesitamos una ruptura política profunda con la hegemonía vigente”, afirma el manifiesto que han firmado cerca de 250 intelectuales entre los que se encuentran Ada Colau, Pablo IglesiasAlberto Garzón, Teresa Forcades, y un buen número de políticos, actores, activistas sociales y científicos.
En el manifiesto en cuestión, llamado Última Llamada, se exige un cambio de modelo productivo y sistémico para evitar el colapso al que se acerca la civilización humana este siglo.
El texto alerta de la “dinámica perversa” en la que se encuentra entrampada la sociedad actual que “si no crece no funciona, y si crece destruye las bases naturales que la hacen posible. Nuestra cultura, tecnólatra y mercadólatra, olvida que somos, de raíz, dependientes de los ecosistemas e interdependientes.” Resaltando el impacto de la crisis ecológica, tan silenciada por lo medios pero con un impacto fundamental en el futuro de la humanidad.
Respecto a dicha crisis el manifiesto señala: “no es un tema parcial sino que determina todos los aspectos de la sociedad: alimentación, transporte, industria, urbanización, conflictos bélicos… Se trata de la base de nuestra economía y de nuestras vidas”. El texto prosigue con reflexiones sobre la situación actual y llamadas de atención a la ciudadanía con el intento de trazar una hoja de ruta.
Esta “última llamada” termina con mensajes de ánimo para los que luchan como el 15M y los distintos movimientos sociales que se oponen a esta deriva, “cada vez más gente está reaccionando ante los intentos de las élites de hacerles pagar los platos rotos”. Por último afirma con rotundidad, “el siglo XXI será el siglo más decisivo de la historia de la humanidad. Supondrá una gran prueba para todas las culturas y sociedades, y para la especie en su conjunto”.

Manifiesto Última llamada: Esto es más que una crisis económica y de régimen; es una crisis de civilización


Los ciudadanos y ciudadanas europeos, en su gran mayoría, asumen la idea de que la sociedad de consumo actual puede “mejorar” hacia el futuro (y que debería hacerlo). Mientras tanto, buena parte de los habitantes del planeta esperan ir acercándose a nuestros niveles de bienestar material. Sin embargo, el nivel de producción y consumo se ha conseguido a costa de agotar los recursos naturales y energéticos, y romper los equilibrios ecológicos de la Tierra.
Nada de esto es nuevo. Las investigadoras y los científicos más lúcidos llevan dándonos fundadas señales de alarma desde principios de los años setenta del siglo XX: de proseguir con las tendencias de crecimiento vigentes (económico, demográfico, en el uso de recursos, generación de contaminantes e incremento de desigualdades) el resultado más probable para el siglo XXI es un colapso civilizatorio.
Hoy se acumulan las noticias que indican que la vía del crecimiento es ya un genocidio a cámara lenta. El declive en la disponibilidad de energía barata, los escenarios catastróficos del cambio climático y las tensiones geopolíticas por los recursos muestran que las tendencias de progreso del pasado se están quebrando.
Frente a este desafío no bastan los mantras cosméticos del desarrollo sostenible, ni la mera apuesta por tecnologías ecoeficientes, ni una supuesta “economía verde” que encubre la mercantilización generalizada de bienes naturales y servicios ecosistémicos. Las soluciones tecnológicas, tanto a la crisis ambiental como al declive energético, son insuficientes. Además, la crisis ecológica no es un tema parcial sino que determina todos los aspectos de la sociedad: alimentación, transporte, industria, urbanización, conflictos bélicos… Se trata, en definitiva, de la base de nuestra economía y de nuestras vidas.
Estamos atrapados en la dinámica perversa de una civilización que si no crece no funciona, y si crece destruye las bases naturales que la hacen posible. Nuestra cultura, tecnólatra y mercadólatra, olvida que somos, de raíz, dependientes de los ecosistemas e interdependientes.
La sociedad productivista y consumista no puede ser sustentada por el planeta. Necesitamos construir una nueva civilización capaz de asegurar una vida digna a una enorme población humana (hoy más de 7.200 millones), aún creciente, que habita un mundo de recursos menguantes. Para ello van a ser necesarios cambios radicales en los modos de vida, las formas de producción, el diseño de las ciudades y la organización territorial: y sobre todo en los valores que guían todo lo anterior. Necesitamos una sociedad que tenga como objetivo recuperar el equilibrio con la biosfera, y utilice la investigación, la tecnología, la cultura, la economía y la política para avanzar hacia ese fin. Necesitaremos para ello toda la imaginación política, generosidad moral y creatividad técnica que logremos desplegar.
Pero esta Gran Transformación se topa con dos obstáculos titánicos: la inercia del modo de vida capitalista y los intereses de los grupos privilegiados. Para evitar el caos y la barbarie hacia donde hoy estamos dirigiéndonos, necesitamos una ruptura política profunda con la hegemonía vigente, y una economía que tenga como fin la satisfacción de necesidades sociales dentro de los límites que impone la biosfera, y no el incremento del beneficio privado.
Por suerte, cada vez más gente está reaccionando ante los intentos de las elites de hacerles pagar los platos rotos. Hoy, en el Estado español, el despertar de dignidad y democracia que supuso el 15M (desde la primavera de 2011) está gestando un proceso constituyente que abre posibilidades para otras formas de organización social.
Sin embargo, es fundamental que los proyectos alternativos tomen conciencia de las implicaciones que suponen los límites del crecimiento y diseñen propuestas de cambio mucho más audaces. La crisis de régimen y la crisis económica sólo se podrán superar si al mismo tiempo se supera la crisis ecológica. En este sentido, no bastan políticas que vuelvan a las recetas del capitalismo keynesiano. Estas políticas nos llevaron, en los decenios que siguieron a la segunda guerra mundial, a un ciclo de expansión que nos colocó en el umbral de los límites del planeta. Un nuevo ciclo de expansión es inviable: no hay base material, ni espacio ecológico y recursos naturales que pudieran sustentarlo.
El siglo XXI será el siglo más decisivo de la historia de la humanidad. Supondrá una gran prueba para todas las culturas y sociedades, y para la especie en su conjunto. Una prueba donde se dirimirá nuestra continuidad en la Tierra y la posibilidad de llamar “humana” a la vida que seamos capaces de organizar después. Tenemos ante nosotros el reto de una transformación de calibre análogo al de grandes acontecimientos históricos como la revolución neolítica o la revolución industrial.
Atención: la ventana de oportunidad se está cerrando. Es cierto que hay muchos movimientos de resistencia alrededor del mundo en pro de la justicia ambiental (la organización Global Witness ha registrado casi mil ambientalistas muertos sólo en los últimos diez años, en sus luchas contra proyectos mineros o petroleros, defendiendo sus tierras y sus aguas). Pero a lo sumo tenemos un lustro para asentar un debate amplio y transversal sobre los límites del crecimiento, y para construir democráticamente alternativas ecológicas y energéticas que sean a la vez rigurosas y viables. Deberíamos ser capaces de ganar grandes mayorías para un cambio de modelo económico, energético, social y cultural. Además de combatir las injusticias originadas por el ejercicio de la dominación y la acumulación de riqueza, hablamos de un modelo que asuma la realidad, haga las paces con la naturaleza y posibilite la vida buena dentro de los límites ecológicos de la Tierra.
Una civilización se acaba y hemos de construir otra nueva. Las consecuencias de no hacer nada —o hacer demasiado poco— nos llevan directamente al colapso social, económico y ecológico. Pero si empezamos hoy, todavía podemos ser las y los protagonistas de una sociedad solidaria, democrática y en paz con el planeta.

Figura la Relación de Todos los Firmantes

- TAMBIÉN EN 
http://www.lavanguardia.com/natural/20140707/54411633759/manifiesto-reclama-ajustar-politicas-limites-ecologicos-planeta.html#.U7pbixAZ5z4.twitter

Un manifiesto reclama ajustar las políticas a los "límites ecológicos 


del planeta"


Los 200 firmantes proponen una solución diferente al crecimiento 


keynesiano, porque "un nuevo ciclo de expansión es inviable" | 


Jiménez Beltrán, López Uralde, Pablo Iglesias, Ada Colau y los 


profesores Naredo y Martínez Alier, entre los firmantes. 


Natural | 7/7/2014