DECLARACIÓN de INTENCIONES: Dirigida a aquellos Lectores Potenciales que, al entrar en la lectura de estas Mis Criaturas, sientan que no les gusta y ni siquiera les divierte. Abandonen de inmediato. Estas páginas están concebidas para Mi Memoria, mi Divertimento y el de Unos Pocos. Si tú no estás en este segundo grupo, yo no soy la persona adecuada para ti, deja esto y date una vuelta; seguro hallarás lo que buscas *** VER http://perrosflautadelmundo.blogspot.com.es/
(...) ¿qué es hoy “el progreso”? ¿Es lo mismo que hace treinta años?
Hoy sabemos cómo ha ido degenerando la producción industrial de alimentos, estamos siempre en ascuas, desconfiando de que nos vuelvan a dar gato por liebre, o caballo por buey. Sabemos que las subvenciones estatales de la agricultura europea están destrozando los mercados de los países pobres. Sabemos que los beneficios siempre se quedan del mismo lado. Sabemos que Monsanto está tratando de enriquecerse patentando semillas. Y sabemos que ese tipo de producción es nefasta para el medio ambiente.
Así que la naranja y la alcachofa industriales salen finalmente un poco caras (...)
Amadeu Casellas, el anarquista que estuvo preso 22 años por haber expropiado bancos en su juventud para ayudar a familias con problemas económicos estuvo ayer en Oviedo presentando su libro “Un reflejo de la sociedad. Crónica de una experiencia en las cárceles de la democracia”, en un acto organizado por el Ateneu LLibertariu d’Uviéu. Casellas habló de su vida en las cárceles españolas, de sus luchas, de la organización de los presos y denunció el régimen penitenciario estatal, a quien sin tapujos acusa de inducir las muertes por sobredosis y los suicidios de los presos.
Casellas ya había estado en Oviedo en 2010, justo después de salir de la cárcel y regresó ayer para presentar su libro. El acto fue en la CNT de Oviedo y al mismo asistieron numerosas personas que le hicieron muchas preguntas al finalizar su exposición.
El expresidiario anarquista empezó contando cómo acabo en la cárcel: “En 1973 la CNT era ilegal y yo era militante. Mis comienzos fueron en Vic (Barcelona) y propuse a los compañeros expropiar bancos para obtener fondos para luchar, pero en CNT lo rechazaron, por lo que me uní a grupos más radicales y fuimos a por bancos, que son los que nos roban a nosotros. Reoartíamos el dinero, una parte iba para la infraestructura del grupo y el resto para familias necesitadas. Solíamos obtener entre un millón y tres millones de pesetas, que en esa época era mucho. Las familias podían vivir un año sin preocuparse con lo que les dábamos. Un padre de familia nos había pedido un rebaño de ovejas y después del atraco fuimos a comprárselo. Le solucionamos la vida.”
Finalmente, en 1979, son apresados y entran en la cárcel modelo de Barcelona. Mientras tanto, algunos miembros del grupo se habían enganchado a la heroína. “Cuando llegamos a la cáscel había todavía carceleros franquistas, con uniformes militares y lo primero que hicieron fue darnos una paliza “por anarquistas”. Funcionaba por parte de algunos presos la COPEL (Coordinadora de Presos en Lucha) y entré allí a trabajar. La situación en la cárcel era penosa. Muchos dormían en el suelo, las celdas estaban hacinadas y las condiciones eran inhumanas, conviviendo con chinches y ratas. Copel era partidaria de organizar motines pero siempre acaba todo peor, porque los carceleros lo usaban como excusa para reprimirte más. Así que nosotros propusimo s hacer huelgas de hambre y de brazos caidos para paralizar la cárcel. Hicimos una primera huelga de hambre pidiendo la reorma del Códogo Penal franquista y la derogación de la Ley de Vagos y Maleantes. La huelga se hizo en septiembre de 1982 y nos apoyaron otras prisiones. En la primavera de 1983 se hizo la reforma y gracias a ello se excarcelaron muchísimos presos, se limitó la prisión preventiva y se anuló la Ley de Vagos y Maleantes. La victoria nos da alas para nuevas protestas.”
Huelga de brazos caídos
“En 1986 –explica Casellas- hicimos una huelga de brazos caídos. Por entonces el Sida se había introducido a lo bestia en las cárceles y usaron a los presos para probar las primeras retrovirales. Caían como escombros. Intentamos hacer otra huelga de hambre pero los presos estaban la mayoría enfermos y con las defensas bajas, así que decididmos no trabajar y paralizar la cárcel. También ganamos esta batalla y conseguimos otras mejoras, como las comunicaciones directas una vez al mes. Instituciones Penitenciarias quiere entonces dispersarnos para evitar nuevas protestas sin darse cuenta de que esa medida nos favorece porque enseñamos a otros presos del Estado a organizarse.”
Llega la década de los 90 y Juan Antonio Belloch (PSOE), ministro de Justicia (hoy alcalde de Zaragoza) crea el régimen FIES (Ficheros Internos de Seguimiento Especial). Prosigue Casellas: “Estaba dedicado a nosotros porque si te lo aplican vas para una celda de aislamiento, te intervienen el correo, limitan tus llamadas…”.
También se crea el CIRE, una empresa que gestiona los trabajos de los presos que antes se desarrollaban en economatos, Convierten las tiendas baratas en boutiques y por supuesto doblaron los precios. En el libro Casellas da nombres y apellidos de los que se enriquecieron con este negocio. “Intentaron llevarme a juicio pero yo les denuncié a ellos y prefirieron no seguir con el pleito. Son funcionarios que con su sueldo normal viven como ricos, con coches de alta gama. Son una organización piramidal y facturan 24 millones de euros al año de los cuales 23 millones se los quedan los mandos intermedios y directivos que no hacen nada y el resto los presos.”
Las fugas
Amadeu Casellas se fugó en varias ocasiones. Una fue en la cárcel de Figueras y también se dedicó a explicar a otros presos las mejores maneras de fugarse. Tuvo algunas fugas exitosas y otras tantas abortadas. En el acto de presentación del libro explicó algunas de las más rocambolescas.
Casellas denuncia públicamente en los actos a los que es invitado que las muertes por sobredosis de drogas de presos que se reflejan en la prensa “son inducidas por la propia institución penitenciaria. “Te dan metadona al entrar y ansiolíticos y otras drogas legales y van aumentando la dosis. Te saturan de drogas y así mueren muchos. Es verdad que hay drogas ilegales, pero en pequeñas cantidades. Lo que consiguen con esta política, en la que colaboran médicos y psiquíatras de la prisión, es tener un patio tranquilo y evitar que el preso piense. Con los suicidios ocurre lo mismo. Muchos se podrian evitar. Yo acuso al sistema penitenciario de ser responsable de estas muertes porque la mayoría se producen por abusos ya arbitrariedades de los carceleros”.
La lucha de Casellas acabó finalmente con su libertad, ya que en una de las huelgas de hambre pidió revisión de condena y se dieron cuenta de que había cumplido ocho años más de los que le correspondían. . En poco tiempo se detecta también que 23 presos más estaban también con exceso de años, aunque la prensa lo silenció. “En la cárcel hay muchos presos que cumplen más condena de la que tienen, pero son anónimos y no tienen dinero para demostrar su inocencia”.
El ex-preso anarquista explicó algunas luchas más que desarrollaron con éxito. Así denunciaron que trabajaran sin cotizar y obtuvieron el reconocimiento de la Seguridad Social en los talleres de presos de toda España . En marzo de 2010 Amadeu Casellas obtiene la libertad. Desde entonces ha mantenido el contacto con los presos, a los que anima en la lucha y ayuda a organizarse, aunque el perfil de los presos de ahora ha cambiado “está entrando gente que no son delincuentes, alcohólicos, manifestantes de protestas…) y que están solos y poco concienciados. Si no tienes recursos te olvidan.”
Casellas denunció también el enriquecimiento de algunas empresas españolas con el negocio de las cárceles. Uno de los empresarios que cirta es Florentino Pérez “que es el que construye las prisiones y por las que gana 130 millones de euros por cada una que hace”. También menciona a El Corte Inglés, que lleva a cabo toda la producción textil en las cárceles, explotando a los presos y enriqueciéndose gracias a ello. Denuncia también al hijo de Jordi Pujol y a su mujer, Ferrusola, que fue gerente del Cire”.
El libro se puede pedir a la editorial El Grillo Libertario. Parte de los ingresos obtenidos por su venta se destinarán a la reconstrucción del CSOA de Can Viés.
Más que una marcha negra, como las que protagonizaban los mineros años atrás, la que se dejará caer el próximo sábado en Madrid será una marcha verde, en defensa del sector de las energías renovables. Miles de pequeños inversores fotovoltaicos acudirán a la capital para marchar por el Paseo de la Castellana y acabar frente al Ministerio de Industria y Energía.
Hay entre 55.000 y 62.000 pequeños y medianos inversores en España que apostaron sus ahorros al negocio solar fotovoltaico y que ahora están al borde de la quiebra por los sucesivos recortes aplicados por el anterior Gobierno de Zapatero y por el actual. Así que la patronal Anpier, con el apoyo de la mayoría de los partidos políticos, de patronales, colectivos sociales, ecologistas y asociaciones agrícolas, ha convocado para el próximo sábado una gran manifestación, a la que según sus organizadores acudirán "miles de productores de todas las comunidades autónomas".
PSOE, PSC, IU, Equo, Compromís, ICV, Ciutadans, ERC, BNG, AGE, IU-IVC y la Chunta Aragonesista, entre otros partidos políticos, han respaldado la convocatoria. La ausencia más notable, la del PP, el partido que ha promovido el último recorte a todas las energías renovables, que con especial virulencia se ha cebado en los negocios eólicos y fotovoltaicos. PNV y CiU, por ahora, no se han pronunciado, aunque Anpier confía en que habrá "nuevas adhesiones en las próximas horas".
También están detrás de la convocatoria Greenpeace, las patronales Unef y Appa, la plataforma Nuevo Modelo Energético, Coag y Unión de Pagesos.
Todos a una para mostrar su rechazo al ya irrevocable marco regulatorio, que con carácter retroactivo asesta un duro golpe a la retribución que perciben las plantas y huertos fotovoltaicos. Muchos de ellos arrancaron en 2008 y 2009, en plena burbuja solar, con insostenibles primas de hasta 450 euros por megavatio y ahora, con los sucesivos recortes, no pueden ni afrontar el pago de los intereses de la deuda en la que incurrieron para invertir en los proyectos.
La puntilla al sector se oficializó en el último Consejo de Ministros de mayo, en el que el Gobierno aprobó el Real Decreto de renovables que establece el fin de las primas verdes y el pago de una rentabilidad razonable del 7,5%, en función de los costes y su amortización de cada tipo de instalación.
Los recortes, según Anpier, son de "hasta el 50% de los retornos que garantizaba el Estado, con lo que la mayor parte de las instalaciones resultan inviables".
La avalancha de demandas, recursos y arbitrajes que acarreará la nueva normativa, sobre todo por la aplicación retroactiva de las medidas y la falta de seguridad jurídica, provocará una ola de desconfianza a nivel internacional sobre la garantía de las inversiones que se realizan en España, denuncia el sector renovable.
Así las cosas, el próximo -HOY-sábado se prevé la llegada masiva de pequeños inversores desde toda España. Según Anpier, se fletarán flotas de autobuses para traer a los afectados a la capital, en una iniciativa contará con un masivo apoyo, según sus organizadores.
2.- AÑADIDO a las 23h. 30´: Los productores fotovoltaicos de toda España se manifiestan en Madrid contra la reforma energética del Gobierno
Tenemos un problema cuando un Ministro de Gobierno piensa que...
- El hecho de que el rey sea aforado No es un privilegios, sino una necesidad.
- LUEGO: El hecho de que una familia coma 3 veces al día No es una necesidad, sino un privilegio.
Todos los españoles son iguales ante la Ley... de la gravedad.
http://laiguana.tv/noticias/2014/06/20/17446/IRAK-TRAS-LA-INVASION-YANQUI-LA-RECETA-PERFECTA--PARA-EL-DESASTRE.html Publicado en 21/6/2014 Mientras escribo estas palabras, Irak es un desastre. La norteña ciudad de Mosul está cayendo en poder de militantes musulmanes armados. Los bombardeos están aumentando en frecuencia y ferocidad, causando más y más muertos. Y los militares de Irak están tan mal preparados para la acción que están tirando sus armas, sacándose los uniformes, ¡y huyendo!. Casi 800 billones de dólares se han gastado, más de 4 mil 500 norteamericanos han muerto en una guerra y ocupación que duró más de una década, y sin embargo, Irak está al borde de ser despedazado aún más. Todo ese tiempo. Todas esas vidas. Todo ese dinero. Todo perdido en el loco sueño de una democracia iraquí, o quizás aún en la ilusión de eso. La próxima vez que un halcón guerrero grazne sobre la necesidad de una acción militar norteamericana para resolver algún problema global, piense en Irak. La próxima vez que un politiquero ambicioso le pida a usted que sacrifique a su hijo o a su hija, piense en Irak. La próxima vez que una escuela de su vecindad sea cerrada porque no hay dinero para mantenerla, piense en Irak. Guerras por mentiras: piense en eso. Piense en Irak.
Es muy difícil contabilizar el número de inmuebles okupados por centros sociales en todo el estado español. En gran parte de los casos su vida es fugaz, aguantando en torno a dos años mientras se agota la vía legal. La 15Mpedia, una enciclopedia de libre participación sobre movimientos sociales, registra 215 en toda España. Madrid lidera la lista con 80 de estos espacios, justo el doble que Catalunya, en segunda posición. Los enfrentamientos por el cierre de Can Vies han propulsado este centro a todas las portadas de la prensa española. El apoyo que recaban estas iniciativas y la movilización juvenil obligaron al alcalde de Barcelona Xavier Trías a dar una tregua de dos años al desalojo.
Sin embargo el espacio catalán no es ni mucho menos el único escenario de conflicto en torno a espacios ocupados. Esta semana la Policía procedió al desalojo por la fuerza de La Madreña, un centro muy apreciado por los ciudadanos de Oviedo por sus servicios de biblioteca, guardería o banco de alimentos. La Traba, con un recorrido de siete años al servicio de los vecinos de Arganzuela (Madrid) y que además cuenta con uno de los bike park indoor más grandes del Estado, gratuito y visitado por personas de toda España, ha recibido un ultimátum para el 22 de julio. La Casika, un espacio mostoleño okupado por más de 15 años, lleva varios meses en el disparadero. En los últimos meses los usuarios de estos centros sociales han observado cómo se ha ido intensificando la presión contra ellos.
"A raíz de lo del Madrid Arena, la Policía viene mucho más a menudo al centro social con la excusa de la seguridad", afirma a Público Nuria Sánchez, una de las portavoces del emblemático Patio Maravillas madrileño, que explica "desde urbanismo del Ayuntamiento de Madrid se está presionando a los propietarios de los edificios para que nos denuncien y nos echen, están intentando que sean ellos los que se muevan para que nos vayamos de los centros sociales, amenazándoles con tomar medidas contra ellos".
¿Ciudad de quién?
Can Vies no ha sido sino un nuevo episodio donde la ciudadanía ha mostrado las garras en la defensa de su entorno social, de la ciudad como espacio público. La lucha del barrio de Gamonal por conservar la disposición de una de sus calles es otra prueba de esta renovada animosidad en la defensa de lo público. "Últimamente en cada conflicto de este tipo que estalla, lo que subyace es el derecho a la ciudad, con mayúsculas", opina Jorge García Castaño, concejal de IU en el Ayuntamiento de Madrid. "La gente está muy harta de la ciudad escaparate, de la ciudad volcada en el turismo y en el mercado, de los centros históricos como parques temáticos y que encima las experiencias de recuperar una parte de la ciudad para la gente son reprimidas sistemáticamente", afirma refiriéndose a los espacios okupados.
Precisamente en la ciudad de Barcelona, que ardió durante cuatro noches en defensa de Can Vies, se ha abierto un profundo debate sobre hasta qué punto se debe favorecer la experiencia del turista, en contraposición a los derechos del propio ciudadano. El documental Bye Bye Barcelona expone esta difícil relación. "El principal bien público de una comunidad es su territorio" expone Víctor Sampedro, catedrático de Opinión Pública de la Universidad Rey Juan Carlos, que cree "ante la imposibilidad de cambiar las instituciones, las dificultades de democratizarlas y que representen realmente las demandas ciudadanas, la gente ha ido construyendo espacios de diálogo, debate e intervención pública".
"Lo más importante que está ocurriendo en España es que movimientos vecinales como Gamonal se hayan convertido en gestas de autodefensa democrática", continúa. "Han contagiado a barrios y a ciudades enteras como Barcelona. Los centros socialesokupados no son un espacio de representación de minorías sino lugares de encuentro y autogobierno que además han demostrado su capacidad de paliar en gran parte los recortes. Una vez manifestada la movilización y la denunciadas contra las tramas financieras que amenazan realmente esos espacios de convivencia -prosigue-, la gente ha sabido defenderlos".
Espacios de democracia ciudadana
Los jóvenes de La Traba acudieron esta semana al Pleno del distrito de Arganzuela para defender su espacio. Argumentaban que ellos no tienen ideología, que no se habla de política en su centro. Intentaban crear un escudo contra la política de partidos a la que están acostumbrados. Sin embargo, no eran conscientes de que defendiendo su modo de actuar comunitario y su asamblea abierta semanal, estaban despertando la inquietud de la mayor parte de la bancada. Su enorme bike park, su estudio de grabación gratuito o su grupo de teatro quedan al margen del control estatal.
"Imagino que estos espacios les generan cierta inquietud", expresa Nacho Murgui, presidente de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid, en referencia a las fuerzas políticas que se alternan en el poder en España. "Hay veces que da la impresión de que conciben la democracia no como algo que hay que alimentar, extender y hacer crecer, sino como un mal menor que tienen que conceder para que la gente pueda tragar mejor la píldora", manifiesta en una conversación telefónica.
"Si desde las instituciones los ven como enemigos, entiendo que no solo las okupaciones, sino cualquier manifestación pública, de implicación ciudadana en la política, les parecerá mal", comenta el presidente de la principal asociación vecinal madrileña. En cualquier caso, explica que para ellos, los centros sociales son "algo tremendamente positivo, un ejercicio de participación ciudadana que hay que apoyar", ya que constituyen "una respuesta democrática de la población a la falta de equipamientos, de inversiones públicas" y de "lucha contra la especulación que deja en ruinas la ciudad, espacios sin utilizar y desperdicia recursos muy valiosos".
Público ha intentado ponerse en contacto en repetidas ocasiones con el Ayuntamiento de la ciudad de Madrid para recabar su opinión respecto a los centros sociales okupados. Desgraciadamente, no han considerado oportuno colaborar con este reportaje.
Esa es la frase que me resonaba en la cabeza al terminar de leer ayer la entrevista de Henrique Mariño a Pepe Ribas, un himno a la rabia, a la impotencia, a la tristeza. Nos lo quitaron todo. Yo no he vivido en Barcelona el auge de asociaciones vecinales en los últimos años del franquismo pero sí estaba en Madrid, en el barrio de Simancas, con doce años, cuando una generación entera, la mía, fue arrasada por la heroína. De la noche a la mañana, los chavales que apenas unos meses antes formaban bandas de música y grupos de teatro, ahora esgrimían navajas y temblaban en los parques atacados por el mono, cambiaban su alma por un pico, deambulaban como zombis en busca de una dosis.
Fue la noche de los muertos vivientes, la larga noche de finales de los setenta en la que una plaga salida nadie sabe cómo ni de dónde iba tronchando vidas y sueños. Sólo ahora, contrastando historias, abarcando la magnitud de un fenómeno que comprendió la práctica totalidad de la periferia de las grandes ciudades españolas, empezamos a sospechar quiénes podían estar moviendo los hilos del guiñol y escribiendo el desenlace de la obra. Era la misma argucia que el FBI había ensayado con éxito en los barrios negros de Los Angeles controlados por los Panteras Negras: introducir subrepticiamente la heroína en las escuelas. Aquel precario espejismo de libertad del black power y de la contracultura hippie se hizo añicos: la poesía se disolvió en sangre, el anarquismo en delincuencia, las comunas en bandas, tan fácil como inyectarle azúcar al depósito de la moto de Easy Rider.
En España, donde la libertad no había dado más que unos pocos pasos, el experimento fue aun más sencillo, como engañar a un niño con un caramelo trucado. Lo cuenta el escritor Paco Gómez Escribano en el prólogo a su novela Yonqui, un crudo testimonio del apogeo de la heroína en el barrio de Canillejas: “Los hijos empezaron a robar a los padres y hasta a los abuelos para conseguir una jodida papelina. Y unos años más tarde empezaron a aparecer muertos por todas las esquinas. Mi generación no ha sufrido una guerra, pero puedo asegurarles que hemos sufrido tantas bajas como un frente bélico”.
Nos lo quitaron todo: como dice el asesino William Munny en Sin perdón, todo lo que teníamos y todo lo que podíamos tener. El dinero sucio de toda aquella rapiña desembocó en el narcotráfico, en la construcción, en el compadreo, en las raudas fortunas hechas de la nada, de la noche a la mañana, por virtud de un milagro económico cimentado con sangre de antebrazos. En dos de mis novelas, El gran silencio y Niños de tiza, aparece el paisaje desolado y criminal de esas barriadas sembradas de solares y cascotes, ese panorama apocalíptico donde un superviviente de esa época, Roberto Esteban, lucha por explicarse por qué está todavía vivo entre un montón de cadáveres. No había muchas vías de escape y Roberto eligió el boxeo, una disciplina de redención que el tinglado cultural de la época se apresuró a tachar de salvaje y de zafia al tiempo que ensalzaba los toros y el fútbol. Luego, en lugar de cultura, nos dieron la Movida, un balón pinchado, un sucedáneo de contracultura, metadona y yeso, un fenómeno artístico tan ridículo, inofensivo y domesticado que algunos de sus maniquíes todavía andan por las televisiones haciendo el payaso.
Sí, nos lo quitaron todo y a cambio nos dejaron la tele, esa ventana abierta a todas horas que sólo da a la muerte.
Dicho así, de golpe, parece el título de una superproducción de acción, con Silvester Stallone y Antonio Banderas de cabezas de cartel. Pero no lo es. Se trata del número de agentes desplegados en Madrid para garantizar la seguridad durante la proclamación de Felipe VI, Dios mediante, el próximo 19-J. Para ser precisos, 4.300 policías nacionales y 2.672 guardias civiles. La canción de Sabina se ha quedado corta.
Reconozcámoslo. La cosa ya empezó mal cuando casi programan el evento el 18-J y tardaron un día en darse cuenta de que la fecha sonaba mal y daba para más chistes que la reforma fiscal de Montoro. Ahora entra en escena la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, con su legendaria afición a convertir reuniones sociales de cualquier clase en desfiles de material antidisturbios y sets de rodaje de la nueva entrega de Star Wars. Para Cifuentes, gritar aquello de "disuélvanse" parece algo más que mantener una gloriosa tradición española de ley y orden, es una religión.
Mientras la alcaldesa de Madrid y el presidente de la Comunidad llamaban a las masas a tomar las calles recién acicaladas y demostrar su entusiasmo monárquico agitando banderitas subvencionadas con dinero público, la autoridad prohibía cuatro manifestaciones, entre ellas la marcha republicana. Al parecer, los monárquicos son ciudadanos pacíficos y educados que merecen aplauso, mientras que los republicanos son ciudadanos peligrosos y sospechosos que devienen una amenaza "cierta" para el orden público. Es como con los indultos. A un guardia civil que se escojona mientras un amigote acosa a una señora se le perdona, porque la juventud española es así, lanzada. Pero para los miembros de un piquete no hay piedad, porque ir a trabajar es algo sagrado.
Si la intención pasaba por convertir la proclamación en un ejemplo del estilo diferente que supuestamente va a imprimir el nuevo monarca a su reinado, vamos mal. De momento, no se detectan grandes novedades. Hasta la ocurrencia de volver a subir al Rolls de la boda para darse una vuelta por las calles de Madrid parece idea del peor enemigo de los Borbones. Cuesta imaginar una imagen que simbolice mejor ese concepto de "casta" que tanto molesta a algunos.
Un rey listo iría a pie, escuchando las protestas de la gente y dándose un baño de realidad, no de masas. Algunos monárquicos empiezan a representar un verdadero problema para la monarquía. Ni su sectarismo, ni su ausencia de tacto parecen conocer límites. Haría bien la familia real en mantenerlos a distancia y rodearse de más republicanos. Hay cariños que definitivamente matan.
Está muy trillado y resulta poco original citarlo. Pero eso no le resta un gramo de verdad. Nunca fue tan cierto aquello que sentenciaban en V de Vendetta El pueblo no debería temer al gobierno. Es el gobierno quien debería temer al pueblo. Si el objetivo era convertir a España en una película de miedo, enhorabuena. Éxito total.