Este mes de noviembre,
mes de jornadas antifascistas, han tenido lugar varias movilizaciones, charlas y talleres para frenar la creciente oleada de grupos fascistas en nuestro país como bien recogió
Marta Plaza en su
artículo para Periodismo Digno. Además de varias manifestaciones antifascistas, como la que tuvo lugar el
11 de noviembre en memoria de Carlos Javier Palomino Muñoz, han sido numerosas las
muestras de repulsa hacia el fascismo en todo el Estado español. Fruto de una de ellas,
el miércoles tuvo lugar la detención de
siete estudiantes antifascistas, ya puestos en
libertad, a los que se acusaba de provocar daños y disturbios, hechos que fueron negados por los detenidos. Los siete detenidos participaron en la
contramanifestación antifascista, convocada el pasado 26 de octubre, con motivo de la protesta de la
organización de carácter fascista Respuesta Estudiantil, que recorrió
el centro de Sevilla.
El día 28 de noviembre, fuimos testigos de una
caza de brujas que se saldó con 17 detenidos, a los que se acusa de actos vandálicos que presuntamente tuvieron lugar el día 20 de noviembre
http://www.youtube.com/watch?v=msE_-tTNI20, coincidiendo con
la muerte del dictador Francisco Franco.
Los estudiantes se manifestaron por ciudad universitaria denunciando el creciente fascismo en las aulas liderado por Respuesta Estudiantil y Liga Joven.
Al grito de
“Fuera fascistas de la universidad” el
bloque
antifascista entró en la facultad de derecho, como puede observarse en
este vídeo grabado por Periodismo Digno.
Fuentes consultadas aseguran que no tuvieron lugar tales incidentes, aunque sí hubo forcejeos entre varios estudiantes, sin mayores consecuencias.
Once detenciones más acompañadas de cargas policiales, en las inmediaciones de la
comisaría de Moratalaz, donde ha tenido lugar una
convocatoria en repulsa por las
detenciones ocurridas a primera hora de la mañana.
Anteriormente a estos hechos, el 24 de octubre, coincidiendo con el segundo día de la huelga en la UAM,
integrantes de Respuesta Estudiantil, amenazaron a un grupo de estudiantes con un machete de grandes dimensiones. El portador del machete gritaba “¿Quién quiere ser el primero en morir?” mientras se acercaba al grupo de estudiantes, para luego salir corriendo y huir en un coche. Me pregunto si la señora delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, sus
periodistas afines o su cuerpo de policía han tenido la misma premura en encontrar a dichos provocadores de actos vandálicos.
Por su parte,
Jorge García Castaño, concejal de IU Madrid, asegura que
estas detenciones responden a una operación mediática, interesada en cultivar a su electorado más fiel.
“El régimen está jugando al cerrojazo, aparentando orden, cuando el país se encuentra en el mayor de los desórdenes, con un Gobierno entregado a la Troika, empobrecido y estancado a largo plazo”, sentencia García Castaño.
Analizando
la noticia de Francisco Javier Barroso publicada en El País, podemos atar cabos sobre la
criminalización de los movimientos sociales relacionados con la lucha antifascista.
En la noticia puede leerse como el periodista, premiado por la policía al difundir su labor, relaciona las detenciones con la extrema izquierda y con casas okupas.
No es la primera vez, que dicho sujeto criminaliza las protestas sociales y sólo menciona fuentes policiales. Ya en su momento, el Defensor del lector de El País hizo rectificar al autor y le recriminó que sólo usara fuentes policiales en sus artículos. Pero parece que el tirón de orejas de su medio no fue suficiente y sigue utilizando las fuentes a su antojo y beneficio,
faltando así a la veracidad y a los principios básicos del periodismo.
Por su parte, la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes,
anunciaba en varios tuits la detención de participantes en un ataque de la facultad de derecho,
negando así el derecho de presunción de inocencia. Son varios los medios que titulan la noticia asegurando que los estudiantes de
“ultra izquierda”,
“extrema izquierda”,
“radicales de izquierda” han sido detenidos por agredir a estudiantes de la facultad de derecho. Los medios tradicionales, acompañados de personajes de la
política más rancia y derechona, enjuician a las personas que consideran un obstáculo antes de ser juzgadas.
Me pregunto si el creciente
estallido fascista desencadenará en el triste momento que están viviendo en Grecia, con
Amanecer Dorado a la cabeza y el cantante antifascista de hip hop Pavlos Fyssas asesinado por miembros del grupo neonazi. En Francia, también están sufriendo el resurgir de grupos neo nazis con proclamas anti socialistas que marchan copiando la metodología y el estilo de las manifestaciones de la izquierda de los años ’60. Varios sociólogos y politólogos franceses han alertado de la pérdida de la izquierda en las calles, cada vez más ocupada por la derecha y los grupos de
tintes fascistas.
Sin embargo, me pregunto si
este nuevo resurgir del fascismo tras años camuflado en las instituciones, no es un neo fascismo con nuevas claves, más difícil de desenmascarar. Como diría en su momento José Saramago este “no es un fascismo como el de los años treinta, hecho de gestos ridículos como levantar el brazo. Pero tiene otros gestos igualmente ridículos.
No será un fascismo de camisas negras, sino de corbatas de Armani“. Por su parte, el expresidente del Paraguay, Fernando Lugo comentó que “el fascismo es en realidad el hijo bastardo del capitalismo. Hijo bastardo predilecto en ciertos momentos históricos, pero hijo bastardo al fin.
El fascismo no puede ser entendido fuera del capitalismo y de sus crisis recurrentes en la historia”.
En el pasado ya vimos que organizaciones de
extrema derecha
lograron importantes parcelas de poder, por lo que debemos reaccionar al respecto e impedir que este tipo de organizaciones logre alcanzar sus objetivos.
Por ello, el antifascismo debe seguir en la calle, reconquistando los centros de trabajo y también mantenerse en las Instituciones en pleno contacto con la
movilización social y las convergencias entre grupos y organizaciones de izquierda.