julio 20, 2024

La interminable y agitada peripecia de las columnas románicas del altar del Apóstol Santiago, de Daniel Salgado

 Daniel Salgado  Santiago de Compostela — 

La Exposición Regional Gallega de 1909 fue todo un acontecimiento. La visitaron 50.000 personas, el doble de la población de la ciudad que la acogió, Santiago de Compostela. La inauguró Alfonso XIII, último rey antes de la II República, y resultó un gran escaparate para la riqueza arqueológica y artística de Galicia. Tan escaparate que marchantes más o menos desaprensivos tomaron buena nota del género expuesto. Fue en ese momento cuando comenzó la interminable odisea de tres de las cuatro columnas románicas del altar del Apóstol Santiago entonces conservadas. El investigador Francisco Prado-Vilar ha reconstruido su agitada peripecia y los documentos que ha aportado han servido al BNG para argumentar la reclamación política de su restitución a Galicia.

El Códice Calixtino, manuscrito iluminado del siglo XII que recoge himnos, sermones y relatos vinculados al Apóstol Santiago, ya menciona el altar. “Y sobre el sepulcro hay un pequeño altar que, según se dice, hicieron sus mismos discípulos y que, por amor del Apóstol y de sus discípulos, nadie ha querido demoler después”, dice la cita con la que Prado-Vilar inicia su artículo académico sobre esta historia, Sortes Apostolorum: la odisea de las columnas de Antealtares. Dos piedras romanas que, según la tradición, habían llegado al lugar que hoy ocupa Compostela junto con el cuerpo de Santiago Zebedeo y formaban el ara que soportaban las columnas, esculpidas en mármol. El conjunto lo albergaba el monasterio de San Paio de Antealtares, cuya enorme fachada trasera da a la misma Praza da Quintana que la Porta Santa de la catedral. Hasta el siglo XV lo custodiaron monjes bendictinos, después monjas de clausura de la misma orden.

Fueron estas las que, a raíz de la Exposición Regional Gallega y agobiadas por una mala situación económica, decidieron aliviarla deshaciéndose de su propio patrimonio. En septiembre de aquel 1909 cerraron el trato con Fernando García Peso, relata Prado-Villar: tres columnas románicas por 4.500 pesetas. La cuarta ya no se encontraba bajo sus dominios. Según las informaciones recabadas por el historiador, había desparecido en algún momento entre 1610 y 1768. Se trataba de la que incluía la imagen del propio Santiago, “la más importante simbólicamente del conjunto”. ¿Qué sucedió? Prado-Villar aventura un par de hipótesis, tal vez quedó oculta en algún lugar después de la construcción de la iglesia barroca del monasterio, tal vez las monjas “se vieron obligadas” a regalarla a alguna autoridad. En las otras figuran los apóstoles: Pedro, Andrés y Pablo; Bartolomeo, Mateo y Santiago el Menor; y Matías, Simón y Judas.

El caso es que la operación de las benedictinas en 1909 provocó cierto escándalo. Eruditos locales, periodistas y autoridades eclesiásticas participaron en la discusión pública. El patrimonio a la intemperie, la propiedad privada de la cultura, el poder de la Iglesia en la ciudad. Dos años después, el comprador García Peso las puso de nuevo a la venta y la abadesa de Antealtares las recuperó. No descansarían, ni mucho menos, en paz.

El Estado las adquiere

En los años 20, la consideración crítica -y mercantil- sobre el arte románico cambió, explica Prado-Vilar a elDiario.es. Se revaloriza. Y eso agita a los marchantes, que revolotean por Galicia a la procura de mercancías. La economía de las benedictinas compostelanas no remonta, la ocasión la pintan calva. El anticuario palentino Arcadio Torres entra en contacto epistolar con la abadesa -que ya no es la Socorro Salgado de 1909, sino Matilde Reigada- y llega a un acuerdo: tres columnas románicas por 60.000 pesetas de la época. Es el 6 de septiembre de 1929 y España está sometida a los estertores de la dictadura de Primo de Rivera. La monja quiere esta vez esquivar controversias y pide permiso a todos los implicados: el cabildo de la catedral, el Vaticano y, a través del gobernador civil de A Coruña, el Estado. La dilación desesperó a Torres y la transacción tampoco se consumó.

El Estado entró en la partida. Como si atendiese a los ruegos de eruditos locales, Prado-Vilar señala al cura y arqueólogo y miembro del malogrado Seminario de Estudios Galegos -lo clausuró el fascismo en 1936- Xesús Carro, adquirió las columnas por 54.000 pesetas. Así figura en una Real Orden del 10 de agosto de 1930 y así fue como las piezas se fueron a Madrid, embaladas por el mismo Carro, al Museo Arqueológico Nacional. “Otro documento histórico que emigra”, tituló el diario La Voz de Galicia. El museo las conserva en la actualidad. Pero no las tres, solo dos. La tercera se encuentra en el Museo Fogg de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos.

El románico gallego y el Guernica de Picasso

“El Estado no tuvo más remedio que comprarlas, se iban para el extranjero, y allí están, en el Museo Arqueológico Nacional, sintiendo saudades”, escribía Xesús Carro poco después. Prado-Vilar cuenta a este periódico que en realidad ni siquiera. “El ministro Elías Tormo [responsable de Instrucción Pública y Bellas Artes durante la breve dictablanda de Berenguer] engañó a los eruditos gallegos que se preocupaban por el destino de las columnas”, dice. El historiador ha dado la vuelta al conocimiento del proceso que llevó a una de las columnas a un museo estadounidense. Nueva documentación, consultada en los archivos de Harvard y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) desmonta la versión hasta ahora aceptada, la de que los gobiernos de la República habían entregado la pieza al Museo Fogg “al final de una ardua negociación”.

Tormo usó la columna gallega para conseguir la repatriación de la lauda sepulcral de Alfonso Ansúrez, que procedía originalmente de Sahagún (León), y había ido a parar a Estados Unidos. Y negoció con ella antes de que Xesús Carro empaquetase a las tres en dirección al Museo Arqueológico Nacional de Madrid convencido, escribe Prado-Vilar en un artículo publicado la semana pasada en La Voz de Galicia, “de que quedaba asegurada su inalienabilidad al pasar a formar parte del patrimonio público”. No fue así. Con la mediación del “infame” marchante estadounidense Arthur Byne y actuaciones en los frentes diplomático y académico y varias interrupciones, en realidad el gobierno republicano, con Fernando de los Ríos como ministro de Instrucción Pública, remató un proceso iniciado muchos años antes y bajo un régimen no democrático. La lauda de Ansúrez regresó a España a cambió de una columna románica en mármol que había sujetado el altar de Santiago Apóstol y una serie de otras piezas menores. Hubo incluso una modificación legislativa ad hoc para sortear las trabas a la exportación del “tesoro artístico nacional”. Era 1932 (...)



julio 19, 2024

Paseo semanal por CTXT, por Diego Delgado

 5/7/2024


Contra los ultras, con Orgullo

Querida comunidad contextataria: 

 

Esta semana hemos asistido al enésimo atropello de la judicatura española, comodísima en su dinámica antidemocrática gracias a la impunidad de la que gozan, al menos de momento, sus tropelías. Pero no vamos a empezar hablando de eso. ¿Que por qué lo escribo, entonces? Bueno, para darme el gusto de decirles a esos jueces y sus palmeros que, por mucho que se autoimbuyan de una severidad reverencial de salvadores de la patria, para nosotras es más importante celebrar las disidencias sexuales y de género. Esa es nuestra patria.

 

¡Feliz y combativo Orgullo, amigos, amigas y amigues! No os podéis perder esta historia de Álvaro González Montero y Richard Cleminson sobre lo que ellos llaman la “Revuelta mariquita en San Pedro de Alcántara”. 1969, un municipio malagueño, carteles que reivindican con mucha gracia el amor libre y una boda homosexual que desafía al régimen franquista.

 

55 años después de aquello, siguen existiendo personas dispuestas a maltratar y violentar a otras por el mero hecho de tener una orientación sexual diferente a la suya. Es más, esas personas alcanzan puestos de responsabilidad política y, desde ahí, tratan de dinamitar la celebración del Orgullo. Es lo que ha ocurrido en la Comunitat Valenciana, y lo cuenta Carlos H. de Frutos en su serie podcastera, ‘El Contextador’.

 

Ahora sí, volvemos a lo feo. El Tribunal Supremo ha dictado un auto con el que convierte la amnistía en papel mojado. Sus magistrados “no están dispuestos a aplicar las leyes que no coincidan con su ideología o que no convengan a los partidos políticos que los nombraron”, explicamos en nuestro editorial sobre el tema.


El ataque frontal a uno de los pilares sobre los que se sostiene el acuerdo de mayoría parlamentaria alcanzado en las urnas demuestra que Guillem Martínez acierta de pleno al afirmar que el TS ha abandonado su función para abrazar “la misión de la monarquía española, de la derecha española, así como su propia misión particular”. Glups.

 

Ante el panorama reinante, Gerardo Tecé denuncia el “Glorioso Alzamiento Judicial” y aclara que, ojo, “la Justicia no está politizada en abstracto”. Aquí no caben equidistancias ni extremos centros. De hecho, esta entrevista de Gorka Castillo a Rubén Pérez, profesor de Historia del Derecho y autor de Jueces contra la República, permite rastrear los orígenes de la contaminación ultra de las instancias judiciales: “Hay muchas pruebas de que la judicatura actuó como una fuerza opositora a las reglas republicanas y democráticas que intentaba implantar el nuevo régimen”.


Pasamos de una extrema derecha a otra, ya lo siento, para hablar sobre los alarmantes resultados de la primera vuelta de las elecciones legislativas en Francia. La Reagrupación Nacional de Le Pen acumula el 33,1% de los votos, gracias a la normalización de sus ideas y a la “demonización de la izquierda”, según cuenta Enric Bonet en su análisis de los resultados electorales. Además, Bonet ha entrevistado al politólogo y sociólogo Félicien Faury, que identifica y expone algunas de las causas del éxito lepenista. 

 

En esa misma línea, Pablo Castaño propone seis claves para entender lo que está ocurriendo en el país galo: “la ‘laicidad autoritaria’”, “la radicalización de la derecha tradicional”, “un sistema político poco representativo”, “There Is No Alternative (TINA)”, “el tacticismo macronista: ‘la ultraderecha o yo’” y “las limitaciones de la izquierda”.

 

Desde CTXT nos ha parecido importante recalcar que no todo está perdido y llamar a la movilización del electorado francés contra la amenaza parda, y así lo hemos hecho con este editorial.

 

Países Bajos también vive su particular vía crucis ultra. Tras un proceso, como mínimo, confuso, se ha conformado un equipo de gobierno liderado por Dick Schoof. Para Sebastiaan Faber, los y las integrantes de este nuevo Ejecutivo “comparten tres características: experiencia escasa, ideas radicales y simpatías dudosas”.

 

Mejores noticias llegan desde Reino Unido. Fray Poll analiza la victoria laborista, ayuda a entender el sistema electoral que la ha facilitado y trata de contagiarnos de un optimismo que, “en los tiempos que corren, es un acto de rebeldía”.

 

El resumen de todo esto lo hace Rafael Poch ya desde el título de su último artículo: “Euromiseria”. En él, pone la vista en la coyuntura política de Francia, Reino Unido o Alemania en relación con el genocidio en Gaza. Su conclusión es clara: la Unión Europea “forma parte del problema. Su enfermedad es irremediable”.

 

Vamos, por fin, con el desahogo cultural ante tanto terror fascistoide. Recién salido del horno del Ministerio de CTXT tenemos este extenso artículo de Anna Pacheco en el que reflexiona sobre diversas cuestiones relacionadas con el turismo: el riesgo de utilizar términos como “invasión”, fácilmente manipulables para la extrema derecha o el encaje del decrecimiento y la justicia social en los viajes vacacionales. Hay que leerlo.

 

Cine, humor, textos que da gusto leer. Pilar Ruiz nunca falla en este sentido. Esta semana nos ha traído un precioso homenaje a Donald Sutherland, quién mejor que él en estos tiempos grises, actor de enorme talento que nunca descuidó el compromiso activista con “sus más profundas convicciones políticas y humanas”. Por su parte, Mario Amadas sigue explorando el mundo laboral y esta es la tesis que propone: si bien “la empresa, como inmensa organización paramilitar que es, tiene el peso de la responsabilidad”, las trabajadoras también debemos dar un paso adelante y, en resumidas cuentas, “tenemos que atrevernos a pedir lo que necesitamos”.

 

Si os habéis quedado con ganas de más, aquí tenéis nuestra portada, desde donde podréis acceder a todo lo publicado últimamente. Para sugerencias, dudas y quejas constructivas, os leemos en info@ctxt.es y en nuestras redes sociales.

 

Hablando de redes sociales, estamos intentando diversificar nuestra presencia online, con el objetivo principal de ir desprendiéndonos de esa dependencia que ha generado Twitter en tantas de nosotras. Nos gustaría que nos pudieseis seguir desde otros lugares que no sean ese vertedero de odio ultra. Os dejo por aquí algunas opciones: nuestros canales de difusión de WhatsApp y Telegram, nuestra página de Facebook, nuestros perfiles de Instagram TikTok y, por último, Mastodon, una red social muy similar a Twitter pero libre, descentralizada y muy preocupada por evitar que los mensajes de la extrema derecha campen a sus anchas.

 

Sin más, esperamos que tengáis la oportunidad de pasar estos días de calor lo mejor que podáis y que, en estas semanas de Orgullo, viváis vuestras vidas como os dé la gana.

 

Un abrazo de parte de todo el equipo. 

Diego Delgado

julio 18, 2024

Decenas de científicos piden no iluminar el Manzanares a ... elDiario.es .

Diego Casado   

infoLibre   



El proyecto del Ayuntamiento de Madrid para iluminar las aguas y la vegetación del Manzanares a su paso por la capital acaba de cosechar la oposición de decenas de científicos. Más de 80 investigadores, casi todos especialistas en biología, medio ambiente y contaminación lumínica, han firmado un manifiesto en el que piden al área de Medio Ambiente que frene sus planes para dotar de luces de colores al tramo situado entre los puentes Oblicuo y Andorra.

El proyecto fue anunciado hace un mes por el delegado del área, Borja Carabante, entre críticas de la oposición y colectivos ecologistas, que ven en peligro la flora y fauna del renaturalizado Manzanares en esta parte de Madrid Río. Ahora, también los científicos critican el proyecto municipal, con el que el Ayuntamiento piensa gastar más de 600.000 euros en colocar 57 focos que se encenderán durante las noches. “Solo generará impactos negativos”, escriben en el manifiesto hecho público, donde repasan las afecciones a la naturaleza.

“Supondrá una incuestionable intromisión en la vida de estas aves, por tratarse de un grupo muy sensible a la iluminación nocturna. Podría afectar negativamente a su reproducción e incluso podría provocar el abandono del río por parte de algunas especies que precisan tranquilidad, tanto reproductoras como invernantes. Lo mismo cabe decir de las poblaciones de insectos, pudiendo alterar sus ciclos y poblaciones”.

También recuerdan que poner iluminación en medio kilómetro con el objetivo de atraer el turismo, como señalan las autoridades municipales, “traslada un mensaje erróneo a la sociedad, dando la falsa idea de que iluminar no tiene costes ambientales, ecológicos, energéticos, culturales e incluso para nuestra propia salud”. El manifiesto, que está abierto a nuevas adhesiones, recuerda el éxito de la renaturalización del tramo urbano del río, donde se han llegado a ver hasta zorros.

Entre los firmantes de este manifiesto, hay 17 personas con cátedra universitaria, otras que ocupan puestos de dirección de entidades científicas, así como una veintena de especialistas de la plantilla del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Algunos de ellos y ellas son tan conocidos como el catedrático emérito Eduardo Martínez de Pisón, Fernando Valladares, Javier Benayas, Ana Payo, Asunción de los Ríos, el ex director del CSIC Emilio Muñoz, el director del Instituto de Astrofísica de Canarias, Rafael Rebolo, o la directora de la Fundación StarLight, Antonia Varela. Uno de los objetivos de esta entidad es la defensa del cielo nocturno. También lo ha firmado David Eicher, editor-jefe de la revista norteamericana Astronomy.

Además del manifiesto firmado por científicos, desde hace días una petición online recoge firmas ciudadanas contra los focos. Hasta el momento se han sumado más de 37.000 rúbricas que piden la retirada del proyecto del equipo de Almeida. Asociaciones vecinales del entorno y la Asociación vecinal Pasillo Verde Imperial se oponen frontalmente a un proyecto que consideran servirá para la “eventificación” de Madrid Río, perjudicando a la fauna y causando molestias a los vecinos.

Carabante se jactó hace unos días, durante la comisión de su área, que el proyecto sobre el Manzanares tenía los permisos del Gobierno central, a través de la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT). “Estoy absolutamente tranquilo”, dijo entonces ante una pregunta del PSOE. Posteriormente, la CHT recordó a Carabante que solo dio su visto bueno a que el dispositivo está por encima de la altura inundable del río, pero que el permiso ambiental es responsabilidad de la Comunidad de Madrid.

Las obras para instalar (...)

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Científicos contra Almeida: su proyecto para iluminar el río Manzanares amenaza a la flora y la fauna

 Daniel Lara   26 de junio de 2024 

Vista simulada de Madrid Río con la instalación de las luces que empezará a funcionar en 2025. Ayuntamiento de Madrid


El Ayuntamiento de Madrid ha iniciado ya la instalación de 57 focos y cuatro proyectores que apuntarán al cauce del río Manzanares para iluminar la vegetación. El anuncio del proyecto llegó hace dos meses y fue duramente contestado por las organizaciones ecologistas. Ahora, un grupo de 81 científicos de todo el país ha pedido por carta al consistorio que aborte el plan por atentar contra uno de los proyectos de renaturalización urbana más importantes de España, que ha logrado en apenas ocho años traer a la capital decenas de especies protegidas. Los expertos advierten que apuntar con focos a un entorno tan sensible espantaría a muchos de estos animales, alteraría sus comportamientos y su sueño, y terminaría matando a algunas especies.

julio 17, 2024

Mueren cuatro gacelas en peligro de extinción por un festival que la alcaldesa del PP de Almería no quiso reubicar

  PÚBLICO / EUROPA PRESS

El CSIC advirtió de los posibles daños que podían ocasionar los ruidos de los conciertos. Todos los antílopes fallecidos eran crías o madres a punto de parir.


Tres gacelas mohor, entre ellas una cría de pocos días y otra a punto de parir, así como una hembra de arruí, también gestante, y una gacela de Cuvier recién nacida han fallecido a consecuencia de los episodios de "estrés y agitación" sufridos en el concierto de la Finca Experimental La Hoya. El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ya había advertido al Ayuntamiento de Almería, gobernado por el Partido Popular, de los posibles daños que podían ocasionar los ruidos y solicitó la reubicación del evento, lo cual fue rechazado.

En un comunicado, la veterinaria del instituto de investigación, Sonia Domínguez, ha señalado que los datos de las necropsias indican que las causas de las muertes de los ejemplares han sido "la desatención materna de una de las crías", "un aborto" y "distintas lesiones traumáticas", todas ellas "provocadas como consecuencia del estrés y agitación provocados por los conciertos" del festival Alamar. El lugar de celebración se encontraba a escasos metros de la reserva.

La propia alcaldesa de Almería, María del Mar Vázquez (PP), defendió la celebración de los conciertos la pasada semana la "compatibilidad" entre el parque de rescate sahariano y los espectáculos, incluido el Festival de Flamenco previsto para mitad de julio. La número uno del Ayuntamiento los consideró "conciertos semiacústicos de bajo impacto sonoro", aunque al mismo tiempo anunció un "estudio acústico" para analizar el impacto en los casi 400 ejemplares de especies amenazadas que alberga la reserva.

"Como somos personas razonables, si vemos que no se puede hacer, cambiaremos de ubicación y no pasa nada. No hay que generar conflicto por cada cosa que se haga", apuntó Vázquez. La alcaldesa habló de la falta de un estudio para determinar la "compatibilidad" que observaba, incidió en los "pocos decibelios" que suponían en estos conciertos.

Falta de compromiso

Ante los fallecimientos, la directora de la EEZA, Teresa Abáigar, ha afirmado que resulta "frustrante que el Ayuntamiento de Almería no haya mostrado el sentido de precaución exigible a una Administración pública" respecto a la protección de los ejemplares que se encuentran en la Finca Experimental.

"Esperamos que, de cara al futuro, se adopten las medidas oportunas para que no vuelvan a suceder sucesos similares", ha añadido Abáigar. Mientras tanto, la veterinaria del instituto ha señalado que la muerte de estos animales "podría haberse evitado".

En este sentido, Domínguez ha indicado que se advirtió al Ayuntamiento "de la especial sensibilidad de estos animales y del momento tan crítico en el que se encuentran en estos días durante la época de cría". "Hemos perdido unos animales de incalculable valor para los programas de conservación y eso no tiene vuelta atrás", ha lamentado.

La Finca Experimental La Hoya

La Finca Experimental La Hoya es una unidad de apoyo y servicio de unas 20 hectáreas de extensión, que tiene el doble objetivo de servir de infraestructura a los Programas de Conservación ex situ (fuera de su hábitat) que se coordinan desde la EEZA a la vez que ofrece un espacio experimental al aire libre que da apoyo logístico a las líneas de investigación del instituto. La Finca está localizada en una hondonada situada detrás de la colina donde se asienta la Alcazaba de la ciudad de Almería.

En sus inicios, entre los años 50 y 60 del siglo XX, este espacio sirvió de zona experimental para estudios de agricultura. En 1970, y a partir de la llegada de las primeras gacelas y arruís procedentes del Sáhara Occidental, territorio español por aquel entonces, este espacio pasó a denominarse Parque de Rescate de Fauna Sahariana, y en sus inicios albergó unos pocos ejemplares de cuatro especies de ungulados en peligro de extinción, procedentes del Sáhara Occidental, territorio español por aquel entonces (...)